lunes, 22 de septiembre de 2014

XTASY “Revolution”

(Melodic Rock Records)

Siempre es una buena noticia la puesta en circulación del trabajo de debut de una nueva banda dentro de un género tan infravalorado y underground en España como es el Hard Melódico. En este caso nos encontramos con la primera obra de unos navarros llamados Xtasy, banda formada hace tres años por el guitarrista Jorge Olloqui y por la cantante Silvia I. Ambos, acompañados por un puñado de buenos invitados han dado forma  a los diez cortes completan este CD que se mueve entre el hard rock y el A.O.R. con bastante soltura y versatilidad, habiendo logrado un sonido más que correcto y donde la labor del gurú Erik Martensson a la hora de mezclar y masterizar también aporta lo suyo. Actualmente en la banda además de Jorge y Silvia están Angel G. a la guitara, David Clavero al bajo, Jakin Tza a los teclados y David Tutumba a la batería.
Tras escuchar el disco unas cuantas veces está claro de dónde vienen las influencias del grupo y por donde quieren tirar, nombres como los de Nexx, Hardreams o Strangers a nivel nacional, y Eclipse (lógicamente), Journey o Tyketto a nivel internacional, por citar algunos, pueden venirse a la mente cuando llegan a tus oídos sus buenas melodías, sus guitarras cuidadas, sus tecalados siempre presentes o sus buenos estribillos, aunque es en este último apartado en el que creo que tienen más margen de mejora.
Así nos encontramos con temas como la envolvente inicial “Stronger” con un sonido más británico que americano para entendernos, con un buen balance de teclas y guitarras y unas buenas voces de acompañamiento de Pablo Irujo, pero algo tímida para empezar a enganchar, algo que si consiguen con “Revolution” mucho más potente y dinámica con la voz de Silvia más alta y con las guitarras de Jorge acompañadas por las del invitado David Morales dejándose notar bastante más que en el primer corte. Repite David en la vibrante “All For Me” más melódica, con mayor protagonismo de los tecaldos y con un encanto especial en sus melodías vocales, y en la más hard rockera del disco “Reber Rider” llena de intención y pegada con un gran trabajo de guitarras.
En esa misma línea hard rockera pero menos afilada nos dejan también otra de las destacadas como es “Rocking The World” en la que las melodías de la voz de Silvia doblándose sobre los acordes de guitarra me recuerdan ligeramente a los reaparecidos From The Fire, llegando a esas mismas cotas de clase y brillo, si no aumentándolas, en la optimista “Million Miles Away” donde las atemperadas guitarras de Manolo Arias aportan un extra de calidad y feelin’ pero compartiendo planos con los teclados convirtiéndose en una de mis favoritas, junto a la seductora “Scream” directa y pegadiza composición de puro A.O.R. marcada por su brillantísimo estribillo y por su tremenda vivacidad instrumental.
Los temas relajados tampoco están nada mal, sobre todo el intenso medio tiempo “Many Years” lleno de pasión y melodía transmitiendo cierta nostalgia con un muy buen solo de Willy Gascón (Thunderheart, ex Steel Horse) aunque la estropea en mi opinión un poco el efecto megáfono de la voz en una de sus estrofas. Como baladas propiamente dichas nos ofrecen la cálida y creciente “It Is You” muy sentida, para nada hueca y sobre todo también con otro magnífico solo de guitarra en este caso a cargo de Robert Rodrigo (Airless), para cerrar definitivamente con la acústica “Bye Bye” donde se aprecian los dedos corriendo por las cuerdas dándole un puntito más de rollo.
Buen disco, más tratándose de una primera entrega, para una banda que además por lo que se ve tienen muchas ganas de presentarlo en directo por toda la península, comenzando a primeros de octubre cuando abran para Crazy Lixx en  Madrid y Zaragoza, habrá que seguirles la pista.
Mariano Palomo

domingo, 21 de septiembre de 2014

ACCEPT "Blind Rage"

