jueves, 7 de septiembre de 2017

BLACK COUNTRY COMMUNION “BCCIV”

(Mascot Records)

Un lustro ha tenido que pasar para que los cuatro ases que componen el póker de Black Country Communion vuelvan a juntarse para ofrecernos otra magnífica entrega en estudio de hard rock de altura. Tras dejarnos en con su anterior disco “Afterglow” (2012 ) una notable pero algo repetitiva colección de temas, ahora vuelven con más brío y brillantez para ofrecernos el que es para mí su mejor trabajo junto a su debut homónimo de 2010. Con un Glenn Hughes al frente absolutamente grande a la voz y el bajo, forzando menos pero transmitiendo como siempre con una fuerza y emotividad enromes, acompañando las inmensas melodías y riffs de guitarra de Joe Bonamassa en un registro más hard y menos bluesy de lo que nos tiene acostumbrado. Por su parte Jason Bonham sigue haciendo honor a su apellido pegando a la batería con la fuerza y precisión habituales, y Derek Sherinian redondea el sonido de la banda con unos aportes de teclados sencillamente espectaculares.
Comienzan enganchándonos con “Collide” una excelente pieza setentera de clara inspiración Zeppelin en su poderosa base y su incisivo riff, con el bajo marcando un groove profundo suavizado por las orgánicas teclas  que lo acompañan junto a la expresiva interpretación de La Voz. No baja la intensidad aunque si se atempera un poco con la seductora “Over My Head”, sólida, suave, embaucadora con una melodía vocal que engancha con su puntillo lisérgico reiterándose en el estribillo dentro de un ritmo entrecortado.
Nos sorprenden a continuación con el extenso y evocador medio tiempo “The Last Song For My Resting Place” haciéndose cargo de la voz Bonamassa, con un delicioso timbre melódico ideal para la envolvente ambientación que propone con elementos acústicos y violín entre los que se insertan guitarras suaves hasta que llegan a un potentísimo solo, creando un tema que bien podían haber firmado Dare o Gary Moore a finales de los ochenta. Vuelta a las raíces más setenteras con la misteriosa “Sway” marcada por un punzante riff y por unos sonidos orgánicos orientales que se dejan notar con cuerpo junto a otro tremendo solo de guitarra dentro de una enorme melodía, ensombreciéndose luego un poco en la cadenciosa “The Cove” que a pesar de su escaso ritmo desprende pasión e intensidad por los cuatro costados con un Hughes inmenso.
Más poderío y velocidad en “The Crow” con el bajo gordísimo junto a la pegada de Bonham marcando  su sencillo y eficaz desarrollo perfectamente secundados por guitarra y teclados creando una atormentada ambientación con la voz de Hughes desgarrándose pero sin romperse, para suavizarse seguidamente en la preciosa “Wanderlust” con Bonamassa mostrando su clase bluesy con unas melódicas y potentes guitarras, explayándose al final junto a los teclados Sherinian para completar sus más de ocho minutos de exquisita demostración musical, volviendo a la esencia Zeppelin con “Love Remains” engatusando con unas voces y unas teclas que rodean a su sólida base rítmica.
Nos acercamos al final con la virtuosa “Awake” con un ligero toque experimental en sus guitarras que aportan dureza y versatilidad junto a unas tremendas teclas y a la seductora voz de Hughes que sube descarnada dentro de un tono medio general, para cerrar definitivamente con la estimulante “When The Morning Comes” una envolvente pieza técnicamente excelente, preciosista en sus arreglos y plenamente emotiva en sus suaves melodías. Un delicioso broche para este gran disco que vuelve a poner a Black Country Communion en el primer nivel del hard mundial.
Mariano Palomo

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