viernes, 28 de abril de 2017

LUIS CRUZ Y LA FURGOBAND “Rocker”


(The Fish Factory)
Sin apenas aviso previo nos encontramos con este disco del guitarrista Luis Cruz, desde hace años en Topo, y que ahora junto a un montón de músicos invitados bajo la denominación de La Furgoband y haciéndose cargo de la voz principal, además de la guitarra, ofrece una colección de temas donde muestra su cara más canalla, sin abandonar su clase y buen hacer. El estilo que predomina en el disco es básicamente rock pero adornado con toques blues, folk o sinfónicos, y dando gran protagonismo a las letras de los temas dejando claro sus mensajes descubriendo la faceta de vocalista de Luis que, sin ser deslumbrante resulta convincente y adecuada en cada momento, normalmente en tonos medios sin necesidad de grandes subidas con un interesante deje callejero.
El comienzo con el tema título “Rocker” es de lo más arrogante y vacilón con un deje vocal a lo Ramoncín, y con unas guitarras de alto octanaje llenas de clase dentro un animado ritmo con unos toques blues-sureños dados por el Hammond de Pablo Salinas (ex Topo) y por la pandereta de Luis Rodrigo. Esos aires blues pero en clave mucho más tranquila lo encontramos en la lenta y profunda “Magia Pura” con el orgánico Rhodes de Héctor Pérez destacando junto a la expresiva voz de Luis y al violín de Alberto Carrero, y en la más sinfónica “Lobo Con Piel de Cordero” con Fernando Ponce de León (ex Labanda, Mago de Oz) dejando su toque de flauta dentro de su cadencioso desarrollo.
Unos detalles de flauta que aparecen también en la cachonda “Bartolo” adaptando la conocida fábula del burro y la flauta con un rollo agitanaó en la voz a lo Lichis (La Cabra Mecánica) y que se va acelerando por momentos sobre sus guitarras. Más flautas de Ponce de León, además de gaita y wistle, en la folkie instrumental “Gallega, Celta y Meiga”, donde por encima de todo brilla Luis con su guitarra creando un evocador sonido entre Gary Moore y Mike Oldfield de lo más atractivo, haciendo de este mi tema favorito del CD, junto a la rocanrolera y bailonga a lo Tequila “Baile de Carnaval” con una alineación de lujo con Kacho Kasal (Burning, ex Topo) a la batería, Rafa J. Vegas (Rosendo) al bajo y Pablo Salinas repitiendo al órgano.
Tira de ironía en la crítica “Currar” marcada por el acelerado violín de Judith Mateo (Ñu) y por los penetrantes riffs que la cortan con su estribillo pegadizo y callejero a lo Rosendo, siguiendo más o menos la misma línea pero con mayor elaboración en la castiza “Tu Destino y el Mío” con un punto arrogante pero positivo en su interpretación con un buen acompañamiento coral de Luis Rodrigo, que se encarga de la guitarra rítmica en la ácida con aires western “Hombres Del Nuevo Siglo” rock and roll sencillo de ritmo alegre con el hammond de Héctor dejándose notar nuevamente y con la voz de Cruz arrastrada y clara.
El disco se completa con la curiosa “Pá Ná”, un tema prácticamente instrumental a ritmo lento con la guitarra de Luis exhibiéndose a lo Santana junto a los teclados orgánicos de Héctor y a la batería de Bulli (ex Topo), adornados por unas ligeras percusiones de Raúl Rico y a unos mínimos coros de Helena Sueiras.
Un disco variado en el que Luis Cruz sigue demostrando su gran nivel como instrumentista, añadiendo además su faceta como cantante en la que también se defiende bastante bien, y haciéndose acompañar de un puñado de muy buenos músicos para ofrecernos algo distinto y sorprendente por momento, pero en absoluto descabellado ni excesivamente alejado de lo que nos tiene acostumbrados. Puede servirle además para ampliar horizontes atrayendo a nuevos fieles, seguidores de los grupos citados anteriormente o de Los Enemigos, Stafas o  Raimundo Amador, atentos.
Mariano Palomo

PHASE II PHASE “Face It”