(Nuclear Blast)
Estamos ante la tercera entrega de esta nueva andadura de Accept. La vida tiene coincidencias extrañas, y la sensación que produce este disco es muy similar a la que provoca el reciente "Redeemer Of Souls" de Judas Priest. Al igual que sus colegas británicos, los teutones han facturado un disco que perfectamente podría haber salido al mercado en los años 80. Si se cogieran los temas de este "Blind Rage", y se metieran repartidos como "bonus tracks" en reediciones especiales de " Restless And Wild ", " Balls To The Wall " y " Metal Heart ", muy pocos se darían cuenta del timo.
Como decimos, las composiciones son puro Accept ochentero. Pero por mucho que las canciones vayan en esta onda, esta impresión no se podría haber logrado sin el importante esfuerzo de Mark Tornillo, que imita a Udo de una forma tan descarada como efectiva. Si escuchamos ahora "Blood Of The Nations", cuesta mucho creer que se trate del mismo vocalista.
Ya desde el primer momento con la cañera "Stampede" nos quedamos sorprendidos de cómo recuerda a los viejos tiempos. "Dying Breed" es un poco más pausada, con unos coros a lo "Balls To The Wall". Tampoco es muy acelerada, aunque sí muy pegadiza "Dark Side Of My Heart". Una de las mejores es sin duda "Fall Of The Empire", que apesta todavía más si cabe a "Balls To The Wall". Se recupera la velocidad con "Trail Of Tears", también bastante comercial. El himno a medio tiempo "Wanna Be Free" es otra de las grandes estrellas del redondo. "200 Years" y "Bloodbath Mastermind" son rápidas y efectivas. "From The Ashes We Rise" es otra canción lenta con un poderoso estribillo y con esos inconfundibles coros, y algo muy parecido podríamos decir de "The Curse", que es la más larga de todas con seis minutos y medio. El broche final llega con la cañera "The Final Journey". Como vemos son sólo once temas, no da tiempo a que el disco termine haciéndose largo y cansando. Y teniendo la habilidad de alternar temas rápidos y lentos, logrando así cierta variedad.
La valoración final depende de los gustos y opiniones de cada uno. Habrá quien le parezca lamentable que los Accept actuales se limiten a auto plagiarse sin ofrecer nada nuevo. Y más todavía puede ser merecedor de lástima que Tornillo se haya convertido en un simple imitador. Muy bueno sin duda, pero un imitador que en vez de ir introduciendo en la banda su propio sello personal lo que hace es perderlo. Y habrá quien ni siquiera se pare a pensar en estos asuntos y se limite a alegrase y disfrutar de un disco de Accept que recupera totalmente el sabor de los mejores años.
Nacho Jordán

JUDAS PRIEST "Redeemer Of Souls"

(Sony)
Menuda sorpresa esta nueva entrega de Halford y compañía. Personalmente he de decir que los últimos trabajos en estudio de Judas me habían parecido absolutamente insufribles. De hecho, he de reconocer que con alguno mi aguante no llegó hasta el punto de llegar a escucharlo por completo. Cuando llegó a mis oídos "Redeemer Of Souls", no podía estar más predispuesto en contra.
De modo que cuando escucho la primera canción, "Dragonaut", me encuentro con todo lo contrario de lo que me esperaba. Sin ser una obra maestra, es un tema que podría haber estado en cualquiera de los discos de la primera mitad de los 80. ¿Será una excepción? La propia "Redeemer Of Souls" se encuentra en la misma onda. Esto empieza a pintar bien. Cuando llego a la cañera y comercial "Halls Of Valhalla" ya no queda ninguna duda. Siento una sensación de reencuentro. Después de tantos años, o más bien décadas, al fin vuelvo a sentir que de verdad han vuelto los auténticos Judas Priest. Otra vez esas canciones no muy rápidas pero contundentes, esos estribillos no muy complicados pero tremendamente efectivos. Hacía varios lustros que había perdido la esperanza de volver a escuchar material nuevo con el sabor de los viejos tiempos. Bien podrían haber hecho lo mismo hace diez, quince o veinte años. Pero bien está lo que bien acaba.
Los trece cortes que componen el redondo continúan en la misma línea. Da la impresión que los Judas se están auto homenajeando. El comienzo de "Cold Blooded", por ejemplo, recuerda tremendamente a "The Hellion/Electric Eye" aunque sea un tema mucho más pausado. Es difícil destacar unas canciones sobre otras cuando te gustan todas. Pese a que son muchas, no consigo encontrar ninguna a la que pueda calificar como de relleno. Quizá la nota más curiosa es la balada acústica "Beginning Of The End", con la que termina el disco.
La edición especial contiene un CD extra con cinco composiciones más. ¿Puede ser que hayan metido aquí las rarezas? En absoluto. Todo sigue siendo Judas en su mejor época, y es de destacar que el cierre sea también otra balada, el emotivo y majestuoso himno "Never Forget".
A este trabajo sólo se le pueden poner dos objeciones. Una sería su excesiva duración, aunque ya he dicho que no he encontrado paja por ninguna parte, y la segunda, que en algunos momentos puede resultar demasiado lineal. Pero después de los "experimentos" pasados, mejor que los Judas no vuelvan a meterse en complicaciones nunca más. Sin duda se seguirán editando en los próximos años más directos y recopilatorios. Pero, aunque nadie se puede creer ya la retirada de la banda, sí es probable que "Redeemer Of Souls" termine siendo el último disco en estudio de su historia. De ser así, no puedo imaginarme una despedida mejor.
Nacho Jordán

viernes, 19 de septiembre de 2014

TNT “30th Anniversary 1982-2012 Live In Concert”


(Indie Recordings)
Más de dos años después de su celebración nos encontramos con el lanzamiento en formato CD y DVD del concierto en el que se conmemoran los treinta años de carrera de la banda noruega TNT. Todo un documento en el que podemos encontrar un buen recorrido por la historia del grupo tanto en su set list como en sus participantes, siempre con el peculiar y genial guitarrista Ronnie Le Tekro al frente.
El concierto tuvo lugar el 2 de junio de 2012 en el Hotel Clarion de Trondheim, ciudad originaria de TNT, que también aporta a su Orquesta Sinfónica para engrandecer aún más el evento, haciéndolo además de forma muy adecuada en mi opinión, resaltando en momentos puntuales y oportunos, pero sin eclipsar la esencia de los temas originales.
Tres décadas de altos y bajos recogidas en casi ochenta minutos de música magníficamente ejecutada y escogida, cargando las tintas lógicamente en la etapa más exitosa y brillante de la formación a mediados de los ochenta, pero sin obviar ninguna de ellas. Esa etapa más brillante tuvo como fontman junto a Le Tekro al vocalista norteamericano Tony Harnell, con el que la banda dio el salto de calidad definitivo dejándonos sus mejores trabajos en estudio “Knights Of The New Thunder”, “Tell No Tales” e “Intuition”, para después ir poco a poco cayendo sus sucesivos lanzamientos en calidad y popularidad hasta 1999, para volver con más fuerza y acierto en 2004 con discos bastante interesantes como “My Religion” o “All The Way To The Sun”.
Tras este último disco y su pertinente directo registrado en la sala Arena de Madrid, Harnell fue sustituido por el británico Tony Mills (Shy, Siam) que puso su a otros tres álbumes correctos pero algo menores “The New Territory”, “Atlantis” y “A Farewell To Arms”, con sus respectivas giras que terminaron con el concierto que nos ocupa suponiendo la vuelta del vocalista americano a las filas de la banda.
Comienza el repertorio de este show a lo Emerson Lake & Palmer con la orquesta interpretando “Fanfare For The Common Man” que da paso a una versión más sofisticada y algo menos afilada de “Invisible Noise” que su inconfundible riff  y sus gran melodía vocal ya nos va metiendo en harina. Más caña y crudeza con “Substitute” y “Refugee” todas hasta ahora con Tony Mills a la voz dejando sus subidas y tonos característicos ya con una participación más discreta de la orquesta dejando más espacio a la pegada del fornido batería Diesel Dahl y del bajista Victor Borge para que Le Tekro deje momentos punzantes y melódicos.
Previa presentación de Tony Harnell por parte de Hank Von Helvete, cantante de Turbonegro, los redobles de “As Far As The Eye Can See” son recibidos con entusiasmo por el público que acaba coreando su ultra melódico estribillo en una exigente y competente interpretación vocal apoyada por la fantástica aportación de las dos coristas que acompañan al grupo dándole un plus de calidad e imagen a la banda (como pudimos comprobar de primera mano hace unos meses en el Sweden Rock Festival), rematando con un breve guiño a “Carry On Wayward Son” de Kansas.
Siguen enganchando con la rápida y poderosa “Downhill Racer” en la que vuelve a hacerse notar la orquestación, para volver a terrenos más melódicos con el himno “Intuition” de nuevo con el público coreando su estribillo y con las teclas teniendo una presencia destacada.
Momento evocador y entrañable con la preciosita entrada orquestal de la balada “Northern Lights” dedicada al fallecido ex teclista Dag Stokke con la voz de Harnell apasionada junto a la mágica guitarra de Le Tekro que empasta espectacularmente con la orquesta, para exhibirse a continuación, tras ser presentado por Dee Snider como el guitarrista más infravalorado del mundo, con un extenso solo apoyado por la base rítmica de Borge y Dahl dejando patente su virtuosismo primero de forma más rockera con su característica distorsión sucia, y luego siendo mucho más delicado con la envolvente “Magica Lanterna” adornada por un suave sonido de arpa que luce sobre el resto de la orquestación, rematándose esta fase instrumental del concierto con un solo de batería de Diesel Dall dentro de la circense “Sabre Dance”.
Cambio total para transportarnos a los inicios del grupo allá por 1982 recordando su primer trabajo homónimo cantado en noruego en una línea más básicamente heavy de lo que luego sería el sonido TNT, y que para la ocasión contó con el vocalista que lo grabó originalmente Dag Ingebrigsten para volver a poner su voz más áspera a la motivante “Harley Davidson” ampliamente coreada por los asistentes, la sencilla e igualmente coreable ”USA” que sigue manteniendo su encanto primario, cerrando este bloque con la atormentada balada “Eddie” llena de pasión vocal, resultando de lo más emotiva con su envoltura orquestal.
Curioso recuerdo para la romántica “June” en modo swing-crooner a cargo de Tony Mills junto a la orquesta, para dejar paso a la contagiosa “My Religion” cortando su desarrollo con unas enormes voces casi a cappella del propio Mills junto a la de Harnell, llegando a la inmensa “Everyone’s A Star” únicamente de nevo con la voz del británico adaptándose a sus capacidades sin resultar tan excesiva como antaño bien ayudado por unos grandes coros y con el bajo de Borge resaltando sobre el ritmo marcado por las palmas del personal.
Llegamos casi al final con “10.000 Lovers In One” que resulta emocionante con su entrada dirigida por Harnell y coreada a pulmón por el público para acabar tan electrizante y melódica como de costumbre con los coros llenándola de magia junto a los adornos orquestales justos, que toman mayor peso curiosamente en un tema más heavy como “Seven Seas” que con sus aires épicos encaja perfectamente creando un climax total con los tres cantantes participantes durante el concierto alternando en su interpretación para que acabe siendo coreada por todos.
Gran cierre para un señor documento que me ha vuelto a hacer disfrutar tremendamente de uno de mis grupos de cabecera y que espero que sigan haciéndolo mucho más tiempo.
Mariano Palomo

