miércoles, 25 de febrero de 2015

TOPO “El Ritmo De La Calle”


(The Fish Factory)
Después de su reentré en 2010 con “Prohibido Mirar Atrás”, uno de los grupos más entrañables y significativos de nuestro rock siguen en la brecha ofreciéndonos nuevo material. En este caso y bajo el ilustrativo título de “El Ritmo De La Calle”, Lele Laina (voz y guitarra) y José Luis Jiménez (voz y bajo) vuelven a parir un puñado de buenas composiciones marca de la casa aunque con un sonido algo más hard rockero y contundente. Acompañados por Luis Cruz a la guitarra, que se mantiene desde la anterior entrega, y por otro clásico como es José Martos (Barón Rojo, Niagara, Atlas) a la batería, redondean una sólida formación que ya lleva algún tiempo pateándose los escenarios y que tiene intención de seguir haciéndolo para presentar en sociedad a su nueva criatura.
Como decía el título de este nuevo disco de Topo resulta bastante ilustrativo de lo que nos vamos a encontrar, comenzando por el propio tema homónimo que le da apertura, cien por cien clásico rock español al estilo Laina-Jiménez, con una reivindicativa e inteligente letra llena de mensaje adornada por unas muy curradas guitarras que brillan junto a sus melodías de voz dobladas y a su enérgica base rítmica. Una energía que se prolonga en la más hard “La Máquina Del Tiempo” con una clara melodía de guitarra típicamente Cruz que me recuerda a su trabajo en “Ciudad De Músicos” con la potente voz de Jiménez más atemperada, sobre todo en su encantador estribillo.
Giro más setentero con “Blues Del Cristal”, insinuante pieza cadenciosa pero con filo donde se marcan con intensidad su bajo y unas incisivas guitarras, que se dinamizan para dar forma a la pegadiza “It’s Been A Long Time (El Murillo)” que en clave autobiográfica recuerda sus primeros tiempos insertando títulos de clásicos del rock dentro de un sonido en el que el influjo de sus admirados Beatles queda patente sobre todo en sus voces dobladas en inglés en el estribillo.
Divertida y curiosa me resulta “Tarzán (J.W. El Unico Tarzán)” perfectamente reconocible en su sonido con un ritmo blues marcado por el bajo y voz de José Luis mostrando su admiración por el actor Johnny Weissmuller, para continuar en clave nostálgica con “Canciones Secretas” medio tiempo con unas bonitas guitarras electroacústicas y unos buenos coros en el que Lele relata la historia de las noches de grabación en los estudios Kirios de Alcorcón hace unos años, algo que sabemos gracias a que en el libreto se explica brevemente la temática de las letras de cada canción, encajando perfectamente en la imagen de cómic de todo el arte gráfico de Fernando Nanderas que una vez más ha realizado un gran trabajo.
Más o menos en esa misma línea nos dejan la romántica “Llueve En La Ciudad” con una acústica rasgada bajo los desarrollos eléctricos y la fantástica melodía vocal que encabeza Jiménez que pasa a segundo plano para que luzca más Laina en “El Currante Luchador” de nuevo un corte reivindicativo en clave de rock clásico donde expresan su admiración por la clase obrera pero con gracia y buen gusto para hacer llegar con claridad su mensaje sin necesidad de caer en el pataleo ni las descalificaciones facilonas tan habituales en otro tipo de bandas.
Las voces son de nuevo protagonistas principales en la animada “El Guitarrista De Hamelin” quedando bastante divertida, para volver a territorios más cercanos al blues con “Esta Casa No Es Un Hogar” en la que José Luis forma tándem rítmico con su hijo Dani que se encarga de la batería para sostener su melancólica melodía, que se torna bucólica en “La Dama y El Juglar” de ambientación medieval básicamente acústica con aportes eléctricos donde Lele recita una bonita historia de amor (como bien indican podría pertenecer perfectamente a “El Libro Del Buen Amor” del Arcipreste de Hita), y en la relajada “La Cosecha” que me recuerda un poco a su tiempos de Asfalto y a su “Isla Del Amor” pero no tan hippie.
El cierre lo ponen otros dos temas con clara temática social, la ligerita “Vagabundear” donde abordan la emigración de nuestros jóvenes, contando con José Marshall (Marshall Monroe, Casablanca) a la batería, y la más contundente “Policías y Ladrones” guitarrera y pesada para dar mayor potencia a su mensaje tan claro como su título.
Otro muy buen disco de unos clásicos que en absoluto están fuera de onda, muy al contrario creo que están en una gran forma y perfectamente vigentes tanto musical como conceptualmente, contando y cantando cosas con tino y elegancia. Siempre Topo.
Mariano Palomo

