(Ear Music)
Un par de años después de su
última aparición discográfica junto a Glenn
Hughes en Voodoo Hill, volvemos
a reencontrarnos con el sensacional guitarrista italiano Dario Mollo, esta vez con un nuevo proyecto bajo el nombre de Ezoo, abreviatura de Electric Zoo banda en la que participó
a principios de siglo junto a un elenco de estrellas del hard rock
internacional, entre ellos el vocalista norteamericano Graham Bonnet. Ahora por fin, después de mucho tiempo intentando
trabajar juntos, Dario y Graham ven plasmada su colaboración en
forma de CD con este “Feeding The Beast”.
Una vez bien exprimido podemos
decir que el disco está bien, cumple, no llega a seducirme como los de Voodoo Hill o como el último de Bonnet, pero cumple, pesado por
momentos, pero también con buenas melodías y exhibiciones tanto instrumentales
como vocales. Algo, esto último, que empezamos a comprobar con la poderosa “You
Are Your Money” de ritmo sinuoso llena de detalles dejándose notar la pegada
del batería Roberto Gualdi que forma
la base rítmica junto al bajista Dario
Patti, salvo en un par de versiones que reseñaremos al final en las que Guido Block se hace cargo del mismo,
además de los coros y los teclados.
Después de esta primera andanada
nos encontramos sorpresivamente con “The Fight Of The Sapini” que no es más que
un incendiario solo de guitarra de un minuto que sirve como preludio a uno de
los cortes que más me han llamado la atención “C’est La Vie” de lo más dinámico
del disco dejando un regusto a los primeros Alcatrazz que me ha convencido bastante, con un Bonnet magnífico bien apoyado por unos
competentes coros. Se densifica un tanto el sonido seguidamente con
"Guys“From God” sonido gordo, con un groove muy marcado y una distorsión
alta pero sin saturar.
Nuevamente sorprenden metiendo en
mitad del track list un tema de nada menos que once minutos, en concreto el que
da título al disco y en el que despliegan su vena más dramática dentro de una
ambientación sombría y teatral, alternando momentos relajados y melódicos con
otros más rotundos, todos ellos ejecutados con clase y expresividad, aunque
puede acabar haciéndose excesivamente larga. Todo lo contrario que “Colder Than
Cool” otro de los temas de ritmo más vivo llegando y pegando con claridad sobre
sus potentes guitarras, al igual que en la barroca a lo Impellitteri “Motorbike”, con un riff inicial prácticamente calcado
al de “Stand In Line” y con un Bonnet
derrochando fuerza en su descarnada interpretación, tras haber caído rítmicamente
antes en la pesada “Too High To Be Falling” dulcificada por sus envolventes
coros melódicos.
En el final nos encontramos con
dos piezas menores, la lenta y cadenciosa “Don’t Look Back” marcada por un
expresivo riff y unas melancólicas teclas, y la instrumental “CODA” lenta y
preciosista al más puro estilo Blackmore
inspirado en composiciones del Man In
Black como “Weiss Heim” o “Maybe This Time” pero sin llegar ni mucho menos
a su majestuosidad.
Y por si no quedaba clara la
devoción de Mollo por Rainbow para rematar la faena se
completa el disco intercalando dos versiones de la época Bonnet en el grupo del Arco
Iris, una endurecida “Eyes Of The World” en la que los platos y el riff se
comen un poco una buena interpretación vocal sin apenas ayuda de teclas ni
coros resultando más mate que la original pero con bastante llegada, y una
interesante revisión de “Since You Been Gone” respetando su estructura primigenia
pero adornada por unos bonitos dibujos de guitarra y con los teclados más
discretos para mayor lucimiento de Bonnet.
Como extras y para dar un poco más de lustre al disco no están mal, pero creo
que ya se han explotado bastante.
Un disco un tanto irregular, con
una distribución de los temas que despista un poco, con algunos cortes muy
rescatables resaltando las dos figuras principales dentro de un buen nivel
técnico, aunque compositivamente me deja algo frío por momentos.
Mariano Palomo
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