(Frontiers Music)
Entre disco y disco de su banda
matriz, el señor James Christian nos
deja de vez en cuando algún entretenido trabajo en solitario que, aunque no suelen
llegar a la altura de los de House of
Lords, también han facturado brillantes momentos, sobre todo en aquel
magnífico “Rude Awakening” (1994) con
el que se estrenaba bajo la cabecera de su nombre y apellido. Ahora, con este “Craving” vuelve a mostrarnos un sonido
menos pomposo y elaborado, ligero, fácil de escuchar, pero algo falto de cuerpo
y solidez por momentos para mi gusto.
Christian sigue estando a buen nivel, con su reconocible timbre
melódico presente en todo momento, acompañado de un buen puñado de luminarias
del rock melódico que aportan su trabajo a la hora de componer e interpretar
los once temas que completan este disco. Una relación de nombres entre los que
están Cliff Magness, Tommy Denander, o Alessandro del Vecchio entre otros. Las canciones no están mal, se
dejan escuchar con agrado, pero no sé, echo en falta más intención, más cuerpo,
sobre todo en las bases rítmicas donde me da la sensación que han tirado mucho
de programación. Las guitarras no suenan mal pero tampoco matan, y los teclados
no aportan el plus de brillo deseable.
Así pues, queda gran parte del
atractivo de las composiciones en los arreglos acústicos y en las melodías
vocales, bien cuidadas, para sobresalir desde la inicial “Heaven Is a Place In
Hell” A.O.R. ligerito, electro acústico, de ritmo animado con aportaciones de
voces apoyando donde parece adivinarse la de Robin Beck. Meten algo más de electricidad y energía con “Wild Boys”
corte más hard en sus guitarras y estribillo pero que no acaba de arrancar
quedando bastante irregular.
A pesar de bajar el tono mejoran
con el tema título “Craving”, una pieza básicamente acústica adornada de
arreglos de cuerda sobre los que crece con cuerpo la voz de James y rematada con un breve solo
eléctrico de Magness, redondeando
uno de los temas que más me han convencido del disco. También lo han hecho la
tranquila “Jesus Wept” dotada de una bonita melodía engarzando las teclas de Del Vecchio y la guitarra de Pete Alpenborg creando un agradable
conjunto final, y la más animada “Sidewinder” con unas guitarras de Denander más frescas junto a una
original percusión y unos curiosos coros algo engolados.
Entre medias otro corte a medio
tiempo como “World of Possibility” con un sonido tan agradablemente entrañable
como delicadamente monótono que pasa bastante desapercibido, subiendo un punto
la intensidad con “I Won’t Cry” donde James
exhibe poderío vocal dentro de una sensual y atormentada ambientación con otro
buen aporte de guitarra de Denander
lleno de gusto, volviendo a caer en unos tonos más lineales en la electro
acústica “If There’s a God” que amaga con embaucarnos pero que se queda en el
intento, le falta chicha.
Algo más de pegada encontramos en
“Love Is The Answer” sobre todo en sus voces, de nuevo con presencia femenina
apoyando pero deslucida en parte por una base hueca y artificial, mejorada notablemente
en la más rotunda “Black Wasn’t Black” rozando el hard en sus guitarras con un
buen solo y con una sonoridad más compacta, algo que lamentablemente vuelve a
perderse en la final “Amen”, tema soso que se diluye en su espiritualidad y
gravedad vocal para cerrar esta irregular entrega de un artista del que
esperaba bastante más.
Mariano Palomo
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