(Frontiers Music)
Como sucedía en su debut homónimo,
en las composiciones de este nuevo trabajo encontramos los elementos
característicos de las bandas en las que han participado los músicos del grupo,
con la voz de Lesmann algo más heavy
que en Bonfire pero manteniendo su
gran nivel melódico, perfectamente acompañado a los coros por Voss, para desarrollar unos temas
sólidos, de elaborada y brillante instrumentación. Así comienzan de forma
enérgica con “The Change In You” un corte potente de guitarras punzantes y
trabajadas melodías vocales con un toque inquietante entre sus marcadas
rítmicas sonando como una suerte de mezcla entre Sinner y Casanova.
Siguen las guitarras poderosas
pero rebajadas por unos buenos teclados en la atemperadamente rotunda “Crossfire”,
compacta y melódica rematada por un virguero solo de guitarra de Boebel, entrando en terrenos más hardrocekros
con la pegadiza “Baptised” cruda y expresiva con un aire motivante en su claro
estribillo y sin abandonar nunca la melodía que brilla aún más acercándose al
A.O.R. noventero en los teclados y armonías vocales del cuidado medio tiempo “Read
Your Mind” y sobre todo en la envolvente pieza que da título al disco “Play To
Win” con unas elegantes pero incisivas guitarras, suave inicialmente pero con
mucho cuerpo recordando a los Jaded
Heart intermedios.
Seguidamente aparece “Child
Soldiers”, hard melódico alemán de manual con la voz de Lessmann sinuosa en su arrullante estribillo coreado entre
incisivos riffs dentro de un ritmo algo irregular, relajándose luego con el
agradable medio tiempo-balada “Do You Believe In Love”, guitarras con mucho
peso y pellizco acompañando la grave y reconocible voz del ex Bonfire, que se torna más nasal en la rítmica “Phantom Child” con la
batería de Kruse y el bajo de Voss marcadísimos insertándose los
riffs de Boebel con clase y crudeza
entre su cadencia algo lineal.
Se suaviza un poco el sonido sin
perder nada de intensidad con la misteriosa “Had Enough” agradable y
preciosista pero con escaso ritmo destacando una vez más sus arreglos de
guitarra, afilándose en la sensual “Shadows Dance” junto a unas versátiles
melodías vocales rasgándose arrogantes por momentos logrando un interesante
balance sobre su rotunda pegada, cerrando definitivamente con la romántica
balada “Reach Out” que comienza con un suave piano acompañando la profunda voz
de Lessmann que va creciendo
arropada por unas delicadas guitarras que rematan la faena con un bello y
apasionado solo.
Magnífico broche para este buen
disco más que digna continuación de su predecesor para poder seguir disfrutando
del buen hacer de algunos de los mayores talentos del hard & heavy alemán.
Los que echéis de menos a los mejores Bonfire
o a los Casanova más cañeros ya
sabéis, Phantom 5 pueden llenar ese
hueco y parece que han venido para quedarse.
Mariano Palomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario