miércoles, 25 de enero de 2017

CRYSTAL VIPER “Queen Of The Witches”


(AFM Records)
Una de las formaciones que mejor han sabido rescatar el sonido del heavy metal underground ochentero han sido los polacos Crystal Viper. Siempre con su cantante y guitarrista Marta Gabriel al frente, la banda lleva dando caña desde hace casi tres lustros habiendo publicado cinco álbumes de estudio antes de este “Queen Of The Witches” que nos ocupa, además de haberse pateado ampliamente el viejo continente. Una carrera que parecía algo aletargada desde que publicaran en 2013 su anterior entrega “Possession”, pero que ahora retoman con esta nueva remesa de temas manteniendo el añejo sonido poderoso que les caracteriza.
Sin necesidad de mostrar excesivas exhibiciones instrumentales ni vocales, creo que están por encima de la media de este tipo de bandas, normalmente mucho más valoradas y queridas por lo que representan de recuerdo auténtico y de fidelidad a un estilo tan proclive al “trueismo” como es el heavy metal underground. Pero Crystal Viper como digo creo que tienen algo especial, seguramente tendrá mucho que vez el poderío de Marta a la voz como elemento diferenciador, pero sobre todo creo que lo que les hace más interesantes es que, sin complicarse mucho la vida pero manteniendo un más que aceptable nivel técnico en sus temas, son capaces de crear canciones directas y pegadizas ideales para corear y mover el cuello, junto a otras más profundas y atemperadas que aumentan su versatilidad.
Para empezar en este último trabajo nos encontramos con “The Witch Is Back”, que parece una declaración de principios como diciendo, “hemos vuelto”, y lo hacen a toda velocidad sobre el frenético ritmo que impone Tomek “Golem” Danczak desde su batería, seguido por los crudos riffs que aportan Marta y Andy Wave con sus guitarras, resultando más que apropiada para abrir fuego. Siguen en onda cercana a la NWOBHM con “I Fear No Evil”  sonido under total a lo Tokyo Blade, Grim Reaper, con ritmos acelerados, melodías de guitarra dobladas y buenas aportaciones vocales limpias y eficaces golpeando con fuerza.
Se corta un poco el rollo con la tremendamente cadenciosa “When The Sun Goes Down” con un ritmo lento marcial muy marcado en el golpeo de batería y en los riffs de guitarra creando una ambientación épica simple y monótona que recuerda a los Manowar más cansinos. Bajan todavía más de revoluciones, mejorando en cuanto a melodía y expresividad con la balada “Trapped Behind” donde se luce Marta con su voz en unos tonos mucho más relajados que los habituales junto a un delicado piano.
Vuelve la caña más guerrera con la cabalgante “Do Or Die” riff claro y sencillo, estribillo eficaz y coreado a golpes de voz, aires de batalla, vamos, perfecta para ser recibida puño en alto en directo y en la que cuentan con la colaboración de Ross The Boss (ex Manowar, Dictators), pasando luego a la más elaborada y melódica “Burn My Fire Burn” con unas buenas guitarras dobladas al más puro estilo Maiden siendo de las que más me ha convencido. Tampoco está nada mal “Flames And Blood” más rápida y punzante con Marta dejando unos afilados agudos que se clavan entre sus efectivos riffs completándose con un buen solo de guitarra de Mantas (Venon).
Baja la velocidad con otra pieza lenta como es “We Will Make It Last Forever”, una intensa power ballad marcada por el dueto de Marta con el vocalista Steve Bettney (Saracen) que hace que resalte sobre el resto de cortes del disco por su solidez y emotividad. Para el final quedan otros dos buenos ejercicios de puro heavy metal, el primero de ellos un tema lleno de fuerza y ritmo como “Rise Of The Witch Queen” en el que muestran su cara más terrorífica con algunos arreglos y sonidos que recuerdan a los Mercyful Fate de King Diamond sobre una base más machacona con Golem y el bajista Blaze J. Ryzel dejándose notar.
El cierre en forma de tema extra lo pone una respetuosa revisión del himno de Grim Reaper “See You In Hell”, con una Marta Garbiel magnífica llegando a tonos a los que desafortunadamente no creo que pueda llegar actualmente el propio Steve Grimmet al que aprovechamos para desearle una pronta recuperación tras sus últimos problemas de salud. Una buena costumbre la que tienen Crystal Viper de incluir alguna versión de los clásicos de la escena ochentera, y que en esta ocasión hacen por partida doble recordando a los speed metaleros canadienses Exciter con su “Long Live The Loud”, aunque el que quiera disfrutar de ella tendrá que hacerse con este disco en vinilo ya que aparecerá exclusivamente en este formato como segundo bonus track. Una excusa más para los fans acérrimos para hacerse con el LP, y para seguir disfrutando con este buen grupo.
Mariano Palomo

THUNDER “Rip It Up”


(Ear Music)
Después del excelente regusto que nos dejó su anterior entrega hace un par de años, los británicos Thunder vuelven a la palestra con nuevo material recogido bajo el título de “Rip It Up”. Y no sé si habrá sido por lo alto que dejaron el listón con aquel “Wonder Days”, pero el caso es que siendo también un disco más que competente, a este nuevo trabajo me ha costado más sacarle todo el jugo. Las composiciones en general no me resultan tan chispeantes como de costumbre, aun manteniendo un sonido reconocible magníficamente producido, pero no sé, echo en falta algo más de inmediatez y pegada. Eso sí, una vez repasadas unas cuantas veces acaban por convencerme bastante más que en mis primeras aproximaciones.
En cualquier caso sigue siendo un lujo poder disfrutar de la clase y buen hacer de unos músicos que continúan destilando elegancia a la hora de ejecutar los temas, con el hard clásico siempre como base, pero con una marcada presencia de elementos que nos llevan a terrenos soul, blues, manteniendo viva la llama que encendieron los grandes nombres de los setenta. Así podemos encontrar riffs puramente setenteros como en la inicial “No One Gets Out Alive” marcado por las guitarras de Ben Matthews, felizmente recuperado de sus problemas de salud, y del maestro Luke Morley dejando un aroma entre Zeppelin y Who reiterando unos rasgueos que marcan el tema sobre la magnífica pegada de Harry James y la siempre sólida ejecutoria de Chris Childs al bajo. Entre todos ellos se cuela la personal voz de Danny Bowes, mostrándose muy en forma con esa versatilidad única que tiene de atacar las melodías vocales.
Lo seguimos comprobando, con mayor protagonismo aun, en la sensual pieza que da título al disco “Rip It Up”, sencilla composición con fuerza y llegada con un polvoriento punto vacilón marca de la casa siendo de las que más ha ido ganando con las escuchas. Mantienen esta línea con la expresiva y clara “She Loves The Cocaine” de la que más se quedan por su adictivo estribillo perfectamente apropiado para dejar su mensaje con el apoyo de unas discretas voces negras y de unos sonidos de órgano que llenan junto a los acordes de wawa y a unos acertados detalles de guitarra.
Se relaja notablemente el sonido con la agradable atmósfera que se crea en “Right From The Start” con la voz de Bowes mostrando su profunda expresividad junto a unos rasgueos acústicos que se complementan con unas preciosistas notas eléctricas sobre una suave percusión y un delicado piano en segundo plano. Igualmente suave y pausada “In Another Life” dotada de un sonido orgánico de esencia soul rodeando su enorme melodía de voz llena de feeling e intesidad. También lenta en cuanto a ritmo, pero más rotunda resulta “There’s Always a Loser”, que básicamente mantiene esa línea de blues-soul tranquilo en su voz, piano y guitarra, pero acompañados por una percusión alta con la caja y el chaston excesivamente marcados desentonando un poco en mi opinión.
Pero antes de estos momentos más tranquilos vuelve a haber sitio para los ritmos hard rockeros, desde el rollo honky de “Shakedown” con ese sonido de cencerro inconfundible junto a unas guitarras duras alternando con otras más insinuantes y a unas melodías de voz dobladas más ásperas, que se tornan más suaves en “Heartbreak Hurricane” recordando de nuevo a los Zeppelin o a Free por sus rasgueos electro acústicos y sus sonidos de órgano con un ligero aire psicodélico en sus cambios de ritmo, al igual que en la más incisiva “Tumbling Down” en la que teclas y guitarras rivalizan en un emotivo duelo con el apoyo de nuevo de esas voces negras que tanto sentimiento aportan.
Se completa el disco con dos de los cortes más me han gustado, la hard blues “The Chosen One” por su ritmo ligero y matizado por buenos contrastes de guitarra y teclados sustentados sobre una dinámica base rítmica, y la guitarrera pero amortiguada “The Enemy Inside” con buenos detalles slide dentro de un ritmo creciente que va ganando en intensidad al doblar voces y armonías. Dos buenos ejemplos de lo que podemos encontrar en este disco que, como decía al principio, me ha costado unas cuantas vueltas para acabar de cogerle el punto, vuelve a mostrar a una enorme banda que ya está tardando demasiado en volver a visitarnos, algo que de momento parece que no tienen previsto pero que esperemos que acaben haciéndolo no tardando mucho.
Mariano Palomo

jueves, 12 de enero de 2017

FREEDOM CALL “Master Of Light”

(SPV)

