martes, 28 de marzo de 2017

ONE DESIRE “One Desire”


(Frontiers Music)

Cinco años después de que este proyecto empezara a gestarse en la mente del batería Ossi Sivula y después de algunas pruebas buscando la formación adecuada, ahora ve la luz en forma de CD la primera entrega de One Desire. Con un sonido orientado al hard moderno este debut homónimo ha terminado por convencerme algo más de lo que lo hizo en mis primeras escuchas donde me resultaban excesivamente artificiales en su sonido, algo parecido a lo que me sucede con los británicos Vega con los que encuentro bastantes similitudes, sobre todo en el tratamiento de los teclados sintetizados y de las melodías de voz.

En cuanto a los músicos, el cantante André Linman (Sturm und Drang) me parece de lo mejorcito del grupo con una potencia y un timbre vocal magníficos que por momentos me parecen algo diluidos entre esos arreglos tan edulcorados que aparecen en ciertos temas del disco. Por su parte su compañero en Strum und Drang, Jimmy Westerlund, cumple bastante bien a la guitarra aunque a veces queda algo emboscado entre los teclados, mientras que Ossi muestra una rotunda pegada completando el dúo rítmico con el bajista Jonas Kuhlberg (Paul Di’Anno, Cain’s Offering).

El disco comienza de forma prometedora con la hard A.O.R. “Hurt” de base gorda, teclas sintetizadas en su punto junto a una gran melodía vocal con mucha fuerza y clase con un punto de dramatismo, para crear un corte nítido y potente. Se mantiene el nivel en la intensa “Apologize” con un buen balance de teclas y guitarras salpicadas de buenos detalles completando su notable fuerza interpretativa con un claro estribillo coreado.

Pero a partir de la más actual y poppy “Love Injection” la cosa empieza flojear con ese rollo a lo Vega más modernos que no me dice nada quedándoles demasiado pastelosilla para mi gusto, mejorando un poco con la más potente “Turn Back Time” que lo intenta aunque sin acabar de rematar con algún repunte rítmico y con un solo de guitarra metido un poco con calzador. Sigue la línea escasamente atractiva con la tediosa “Falling Apart” rollo moderno atormentado sin ritmo mi chicha, ganando algún punto con la más intensa “Straight Through The Heart” que aun manteniendo los arreglos sintetizados algo excesivos aporta mucho más fuerza y ritmo desde su base y estribillo.

Afortunadamente ya hasta el final la cosa mejora ostensiblemente, comenzando por la pegadiza “Whenever I’m Dreaming” con la voz de Linman doblándose con intención junto a unos buenos coros recordando a la mejor versión de los citados Vega y, esta vez sí, con un incisivo y competente solo de guitarra de Westerlund. Continúa la mejora con la cuidada “Do You Believe”, A.O.R. en onda más clásica con brillantes melodías, sonidos más reales de teclados y guitarra y limpio estribillo a tempo medio.

Para el final dos cortes totalmente distintos pero ambos también de lo más remarcable del disco, cada uno a su manera. Primero la potente “Buried Alive” heavy melódico actual a lo Pretty Maids de la última época con un ritmo cañero y marcado sobre el que Linman muestra un registro más áspero y agresivo rompiendo en un estribillo acompañado de teclados cibernéticos al más puro estilo de los maestros daneses.

Como contraste y para rebajar la adrenalina ponen el cierre con la preciosa balada “This Is Where The Heartbreak Begins” tremendamente cálida con una delicada y embaucadora instrumentación a base de detalles acústicos mezclados con otro apasionado solo de guitarra. Magnífico colofón para este trabajo que arranca bastante bien, que termina mejor aún, pero que entremedias me deja bastante frío. Esperemos que en el futuro sean capaces de redondear sus trabajos en mayor medida superando este primero que, como carta de presentación, no está mal.

Mariano Palomo

No hay comentarios: