lunes, 30 de mayo de 2016

FLOTSAM AND JETSAM “Flotsam And Jetsam”

(AFM)

Los discos que se llaman con el mismo nombre del grupo suelen ser trabajos de debut. En este caso nada más lejos de la realidad, porque esta banda norteamericana ya lleva una carrera de más de 30 años. Aunque personalmente nunca les he seguido. Dada la incalculable cantidad de formaciones de gran calidad que hay por todo lo ancho del globo terráqueo, es imposible tener controladas todas.
Para quienes no les conozcan (como yo mismo, las cosas como son) Flotsam And Jetsam son un grupo que todo el mundo califica de thrash metal, aunque a mí me han parecido más cercanos al speed. A decir verdad tampoco puedo saber si han evolucionado. Este trabajo se compone de 12 canciones, por lo general directas y sin florituras ni complicaciones. Sólo hay una que pasa de los seis minutos, “Forbidden Territories”, y en realidad es porque integrado en el mismo corte hay una relativamente larga introducción instrumental.
Todos son buenos músicos, y las canciones, incluso para los que no somos muy forofos de estos estilos, se dejan oír bastante bien. La primera, “Seventh Seals” tiene algunos fragmentos me han recordado un poco al “Powerslave” de Maiden. Aunque la mayoría de la duración del tema no tiene nada que ver y es pura caña speedica. Un poco más trash a la vez que con cierta marcha es “LIfe Is A Mess”. A medida que va avanzando el CD te encuentras con más de lo mismo. En “Taser”, “Iron Maiden”, “Verge Of Tregedy” o “Creeper” no sabría distinguir cuál es la mejor ni la peor. No es que sean malas composiciones, es que las encuentro demasiado parecidas. La monotonía se rompe un poco con “L.O.T.D.”, no porque sea diferente al resto, sino porque la estructura de la canción es un algo extraña. Se interrumpe por completo a mitad del solo y parece que ha empezado un tema nuevo.
El octavo corte, “The Incanation” resulta ser la intro de “Monkey Wrench”. Es algo un poco raro, aquí la introducción la separan en un corte distinto, mientras en la ya mencionada “Forbidden Territories” va todo junto. “Time To Go” y “Smoking Gun” siguen la línea de todas las que hemos citado, machaconas y efectivas. Aunque en general no es un mal disco, se termina haciendo un poco cansino por la falta de variedad.

Nacho Jordán

miércoles, 25 de mayo de 2016

VEGA “Who We Are”


(Frontiers Music)
A los británicos Vega no les auguraba demasiado futuro entre mis preferencias musicales cuando aparecieron en escena hace ya más de un lustro, pero como que no quiere la cosa van ya por su  cuarto disco y hay que reconocerles su insistencia y sobre todo su capacidad para crear un sonido característico que les hace perfectamente reconocibles cuando suenan sus temas. Que su sonido sea reconocible no quiere decir que necesariamente tenga que gustarme, que básicamente es lo que me sucede con todos sus discos, y este no es una excepción.
Vale que cuidan sus composiciones, que por momentos las guitarras de Marcus Thurston se imponen con intención sobre las teclas casi siempre excesivas de James Martin, que la voz de Nick Workman tiene fuerza y personalidad, pero todo acaba perdiéndose demasiadas veces entre arreglos y coreos modernos, incluida la competente base rítmica que forman el batería Daniel Chartney y el bajista Tom Martin. Vamos, que poco a poco he ido sacándoles algunas virtudes pero que siguen sin acabar de seducirme.
En este “Who We Are” concretamente encuentro buenos temas como la inicial “Explode” con ritmo y pegada dentro de su hard melódico actual inundado de teclas sintetizadas entre las que sobresale el poderío vocal de Workman, que muestra un lado más suave en el medio tiempo “Every Little Monster” adornada de una bonita melodía de guitarra y teclados de influjo Leppard que se incrementa bastante en la romántica balada “Nothing Is Forever” con un coreo arrullante muy de los de Sheffield creando una bonita ambientación, algo que se repite en la menos lograda “Ignite” perdiéndose una vez más entre sus sonidos sintetizados.
Otra de las destacadas para mi gusto es “For Our Sins” por su cuidada melodía vocal y de guitarras con un punto de atormentado dramatismo marca de la casa, que encontramos también en la resultona “Saving Grace” que embauca sin avasallar estirando su estribillo creando un clima evocador que se intensifica en algunas fases de la más relajada “If Not You”, y de la final “Hurt So Bad” llegando con pegada y encanto.
Se completa el disco con las más flojas para mi gusto “We Got It All” que a pesar de sus impetuosos coros es demasiado moderna en sus arreglos, al igual que “White Flag” perdiendo el feelin’ de la voz de Workman entre una construcción excesivamente artificial, mejorando ligeramente en algunos tramos de “Generation Now” que, al igual que el disco en su conjunto seguramente gustará a los fans del grupo ya que siguen fieles a su propuesta musical, tan respetable como escasamente atractiva para un servidor.
Mariano Palomo

