(AFM Records)
Una completa gozada. No
se puede calificar de otra forma el nuevo trabajo del viejo Udo. Por todos es sabido que el genio
teutón cambió la denominación de su banda, U.D.O.,
por la de Dirkschneider. La idea de su
más reciente tour fue interpretar por última vez los clásicos de Accept, y de ahora en adelante tocar en
directo sólo temas de sus etapas en solitario. De esa “última” gira tenía
inevitablemente que salir un álbum en directo. No tenemos muy claros los
motivos de dejar de cantar unas composiciones que al fin y al cabo, no dejan de
ser suyas. Quizá por el hecho de que Accept
haya vuelto a funcionar, y bastante bien. Pero eso no le impide seguir interpretando
canciones de su banda original. Está en su perfecto derecho, cuando durante
años y años fue el único que mantuvo vivo el legado de estos grandes himnos. En
cualquier caso, cuesta mucho creer que sea una decisión que en un futuro no
tenga vuelta atrás. Sin duda los fans le pedirán una y otra vez que vuelva a
cantar temas de Accept, y tarde o
temprano tendrá que ceder.
Pero estas
consideraciones son hasta cierto punto lo de menos. A día de hoy tenemos un
excelente CD en vivo de Accept aunque
no venga con su nombre. Y lo que toca es disfrutarlo. Grabado en la ciudad alemana
de Memmingen, en el disco viene la friolera de 24 canciones. No vamos a
enumerarlas todas, pero está bien claro que temazos del calibre de “Starlight”,
“Breaker”, “Princess Of The Dawn”, “Restless And Wild”, “Midnight Highway” o
“Fast As A Shark” son de obligada escucha tanto para los fans de Accept como los de Udo. Hay que ser muy torpe para que no queden bien, y desde luego
este no es el caso.
Para que no parezca que
estemos a sueldo del pequeñajo, alguna pega tendremos que poner. Por ejemplo,
la interpretación de “I Am A Rebel” la encontramos un poco descacharrada. Y
quizá es un error alargar innecesariamente las canciones, sobre todo en la
recta final, cuando el público puede empezar a dar síntomas de cansancio. Es lo
que ocurre con “Metal Hearth”, “Balls To The Wall” y “Burning”. Pero en líneas
generales se trata de un muy buen disco en vivo, con estupendo sonido y con
todos los músicos en plena forma. No podemos decir otra cosa.
Nacho
Jordán
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