viernes, 28 de agosto de 2015

KORITNI “Night Goes On For Days”

(Ear Music)
Después de publicar hace un par de años el completísimo directo “Alive & Kicking”, los franco australianos Koritni vuelven a escena con nuevo material. Una docena de composiciones que enmarcadas bajo el título de “Night Goes For Days” competan lo que supone su cuarta entrega en estudio, en la que mantienen la esencia blues hard rockera de la banda, pero con un punto más de madurez y empaque respecto a sus predecesoras. Siempre con la figura del vocalista Lex Koritni al frente marcando los temas con su personal voz, bien secundado por los guitarristas Eddy Santacreu y Luke Cuerden, además de por los competentes Chris Brown a la batería y Dean Matt Hunter al bajo. Los cinco, con la siempre brillante aportación del reputado Kevin Shirley ayudando en la mezcla, han logrado un sonido fresco y compacto, lleno de esencia clásica que sin duda es el ideal para lo que propone la banda.
Así van alternándose con acierto y gusto temas hard rockeros de guitarras punzantes como la pegadiza inicial “Horns Up” tremendamente adictiva por su claro estribillo, con otros más atemperados de alta carga blues como la polvorienta “Try To Live” en la que sus detalles acústicos le dan un rollo sureño tremendo.
La vacilona “Rock’n’Roll Ain’t No Crime” en la que las guitarras echan humo junto a la descarnada y convincente interpretación vocal de Lex, la currada “Night Goes On For Days” donde la crudeza de sus guitarras empastan con unas líneas vocales melódicas rasgadas llenas de fuerza, o la rockanrolera “Seal The Deal” directamente electrizante y aguardentosa, suponen tres de los cortes más hard rockeros y directos del disco, sin olvidarnos de la magnífica “Waking Up The Neighbours” absolutamente espectacular para cerrar con un regusto blues a lo Georgia Satellites de lo más sabroso.
Aunque para blues el que nos dejan con la acústica “Carousel” tan desnuda y sencilla como encantadora, con unos coros femeninos que le dan la réplica en clave casi soul a los rasgueos de Eddy y Luke, que siguen brillando en la atormentada “Woman In Love” sustentándose únicamente sobre una pandereta y unas palmas como única percusión bajo la arrastrada voz de Lex, que se rasga aún más en la festiva “Water Of Life” que desgrana todo su encanto blues sureño tras la breve instrumental “The Mississippi Delta” que como su título indica nos lleva hasta los casinos de los barcos de vapor a base de sonidos slide.
Se completa el CD con dos temas más discretos, la rítmica y pesada “Breakdown” que sin estar mal me resulta demasiado reiterativa, y la más básica “Little Man” que a pesar de su buena intención acústica con bastante rollo acaba por quedarse algo hueca. En cualquier caso un muy buen disco que, por cierto, al menos en la promo contiene una buena versión en directo de “Fortunate Son” de Credence Clearwater Revival, y que siguiendo la línea de los anteriores trabajos del grupo sin duda debe hacer pasar un buen rato a sus seguidores y a los de bandas como los citados Georgia Satellites, AC/DC, Lynyrd Skynyrd, Thunder o The Cult.
Mariano Palomo

miércoles, 12 de agosto de 2015

ROYAL HUNT “XIII – Devil’s Dozen”

(Frontiers Music)