THUNDER “Wonder Days”


(Ear Music)
Una de mis debilidades musicales desde que aparecieron en la escena hard rockera británica hace un cuarto de siglo son los magníficos Thunder. Una banda con una clase y calidad que, en mi modesta opinión, debería haberles llevado mucho más lejos de lo que lo ha hecho, aunque tampoco es que estén perdidos en el underground. Con una buena base de fans y con un gusto a la hora de componer y grabar al alcance de pocos el quinteto inglés ha ido completando una más que fructífera cosecha de discos, desde el ya lejano pero imprescindible “Back Street Symphony” que les abrió las puertas de la MTV o del mítico Festival de Donington, pasando por joyas como “Laughing On Judgement Day” o “Behind Closed Doors”, hasta su producción más reciente con muy buenos discos como “The Magnificent Seven”, “Robert Johnson’s Tombstone” o “Bang”.
Seis años después, tras otra de sus enésimas despedidas aderezadas con sus correspondientes recopilatorios y directos, vuelven a la carga con una preciosidad de disco lleno de esencia hard blues, algo menos inmediato pero con un feeling tremendo. Pueden echarse en falta riffs más marcados y más estribillos coreables, que los hay, pero el conjunto tras unas cuantas escuchas resulta de lo más seductor.
Comienzan con el tema título “Wonder Days” un encantador ejercicio de nostalgia en clave setentera con unos aromas Zeppelin en las guitarras de Luke Morley y Ben Matthews (afortunadamente parece recuperado ya del tumor de amígdalas que le extirparon) envueltas en la calidez de la inmensa voz de Daniel Bowes acompañada por unas muy buenas coristas que tienen su peso en todo el disco, creando un clima espectacular con un ligero pellizco slide sureño. Ese rollo zeppeliniano también aparece en la cabalgante “The Prophet” con unos rasgueos cortados que son puro Page maridando con unas insinuantes oscilaciones vocales, que comparecen también en la cadenciosa “Chasing Shadows” que crece sobre su embaucadora melodía rítmica algo soul, siempre con el gran Harry James marcando el ritmo con su batería junto al sobrio bajista Chris Childs.
Nos recuerdan más a sus primeras etapas con la contagiosa “The Thing I Want”, vacilona y pegadiza con unos toques de pandereta que siempre molan y con un estribillo doblado que es de los mejor se quedan a la primera siendo de las más “bailongas”, junto a la divertida “I Love The Weekend” que a ritmo de rock & roll clásico y sencillo hace que se nos vayan los pies sin remisión.
Las referencias sonoras más próximas a Bad Company-Free no podían faltar, y así se acentúan sobremanera en la embaucadora “The Rain” pura calidez acústica con sonidos de mandolina al más puro estilo “Seagull” suave y envolvente, como sucede en menor medida en la magnífica “Resurrection Days”, asequible medio tiempo de gran melodía vocal y acertada alternancia electro-acústica, o en la curiosa “When The Music Played” con la voz de Bowes prácticamente relatando su letra de nuevo acompañada por unos buenos coros suaves pero que se torna casi psicodélico con un cambio de ritmo y guitarras que desaparecen luego volviendo a su sonido inicial con un punto soul.
Esa carga soul se incrementa en la tierna balada “Broken”, plena de expresividad y calidez, o en la atormentada a medio gas “Black Water” que con sus tremendas guitarras y sus segundas voces en puente y estribillo se llena de rollo, como la blues-country “Serpentine” con unos sonidos slide que van creciendo en ritmo acelerando a lo ZZ Top creando un entretenido momento guitarrero.
Thunder han vuelto, seguramente nunca se fueron del todo, y lo han hecho con otro señor disco que además han tenido el buen gusto de editar en diversos formatos (doble vinilo, CD sencillo, doble CD con un directo del Wacken de 2013), y con una presentación y fotografías vintage que son sencillamente maravillosas. Ahora sólo falta que se prodiguen un poco más en directo y vengan a presentarlo por aquí.
Mariano Palomo

jueves, 19 de febrero de 2015

GAMMA RAY “The Best Of”


(Ear Music)
Hace unos días se publicó el primero de los cuatro recopilatorios de los iconos del power metal alemán Gamma Ray que tiene previstos editar el sello Ear Music, además de reeditar todos los trabajos del grupo de Kai Hansen, salvo “Land Of The Free Part II”. Estos “Best Of” están compuestos por temas seleccionados por el propio Hansen y han sido remasterizados completamente por Erike Freese, logrando un muy buen resultado final y presentándose en tres formatos: doble CD normal, edición especial con tapas de cuero incluyendo un libreto de 24 páginas, y en cuádruple vinilo.
En cuanto al contenido de esta primera entrega recopilatoria están representados prácticamente todos los discos del grupo, siendo “Land Of The Free” el que más temas aporta, cuatro, seguido por “Heading For Tomorrow”, “New World Order” y “Empire Of The Undead” con tres cada uno. Comenzando por el principio, aunque los temas no aparecen ordenados por orden cronológico, de la época Scheepers, además de tres temas del primer disco, la celebérrima “Heaven Can Wait”, el propio tema título “Heading For Tomorrow” y la speedica “Lust For Life”, aportan la intrigante “Dream Healer” y la melódica con toques acústicos “The Spirit” del LP “Sigh No More” (1991) y la tremendamente enérgica “Tribute To The Past” del LP “Insanity and Genius” (1993).
Una vez dejada atrás la etapa con el actual vocalista de Primal Fear, Kai se hizo cargo de la voz principal, progresando y mejorando trabajo tras trabajo, empezando por “Land Of The Free” (1995) que como ya he dicho es el más representación ostenta en este compilado insertando el épico corte que le da título, la rápida “Man On A Mission”, la extensa “Rebellion In Dreamland” y la festiva “Time To Break Free”. Seguimos el recorrido con dos brillantes aportaciones de su disco de 1997 “Somewhere Out In Space” el epopéyico tema título y la poderosa “Valley Of The Kings”. Después vinieron “Powerplant” (1999) del que aquí aparecen la hímnica “Armageddon” que abre el primer CD y la más afilada “Send Me A Sign”,  “No World Order” (2001) resaltando el binomio “Induction”-“Deatrhrone Tyranny” en clave épica y luego rápida, además de la más experimental “Eagle”, y “Majestic” (2005) únicamente con la guerrera “Blood Religion” como aporte.
De los tres últimos discos de Gamma Ray nos encontramos aquí con dos cortes de “Land Of The Free Part II” (2008), la brillante “Real World” y la extensa “Insurrection”, otros dos de “To The Metal” (2010), el motivante tema título a lo Judas Priest y la densa “Empathy”, y con tres de “Empire Of The Undead” (2014), la veloz y rotunda “Hellbent”, la larga y elaborada “Avalon”, completándose los veinticinco cortes con “Master Of Confussion”, puro power marca de la casa.
Lanzamiento interesante para los fieles seguidores de Hansen y sus huestes que seguro que ya están deseando que salgan los tres “Best Of” restantes. Para los menos iniciados una buena forma de conocer más al grupo.
Mariano Palomo

IAN PAICE’S SUNFLOWER SUPERJAM “Live At The Royal Albert Hall 2012”


(Ear Music)

Dos años  y medio después de su celebración se pone a disposición del gran público la grabación en CD y DVD de un evento benéfico particular que a modo de jam organizado por el batería de Deep Purple Ian Paice y por su señora Jacky. La cita tuvo lugar en el Royal Albert Hall de Londres reuniendo a algunos de los nombres más representativos del rock, sobre todo británico, desde Bruce Dickinson a Alice Cooper, pasando por Brian May, John Paul Jones o Uli Jon Roth entre otros dejando buenos momentos junto a una gran banda “residente” por así llamarla en la que resalta la presencia del mítico guitarrista Micky Moody (Snakecharmer, ex Whitesnake) como miembro más conocido. También muy destacable la labor del batería Jerry Brown y de las coristas Margo Buchanan, Claudia Fontaine y Sewuese Abwa.
Arranca el documento con el hard blues cadencioso de “Ain’t No Telling” interpretado por The Temparance Movement, una joven formación que no conocía y que no suenan nada mal. A continuación más blues con la embaucadora voz de la escocesa Sandi Thom, pareja de Joe Bonamasa para más señas, en clave casi soul transmitiendo pasión y elegancia con suave intensidad en la envolvente “This Wheel’s On Fire” junto a los teclados del experimentado Brian Auger (Jimi Hendrix, Rod Stewart, Led Zeppelin, Eric Burdon), para pasar luego al virtuosismo instrumental de Uli Jon Roth recordando la arabesca “The Sails Of Charon” de sus Scorpions, aportando también un sonido original a una curiosa versión de “Rock & Roll” de Led Zeppelin con el cantante y actor habitual de los musicales londinenses Alfie Boe, dando un giro más operístico y engolado. Se relaja el ambiente con una emocionante “Pictured Within” con la voz de Steve Balsamo, también curtido en los musicales, destilando sentimiento junto  a unos delicados arreglos de violín.
Se anima el ritmo con la aparición en escena de Mark King, bajista, cantante y líder de Level 42, formación encuadrada en el pop comercial que gozó de éxito en los ochenta con sus temas funky soul asequibles como los dos que interpretó para la ocasión “Something About You” y “Lessons In Love” mostrando una gran técnica de slap con su bajo. Endurecimiento notable con la entrada en acción de un motivadísimo Bruce Dickinson  que junto a Uli Jon Roth y Micky Moody, además del resto de la banda fija, se marcan la siempre entrañable “Emerald” de Thin Lizzy, bajando el pistón luego con la acústica “Behind Blue Eyes” que se va animando, para romper luego con una divertida revisión de “Black Night” de Deep Purple ya con Paice a los tambores hasta el final del show.
A partir de aquí pura fiesta con “Since You’ve Been Gone” de Rainbow interpretada por Brian May que ya la hacía en sus conciertos en solitario, acompañado por la actriz y cantante Kerry Ellis en clave más delicada que la original, a la que reemplazó sobre las tablas el siempre efectista Alice Cooper que puso el elegante salón londinense patas arriba con “Elected” y “School’s Out”, para terminar de forma tan previsible como efectiva con el himno “Smoke On The Water” para la que todos los participantes en el acto ocuparon el escenario desgañitándose durante más de diez minutos.
Brillante iniciativa, gran elenco de artistas y buen documento para los amantes de la música, además con el añadido de haber sido realizado por una causa benéfica.
Mariano Palomo

URIAH HEEP “Live At Koko”


(Frontiers / Mastertrax)
La longeva formación británica Uriah Heep publica en estos días un nuevo trabajo, nada menos que su decimoséptima entrega oficial en vivo en la que, sin descubrirnos gran cosa, sí consiguen que disfrutemos de algo más de hora y media de talento y buen hacer musical de la mano de estos pioneros del hard rock clásico. Tras un buen disco en estudio como fue “Outsider” llega ahora este doble CD y DVD registrado en directo en Londres el año pasado y en el que revisan algunos temas de reciente creación junto a un buen puñado de sus clásicos imprescindibles que en la mayoría de los casos suenan tan bien como cuando fueron gestados hace ya más de cuatro décadas.
Comienza el disco con la guerrera “Against The Odds” enganchando con energía sobre su ritmo cabalgante que se prolonga con una incisiva “Overload” marcada por un punzante solo de guitarra de Mick Box, único miembro original del grupo que sigue manteniendo viva la llama con fuerza e ilusión. Junto a él un indispensable Phil Lanzon a los teclados dejándose notar y dando ese color tan genuino con su órgano, algo que resalta con fuerza en la añeja “Traveller In Time”, y que se dramatiza con la rasgada voz de Bernie Shaw en la intensa “Sunrise, completándose esta primera trilogía setentera con la entrañable “Stealin’” con esas inconfundibles voces tan particulares interactuando con el público.
Se endurece el sonido con la rotunda “I’m Ready” tema más reciente en el que el bajo de Dave Rimmer y la batería de Russell Gilbrook se marcan con fuerza como en prácticamente todo el disco, para seguir con la encantadora sinfónica “Can’t Take That Away” en la que de nuevo las voces cobran mayor altura, rasgándose de nuevo en la motivante “Between Two Worlds”, y atemperándose en “One Minute” con un estribillo claramente coreable sin necesidad de acelerones de ritmo, para cerrar el primer CD con la provocadora “Nail On The Head” de nuevo animando a la concurrencia a participar.
El segundo CD se abre con “Into The Wild” corte del álbum del mismo título grabado en 2011 pero con todo el sabor y esencia setentera con sus coreos ambientales rodeando la agresiva voz de Shaw, que se vuelve más calmada en la fabulera “Gypsy” que supone el inicio de una sucesión de clásicos que nos llevan hasta la inevitable “Easy Livin’” que cierra el trabajo, pasando por la rockera “Look At Yourself” que enlazan con una extensa “July Morning” siempre suave y evocadora precedida de la instrumental “Box Wah Box” donde Mick se explaya con su guitarra, dejándonos antes del final absolutamente entrañable acústica “Lady In Black” y una desbocada “Free n’ Easy” que nos lleva hasta el final con la citada “Easy Livn’” tan rotunda y eficaz como de costumbre.
Buen disco, con buen sonido sin excesiva postproducción, pero uno más de los muchos directos del grupo que seguramente ganará en interés en formato DVD para regocijo de sus fans más acérrimos.
Mariano Palomo