miércoles, 17 de septiembre de 2014

GUADAÑA “Deryaz”


(The Fish Factory)

Han tenido que pasar dos años hasta que hemos podido escuchar por fin el nuevo trabajo de los gaditanos Guadaña. Una de nuestras bandas de heavy metal más en forma actualmente como demuestran este rotundo y brillante CD. Un disco que supone un paso más allá en la carrera del grupo, una obra conceptual estructurada en tres partes en las que se desarrolla la historia de Thays, una joven que abandona su pequeña aldea rumbo a Deryaz, una gran urbe en la que espera alcanzar mayores conocimientos y cultura, pero además de esto descubrirá también la miseria y ruindad que esconden las grandes ciudades, terminando finalmente por volver años después a su aldea con su hijo recién nacido para que éste tenga una vida más humana y pueda desarrollarse rodeado del cariño que no le podía dar Deryaz. Todo parece envuelto dentro de un contexto actual y casi futurista, pero acaba por ser la historia tantas veces vivida y contada por mucha gente.
En lo puramente musical los temas pueden entenderse perfectamente por separado sin necesidad de seguir el guion de la historia, pero ayuda y enriquece notablemente la escucha el seguir las concisas notas que explican la temática de cada uno de ellos. Con ese aire actual que comentaba, progresivo y electrónico por momentos, pero con una base clásicamente heavy, van desarrollándose con un sonido muy logrado detrás del que se adivina mucho y buen trabajo de estudio y local junto al productor Javier Roldán.
El dúo que lleva la voz cantante en la banda, Gloria Romero y Salva Sánchez siguen mostrándose como dos vocalistas de lo más poderoso, aportando incluso registros nuevos que aumentan más aun su valía. Muy bien los dos pero me es imposible, dado su mayor protagonismo, no poner uno o dos peldaños por encima a Gloria que como ya demostró sobradamente desde los tiempos de Huma, es la más fiel y digna heredera de nuestra añorada Azucena Dorado (Santa).
Por su parte Ramón Gaviño al bajo y Pablo Casas a la batería forman una base rítmica precisa y potente, dando sustento a las melodías y ataques vocales que se alzan junto a las curradísimas guitarras de Jacob García que poco o nada tiene que envidiar a los grandes de nuestro metal, creando momentos ciertamente sorprendentes y brillantes.
Comienza el viaje con “Deryaz I: Partida” corte de metal progresivo nítido y rotundo en el que se mezclan las voces limpias y agresivas con unas guitarras pesadas que comparten plano con arreglos acústicos y sampleados evocadoramente espaciales de la mano de Javier Rondán que se ha encargado de la mezcla y masterización del trabajo. Continúan con poderío en la más clásica “La Suerte” que me recuerda mucho a la mejor etapa de Saratoga con Leo llena de guitarras afiladas, solo incluido de Santi Suárez, ritmos cabalgantes y ataques vocales tan fieros como melódicos, siendo una de las que mejor me ha entrado desde el principio.
Vuelta de tuerca de nuevo más actual y pesada para la áspera “Rencor” cuya música ilustra perfectamente a su letra sobre todo por la desafiante voz de Gloria que encaja entre unos sonidos progresivos muy cuidados, dejando el protagonismo posteriormente a Salva que surge arrogante e inquisidora en la cortante “Yo Soy La Ley”, para volver a enfrentarse con dinamismo y potencia en la trepidante “Promesas Incumplidas” de nuevo con Saratoga o los Judas del “Jugulator” como referencia, para que vuelva a lucir Jacob con un excelente trabajo de guitarras.
Sigue la protagonista de la historia descubriendo el lado oscuro con “Deryaz: Adrenalina”, esta vez en forma de adicción dentro una ambientación musical más progresivamente teatral a lo Rage, con Gloria interpretando el papel con una pasión enorme, endureciéndose y densificándose para dar forma a una angustiosa “Más Allá”, que afortunadamente se queda atrás cuando se relajan para dejarnos la maravillosa power ballad “Algo Por Lo Que Luchar” de nuevo con Gloria en lo más alto  llena de sentimiento y calidad creciendo junto a una sólida instrumentación que se remata con otro buenísimo solo de guitarra en este caso a cargo de Raúl Rueda.
Vuelta a la caña más actual con la envolvente y sinuosa “Largo Camino” con la voz de Salva áspera y atormentada, antes de llegar casi al final con el tema más sorprendente del disco, “Como Hermanos”, en el que con un metalizado ritmo hard rockero-sureño metalizado rascan guitarras y voces a base de bien haciéndonos mover el pie y el cuello dejando un mensaje lleno de actitud y determinación, con una Gloria inmensa que me recuerda más que nunca a Azucena.
“Deryaz III: Regreso” es una inquietante y profunda pieza de metal progresivo con arreglos sintetizados que sirve para poner el cierre a este muy buen trabajo que debería poner, si no lo están ya, a Guadaña en la primera línea de nuestro Heavy Metal.
Mariano Palomo