Han vuelto a hacerlo, Royal Hunt han vuelto a marcarse otro discazo, algo que viene siendo tónica habitual del grupo, sobre todo cuando está en la formación el norteamericano DC Cooper, el cantante que, sin despreciar a otros como John West o Mark Boals, más personalidad y cuerpo le da a las composiciones del genial teclista Andre Andersen. Una unión que volvió a dar frutos en 2011 cuando se juntaron de nuevo para relanzar la carrera de una de las bandas más representativas y brillantes del heavy/power sinfónico con una gira que volvió a hacer que la química funcionara de nuevo. Desde entonces otro par de muy buenos discos como “Show Me How To  Live” (2011) y “A Life To Die For” (2013), hasta llegar a este décimo tercer álbum en estudio del grupo.
Un disco que sigue la estela clásica de sus predecesores con un espléndido Cooper a la voces dando su personal e intransferible toque a las genialidades compositivas de Andersen, perfectamente acompañados por el más que correcto Jonas Larsen a la guitarra, por el versátil Andreas Passmark al bajo (Work Or Art, Narnia) y por su compañero Andreas Habo Johanson (Narnia, Rob Rock). Sin olvidarnos por supuesto de las voces femeninas que son como siempre otra de las marcas de la casa, aunque en este caso no aparecen detalladas en la nota de prensa.
El inicio de “So Right So  Wrong” nos introduce con pomposo poderío a la cascada de teclas y guitarras llenas de fuerza y melodía que nos sueltan Andersen y Larsen antes de que Cooper tome las riendas con su inconfundible y poderoso tono ligeramente nasal aunque algo tratado por algún efecto cibernético, para luego mostrarse más directo y desnudo en la potente “May You Never Walk Alone” que crece tremenda sobre su cabalgante ritmo rodeado de melódicos ataques barrocos de teclas.
El bajo de Passmark se deja notar marcando la cadencia de “Heart On a Planet” que rompe punzante con unas guitarras afiladas creciendo sobre unas teclas perfectamente reconocibles, llegando a momentos algo engolados y dramatizados resultando atemperadamente poderosa, dejando luego más protagonismo a las teclas orquestadas en la más lírica y épica “A Tear In The Rain” donde destacan también los juegos vocales entre Cooper y las coristas, creando intensos momentos que se mantienen pero a menor ritmo en la inquietante y melancólica “Until The Day” enriquecida de nuevo por unos dinámicos coros femeninos y por un profundo solo de guitarra de Larsen ejecutado con gusto.
Tambores guerreros y sonidos aflautados para dar comienzo a la evocadora “Riches To Rag” creando una lograda ambientación de aires sinfónico-folkies pero con un estribillo alto y quedón que la hacen de las más pegadiza y atractivas del disco. Toman mayor altura y presencia los coros característicos del grupo en la misteriosa “Way Too Late” marcada por la seca y precisa pegada de Johansson y por la arrogante voz de DC, que se aligera bastante en la final “How Do You Know” que cierra como bonus track en una onda más hard rockera y rasgada saliéndose un poco del sonido general de la obra sin apenas presencia de teclados.
Como decía al inicio, otra gran entrega de una de las bandas más fiables y competentes de la escena desde hace ya más de veinticinco años, y que sean muchos más.
Mariano Palomo

THE MURDER OF MY SWEET “Beth Out Of Hell”

(Frontiers Music)

Después de dedicarse a sacar un par de discos en solitario orientados al A.O.R., la vocalista sueca Angelica Rylin vuelve a unirse a su paisano Daniel Flores (batería y teclados) para ofrecernos la tercera entrega de The Murder Of My Sweet. Un proyecto mucho más complejo y metalero en el que el polifacético instrumentista y compositor crea una historia más densa y oscura que en anteriores ocasiones, pero manteniendo sus principales elementos básicos, rodeando la voz de Angelica de orquestaciones peliculeras, guitarras a cargo de Christopher Vetter sin excesivo brillo, y rotundas bases rítmicas con Patrik Janson haciéndose cargo del bajo.
Al igual que en sus dos anteriores discos es de alabar la capacidad de trabajo y el empeño de Flores por dar forma a una compleja obra que aun teniendo momentos de cierto brillo sigue haciéndoseme excesivamente pesada y aburrida por momentos. Angelica está correcta pero tampoco me parece una locura de cantante, y entre unas cosas me resulta algo complicado señalar algún momento concreto sobre el resto, quizá resaltaría la mayor carga de pasión de “Always The Fugitive” con una melodía de voz más ligera abriéndose paso entre una rotunda orquestación, al igual que en la más metalera “The Humble Servant” en la que se dejan notar los rasgueos secos de Vetter junto a un estribillo asequible a lo Within Temptation. Antes unos cuantos cortes que no me han dicho gran cosa, comenzando por la intro “Hell on Earth” que enlaza con la envolvente y oscura “The Awakening” adornada por unos suaves coros infantiles.
Por su parte “Bitter Love” es sombría y dramática, contando con el aporte de una voz masculina junto a la de Angelica que acaba pasando casi desapercibida ensombrecida por unos apabullantes coros, a los que suceden los pesados acordes de “Still” que se pierde en su linealidad. En clave más lírica nos encontramos la también rescatable y extensa “Requiem For a Ghost” salpicada de cambios rítmicos y ambientales incluyendo también partes dialogadas a modo de dueto, para enlazar luego con la cortante “Euthanasia” que es en la que más se deja notar la guitarra de Vetter con mayor distorsión dentro de una ambientación densa con toques sintetizados.
Desde aquí hasta el final poco que destacar, “Tide After Tide” se queda a medias en su intento de lirismo a dos voces, “Poets By Default” más dura y pesada, con intención pero sin rematar, al igual que la atormentada “Heaven Sucumb” que se pierde en su densa orquestación. Mejora la historia en el final con el corte más largo del disco “Means To An End” enriquecido por cambios de ritmo y de tonalidades dentro de una trabajada estructura teatral.
Lo dicho, meritorio pero escasamente atractivo para mi gusto este tercer acto de The Murder Of My Sweet, seguro que habrá gente que sabrá apreciarlo y sacarle mucho más jugo.
Mariano Palomo

martes, 11 de agosto de 2015

PRAYING MANTIS “Legacy”

(Frontiers Music)

Los hermanos Troy siguen adelante regenerando a sus Praying Mantis para poder seguir manteniendo su marcada esencia que les llevó a liderar en su momento la NWOBHM, aunque luego no llegaran a tener el éxito multitudinario de otros grandes nombres que les acompañaron en aquel apasionante movimiento que explotó en el Reino Unido a finales de los setenta y principios de los ochenta. En cualquier caso siempre han tenido un buen nicho de fieles seguidores y han contado con el respeto del público, tanto el más heavy como el más cercano a sonidos más melódicos, dado su excelente gusto a la hora de compaginar ambas facetas.
Como decía Tino Troy (guitarra y voces) y Chris Troy (bajo y voces) han tenido que ir cambiando de compañeros de viaje continuamente a lo largo de su dilata carrera a lo largo de la cual han contado nada menos que con once cantantes, casi otros tantos baterías y media docena de teclistas, algo que sin duda a lastrado a la banda que tuvo su etapa de mayor continuidad en los noventa con Denis Straton (ex Iron Maiden) como guitarrista y con Paul Dianno (ex Iron Maiden), Gary Barden (ex M.S.G., Statetrooper) y Tony O’Hora entre otros como vocalistas, cosechando un notable éxito sobre todo en Japón. Después casi una década en blanco y vuelta a empezar con Andy Burgess a la guitarra y con otros dos cantantes, Mike Freeland con el que registraron su anterior trabajo “Sanctuary” (2009), y el holandés John Cuijpers que junto a su compatriota Hans in’ Zandt a la batería completan la actual formación de la banda que ha grabado este “Legacy” y que, como pudimos comprobar hace unos meses en el Frontiers Rock Festival, también funciona perfectamente en directo.
Una vez puestos al día sobre la historia y vicisitudes del grupo, vamos con este nuevo disco que es de lo que se trata. Como decía al principio y pesar de tantos cambios e interrupciones en su carrera, Praying Mantis han sido capaces de crear un sonido propio que mantienen fielmente a lo largo y ancho de todos sus trabajos, con mayor o menor brillantez en lo que al resultado final de los temas se refiere, pero siempre con unas claras señas de identidad: melodías vocales cuidadas con grandes aportaciones corales, guitarras muy melódicas y presentes doblándose pero dejando el sitio preciso a los teclados, y un gran gusto a la hora de añadir algunos retazos épicos que enriquecen las composiciones sin forzarlas artificialmente.
Pues todo esto es lo que encontramos en este nuevo disco del grupo, comenzando por una brillante pieza como “Fight For Your Honour” llena de motivación que nos muestra al Cuijpers más contundente liderando con poderío su claro estribillo guerrero y épico bien rodeado de buenas melodías de guitarra y teclados, amén de los omnipresentes aportes corales de los hermanos Troy. Tras este buen inicio nos regalan una preciosa “The One” coqueteando con el A.O.R. más elegante y envolvente made in U.K. creando una preciosa melodía no exenta de intensidad, subiendo el ritmo seguidamente con las más hard “Believable” corte efectivo y lleno de clase donde unas enormes voces llenan su estribillo, siguiendo más o menos la misma línea con la evocadora “Tokyo” adornada de sonidos típicos orientales y que sin resultar tan rotunda si destila un suave encanto con sus bonitos dibujos de guitarra y con la voz de Cuijpers recordándome a la de Gary Barden.
Baja la intensidad algún peldaño con le cadencioso medio tiempo “Better Man” que a pesar de su atormentada interpretación dramatizada me resulta bastante sosa, mejorando luego con la preciosa “All I See” de nuevo con las melodías de guitara y voz perfectamente trabajadas, y con la más dura “Eyes Of a Child” creando un vibrante momento heavy sinfónico por la presencia de unas teclas misteriosas junto a unas guitarras crudas en perfecta armonía con su claro estribillo.
Siguen enérgicos y apasionados con “The Runner” con las guitarras marca de la casa doblándose con acierto apoyadas de nuevo por los teclados que desaparecen en el inicio algo intrigante de “Against The World” que acaba por recuperar parte de la carga épica que había decrecido en cortes anteriores, manteniéndola en la evocadora “Fallen Angel” igualmente reconocible creciendo sobre una potente melodía vocal, para cerrar definitivamente con la expresiva y potente “Second Time Around” que a base de acordes reiterados, poderosos golpes de voz y buenos cruces de teclas y guitarras pone el punto final a este más que competente trabajo que empieza muy arriba casi hasta la mitad del mismo y que luego resulta algo más irregular, pero manteniendo siempre un nivel como mínimo correcto.
Mariano Palomo

lunes, 10 de agosto de 2015

LYNCH MOB “Rebel”

(Frontiers Music)

Lejos quedan ya los tiempos en los que un emergente guitarrista norteamericano nos deslumbraba con su buen hacer en una banda que terminó por ser mítica dentro del hard ochentero, los añorados Dokken (lo de ahora es otra cosa, que no está mal del todo, pero es otra cosa). Desde que partiera peras hace ya unos cuantos años con el vocalista cuyo apellido daba nombre al grupo la carrera de George Lynch, que es de quien estamos hablando, ha ido experimentando altibajos involucrándose en proyectos más o menos interesantes, incluyendo algún acercamiento a su banda nodriza, pero con la cabecera que más reconocimiento ha obtenido ha sido con Lynch Mob, bajo la cual facturó un magnífico debut discográfico en 1990 “Wicked Sensation” sucedido dos años más tarde por un correcto, pero inferior, trabajo homónimo.
Tras una larga temporada de cambios de formación, discontinuidad y discos no demasiado atractivos, en 2009 Lynch volvió a reclutar al cantante Oni Logan con el que ya grabó “Wicked Sensation” y la banda volvió a funcionar con algo más de rigor, aunque con parones nos dejaron un par de correctas entregas como “Somoke and Mirrors” y “Sun Red Sun”, y ahora atacan de nuevo con este “Rebel”. Un disco bastante rítmico y pesado en general, con la destacada presencia del bajista Jeff Pilson (ex Dokken, Foreigner) y del batería Brian Tichy (ex Whitesnake, ex Foreigner) que, por cierto, no giran con el grupo siendo Sean McNabb (Dokken, Burning Rain) y Jimmy D’Anda (Bulletboys) quienes forman la base rítmica en directo actualmente.
Como decía este disco es bastante pesado en su concepción rítmica, pero encerrando una interesante riqueza compositiva que nos lleva a los orígenes setenteros en cortes como la cadenciosa “Testify” con la expresiva voz de Logan embaucándonos, al igual que en la sensual e hipnótica “Jelly Roll” compartiendo protagonismo con la guitarra de Lynch llena de mágica esencia. Se emboscan dentro de la densa atmósfera stoner que se crea en “Kingdom Slaves” claramente deudora de Black Sabbath, cuidando sus melodías de voz y rematándola con un buen solo de guitarra, siendo tan densa como atractiva, algo que también consiguen aunque en menor medida con la inicial “Automatic Fix”, y resultando más pesados y menos resolutivos en “The Ledge” que cae en una suave monotonía, al igual que el misterioso medio tiempo “The Hollow Queen”.
Bastante más atrayentes me han resultado “War” con su ágil ritmo marcado por unos Pilson y  Tichy magníficos llevándola hasta un potente estribillo y con otro brillante solo, resaltando igualmente en la polvorienta “Between The Truth and a Lie” destilando cierta esencia sureña y blues recordando a los primeros tiempos del grupo, como sucede con la tórrida “Pine Tree Avenue” marcada por unos riff cortados y una gordísima base rítmica matizados por unas buenas melodías de voz.
Se completa el disco con dos cortes de alto octanaje guitarrero, la hechizante “Sanctuary” vigorosa y sólida, y la curiosa “Dirty Money” en la que concurren momentos lisérgicos de bajo y guitarra, palmeos marcando el ritmo y efectos de megáfono vocales creando el tema más experimental y raro del trabajo. Un trabajo que desde luego no entra a la primera pero que contiene buenos e intensos momentos aunque, eso sí, aun a cierta distancia de los mejores Lynch Mob.
Mariano Palomo

