viernes, 24 de febrero de 2017

CHROME MOLLY “Hoodoo Voodoo ”


(Ear Music)

Cuatro años después de publicar su anterior trabajo “Gunpowder Diplomacy” que suponía su regreso tras más de dos décadas de silencio, los ingleses Chrome Molly ponen en circulación una nueva entrega bajo el título de Hoodoo Voodoo”. Repiten los clásicos Steve Hawkins (voz) y Nic Wastell (bajo) además de Gregg Ellis (batería) que entró en la banda en 2009, a los que se unen los guitarristas John Footitt (Change Of Heart) y Sam Flint que sustituyen a John Antcliffe que grabó el anterior disco. Y la verdad es que apenas se puede apreciar el cambio ya que el sonido es absolutamente continuista, correcto heavy clásico con clara esencia NWOBHM, sin excesos técnicos ni arreglos artificiales, pero con ese encanto añejo del underground combinado con algunas pinceladas hard rockeras que lo enriquecen.

Así comienza el CD de forma algo oscura con la intro “In The Begening” que no es más que un sórdido solo de guitarra, dando paso a “Can’t Be Affraid Of The Dark” uno de los cortes más elaborados con acertados detalles de teclas dentro de un buen ritmo y pegada sobre las engoladas y algo teatrales melodías de voz de Hawkins. Continúa ese aire dramatizado, también con destacada presencia de teclados junto a unas efectivas guitarras en la más pegadiza “Some Kind Of Voodoo” dejando un buen estribillo que resalta claro bien apoyado por los coros.

Cadencia más pesada y guerrera en “Pillars Of Creation (Albion)” rota por un punzante solo de guitarra que altera su linealidad, antes de pasar a sonidos más relajados en la balada “Now That Those Days Has Gone” donde sorprenden con un ligero guiño sureño en sus melodías de acústica resultando bastante agradable sin ser tampoco para volverse loco, volviendo a sonidos más oscuros con “Indestructible” resaltando sus coros sobre sus sencillas guitarras y su melodía vocal con cierto deje a lo King Diamond pero sin llegar ni mucho menos a los excesos interpretativos del genio danés.

Tras esta parte más densa se dinamiza bastante el sonido en clave heavy rockera con la directa “Save Me” melódica y llegadera, con buenas aportaciones orgánicas de teclados compitiendo con unas vibrantes guitarras dentro de un ritmo que nos lleva a recordar a bandas como los Statetrooper de Gary Barden completando uno de los mejores cortes del disco. Tampoco está nada mal en tono más épico la cabalgante “Rock For You” dotada de unas solventes melodías de voz y guitarra que resultan bastante recordable.

Para el cierre quedan don temas más hard rockeros, la setentera “Feeling Pressurised” con un rollo Foghat-Hendrix en sus guitarras sucillas e incisivas que la hacen bastante entretenida, al igual que lo es la festiva “Dial “F” For Freakshow” en la que el influjo AC/DC queda patente con su ritmo contagioso rompiendo en un estribillo coreado que se queda fácilmente a la primera escucha, adornada además unos siempre efectivos toques de pandereta.

Un disco en general entretenido, que va ganando enteros según va avanzando y que, sin ser ninguna obra maestra, mejora a su predecesor y puede hacernos pasar un buen rato.

Mariano Palomo

jueves, 23 de febrero de 2017

MARC QUEE “Better Late Than Ever”


(Leyenda Records)

Casi por sorpresa nos hemos encontrado con el primer trabajo de Marc Quee, vocalista sueco de ascendencia argentina y afincado en Tenerife, que en estos días pone en circulación bajo el significativo título “Better Late Than Ever” una colección de composiciones escritas en los ochenta pero que nunca habían visto la luz hasta ahora, salvo un par de singles. Y sí, más vale tarde que nunca, porque hubiera sido una pena que los diez temas que integran este CD se hubieran perdido en el olvido ya que recogen con gusto y acierto el sonido Hard A.O.R. ochentero que tan en boga estuvo en su momento.