Después de los extraordinarios últimos discos con los que nos ha deleitado el combo teutón, cada vez les era más difícil estar a su propio nivel. Por desgracia se pusieron a sí mismos el listón tan alto que no han podido alcanzarlo. No significa que “Master Of Light” sea un mal trabajo, ni mucho menos, pero si lo comparamos con “Beyond” o “Land Of The Crimson Idol”, puede decepcionar a algunos fans.
El comienzo con los épicos himnos de puro power “Metal Is for Everyone” y “Hammer Of The Gods” es realmente prometedor. No entra tan fácilmente “A World Beyond”. Aunque empieza muy bien con los coros marca de la casa, se termina haciendo un poco repetitiva. Es el corte que más dura de todo el CD, con casi seis minutos. Una excepción, porque sólo dos pasan de los cinco minutos y la mitad no llega ni a los cuatro. “Masters Of Light” se hace todavía más larga, con unos cambios de ritmo en los que parece que no va arrancar nunca. Más directa y cañera es “Kings Rise And Fall”, pero tampoco es ninguna obra maestra.
A estas alturas ya empiezas a preguntarte dónde están las canciones simpáticas y fiesteras que son el mayor aliciente de Freedom Call. Y según van avanzando los temas te das cuenta de que siguen sin aparecer.  De momento llevamos escuchado un buen disco de power metal, pero no de happy metal. Los seguidores habituales conocemos la diferencia mejor que nadie. El majestuoso medio tiempo “Cradle Of Angels”, por ejemplo, está muy bien. Pero, simplemente, no es lo que esperamos. La sensación sigue con “Emerald Skies”. Buena, pero no acaba de ser a lo que estamos acostumbrados.  “Hail the Legend” es realmente una canción preciosa. Por un rato nos olvidamos de que nos falta algo. “Ghost Ballet” arranca muy bien. Parece que nos reencontramos con los Freedom Call que queremos escuchar. Pero de nuevo se queda a medio camino. Con el alegre canto a la esperanza “Rock The Nation” ¡por fin! reconocemos alborozados una de las composiciones habituales. Pero ya es tarde. Sólo quedan dos cortes. “Riders In The Sky”, en la tónica general del resto del disco, nos devuelve a la realidad. Nos queda el consuelo de “High Up”. Como siempre, han dejado para el final el tema más festivo. Pero tras la alegría inicial te preguntas por qué no han venido más canciones así en este trabajo.
En una carrera que ya se aproxima a los 20 años, es normal que alguna vez nos encontremos con algún altibajo. Como ya hemos dicho unas cuantas veces, lo desesperante de la cuestión es que en realidad Chris Bay y sus chicos nos están ofreciendo un buen disco. Pero nos esperábamos otra cosa. Confiemos en que vuelvan a ser los de siempre en futuras entregas.

Nacho Jordán

domingo, 1 de enero de 2017

ROCKTIEMBRE

BURNING/BARÓN ROJO/ASFALTO/ÑU/TOPO/COZ 

(Warner)