TED POLEY “Beyond the Fade”


(Frontiers Music)
Tras la salida hace un mes del primer disco de The Defiants, proyecto encabezado por Paul Laine, Bruno Ravel y Rob Marchello, ahora le toca el turno a un nuevo trabajo en solitario de otro Danger Danger como es el vocalista Ted Poley. No sé si esto significará que la banda neoyorquina tenga un futuro incierto pero, en cualquier caso, de momento vamos a disfrutar de ellos por separado.
Ya lo llevamos haciendo algún tiempo con el buen disco de The Defiants, y ahora empezamos a hacerlo con esta entrega del señor Poley en la que muestra su lado más puramente A.O.R. con un puñado de bonitas composiciones algo ajadas por lo pobre de su producción, excesivamente laxa y sin chispa, demasiado roma para mi gusto, echo en falta más fuerza y pegada que sin duda elevaría su nota ya que clase, elegancia y sentimiento tienen de sobra. En esta ocasión el señor Alessandro Del Vecchio no ha estado muy fino en mi opinión.
Ted canta con mucha dulzura en general, quizá demasiada por momentos, siguiendo la estela de sus trabajos anteriores “Collateral Damage” (2006) y “Smile” (2007), acompañado por ese elegantísimo guitarrista que es Mario Percudani (Lionville) y por la siempre eficiente bajista Anna Portalupi (Hardline), amén del mencionado Del Vecchio que además de la producción se encarga de batería, teclados y coros.
Como decía los temas de este “Beyond The Fade” destilan puro A.O.R. en su vertiente más clásicamente ochentera, comenzando por la animada “Let’s Start Something” con buena presencia de guitarras y coros muy cuidados pero algo ensombrecida por el sonido opaco que predomina en todo el disco. Se ilumina un poco más con los teclados la seductora “Everything We Are” que engancha doblando voces dentro de un ritmo amortiguado, metiendo más intención e intensidad a la pegadiza “Hands Of Love” con un tremendo estribillo y de nuevo con unas magníficas guitarras, desprendiendo cierto aroma Desmond Child.
En la apasionada balada “The Perfect Crime” nos encontramos a Poley compartiendo tareas vocales con la omnipresente duetista Issa, creando ambos un romántico y logrado contraste dentro de una suave instrumentación, que se anima luego con la optimista “Stars”, rollo ochentero total con teclas y guitarra compartiendo primeros planos junto a una buena melodía vocal, como sucede en la brillante “Higher” tremendamente efectiva por su claro estribillo.
Se relaja el ritmo con la más actual “Where I Lost You”, en una en las que más se nota la mano compositiva de los hermanos Martin (Vega), con su jovial punto ingenuo, antes de ponerse un poco más “serios” con la envolvente “You Won’t See Me Cryin’” que me deja cierto regusto en su guitarra a los primeros Unruly Child, y con el embaucador medio tiempo “We Are Young” que crece en fuerza y pasión por los aportes corales de Del Vecchio y del propio Poley.
Casi en el final encontramos otro tema más movido y actual como “Sirens” insinuante en sus líneas vocales y por momentos incisivo en sus guitarras, antes de relajarse compartiendo protagonismo con el piano en la emotiva balada “Beneath the Stars” que sirve como emotivo broche a este notable disco que, insisto, hubiera sido casi de sobresaliente con una producción más redonda.

Mariano Palomo

martes, 24 de mayo de 2016

SUNSTORM “Edge of Tomorrow”

(Frontiers Music)