miércoles, 18 de febrero de 2015

ISSA “Crossfire”


(Frontiers / Mastertrax)
La vocalista noruega Issa intenta seguir creciendo en su carrera con el lanzamiento de lo que supone ya su cuarta entrega discográfica. Si bien es una artista que nunca me ha llamado excesivamente la atención ya que su propuesta que me resulta demasiado plana y hueca, hay que reconocerla su perseverancia y cierto buen gusto a la hora de elegir temas y acompañantes.
Tras un mejorable disco de versiones de clásicos del A.O.R. como fue “Can’t Stop” hace casi tres años, vuelve ahora con nuevas composiciones propias de la mano de los Hermanos Martin (Vega) con los que lleva trabajando desde 2010, y por fin consiguen convencerme algo más, aunque el resultado final me sigue pareciendo excesivamente edulcorado y falto de intensidad por momentos. Como músicos, además de los propios James Martin a los teclados y Tom Martin a la guitarra y bajo, ha contado con Michael Cruise a la batería, y con algunos solos de Steve Newman (Newman), Robert Sall (Work Of Art), Daniel Palmqvist (Xorigin), Daniel Johansson (Degreed) y el omnipresente Alessandro del Vecchio, además de los coros de Pete Newdeck (In Faith), Michael Kew (Vega) y Matt Black (Fahran).
El disco se abre con la amable “Crossfire” un corte sencillo de A.O.R. con llegada fácil y melodía asequible con los teclados sonando por encima de las guitarras y con la dulce voz de Issa dejando aromas pop-rockeros. En esa misma línea se desarrollan las resultonas “Inside My Heart” y “Heartbeat” que con su animado ritmo y sus bonitas armonías vocales y de teclados entra directo dejando cierto regusto de ingenuidad matizado por buenos aportes de guitarra, o la comercial de voces dobladas “Red Lights” en la que quedan perfectamente definidos los parámetros scandi A.O.R. más clásicos.
Elegante me resulta “We Rise” salpicada de matices vocales e instrumentales dentro de una relajada y encantadora ambientación que repunta su ritmo con buenos aportes de guitarra enriqueciéndola, como sucede en la más envolvente “New Horizon” que aunque con menos presencia guitarrera se llena con sus trabajadas melodías vocales, algo que intenta pero no acaba de conseguir con “Long Time Coming” enérgica en sus voces algo chillonas pero con unas partes instrumentales excesivamente artificiales para mi gusto, ni con la insinuante “Electric Lights” que amaga pero no acaba de pegar, agradable sin más, al igual que la final “Only You” con una rítmica muy simple a pesar de su buen sustento coral.
Dejo para el final las dos baladas del disco que, curiosamente, son de los temas que más me han gustado. “Fight Fire With Rain” apasionada y romántica con la voz de Issa muy expresiva junto a una cuidada instrumentación, y sobre todo “Raintown” en la que se marca un muy buen dueto con el gran Steve Overland (FM) creando momentos intensamente dramáticos llenos de feelin’ y clase que hace que casi valga la pena la escucha del disco sólo por este corte haciendo subir su calificación final claramente. Una calificación que podría ser Progresa Adecuadamente, al menos en estudio, y que esperemos que en directo siga mejorando con una banda estable y compacta.
Mariano Palomo

jueves, 12 de febrero de 2015

ECLIPSE “Armageddonize”