DIAMOND DOGS “Quitters and Complainers”

(Livewire / Cargo Records)

Los hard rockanroleros suecos Diamond Dogs ponen en circulación en estos días su décima entrega en estudio, acompañada como extra de un completo directo registrado en el Café Antzokia de Bilbao. Una muy buena oportunidad para los que, como en mi caso, apenas conocemos a la banda de oídas y nunca nos hemos parado a escuchar ninguno de sus discos, algo que, tras hacerlo con este “Quitters and Complainers”, no cabe duda había sido un error, pero más vale tarde que nunca. Lo que proponen estos cinco señores es ni más ni menos que un buen rato de divertido rock & roll con toques hard, vivamente influenciado por la esencia Stoniana más macarra, y con recuerdos a bandas como Hanoi Rocks, Quireboys, Slade o Dogs D’Amour.
En este disco, con la personal y desgarbada voz de Sören Sulo Karlsson como uno de sus activos más destacados, nos encontramos una decena de temas que pueden hacernos pasar un buen rato, yendo del rock & roll arrastrado y canalla de “Runaway Romeo” con su rollo honky marcando la slide del guitarrista Lars Karlsson, hasta la vena blues-western del medio tiempo dedicado al recientemente fallecido saxofonista del grupo Magic Gunnarsson “Black Ribbons (For Magic)” con los sonidos de pianola de Duke Of Honk envolviéndola junto a unos buenos coros, pasando por cortes fiesteros y vacilones como la más glammie “Alright, Alright, Alright”, la festiva “Stop Breaking Up The Wrong Tree” o la tremendamente directa “Rollercoaster” acompañada de unos acertados rasgueos acústicos.
Otro bueno tema donde el blues se hace más presente es la lenta “Broken” sencillo y envolvente ejercicio de melancolía en el que la voz de Sören se muestra más suave, al contrario que en “Goodbye Troubled Soul” donde vuelve a una aspereza perfecta para transmitir cierto despecho arropada por unos sentidos coros melódicos con tintes sureños a lo Allman Brothers.
Esa crudeza y cierta suciedad bien estudiada también la encontramos en la llegadera “Silver Star Delight”, redoblándose el macarreo en la sencilla y efectiva “Back To Babylon” sostenida sobre su descarado estribillo y su piano acelerado, al igual que sucede con la más melódica “Out Of My Heart” con la que se cierra este entretenido y más que correcto trabajo.
Como decía, como extra junto al nuevo CD en estudio se ofrece el directo “Let’s Have It - Live In Bilbao” en el que dan un buen repaso a su discografía incluyendo además un par de curiosas y algo caóticas jams instrumentales, con la presencia del citado Gunnarsson dándole un toque tan especial a los temas dentro de un sonido bastante crudo y auténtico. Buen lanzamiento para ponernos al día con estos experimentados rockeros.
Mariano Palomo

