lunes, 1 de diciembre de 2014

BAILEY “Long Way Down”

(Frontiers Records)

Después de darse a conocer el pasado año con su banda Three Lions, el cantante y bajista inglés Nigel Bailey lanza ahora su primer trabajo en solitario con su apellido como cabecera. Y la verdad es que, aunque con otros compañeros, casi podía haber sido el segundo disco de Three Lions, porque es complicado apreciar alguna diferencia respecto al sonido del grupo primigenio de Nigel. Hard Rock melódico típicamente británico, con algún acercamiento al heavy melódico, ejecutado con pulcritud y buen gusto sin dejar de lado la fuerza, aunque en algunas fases se echa en falta algo más de contundencia.
Para la grabación de este “Long Way Down”, Bailey se ha rodeado de algunos de los músicos italianos “residentes” del sello Frontiers, el fino guitarrista Mario Percudiani, el batería Alessandro Mori, y el hiperactivo Alessandro del Vecchio que se encarga de coros, teclados y producción. Todos ellos realizan una más que correcta labor, dando como resultado un trabajo bastante interesante que, sin descubrir la pólvora, sí me resulta agradable e intenso por momentos. Bailey sigue luciendo su personal voz con esos tonos graves muy melódicos y expresivos, pero siempre al servicio de los temas, sin querer erigirse en el protagonista principal, dejando que sus acompañantes desarrollen ampliamente su labor.
El inicio con “Feed The Flames” es un buen ejemplo de equilibrio vocal e instrumental, dentro del sonido británico que comentaba antes con unas trabajadas melodías de voz desarrollándose sobre las de guitarra algo menos altas sin necesidad de subir mucho el tono. En esta misma línea está también “Dirty Little Secret” de estribillo claro pero algo lineal en su ritmo, intensificado por la mayor presencia de la guitarra de Percudani, recordándome ambas a los veteranos Praying Mantis.
Más rotundidad acercándose a terrenos heavy rockeros con “Long Way Down” con unas guitarras duras y con cuerpo, o con “Bad Reputation” en la que curiosamente los teclados de Del Vecchio se dejan notar dentro de un sonido muy Ten-Dare (“Blood From The Stone”), sobre todo en la guitarra que recuerda mucho a Vinny Burns, por otra parte miembro también junto a Bailey de Three Lions. Se acentúa el recuerdo a la banda de Gary Hughes en la épica “In The Name Of The King” acertadamente elegida como tema de choque del disco, un corte potente, pegadizo y bien elaborado que entra a la primera.
Los momentos más A.O.R. los encontramos en la deliciosa “Stay” que seduce con su dulce sencillez sobre un estribillo claro y sutil, convirtiéndose en otra de mis favoritas del disco, junto a “Love Falls Down” que dentro de su ritmo fácil y cálido encierra un estribillo doblado resultándome de lo más entrañable, a la tremendamente contagiosa “Ticket To Yesterday” que resulta complicado sacarse de la cabeza con su rollo optimista algo ingenuo que entra discretamente sin necesidad de grandes alardes ni subidas de tono, y a la contagiosa “Dirty Angel” que cierra el disco a ritmo alto con sus dinámicas guitarras compartiendo primeros planos con un buen estribillo al que le falta un poco de fuerza en los coros para acabar de rematar la faena.
La cara más romántica de Bailey comparece en el medio tiempo “Somewhere In Oslo” lleno de melodía y delicadeza instrumenta, sobre todo en las guitarras de Percudani envueltas en la preciosa voz de Bailey, y en la expresiva balada “Spend TheNight” que comienza acústica con suavidad para ir cogiendo cuerpo e intensidad, con ese poso romántico que comentaba pero en absoluto ñoña o pegajosa, escuela británica.
En definitiva un disco realmente agradable de escuchar, con momentos potentes y cañeros siempre dentro del hard-heavy melódico, y que creo que gustará a los que ya disfrutaron con el trabajo de Three Lions.
Mariano Palomo

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