ANTIGUA “Ya Es Tarde Para Dejarlo”


(Zinkin’ Prim Discos)
Casi por sorpresa nos ha pillado la salida de la nueva entrega de Antigua, proyecto del vocalista madrileño Juan Olmos que parece querer seguir consolidando después de pasar por múltiples formaciones y avatares. Junto a un montón de invitados, y con la participación como miembros más estables de la banda del bajista Andrés Rodríguez “Fran” y del guitarrista Nacho Ortiz, nos ofrecen quince temas de lo más variado e interesante, siempre dentro del rock con algún deje más hard o blues por momentos.
Que esta criatura es producto de la constancia y pasión del señor Olmos es más que evidente, siendo sin duda su personal y potente voz lo primero que sigue llamándonos la atención, con su timbre clásico, lleno de sentimiento y profundidad que adapta con versatilidad según lo requieran las melodías y textos de los temas.
Un aspecto este el de las letras también muy cuidado y a tener en cuenta en este disco donde también cuenta con alguna colaboración externa como la de nuestro amigo José Mora (La Cabaña del Tío Rock – Radio Vallekas) que pone su experiencia en bandeja para que la voz de Olmos desgrane uno de los cortes más atractivos del disco  “Esmeralda”, etílico, nostálgico y despechado a ritmo de rock & roll, y con ese tono arrastrado a lo Josele Santiago (Enemigos) que aparece alguna vez más a lo largo del CD.
Encontramos temas crudos y reivindicativos como la inicial “Les Da Igual” agria crítica al poder establecido y en la que de nuevo las voces mandan yendo de los tonos ásperos a los engolados, o como la cadenciosa y sombría “Soy La Esclavitud” que salpican de aromas tribales alternando la voz de Olmos con la más grave de Javier Chamorro. Contrastan estos cortes con otros festivos y canallas como la breve “Déjame” que precede a la elocuente “Fiesta” con un riff rasgado a lo Bad Company y un estribillo muy de bar, al igual que la tremendamente positiva “Vamos Que Nos Vamos” toda una invitación a la juerga adornada por un buen solo de guitarra a cargo de Angel Funes que también participa en otro puñado de temas.
Como sucedía en “Esmeralda”, el amor/desamor se refleja en otras composiciones como la intensamente tórrida “Me Hizo Tanto Mal”  llena de pasión y técnica vocal con un punto blues magnífico sobre sus lentos rasgueos de guitarra, que se tornan acústicos para la creciente “Casualidad” que me recuerda mucho a los mejores tiempos de Tahures Zurdos, siendo todavía más suave y pellizcada en la pincelada final que nos deja “No Puedo Verte Mal”.
Los temas cercanos al blues rock son de los que me han gustado, comenzando por la enérgica “Ahí Tienes La Pared” desafiante y áspera por momentos con buenos aportes de guitarra de Nacho Ortiz, que cede el protagonismo a las cuerdas en otros buenos temas en esta misma onda a Javier Mira, íntimo de Olmos y compañeros en Punto de Mira. El ex Tritón deja su sello en la breve y arrastrada “Me Hiciste Un Hombre” que se queda en una especie de interludio vacilón, como sucede en la sureña “La Carretera Es Mi Familia” que precede al medio tiempo “Por No Olvidar” llena de esencia y mensaje.
Pero es en la original “Luz” en la que más destaca la capacidad creativa de la pareja Olmos-Mira, comenzando de forma acústica y casi bucólica recordando mucho al “Tocaba Correr” de Ñu pero que después se ve arrebatada por la voz lírica de Victoria Manso y por el sonido de oboe de Paula Olmos, que no es que lo hagan mal, pero me da la sensación de que si hubieran dejado el tema más desnudo sólo con la voz principal y las guitarras creo que me gustaría más.
Se completa el disco con una muy buena versión del clásico “Reina de la Noche” de Miguel Ríos, tratada con la personalidad propia de Olmos pero respetando su estructura básica.
Por si esto fuera poco han tenido a bien ofrecer junto este montón de temas nuevos, la regrabación del primer disco de Antigua “Trece Razones Para Seguir” (2009) cambiando el orden de su track list pero respetándolo en su integridad con temas ya imprescindibles en sus directos como “Si Estás de Paso”, “Vuélvete Loca” o la especial “Que Empiece El Show” grabada en esta ocasión sólo con la voz de Olmos sin la participación del ingente número de invitados que aparecían originalmente.
Mariano Palomo

martes, 16 de septiembre de 2014

ASHA “Emotional Intelligence”

(Blue Dolphin Music)
El talento creador de Kike G. Caamaño, multiinstrumentista de origen gallego afincado en Málaga, acompañado una vez más por el vocalista escandinavo Jacob A. Poulsen, ha vuelto a dar frutos en forma de una docena de cortes que integran su última y brillante entrega discográfica de su proyecto Asha bajo el título de “Emotional Intelligence”.
A pesar de su larga trayectoria que arrancaba hace más de treinta años con un puñado de interesantes lanzamientos a sus espaldas, no sé exactamente por qué razón Kike nunca ha sido todo lo reconocido que debiera, me incluyo en el despiste ya que hace relativamente poco que yo también lo descubrí. Seguramente haya sido por su forma de trabajar absolutamente independiente y sin ningún tipo de ataduras ni creativas ni comerciales por lo que no haya llegado a muchos sitios, algo que obviamente tiene sus pros y sus contras, pero que me parece de lo más honesto y consecuente. Y así, haciéndose cargo una vez más prácticamente de todo, el señor Caamaño vuelve a poner en circulación un nuevo CD.
Siguiendo con su línea de brillantez instrumental y compositiva nos ofrece temas que podríamos catalogar en general como de rock progresivo, pero cada uno con su propia historia y personalidad, algunos más experimentales y menos inmediatos con la extensa “From The Ashes Of The Angel’s Death” como máximo exponente, en la que encontramos todo un catálogo de arreglos y giros técnicos yendo desde sonidos electrónicos a acústicos de piano, pero sin olvidar la buena aportación vocal de Jacob en un tono cercano a lo teatral.
Igualmente intrincada pero más dura y densa nos encontramos con “Cry In Silence” de lo más heavy del disco sobre todo por su tratamiento vocal, como lo es en menor medida la divertida “Dogwalker” más ágil y accesible a los oídos menos educados en estas lides, con ese original toque a lo Freak Kitchen en sus arreglos “marcianos” que salpican otros cortes como la curiosa y rotunda “The Last Letter”, la extravagante “If Memory Serves”, la actual más hard “Brand New Day” o la más enrevesada pero igual de convincente “A Man Without Land”.
Todos los temas anteriores me han gustado, pero dejo para el final tres más melódicos, para entendernos, y que cuanto más los escucho más me gustan, comenzando por el acertadísimo single “She Did Something New”, un temazo súper currado con la voz de Jacob más engolada dentro de cierto aire pomp y con unos desarrollos progresivos espectacularmente ejecutados sin perder enganche y llegada.
En una línea algo más sinfónica nos proponen “We Will Be There” que ataca con fuerza en el inicio para ir suavizándose para llegar una evocadora parte central que me recuerda al “Seventh Son Of A Seventh Son” de Iron Maiden.
El cierre lo pone “Till I Die” otro tema que bien podría ser elegido como single para sonar en la radio por su estribillo y melodía vocal más “comerciales” y pegadizas sobre unos acordes y escalas algo barrocas y románticas, a las que enriquece con sus coros Mayte G. Prieto que también participa pero dejándose notar menos en la inicial ya citada “Dogwalker”.
Gran final para un gran CD que encierra una vez más lo mejor de Asha, y que curiosamente tratándose como se trata del proyecto de un multiinstrumentista únicamente tiene un tema instrumental muy breve, la bucólica “Tale Of The Tales” completándose el trabajo con la también corta y acelerada “Emotional Intelligence”. Esto demuestra que sin ser el estilo más fácil de digerir, se puede hacer muy buen rock experimental, progresivo, extraterrestre, o llámalo como quieras, sin caer en la sobreexposición de cualidades técnicas sin sentido resultando bastante entretenido y atractivo.
Mariano Palomo