(Frontiers / Mastertrax)
No creo que a estas alturas haya mucha gente que dude que Eclipse es, junto a H.E.A.T, la banda más interesante y en forma del hard rock melódico de la actualidad. Siempre apoyados en el descomunal talento de Erik Martensson, bien acompañado por el cada vez más competente Magnus Henriksson a la guitarra, y por la explosiva pegada del batería Robban Back, completada por la eficaz labor del teclista Johan Berlin, han vuelto a sacarse de la manga un señor disco que bajo el título de “Armageddonize” irrumpe como buenísimo sucesor del magistral “Bleed & Scream” que acabó de ponerles en el mapa a nivel mundial.
Repitiendo los elementos de su predecesor, con una base compositiva clásica pero con unos elementos contemporáneos en su sonido que hacen que no se parezcan excesivamente a nadie, jugando acertadamente con las distorsiones crudas y con los teclados actuales pero siempre con la melodía barnizándolo todo, con un trabajo vocal cada vez más elaborado, han creado otra remesa de composiciones que acaban por ser enormemente adictivas y totalmente reconocibles.
Así arrancan de forma enérgica con “I Don’t Wanna Say I’m Sorry”, ritmo alto, riffs marcados, estribillo claro y potente, coreo con cuerpo, melodía pegadiza, vamos, puro Eclipse. No le va a la zaga “Stand On Your Feet” con unos teclados scandi siglo XXI más presentes dentro de una rotunda propuesta rítmica marcada por su calidad y pegada, que se mantiene en la embaucadora  “The Storm”, algo menos inmediata pero igualmente efectiva con sus envolventes coros y estribillo. Se relajan un poco para ambientar el inicio de la guerrera “Blood Enemies” rompiendo luego poderosa y que como sucediera en “Bleed & Scream” con “Battlegrounds” destila un embriagador aroma Thin Lizzy inundándola de esencia y grandeza convirtiéndola en una de mis favoritas del disco como no podía ser de otra manera.
Otra de las que más me ha enganchado ha sido “Wide Open” un corte claro y pegadizo, duro en su base pero de enorme melodía vocal y que sin complicarse mucho instrumentalmente deja un magnífico regusto, al igual que la dinámica “Love Bites” que tiene pinta de funcionar muy bien en directo con su ritmo casi frenético por momentos llevado casi al paroxismo en su agresivo estribillo, o que la sencilla “One Life-My Life” más melódica y actual con unos originales arreglos que completan su ritmo entrecortado.
Muestran una cara más dramática y sombría en “Live Like I’m Dying” corte muy melódico pero con una instrumentación algo densa y suave que va creciendo con un rollo descarnado e intrigante que desaparece por completo para dar paso a la encantadora “Breakdown” que en clave hard country resulta de lo más adictiva con unos sonidos fantásticos de guitarra acústica-slide que la adornan marcando su venenosa melodía central, completándose el disco con otros dos potentes cortes como son “Caught In The Rush” que bien puede resumir la filosofía del grupo con ese poderío melódico que remata Magnus con un incendiario solo, y “All Died Young” cañero y directo con la voz de Erik arrogante poniendo el cierre.
Buenísimo disco que supone un paso más en la cada vez más importante y consolidada carrera de estos chicos que no paran de crecer y de los que podremos disfrutar en directo dentro de unas semanas, para no perdérselos.
Mariano Palomo

REVOLUTION SAINTS “Revolution Saints”


