miércoles, 26 de julio de 2017

WRAITH “Revelation”

(Ice Rain Records / Cargo Records)

Otra banda británica del underground hard rockero que volvió hace unos años tratando de recuperar el tiempo perdido fueron los desconocidos para mí hasta ahora Wraith. No sé cómo sonarían a finales de los ochenta cuando salieron o a mediados de los noventa cuando desaparecieron del mapa, pero ahora tras la escucha de este “Revelation” la verdad es que me han convencido bastante. Ofrecen un hard rock afilado y enérgico, con una clara influencia ochentera pero con un sonido bastante actual, por momentos me recuerdan a Crazy Lixx, otras veces a los primeros Dokken, o a los Ratt más cañeros, sobre todo por momentos por el timbre de voz de su cantante Ryan Coggin que de hecho, según parece, estuvo muy cerca de sustituir a Stephen Pearcy en algún momento dentro de la banda californiana.
La voz de Coggin llama la atención por su crudeza sin llegar a ser excesivamente agria, manteniendo unas buenas prestaciones melódicas, perfectamente apoyado en los coros por los más conocidos Steevi Jaimz (Tigertailz) y Tony Mills (Shy, TNT), y acompañado por el fundador de la banda Gregg Russell y por Dieter Schänzer que rasgan sus guitarras con energía y suciedad, pero también con clase y sentimiento cuando es preciso. En la base rítmica cumplen sin alardes el batería Jay Graham y el bajista Kim Nielsen.
Todos ellos han creado unos temas sin demasiadas pretensiones, directos, enérgicos, pero con un sonido lo suficientemente limpio y equilibrado como para no resultar embarullado, algo de lo que adolece muchos grupos de este tipo. Así abren con la motera “Lifeline” de incendiarias guitarras, voz nasal y potente pegada, macarreo de alto octanaje sleazy a lo L.A. Guns, marcado por su estribillo claro y sus arrogantes coreos.
Recuerdan más a los citados Crazy Lixx seguidamente con “Dream Steeler”, corte afilado de deje algo más heavy con unas tremendas guitarras pero muy melódico en su claro estribillo, como sucede en “Into The Fire” donde la voz más cazallera de Coggin y sus desafiantes riffs brillan dentro de una buena melodía pesada, oscureciéndose en “Under The Hammer”, tema de tempo medio asaeteado por un punzante solo, co-escrito por el gran Pete Way (UFO, Waysted) trasluciendo desgarro y atormentamiento aportando su experiencia también al bajo.
Continúan los sonidos sombríos en la lenta y descarnada “Leaving Me Again”, intensa en su interpretación vocal, con encanto en sus coros y expresiva en sus suaves guitarras, retomando el ritmo más callejero y crudo con “No Respect” sucia, arrastrada, descarada, pero con la melodía presente entre sus matizados acordes de nuevo con Crazy Lixx como referentes, sonando más americanos después en la quedona “Invasion” con un riff poderoso rasgando su sinuosa melodía vocal que seduce sin necesidad de subir excesivamente de tono.
Llegamos al final tras una breve locución que nos lleva hasta “Human Eater” agresiva y rápida pieza de alto ritmo y distorsión más actual golpeando entre su reiterado y heavy estribillo resultando bastante pegadiza aunque algo simple, cerrando definitivamente con “Hunted” más elaborada con unos marcados cambios de ritmo desde un relajado inicio roto por unas saturadas guitarras casi industriales que luego se tornan delicadas en un meloso solo, mezclando arrogancia y suavidad todo ello cuidando la melodía creando un curioso contraste.
Buen disco, entretenido y con llegada, en el que además de las composiciones de los músicos cabe destacar el trabajo de los experimentados Neil Kernon, Mike Fraser y Andy Sneap en labores de producción, mezcla y masterización respectivamente, para redondear un sonido con una calidad por encima de la media de los grupos del género.

Mariano Palomo

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