jueves, 11 de septiembre de 2014

WORK OF ART “Framework”


(Frontiers / Mastertrax)
Muchas ganas tenía de echarme al oído la tercera obra de arte de estos suecos genios del A.O.R. del siglo XXI, pocas veces el nombre de un grupo ha sido elegido con tanto acierto, y es que Work Of Art lo han vuelto hacer. Gran disco el que se han marcado estos tres señores, manteniendo intactas las señas de identidad que les han convertido en referentes absolutos del rock melódico para, sin abandonar las obvias influencias Toto, consolidar un sonido propio y perfectamente reconocible.
Lars Safsund vuelve a cantar con poderío y clase, siempre bien acompañado por los coros de sus compañeros. Herman Furin sigue dando ese empaque y solidez desde la batería que tanto echo en falta a veces en algunas producciones prefabricadas del género llenas de sonidos sampleados. Y lo de nuestro amigo Robert Sall empieza a ser de master interpretativo y compositivo, engarzando los sonidos de guitarra y teclados con maestría, clase y versatilidad por arrobas, sencillamente genial.
Ya tuvimos la oportunidad hace casi un año dentro del pasado Firefest de poder degustar en directo dos de los temas que a la postre han sido incluidos en este “Framework”, sonándonos ya muy bien y poniéndonos los dientes largos. No fueron más que un sabroso aperitivo del festín que nos esperaba, comenzando por la dinámica “Time To Let Go” sonido puro A.O.R. clásico lleno de elegancia, equilibrando teclas y guitarras acertadamente para dejar que brillen las voces con un estribillo fantástico. El otro tema que pudimos disfrutar en directo “Over The Line” se nos quedó aún más en su momento por lo pegadizo de su reiterado estribillo, descubriendo ahora más matices dentro de su sonido, muy Toto por otra parte, en el trabajo instrumental desarrollado con una fuerza espectacular.
En esta misma línea de fuerza y poderío rítmico nos encontramos con la espectacular “How Will I Know” corte pegadizo algo más guitarrero con una melodía de voz muy trabajada y que me da la impresión que va para clásico de la banda, al igual que la deliciosa “Can’t Let Go” llena de encanto con un enorme estribillo coreado y unas cuidadísimas guitarras, acercándose al West Coast, al igual que en la vibrante “How Do You Sleep At Night?” otra genialidad llena de detalles técnicos que no menoscaban su facilidad de llegada al escuchante.
Más directas y pegadizas nos encontramos con la alegre “Natalie”, no podía faltar el tema con nombre de mujer, en el que Robert se explaya con las teclas sin olvidar su guitarra dejando un indisimulado regusto Lukather, que se equilibra para dar nivel top al sonido de “The Machine” un corte menos inmediato pero tremendamente trabajado y dinámico.
Envuelven su sonido de sofisticación y suavidad para dejarnos la intensa “Shout ‘Till You Wake Up” con la voz de Lars saliéndose dentro de la atmósfera creada por las teclas y guitarras de Robert, como sucede en el encantador medio tiempo “Hold On To Love” más cercano al West Coast pleno de melodía y clase abrazándonos con sus elegantes melodías.
El cierre lo ponen “The Turning Point” una deliciosa composición en la que se entrelazan sonidos de piano y guitarra dando réplica a unas voces más opacas y cálidas, y “My Waking Dream” un tema lento que no llega a ser una balada propiamente dicha y que sirve para finalizar de manera correcta, aunque algo menor comparado con todo lo que le precede, este fantástico trabajo por el que ha merecido la pena esperar casi dos años, desde luego se nota que estos chicos hacen las cosas a conciencia y el resultado es muy difícilmente mejorable.
Mariano Palomo