La carrera de Marc se ha desarrollado por varios países europeos, desde su Suecia natal en bandas menores, pasando por los germanos Viva, los hard rockeros franceses Attentat Rock, hasta llegar a las Islas Canarias donde ha participado y participa en varios proyectos tanto de hard rock como de heavy metal e incluso en algunos musicales y orquestas, siendo lo más reciente su incorporación a los metaleros Esclavitud.

Ahora ha recuperado esos temas de hace tres décadas para grabarlos ayudado por varios músicos de las Islas encabezados por el guitarrista Yeray López (Hybris) que también se ha encargado de la mezcla y masterización consiguiendo un sonido que respeta fielmente su esencia ochentera pero con un nivel de producción más que notable respecto a muchos de los lanzamientos de la época. Además de Yeray, otros dos componentes de Hybris participan en los diez temas del disco, el batería Alberto Fuentes y el teclista Marcos Jiménez, haciéndose cargo del bajo el propio Marc.

Como decía el Hard A.O.R. marca los temas, con los sonidos melódicos predominando creándose buenos balances de guitarra y teclados perfectamente empastados con las melodías de voz donde los coros también tienen una destacada presencia, sin olvidarnos de una sólida base que hace que todo quede bastante compacto. Todo esto empezamos a comprobarlo con la pegadiza inicial “Too Late”, tema de ritmo vivo marcado por unos coros y unas teclas puramente ochenteras que se quedan con facilidad sobre las cabalgadas de guitarra de Yeray, al que acompaña Iván Ruiz con un elegante solo.

Algo más crudas e insinuantes suenan las guitarras de “Need Somebody” en clave más hard suavizada por las melodías vocales de Marc y las de teclados de Marcos, rompiendo en un gran estribillo coreado que nos transporta a los mejores tiempos de los sonidos melódicos en España, recordando a bandas como Niagara o Tokio. Saltan al scandi A.O.R. en “Queen Of The Night” con un toque poppy desenfadado en sus teclas y melodías vocales a lo, quedándoles bastante resultona con Yeray alternándose en los solos con Stuart Bull.

Se ponen más serios en la más relajada “Stand Up For Their Rights” dejando su mensaje contra el maltrato animal entre suaves teclas sintetizadas y guitarras con mucho cuerpo, colándose con fuerza su claro estribillo coreado. Aceleran de nuevo con otra pieza de hard melódico como es “Leave Me Alone” marcada por su tremenda pegada en estribillo y guitarras, con Janne Stark metiendo el solo, dejándose caer los sonidos sintetizados, y con Marc recordándome por momentos al mismísimo Chris Ousey (Heartland, Snakecharmer) siendo de las que más me ha llamado la atención del disco.

Algo menos me ha dicho la insinuante “From The Other Side” llena de cadenciosas armonías vocales que envuelven su suave instrumentación creando una ambientación relajada y evocadora pero algo lineal rota ligeramente por el solo de guitarra de Marcos Rodríguez, recuperando fuerza sin aumentar mucho la velocidad en “Next Time I Hold You” nuevamente con la escuela escandinava como referente a la hora de tratar voces y guitarras con otro buen solo en este caso de la mano de Thorsten Koehne. Se cierra este tramo más tranquilo con la preciosa y apasionada balada “Loving You” que va creciendo hasta envolver de estremecedores coros su romántico estribillo sobre un bonito piano sintetizado.

Para el final quedan dos cortes más dinámicos, el primero de ellos “Shadows In The Night”, puro scandi de guitarras virtuosas con Yeray luciendo apoyado por las omnipresentes teclas de Marcos para engarzarse perfectamente junto las buenas melodías vocales de Marc recordando a iconos del género como Treat o Bad Habit. Para cerrar “Goodbye” que comienza arrullando con suavidad pero que luego sube intensa sobre un potente riff llegando a un estribillo claro y pegadizo muy hard melódico español de los 80s.