(The Fish Factory)
Una de las bandas del underground melódico que me llamaron la atención hace unos años fueron los madrileños Phase II Phase con la publicación su primer trabajo de forma independiente bajo el título de “Origin” (2012), refrendado estas buenas sensaciones con sus apariciones en vivo mostrando un más que competente directo. Ahora, tras un periodo de menor actividad irrumpen con un brillante nuevo CD publicado por el sello The Fish Factory que parce querer apostar fuerte por la banda.
Un trabajo en el que se observa una mejora en lo que a composición y sonido se refiere respecto a su predecesor, corriendo la producción a cargo de la propia banda, ayudados en la grabación por Angel Muñoz en su Anhell Studio de Campamento y en la mezcla y masterización por Mats Erikson en los ME Studios de Estocolmo. Entre todos han parido doce cortes de Hard A.O.R. llenos de detalles en los que la fuerza y la melodía se unen para completar uno de los mejores discos del género publicados en España en los últimos años.
La formación permanece intacta respecto a la que grabó el primer disco, con la personal voz de Zalo López al frente que también realiza labores de guitarrista, junto al también guitarrista Alfredo Clemente, al bajista José L. Gallera, al batería Stelian Cotet y al teclista Jorge Gómez. Todos ellos mostrando un notable nivela al servicio de unas composiciones elaboradas cuidando los detalles, pero con frescura e inmediatez para resultar lo suficientemente asequibles y atractivas.
Comenzando por “Running Out”, una intensa canción de base hard rockera y briosas guitarras barnizada de ochenteros teclados sobre los que Zalo muestra su potencia vocal, amortiguándola a continuación en la más clásicamente A.O.R. “Feel The Heat” elegante tema de cuidadas armonías empastando con acierto teclas y guitarras, como siguen haciéndola en la dinámica “Greed” compacta y atractiva con la voz más nasal recordando un poco a la de Berni Weiss (Axxis) bien acompañada en su pegadizo estribillo por unos magníficos coros y por la grave voz del invitado Mike Sjörstrand en clave narrativa.
Continúan en onda claramente ochentera con la chispeante “Future” que bien podría encajar en la discografía de bandas como Hiroshima, Tokio o Niagara, teclados y guitarras ultra melódicos, coros cuidados, ritmos alegres y aires optimistas para redondear uno de mis temas favoritos del disco. También está a la altura “Madness” más dura en sus guitarras y bases pero igualmente brillante con los teclados y las melodías de voz resaltando una vez más.
Con “Heaven and Hell” se relaja el ritmo inicialmente para ir creciendo sobre la nítida pegada de Stelian aunque sin acelerar demasiado con unos riffs duros compensados por unas melódicas voces y teclas donde brilla la figura de Jorge con algún ligero guiño progresivo junto a un buen solo de guitarra de Alfredo. Vuelven los sonidos A.O.R. más pegadizos y directos con la vibrante “Where Do We Go” de ritmo alegre, estribillo clarísimo coreado, teclas llenas de clase y guitarras plenas de fuerza e intención.
En esa misma onda aunque en modo más pausado pero no por ello menos intenso nos encontramos con “Open Your Eyes” otro de los temazos del CD, con una distorsión de guitarra precisa para dotarla de un encanto especial dentro de unos aires romanticones que me recuerdan a los primeros Danger Danger, rematando la faena con otro bonito y original solo de guitarra. Sin subir el tono ni el ritmo llega la envolvente “Will You Remember Me”, calidez y clase instrumental rodeando la matizada voz de Zalo acompañada de sugerentes coros, para meter más peso en las guitarras de “Oh Lord” pero sin dejar de lado las melodías de teclados creando un equilibrado balance lleno de elegancia.
Llegamos al final con “The Sign” corte con un toque misterioso en sus teclados y en sus voces que suben en su estribillo con unos finos coros doblando y prolongándolo en su entrecortado ritmo donde se cuelan unos bonitos dibujos de guitarra por debajo, para brillar en primer plano dentro de la resultona “How Do We Feel” de nuevo con ese toque ochentero ingenuo que rompe en su clarísimo estribillo con la voz de Zalo algo engolada con fuerza y personalidad.
Gran cierre para un gran disco que puede suponer el empujón que necesitaba esta buena banda después de años de trabajo y que debe situarles entre las preferencias de los seguidores del género.
Mariano Palomo

martes, 25 de abril de 2017

CHICKENFOOT “Best + Live”