El gran Joe Lynn Turner parece que no quiere olvidarse del proyecto con el que más discos ha publicado últimamente, amén de su carrera en solitario. Después del gran sabor de boca que nos dejó con el disco de Rated X en una onda más hard, vuelve ahora con sus Sunstorm para poner voz a las composiciones más cercanas al A.O.R. de Soren Kronqvist y Daniel Palmqvist, mostrando una vez más su enorme nivel para redondear un señor trabajo que supone la cuarta entrega bajo esta cabecera.  
Turner cuenta para esta grabación con la siempre eficaz y brillante participación del gurú italiano Alessandro del Vecchio a los teclados y los coros dando lustre y calidad a las interpretaciones junto al guitarrista Simone Mularoni (DGM) que es de lo mejorcito del disco dándole el poso y dureza necesarios a los temas dominados por las melodías de voz y teclados sobre una sólida base rítmica formada por el bajista Nik Mazzucconi y el batería Francesco Jovino (ex U.D.O., Primal Fear, Hardline). 
Comienza el CD de forma brillante con la positiva “Don’t Walk Away From a Goodbye” un señor temazo lleno de ritmo y luminosidad en las cuidadas guitarras de Mularoni, en las melodías de voz de Joe, y en su encantador rollo A.O.R. clásico, siendo ideal para iniciar el recorrido poniendo el listón muy alto, para mantenerlo en la trabajada y evocadora “Edge of Tomorrow” que da título al disco con un tono sinfónico en los teclados de Del Vecchio pero manteniendo la base hard melódica antes de llegar a un solo de guitarra algo “malmsteeniano” pero sin correr tanto por el mástil como el sueco.
La calidad y la elegancia siguen en el medio tiempo “Nothing Left To Say” dejando algún tinte sombrío y rasgado pero sin eclipsar su gran poso melódico, que se afila y acelera en la vibrante “Heart of the Storm” siendo una de las composiciones más duras del disco con una tremenda fuerza en su voz y con un alto grado de virtuosísimo en su instrumentación, recordándome a los Brazen Abbot de Nikolo Kotzev, antes de regresar a terrenos más A.O.R. sinfónicos con la envolvente “The Sound Of Goodbye” llena de profundo sentimiento a lo Magnum, y con el relajado medio tiempo “The Darkness of this Dawn” salpicando con preciosistas detalles instrumentales su suave base.
Aumenta el ritmo con la dinámica “You Hold Me Down” en clave hard con garra y poderío sin descuidar la melodía barnizada por un ligero dramatismo teatral tan del gusto de Turner, que derrocha luego sentimiento en la bonita balada “Angel Eyes” con una no menos apasionada ejecutoria de Mularoni con su guitarra, que vuelve a recordar luego al Malmsteen menos agresivo en el solo de la correcta “Everything You’ve Got” desarrollada en clave hard A.O.R. con muy buenas melodías de voz entrando muy bien sin avasallar.
Nos acercamos al final con la sinuosa melodía de “Tangled in Blue” insinuándose sobre un colchón de teclas llegando a un claro y recordable estribillo, para cerrar definitivamente con la no menos atractiva “Burning Fire” que a ritmo medio y con un ligero toque sinfónico despide con encanto y clase este disco con el que Sunstorm, a pesar de su discontinuidad, se reafirma como uno de los proyectos más interesantes de los surgidos en los últimos años.
Mariano Palomo

PHANTOM 5 “Phantom 5”


(Frontiers Music)
Más que interesante el all star de músicos germanos que bajo la denominación de Phantom 5 se han unido para dar vida a un proyecto encabezado por dos absolutas figuras del hard rock alemán, el vocalista Claus Lessmann (ex Bonfire) y el también cantante, instrumentista y productor Michael Voss (Casanova, Mad Max), acompañados por otros tres elementos no menos competentes como son el guitarrista Robby Boebel (Frontline), el veterano bajista Francis Buchholz (ex Scorpions, M.S.G.) y el batería Axel Kruse (Jaded Heart).
Todos ellos han dado forma a un excelente debut discográfico homónimo en el que encontramos referencias estilísticas a las bandas de sus protagonistas en sus mejores versiones, aunando elegancia, melodía, y fuerza, sin ofrecer desagradables e innecesarias sorpresas como sucede en otros proyectos de este tipo, bendita previsibilidad en este caso. Con un sonido claro y cálido en el que se nota la mano de Voss, pero teniendo a los primeros Bonfire como mayor referente, recordando por momentos los mejores tiempos de discos como “Fireworks” o “Point Blank”.
Así la personal voz de Lessmann brilla dentro del ritmo vivo de la inicial “All The Way” cuidando melodías con unos buenos coros doblando en su estribillo y con unas magníficas guitarras en las que Boebel deja el sello Frontline, continuando con la optimista “Blue Dog” con mayor aporte de teclados perfectamente empastando con una enorme melodía vocal dándole un aire A.O.R. que atrapa con elegancia, subiendo la fuerza de las guitarras en la eficazmente embaucadora “Someday” tremendamente expresiva sin perder un gramo de melodía con un espectacular estribillo.
Se mantiene la intensidad aunque con un ritmo más cadencioso en la más sombría “Don’t Touch the Night” que, aparte de por el título, recuerda mucho a Bonfire, siguiendo sin correr mucho en la pausada “Renegade” con una sólida base rítmica empujando a su motivante estribillo apoyado por unos apropiados teclados dándole un ligero toque épico, tomando una senda más rockera en la reiterativa “Flying High” con unas rítmicas muy marcadas rematadas por un incisivo solo de guitarra.
Llegamos al momento más romántico con la intensa balada “Since You’re Gone” destilando desamor en una gran interpretación de Lessmann mostrando que todavía puede transmitir fuerza y sensibilidad con su voz, para luego rasgarla y endurecerla sin perder nada de clase en la hard “The Won’t Come Back” bien apoyado por Michael Voss que deja aún más su impronta en la arrogante y compacta “Frontline” sobre todo con unos coreos enormes llenando su melodía vocal junto a unas potentes guitarras.
Para el final quedan otros dos buenos cortes como son “We Both Had Our Time” desarrollándose sobre un punzante riff y una compacta base rítmica sobre la que brillan unas voces llenas de intención, y “Why” en la que su estribillo ganador sobresale a ritmo medio siendo coreado con fuerza y emotividad, suponiendo un más que correcto cierre para este disco que debería agradar a los seguidores del mejor hard melódico alemán de la mano de algunos de sus mejores representantes.