Cierre magnífico para un buen disco a través del cual hemos podido descubrir a un músico más que interesante al que habrá que seguirle la pista de ahora en adelante, sin olvidarnos del buen trabajo de sus compañeros en esta grabación. Bien por todos ellos.

Mariano Palomo

miércoles, 15 de febrero de 2017

MICHAEL BOLTON “Songs Of Cinema”


(Frontiers Music)
Mucho, pero mucho tiempo hacía que no escuchaba un disco de Michael Bolton posterior a su etapa de mediados de los ochenta con la que rozó el cielo del A.O.R. ayudado de los mejores músicos del género dando a luz a obras maestras como “Everybody’s Crazy” o “The Hunger”, sin olvidar el delicioso “Soul Provider” con el que comenzó a flirtear con el soul y comenzó a alcanzar el éxito multitudinario que le ha llevado a participar en algunas bandas sonoras de series de televisión y películas. Y es precisamente esto último lo que ahora parece querer revisar en este nuevo trabajo que bajo el elocuente título de “Songs Of Ciema” recoge algunas de las canciones de cine más populares de la historia regrabadas por el señor Bolotin para la ocasión.
Sin entrar en profundidades ni disquisiciones de lo acertado u oportuno de este lanzamiento, los temas en sí resultan de lo más agradable al oído, abarcando varios estilos, aunque lejos de los discos citados anteriormente, abriendo con la archiconocida “When a Man Loves a Woman”, tema principal de la película homónima y que en esta versión 2017 suena más suave y romántica si cabe, se echa en falta la fuerza vocal de la original pero queda compensada por los arrulladores coros femeninos que la rodean en clave soul.
Unos coros que resaltan aún más en una original “Stand By Me” que acompañados de las palmas góspel le dan un brillo magnífico con mucho rollo espiritual, aunque me quedo con la apasionada voz desgarrada de Ben E. King en la original de la cinta del mismo título. Más soul y blues pero con más ritmo en la divertida “I’ve Got A Woman” del genial Ray Charles que aparecía en su más que recomendable película biográfica magníficamente protagonizada por el actor Jamie Fox, y en la que Bolton cumple bien respetando su esencia. Algo que modifica bastante en la versión del hit “El Guardaespaldas” de Witney Houston “I Will  Always Love You” contando con la diva del country Dolly Parton para crear un bonito aunque algo insulso dueto rodeado de violines.
Sorprende con una desacelerada “Old Time Rock & Roll” de Bob Seger que aun manteniendo su cadencia desde luego suena bastante menos fiestera y divertida que la que aparecía en “Risky Business” siendo de lo más flojo del disco para mi gusto, junto una sosería titulada “Cupid” que aparece en un show televisivo de Netflix y que lo mejor que tiene es su corta duración, al igual que la efímera “Jack Sparrow (Ballad)” que no es más que minuto y medio de voz profunda y grave recitando por encima de un tímido piano.
Parece que se maneja de nuevo mejor en terrenos soul para dejarnos una respetable “Heard it Through The Grapevine” con los coros femeninos y los arreglos de cuerda presentes otra vez envolviendo la voz de Bolton que no es Marvin Gaye  ni Steve Overland, pero que cumple dignamente. Tampoco está mal por original y elegante la versión cercana a la  bosa nova que se marca de “Somewhere Over The Rainbow” sensiblemente variada respecto a la de Judy Gardland en “El Mago de Oz” pero bastante lograda, al igual que la revisión en clave crooner de “As Time Goes By” bastante cercana a la mágica ambientación del bar de Rick en “Casablanca”, siendo otra en las que más me ha llenado la voz de Bolton junto un sugerente solo de saxo para arropar su desnudez sobre el piano.
En general, como decía, un disco agradable al oído, de poco más de media hora de duración, sin excesivas pretensiones, sin descubrir prácticamente nada, y que no está mal para un señor ya cercano a la edad de jubilación. Eso sí, según termine de escribir esto me pondré alguno de sus vinilos ochenteros para recordar sus mejores tiempos.
Mariano Palomo