(Ear Music)
Aprovechando la publicación de un nuevo single, primero en cinco años, la súper banda norteamericana Chickenfoot pone en circulación el próximo 10 de mayo un interesante doble CD recopilatorio. El lanzamiento sirve sobre todo para recoger en una sola edición los temas más destacados de sus dos primeros discos en estudio, diez en total ocupando la mayor parte del primer CD que se completa con el citado single y con tres versiones en directo de clásicos del hard rock, y para recuperar en el segundo CD un directo registrado durante la gira de su primer trabajo en 2009 en la ciudad de Phoenix y que solo había sido publicado anteriormente en formato DVD/Blu-ray.
Comenzando por el single que da lugar a este trabajo “Divine Termination”, decir que es un tema perfectamente reconocible dentro del sonido del grupo, hard rock insinuante, de base densa y rotunda con un Chad Smith (Red Hot Chili Pepers, Glenn Hughes) como siempre contundente y preciso en su pegada de batería, acompañado por un no menos sólido y vibrante Michael Anthony (Van Halen) al bajo creando un groove que sin subir mucho el ritmo acaba atrapando. Por su parte Sammy Hagar muestra unos tonos medios más serios y matizados de lo habitual acompañado de las habituales virguerías guitarreras de Joe Satriani. Un tema que no me parece de lo mejor que han grabado pero que cumple con creces como primer reclamo de su próximo larga duración.
El resto del primer CD como decía está compuesto por algunos de los temas más interesantes de los dos discos de la banda, cinco de cada uno. Comenzando por el primero homónimo de  2009 con la tórrida con un toque funky “Soap On a Rope” salpicada de sugerentes licks, seguida por la más ligera y pegadiza “Sexy Little Thing”, por la no menos resultona “Oh Yeah” atemperada sobre su sensual fraseo, por la más potente “Get It Up” con un curioso estribillo que se queda a la primera, completándose los temas del primer disco con la más extensa “Future In The Past” de comienzo acústico suave para romper luego eléctrica a ritmo funky adornada de curiosos arabescos.
Del segundo trabajo de 2011, curiosamente titulado “III”,  aparecen la marchosa “Big Foot” que recuerda la etapa de Van Halen con Hagar pero con una base más setentera, continuando con la preciosista “Differente Devil” encantador medio tiempo lleno de melodía y feeling con elementos acústicos, llegando al hard intenso y descarnado de “Lighten Up” que pasa algo más inadvertida, cogiendo mayor nivel con “Dubai Blues” tema muy currado con el bajo de Anthony luciendo entre las guitarras de Satriani y la pegada de Smith con Hagar tirando de deje sensual y potente. Con la intensa western “Something Going Wrong” se completa el repaso a ritmo lento y profundo.
Los tres temas en directo a modo de bonus también aparecían en algún otro formato con anterioridad, ya sea en forma de single de vinilo o en vídeo. El primero de ellos es una enérgica y personal revisión del clásico “Highway Star” de Deep Purple que llevan a su terreno con Satriani desatado recordando su efímero paso por el grupo británico. Con “Bad Motor Scooter” es Hagar el que revive su primer tema en vivo con Montrose alargándose hasta llegar casi a los doce minutos de guitarras pesadas con dejes blues y slide haciéndoseme algo pesada, todo lo contario que la divertida y frenética versión de “My  Generation” de The Who que adornan con unas notas del himno de los Estados Unidos cerrando el primer CD.
El segundo CD como decía no es más que el audio de su DVD/Blu-ray “Get Your Buzz On Live”, publicado en 2009 y que sirve recordar la gira del primer disco que aparece prácticamente íntegro salvo el tema “Runnin’ Out“, sustituido por “Bitten By The Wolf” que aparece como extra en la caja recopilatoria “I+III+LV”, un curioso corte con efecto megáfono en la voz de Hagar en clave hard-country rompiendo con una incendiaria slide que se desparrama al final. Buen sonido, potente y creíble desde la inicial “Avenida Revolution” marcada por sus marciales redobles, hasta el brillante cierre con “Future In The Past”, entre medias otros ocho cortes, muchos de los cuales ya aparecían también en el disco de rarezas “LV” (2012), y entre los que me quedo con las divertidas “Oh Yeah” con el público participando, y con la intensa y nítida “My Kinda Girl”.
Un lanzamiento que para los más fieles del grupo al margen del nuevo single no descubrirá nada, pero que para los menos iniciados puede suponer una buena oportunidad para acercarse y disfrutar de esta gran formación.
Mariano Palomo

jueves, 20 de abril de 2017

DEEP PURPLE “Infinite”