sábado, 8 de agosto de 2015

IRON SAVIOR “Live At The Final Frontier”

(AFM Records)

Hace bastantes años que se echaba en falta un directo de larga duración de Iron Savior. Bien es cierto que en el cuarto disco, “Interlude” venían algunos temas en vivo, pero sólo eran cinco. Llega un poco tarde después de 9 entregas y 18 años de historia. Al menos han compensado la espera utilizando la habitual fórmula de meter en la misma caja los discos en audio y la versión en DVD. En ambos formatos vienen exactamente los mismos temas. Se trata de una actuación grabada en Enero de este año en su Hamburgo natal, y la única pequeña diferencia es que en el audio han eliminado un poco el tiempo entre canción y canción, mientras que en el vídeo el concierto viene íntegro.
Precisamente de “Interlude” no se interpreta ninguno de sus temas en estudio, y tampoco de “Megatrópolis”. El resto de la discografía si viene representada, ofreciendo un resumen bastante completo de la historia de la banda, con gran presencia de los dos últimos CD´s, “The Landing” y “Rise Of The Hero”. Siempre habrá quien eche de menos algún tema en concreto. La formación no varía, sigue siendo la misma de las últimas entregas. La banda se encuentra en plena forma y el sonido es excelente. Es un trabajo perfectamente válido tanto para los fans de toda la vida como para quienes no conozcan Iron Savior y quieran probar a escucharlos por primera vez.
Del audio no se puede poner pega alguna y es un gran álbum en vivo. Sin embargo, del DVD sí vemos algunos aspectos mejorables. Para empezar, el lugar elegido. Es comprensible que quieran grabar en su propia ciudad, pero es que el público alemán es tan frío… Resulta rarísimo ver una sala llena donde la gente apenas se mueve. En segundo lugar, los “extras” por llamarlo de alguna manera. Tampoco es que sea partidario de esos contenidos aburridos e interminables que nadie termina de verlos, pero para todo hay término medio. Apenas media hora con escenas de backstage y tomas en el escenario, y eso es todo. Habría sido una excelente ocasión de publicar los vídeo-clips de la banda, que aunque no son muchos, alguno tienen.
En cuanto a la actuación, Piet Sielck se olvida de que le están grabando, y presenta las canciones y se dirige al público en alemán. Por supuesto que no hay subtítulos. Todo esto desaparece en los CD´s. El montaje es más bien sobrio y la actuación se sustenta en la fuerza de las canciones y la entrega de los músicos. En este tipo de ocasiones siempre suelen venir invitados. En “I´ve Been To Hell” Piet y Jan-S Eckert ceden respectivamente guitarra y bajo a Bert Ram y Uwe Seemann, ocupándose los titulares sólo de las voces. Dicho sea de paso, el segundo guitarra “Piesel” Küstner no ayuda nada en los coros, hasta el punto en que ni siquiera se molestan en ponerle un micro. En los créditos se menciona a un tercer invitado, el batería Soeren Teckenburg, pero no hemos visto a Thomas Nack abandonar su puesto ni un solo minuto.
Aunque las aportaciones de Bert y Uwe están muy bien, no se entiende que no haya acudido algún antiguo miembro de la banda, como Dan Zimmermann o Andreas Kück. Ni que decir tiene, a quien más se echa de menos es a Kai Hansen. Como consuelo tenemos la curiosidad de escuchar con la voz de Sielck “Watcher In The Sky”,  tema que junto a “Iron Savior” viene en forma de medley bajo el título de “Iron Watcher”. Bert vuelve a empuñar la guitarra de Piet en los últimos minutos, cuando llega el fin de fiesta con “Breaking The Law” de Judas Priest. En esos momentos las cámaras hacen un curioso “efecto VHS”, la pantalla panorámica se transforma en cuadrada y se ven las típicas rayas que no había forma de quitar en el antiguo sistema. Muy ingenioso y divertido.
Pese a las posibilidades desaprovechadas en el DVD y pese a la ausencia de Kai, es un excelente trabajo y una delicia para los seguidores de Iron Savior. Esperemos que para el próximo directo no tarden tantos años.