(Frontiers / Mastertrax)
Cuando llegaron las primeras noticias de lo que estaban gestando hace unos meses Deen Castronovo (Journey), Jack Blades (Night Ranger) y Doug Aldrich (Burning Rain, ex Whitesnake), la expectación creada entre los seguidores del hard melódico fue enorme. Una expectación más que justificada dado el nivelazo y trayectoria de los tres elementos que dan vida a este proyecto, y que ahora se ve materializada en un excelente trabajo que recoge las señas de identidad por los que han llegado al status que ostentan.
Si bien el trío titular está a un tremendo nivel, bien ayudados en algunos momentos por algunos invitados de tronío que serán detallados más adelante, la voz de Deen Castronovo sobresale sobre el resto, no sé si por la producción que le otorga mayor protagonismo o por el tipo de composiciones que parecen hechas a su medida, pero el caso es el tremendo potencial vocal del también batería queda patente en toda su extensión. Por supuesto Doug Aldrich deja claro una vez más que desde hace tiempo es uno de los guitarristas más en forma del panorama mundial dotando de energía y versatilidad a los temas, y Jack Blades en esta ocasión queda en un más discreto segundo plano ocupándose básicamente del bajo con esporádicas apariciones vocales.
El disco arranca de forma enérgica con “Back On My Trail” tema de A.O.R. bastante rockero con una gran melodía central y con mucha intención en sus punzantes guitarras sobre una base algo opaca junto unos coros ligeros acompañando a la desafiante voz de Castronovo. Comparte tareas vocales a continuación con Blades para regalarnos la pegadiza “Turn Back Time” una de las canciones más resultonas del disco por sus brillantes armonías vocales, su rotunda base rítmica y su enorme solo de guitarra.
En esta misma línea nos encontramos con “Locked Out Of Paradise” algo más dura en su concepción rítmica pero igualmente directa con un estribillo absolutamente ganador dotado de cierta carga dramática, volviendo a terrenos más alegres con “Dream On” que bien podía pertenecer a cualquiera de los últimos discos de Journey, tema Castronovo 100%, lleno de luz y solidez, contagioso a más no poder.
Manteniendo la misma intensidad pero con un ritmo algo más atemperado nos dejan “Strangres To This Life” con la base rítmica muy marcada sobre la que se desarrollan unas líneas vocales que me recuerdan a los Kansas cercanos al hard melódico pero con un Aldrich tremendo sacando fuego de su guitarra, como en el apasionado medio tiempo “Better World”. Igualmente incisivo se muestra el rubio hacha en “Here Forever” que comienza de forma muy relajada a base de piano y voz pero que va creciendo en pasión y emotividad, rasgando más las cuerdas sonando más duro y actual en “How To Mend a Broken Heart” que se ve aligerada por una excelente melodía de A.O.R. clásico creando un curioso contraste.
Por supuesto los temas más lentos no podían faltar, comenzando por la sentida “You’re Not Alone”, más medio tiempo que balada, en la que Deen y Arnel Pineda (Journey) comparten voces creando unas preciosas armonías llenas de elegancia y fuerza, como sucede en la evocadora “Way To The Sun” de nuevo con Blades aportando su talento vocal junto al multitarea Alessandro del Vecchio, que también se encarga de los teclados y produce el disco, dentro de una envolvente ambientación acústica rota por los riffs de Aldrich al que acompaña Neal Schon (Journey) con un preciosista solo de guitarra. Las dos baladas más propiamente dichas del disco son “Don’t Walk Away” que de nuevo nos recuerda a Journey con el piano marcado junto a la profunda voz de Castronovo creciendo y enganchando con sentimiento, para cerrar con “In The Name Of The Father (Fernando’s Song)” ejecutada bajo los mismos parámetros pero sin apenas elementos eléctricos salvo un apropiado solo de guitarra.
Emotivo cierre para un disco que inicialmente me dejó algo a medias pero que encierra mucho trabajo y talento, suficiente para postularse como uno de los favoritos del año para los seguidores del hard melódico.
Mariano Palomo

martes, 3 de febrero de 2015

JORGE SALAN Presents THE MAJESTIC JAYWALKERS “Madrid/Texas”