Mariano Palomo

lunes, 23 de mayo de 2016

IRON SAVIOR “Titancraft”


(AFM)
El viejo tópico de que después de un disco en directo se abre una nueva etapa, en esta ocasión no se ha cumplido. Tras el CD-DVD “Live In The Final Frontier” publicado el pasado año, vemos que la evolución de Iron Savior es… cero. Más de lo mismo, y maldita la falta que les hace evolucionar. A decir verdad, si nos limitáramos a cambiar los títulos y a hacer corta-pega con la crónica de “Rise Of The Hero”, el último trabajo en estudio, poca gente se iba a dar cuenta. Porque podemos decir prácticamente lo mismo. Nada ha cambiado, empezando por la formación, que sigue inamovible desde hace más años de los que recordamos.
Después de la inexcusable intro (eso tampoco ha cambiado) se suceden diez cortes, todos en la tónica habitual, ese power casi enervante. Con esos inconfundibles coros y el mismo tipo de temas de siempre, directos, sencillos y sin complicaciones, todos en torno a los cinco minutos. El que da título al trabajo, “Titancraf” es uno de los mejores, muy cañero y con esa temática de ciencia-ficción marca de la casa, sonidos de rayos láser incluidos. “Way Of The Blade” pese a ser una buena canción, pasa un poco desapercibida al estar incrustada entre dos de las más destacables, la ya mencionada “Titancraft” y el canto a la esperanza “Seize The Day”. “Gunsmoke”, y “Beyond The Horizon” son un poco más pausadas pero ambas convencen gracias a sus eficaces estribillos. “The Sun Won´t Rise In Hell” en cambio, es una de las más flojas e insulsas.
Con “Strike Down The Tyranny”, de título más que elocuente, se recupera la velocidad y el sabor de siempre. La pesada “Brother In Arms”  otra vez corta un poco la escucha. Tampoco es demasiado buena, la estropea el estribillo demasiado largo. A continuación viene un medio tiempo, casi balada, “I Surrender”. El último corte es de los de toda la vida, “Rebelluis”, con ese ritmo galopante que hemos escuchado en tantas composiciones a los largo de las casi dos décadas de historia de la banda. Aunque este disco sea un digno sucesor de sus predecesores, no podemos decir que sea ni mucho menos el mejor trabajo del Salvador de Hierro.
  Al no disponer todavía de las letras no podemos estar seguros de cómo transcurre la historia del Iron Savior. Tras encontrar la Tierra devastada en “The Landing”, en “Rise Of The Hero” emprendía un nuevo viaje, esta vez llegando a alcanzar los límites del tiempo (“From Far Beyond Time”). Pero debía volver a la realidad al percibir la llegada de una nueva amenaza (“Firestorm”), a la que se enfrentaba en “Thunder From The Mountains”. Por desgracia, hace muchos años que Sielck dejó de poner tanto detalle en las andanzas del Salvador de Hierro, dejando gran parte a gusto de la imaginación del oyente. Por lo que hemos podido entender por la simple escucha, Piet y compañía siguen hablando de otras temáticas a la vez que meten alguna canción que va continuando las aventuras de la nave ciborg. No estaría nada mal que en un futuro nos ofrecieran de nuevo un CD dedicado en exclusiva a las historias del original personaje.
Nacho Jordán