Nacho Jordán

sábado, 1 de agosto de 2015

PENTAGRAM “Curious Volume”

(Peaceville Records)
Una de las bandas de culto del heavy metal norteamericano publicará a finales de agosto su nueva entrega, hablamos de Pentagram. La banda del excéntrico vocalista Bobby Liebling, único componente fijo de la misma desde su fundación en 1971, sigue dando réplica desde el otro lado del Atlántico a los maestros Black Sabbath con su metal pesado anclado en la tradición setentera creada por el cuarteto de Birmingham con Ozzy e Iommi al frente.
A pesar de sobrepasar ampliamente las cuatro décadas de historia, este nuevo trabajo apenas supone su octava referencia en estudio, de hecho el primer disco del grupo no se publicó hasta 1985, hecho este de su irregular presencia a nivel discográfico que seguramente ha hecho que Pentagram se haya convertido en un nombre que nunca salió del underground a pesar de ser reconocido y respetado por la comunidad metalera. En mi caso prácticamente sólo les conocía de oídas y nunca me había parado a escuchar nada suyo, además de por la citada discontinuidad a la hora de publicar discos del grupo, sobre todo porque su propuesta musical no es la que más me seduce.
Aun así, hay que reconocerles que esencia y poso tienen para repartir, al menos tras la escucha de este nuevo CD, que estoy convencido que hará las delicias de los fanáticos tanto de los Sabbath como del doom en general. Incluso algunos cortes me resultado bastante sugerentes y dinámicos para lo que suele ser este género, resaltando sobre todo “Misunderstood” con ritmo y energía de sobra dejando incluso algún guiño rockanrolero con un guitarreo claro y contagioso mezclado con un curioso uso del chaston y de los platos en general por parte del recién incorporado batería Pete Cambell. Este, junto al bajista Greg Turley conforman una férrea base rítmica sobre la que guitarrista Victor Griffin descarga sus, en general, pesados riffs.
Otro corte me ha llamado la atención ha sido “The Tempter Push” con un riff inicial muy similar al de “Strange Kind Of Woman” de Deep Purple que luego se densifica metiéndose en terrenos casi lisérgicos cortando su ritmo con unos poderosos rasgueos. La enérgica inicial “Lay Down And Day” también pasa el corte, con las rítmicas muy marcadas, al igual que las más ligeras “Walk Alone” y “Dead Bury Dead” con lucimiento de Griffin a la guitarra, o la densa pero atractiva “Suffrin’” con la voz de Liebling muy cercana a la de Ozzy.
El resto me resulta bastante más monótono y plano, bien tocado, con solidez y claridad, pero excesivamente monocorde para mi gusto, caso de la tremendamente cadenciosa “Dead Bury Dead”, de la lúgubre y desgarbada “Curious Volume”, de la reiterativa “Close The Casket” con un pesado riff metido en bucle prácticamente, como sucede en la intrigante “Devil’s Playground” que llega a ser casi angustiosa, cerrando de forma más poderosa con “Because I Made It” igualmente densa y oscura pero con algún repunte rítmico interesante.
Los amantes de los sonidos setenteros más pesados tienen una cita con Pentagram el próximo 28 de agosto cuando se ponga en circulación este “Curious Volume”, un disco bien hecho, con una buena producción a cargo de Travis Wyrick, pero que a los menos devotos de los sonidos densos, como es mi caso, se les puede hacer un poco pesado.
Mariano Palomo