(Ear Music)

Tras anunciar su larga gira de despedida, ya veremos si es la última y lo que dura, las leyendas británicas del hard rock, Deep Purple, ponen en circulación su vigésimo trabajo en estudio. Un disco que no sabemos si cerrará un ciclo o pondrá el punto final definitivo a la carrera de la banda, pero que en cualquier caso resulta lo suficientemente interesante como para seguir prestándoles atención. Evidentemente los años no pasan en balde y la energía desbocada de antaño hace tiempo que ha rebajado notablemente su intensidad, pero la clase y el talento aún están presentes como signo diferenciador de los padres del estilo que, a pesar de todo, a día de hoy sigue cautivando a millones de fans en todo el globo.

Con tres de sus pilares básicos al frente, Ian Gillan a la voz, Roger Glover al bajo y Ian Paice a la batería, acompañados desde hace algún tiempo por el genial teclista Don Airey, y hace ya bastante más por el brillante guitarrista Steve Morse, han facturado un disco que continúa en la línea de las últimas entregas de la formación. Temas nítidos, de alto nivel instrumental con gran protagonismo de los teclados, adaptados a las capacidades vocales de Gillan en estos tiempos, y con el encanto y elegancia que sólo los elegidos son capaces de ofrecer después de medio siglo de carrera.

Comenzamos a comprobar que el nivel técnico sigue intacto con la intensamente virtuosa “Time For Bedlam” de cadencia viva, guitarras potentes, teclas intensas y melodías vocales expresivas sin necesidad de subir de tono con un estribillo recordable y claro. Más insinuantes se muestran en “Hip Boots” con un sonido más sinfónicamente clásico en el que la pegada de Paice se deja notar dentro de su sinuoso ritmo que se acelera con un buen duelo Morse-Airey. Una confrontación que se prolonga e intensifica en clave más relajada en “All I Got Is You” llena de embrujo con unos teclados y guitarras más que notables junto a una clara y rotunda interpretación vocal de Gillan.

Se aviva el ritmo a golpe de piano y riff rockero en la vacilona “One Night In Vegas” sencilla y resultona donde, sin olvidar al resto de instrumentos, brilla con luz propia su gran trabajo de percusión, al igual que en la más pesada “Get Me Outta Here” que parece muy “seria” con un groove gordo en su base pero que luego se aligera un poco reiterando su melodía central y con unos “adioses” en francés, español y alemán dentro de su letra que suenan a despedida.

Recuperan la vena más sinfónica con la suave “The Surprising”, agradable y delicada composición en su comienzo que rompe intensa e insinuante con unos redobles marcados que dan paso a unos cuidados y evocadores teclados y guitarras marca de la casa. Más rockera resulta “Johnny’s Band” de orgánicos sonidos y claras melodías de voz pegadizas en su simpático estribillo, dejándonos otro bonito duelo de guitarra y teclados, volviendo al sinfonismo con “Top Of The World” aunque sin perder el tono desenfadado y asequible en su melodía vocal.

Para el final queda la curiosa “Brids Of Prey” con la voz de Gillan tratada con un efecto robótico que casa con los sonidos espaciales y psicodélicos de los teclados de Airey dentro de un ritmo cansino que no me acaba de convencer, completándose el disco con una personal revisión del clásico “Roadhouse Blues” de los Doors que les queda bastante bien con unos toques de armónica y piano que le dan un resultón toque distinto pero respetando la esencia original del tema.

Buen cierre para un disco variado, entretenido y brillante por momentos, que aún no sabemos si será el último de Deep Purple, y que cumple más que de sobra dentro una discografía llena de auténticas obras de arte imprescindibles en la historia del hard rock y de la música en general.

Mariano Palomo