Al igual que ocurrió con el primer Rocktiembre, hace cerca de 40 años, el festival no podía quedar completo sin su correspondiente legado audiovisual para la historia. Por desgracia, la misma extensión del evento hace imposible que se pueda publicar todo salvo haciendo un CD séxtuple y un DVD triple. Así que nos hemos de contentar con este resumen de dos CD´s y un DVD. Una selección cuidadosamente equilibrada entre todas las bandas, pues de todas se incluye el mismo número de canciones. Estaría muy bien que Warner no pusiera impedimentos a los grupos que quisieran editar por su cuenta sus propios conciertos, para que los fans podamos disfrutarlos enteros. En algunos casos los cuatro temas por banda terminan sabiendo a poco.
En la actuación de Coz podemos percibir la alegría del grupo ante la gran cantidad de público. La meteorología se puso de su parte, y miles de personas que temiendo el sol pensaban aguardar en los bares, se decidieron a entrar. Los temas elegidos son “Abran Fuego, Hagan Juego”, “Bate De Béisbol” y los dos grandes hits de su historia, “Más Sexi”, y “Las Chicas Son Guerreras”. Enriquecieron su puesta en escena añadiendo a dos coristas, cosa que sin duda agradeció Juan Márquez porque muestra algunos signos de fatiga, especialmente en “Más Sexi”.
Topo desarrollaron una actuación muy inteligente, olvidándose de experimentos y centrándose por completo en sus grandes clásicos, cosa que el público les agradeció. Basta con enumerar las canciones que se han publicado: “Los Chicos Están Mal/Marea Negra”, “Vallecas 1996”, “Días De Escuela” y “Mis Amigos Dónde Estarán”. No hay más que decir, ¿verdad? Pues el resto del concierto fue en el mismo plan.
Con las demás bandas apenas se nota, pero con Ñu se ve claramente el hachazo entre las canciones escogidas. Comienzan con la primera que sonó, “Preparan”, cuando todavía quedaba luz del día, y las otras tres, “El Tren”, “El Flautista”, y “Más Duro Que Nunca” fueron las últimas del repertorio, ya entrada la noche. Por lo demás podemos disfrutar del excelente estado de forma del flautista inmortal. Algunas de las bandas del festival nacieron antes que Ñu, pero ninguna ha aguantado 41 años ininterrumpidos sin ningún parón. Molina merecía estar en las Ventas por derecho. Imperdonable que en los créditos no se mencione a la gran violinista Judith Mateo.
La selección de canciones de Asfalto sólo refleja la primera parte de su actuación. Una fase algo pesada con temas no de los más conocidos, que encima alargaron algo más de la cuenta (“No Estás Solo”, “Ya Está Bien”, “La Batalla”). La espectacular ovación con la que arranca “Más Que Una Intención” demuestra las ganas que había de recibir a los grandes clásicos. Pero aquí queda todo. De la mejor etapa del concierto no hay ningún corte, lo cual es una pena.
Es necesario que nos extendamos convenientemente con Barón Rojo. Hasta los que no pudieron acudir saben perfectamente que padecieron un sonido horroroso. Vaya por delante que no se puede acusar a nadie sin pruebas. Pero hay unos hechos indiscutibles. Los cuatro primeros grupos sonaron estupendamente, con Barón aquello se convirtió en un infierno, y todo se arregló con Burning como por arte de magia. Lo ocurrido fue como mínimo sospechoso. Hace casi dos milenos que pasó el tiempo de los milagros. Si existen indicios de boicot, lo que se publicó después en la prensa especializada fue sin la menor duda una campaña orquestada en toda regla. Mucha cara hay que tener para decir, como dijo un “profesional” con más un cuarto de siglo a sus espaldas en cierta revista que todos sabemos, que si sonó mal fue por culpa del grupo. Desde luego ellos han tomado nota, jamás volverán a fiarse de nadie ni volverán a presentarse en un festival sin su propio técnico, les digan lo que les digan los organizadores. Por suerte, una cosa es lo que sucede en el escenario, y otra cosa lo que a través de los altavoces llega al público. Y en la grabación está reflejado lo que ocurrió de verdad, es decir, que los Barones tocaron tan bien como siempre. Algún majadero aún dirá que sus canciones están regrabadas. Un disco en directo se puede retocar, un vídeo es imposible. Basta con mirar los labios a Carlos y Armando para darse cuenta de que no puede ser un play-back. Pero es que además ¿dónde está ese grupo en estado terminal que describen las crónicas? ¿Dónde están esos zombis que se arrastran miserablemente por el escenario cubriéndose de ridículo? En esta grabación no los vemos por ninguna parte. ¿Que Carlos canta mal? Canta como siempre, ni más ni menos. Un ejercicio para quien tenga tiempo y ganas. Reproducid de forma aleatoria por ejemplo, el “Incomunicación” de “Desde Barón A Bilbao” y el de este “Rocktiembre”. ¿Sabríais distinguir cuál es cuál? Pues “sólo” hay nueve años de diferencia. La realidad es la que es, y no se puede discutir. Junto al ya mencionado “Incomunicación”, el bloque de Barón viene completado con otros tres imprescindibles de su repertorio, “Hermano Del Rock And Roll”, “Con Botas Sucias” y “Satánico Plan (Volumen Brutal)”. Tanto el primero como el cuarto vienen mal en los créditos, dicho sea de paso.
La selección de canciones de Burning es bastante inteligente, pues vienen las tres más conocidas de su carrera, “Qué Hace Una Chica Como Tú En Un Sitio Como Este”, “Esto Es Un Atraco” y “Mueve Tus Caderas”. Pero la verdad es que no refleja del todo cómo transcurrió el concierto, donde sonaron demasiado temas recientes, más de lo que parecía lógico. El gran número de músicos de apoyo y coristas sobre el escenario dieron mucho colorido. Aunque no pudieron disimular que Johnny no se encuentra en muy buena forma, recurriendo al viejo truco de dejar que cante el público.
Visto lo bien que respondió el público y ante lo bien que ha quedado este trabajo en directo, ¿qué es lo que falta? Pues ahora sería el momento de que el disco y el vídeo “Nos Va La Marcha” fueran reeditados como es debido, en CD y DVD y restaurando todo lo que posibiliten los adelantos técnicos de hoy en día. No puede haber un broche de oro mejor.
Nacho Jordán