(Provogue / Mascot Label Group)
El prolífico guitarrista norteamericano Gary
Hoey presenta en estos días "Dust & Bones", un disco
repleto de buen blues eléctrico y rockero en el que el nos encontramos un Hoey
alejado de sus inicios ochenteros como virtuoso hard rockero de
instrumentales imposibles capaz de llamar la atención del mismísimo Mike
Varney. En cualquier caso dentro de su carrera ha ido evolucionando si
encasillarse, desplegando su talento en un amplio rango de estilos, y en este
último trabajo no es menos, cantando y tocando con mucho feelin', con el blues
como base pero sin dejar de lado retazos hard y redondeando un puñado de buenos
y variados temas que forman un entretenido conjunto final.
Así comienza con "Boxcar Blues"
tema eléctrico arrastrado lleno de esencia con el eco slide de guitarra
marcándola junto a una limpia melodía de voz, que toma más altura con "Who's
Your Daddy" puro blues clásico de ritmo alegre de pegadizo estribillo
vacilón quedando de lo más resultona, al igual que la sugerente setentera
"Born To Love You" de cierto influjo Hendrix con un wawa de
alto octanaje y con una voz áspera sugerente que recuerda a ZZ Top completando
uno de los mejores temas del disco.
Tampoco está nada mal el que le da título
"Dust & Bones" sensual y cuidada pieza con la melodía de guitarra
extremadamente cuidada envolviendo la suave voz de Gary que va creciendo
en ritmo e intensidad, pasando luego a un registro más grave para homenajear a Johnny
Winter con una provocadora "Steamroller" que nos hace mover el
pie sin remedio, bajando posteriormente el tono acompañado de Lita Ford en
el entrañable blues lento "Coming Home" desarrollando un cálido dueto
lleno de fuerza y melodía rematado por un magnífico solo de guitarra.
Vuelven los aires setenteros y el wawa con
"Ghost of Yesterday" mezclando partes incendiarias con otras más
relajadas dentro de un ritmo general bastante vivo con mucho rollo, que se
mantiene pero en clave cadenciosa en la tórrida "This Time Tomorrow"
clase y sentimiento que van creciendo en tono e intensidad sin salir del tempo
lento blues, para volver a terrenos más animados con la divertida "Back Up
Against The Wall" que invita a bailar con su blues clásico puro y duro.
Para el final quedan la atemperada y
polvorienta "Blind Faith" con un toque de steel guitar que le da
mucho empaque rematándolo con un guapo solo, y la evocadora instrumental
"Soul Surfer" suave pero con mucho cuerpo, expresivo blues rock muy
cuidado a lo Clapton suponiendo un magnífico cierre para este gran
trabajo de la mano de una figura de la guitarra como es el señor Hoey y que
puede agradar no solo a los seguidores del blues más ortodoxo.
Mariano
Palomo