(Rock Estatal Records)
Que Jorge Salán es un apasionado del blues es algo que hace tiempo que sabemos los que seguimos su trayectoria musical desde que hace década y media apareció en nuestra escena musical. Un sentimiento bluesero que con los años ha ido acentuándose y que, sin dejar de lado su faceta más hard rockera, por pura evolución natural sale a relucir después de ahondar en las raíces de la música y del instrumento al que el madrileño ha entregado y sigue entregando su vida. Por lo tanto, era cuestión de tiempo que nos ofreciera una grabación basada en el blues rock.
Después de la gran labor de producción y promoción llevada a cabo con su documental “No Looking Back” en el que se recoge buena parte de la intensa y ya bastante extensa carrera de Jorge, y tras haber funcionado en directo tocando blues como power trío junto a Edu Brenes (batería) y Danny Growl (bajo), ahora encuentra el hueco oportuno para regalarnos una colección de deliciosas versiones que seguramente a muchos sorprenderán, pero no tanto a los que ya hemos tenido el placer de disfrutarlas en directo.
En este trabajo, además de la impecable ejecutoria instrumental tanto de Jorge como de sus Jaylwalkers, el propio Edu, Juan Carlos Gibaja (bajo) y Pau Alvarez (teclados), me gustaría destacar la labor de Alberto Toledano que se ha encargado de grabar algunas pistas de bajo, batería y guitarra adicionales, completando una brillante producción en la que encajan perfectamente las covers que componen el CD.
En cuanto a la voz creo que Salán se encuentra más cómodo en estas tesituras más relajadas, pero también más apasionadas, parece que transmite más sentimiento, aun sin ser composiciones propias, que cuando encara temas hard rockeros, sin que esto quiera decir que en estos últimos no ponga toda la carne en el asador, simplemente creo que en esta nueva faceta le sale más natural. Pero como siempre busca la excelencia y dar un poco más, ha invitado para acompañarle en estas tareas vocales a tres cantantes de alto nivel que enriquecen el resultado final de la obra, y que iré detallando más adelante.
El disco se abre con la polvorienta y adictiva “Who’s Been Talking” blues de carretera firmado originalmente por Chester Arthur Burnett en la que Jorge despliega su depurada técnica recorriendo el mástil de su guitarra con un rollo muy eléctrico, que se prolonga en la misma línea con la tórrida “The Hunter” de Booker T. and The MGs marcando sus notas con fuerza desde el bajo de Juan Carlos, hasta llegar a la emotiva “The Thrill Is Gone” de Rick Darnell y Roy Hawkins en la que el sentimiento inunda todo con una interpretación magistral envuelta por la calidez de las teclas de Pau y con unos momentos de guitarra sencillamente estremecedores.
Tras esta primera tanda de temas nos encontramos con una sorprendente “Teacher” de Jethro Tull que rompe la senda marcada, corte más festivo y sinfónico, en el que la flauta original de Ian Anderson es sustituida por teclas y guitarra, y su voz maravillosamente suplida por la de Gema Vau (Biosfear, Retro B Soul), resultando de lo más atractivo y original. Vuelta al blues más puro con “Stop Breakin’ Down Blues” pieza del maestro Robert Johnson en la que Jorge alterna su voz con la más rasgada de Jimmy Barnatán (más conocido por su faceta de actor en “Los Serrano” y en “Torrente”) creando un vacilón dueto en el que la guitarra se inserta con un enorme feelin’ resultando de las más divertidas del disco.
De maestro a maestro y tiro porque me toca, después de Robert Johnson toca recordar a John Mayall con la insinuante “So Hard To Share” ejecutada con tino y elegancia, y luego a un tal Jimi Hendrix al que se recuerda con la nerviosa “Fire” en una versión algo aligerada que cuenta con la participación de Rebeca Rods (Black Light Gospel Choir) que le da un toque muy especial y curioso con su sensual voz que se desgarra en algunos momentos sonando como una especie de cruce entre una moderada Janis Joplin y Kate Pierson (The B52’s) creando un curioso resultado final.
El cierre no podía ser más entrañable y acertado con una enorme “The Sky Is Crying” compuesta en 1959 por Elmor James y que Salán toma prestada vía su idolatrado Gary Moore para honrarla con una interpretación a la altura de los homenajeados erizándonos la piel al sumergirnos en las raíces del blues más auténtico. Un broche de oro para 33 minutos de puro deleite musical que acaban por hacerse cortos.
En definitiva, un señor disco, variado, brillante y lleno de sentimiento que como pegas puede tener que sus composiciones no son originales y que puede pillar a contrapié a los seguidores más heavies o hard rockeros de Jorge con lo que eso conlleva de pérdida de identidad, pero que creo que sirve perfectamente para disfrutar de otra faceta de uno de nuestros mayores talentos ofreciéndonos una buena muestra de donde viene todo, porque, sin el blues sería imposible entender el rock y toda su evolución posterior, luego ya es cuestión de gustos. Yo personalmente lo he disfrutado enormemente.
Mariano Palomo