MR. BIG “…The Stories We Could Tell”

(Frontiers / Mastertrax)
Tres años después de su victorioso regreso discográfico con el brillante “What If” Eric Martin, Paul Gilbert, Billy Sheehan y Pat Torpey, vuelven a dejarnos otra buena entrega, aunque en mi opinión algo inferior a su predecesora. Y no es que el disco sea flojo, ni mucho menos, pero si echo en falta algo más dinamismo e inmediatez en la mayoría de sus temas, elemento diferenciador que sí encontraba en “What If” y que ahora en este “…The Stories We Could Tell” no he logrado hasta después de rascar mucho dentro de unos desarrollos más densos en general.
Eso sí, el nivel instrumental y vocal sigue intacto, todos los miembros del grupo mostrándose como auténticos músicos top en cada uno de sus instrumentos, gustándome especialmente el tratamiento de las guitarras por parte de Paul Gilbert, sencillamente espectacular, con dejes muy clásicos por momentos, y con alguna que otra muestra de su vena más experimental con la que se explaya ampliamente en sus discos en solitario.
Yendo directamente a los temas que más me han seducido del disco me quedo con la hard rockanrolera “What If We Were New” por su rollo clásico setentero lleno de encanto en su alegre sonido de guitarras barnizado por las melodías vocales marca de la casa, repitiéndose en cierto modo la fórmula pero con un deje más blues en la cadencia de “It’s Always About That Girl” un medio tiempo embaucador con la base rítmica muy marcada, salpicada de licks y rodeada de buenos coros. A la misma altura pueden estar la luminosa “Satisfied” clásico Mr. Big lleno de ritmo buenrrollista con esas voces dobladas que el cuarteto ejecuta como pocos, o la desafiante “The Monster In Me” que va enganchando sobre una base gorda, con Sheehan dejándose notar, aligerada por las melodías de voz.
En un segundo escalón situaría las enérgicas “Gotta Love The Ride” que abre el disco recogiendo el sonido de los temas más pesados de “What If” pero con un punto más de agilidad en sus desarrollos instrumentales, y “I Forget To Breathe” con un ligero ramalazo funky en su marcado riff cortado recordando a la etapa Kotzen de la banda, al igual que en la resultona aunque algo simple “The Light Of Day” o en la tórrida “Cinderella Smile” de reminiscencias setenteras y Hendrix pero con unos arreglos actualizados algo densos, como sucede en la sombría final “The Stories We Could Tell”.
Por su parte los temas algo más relajados del disco cumplen bastante bien, “Fragile” con su ritmo nada acelerado pero rotundo resulta de los más A.O.R. del disco por sus melodías de voz pudiendo encajar perfectamente en los últimos discos en solitario de Eric Martin, al igual que el medio tiempo “Eastwest” adornado de unos rasgueos acústicos que se imponen por momentos a los aportes eléctricos de Paul Gilbert.
En cuanto las baladas propiamente dichas, una de las especialidades de la banda, en esta ocasión tenemos doble ración, primero con “The Man Who Has Everything” una cálida y agradable pieza pero algo monótona, que es mejorada notablemente por la sentida y romántica “Just Let Your Heart Decide” mucho más completa e intensa de nuevo jugando con acierto con los sonidos acústicos y eléctricos, amén del habitual nivelazo coral.
En general un buen disco, de eso creo que no hay duda, lleno de interesantísimos momentos técnicos, pero con menos punch que otras veces, al menos eso es lo que a mí me ha transmitido. En apenas mes y medio tendremos la oportunidad de verles defenderlo en directo por aquí, seguro que entonces estos temas nuevos nos transmitirán mucho más rodeados de sus grandes clásicos, y si pudiera ser con Pat Torpey a la batería mejor que mejor, y si no puede ser le deseamos que se recupere lo antes y mejor posible de su enfermedad de Parkinson. Animo Pat.
Mariano Palomo

miércoles, 10 de septiembre de 2014

MOONLAND “Moonland”

(Frontiers / Mastertrax)
A sus veintiocho años la estonia Lenna Kuurmaa ya tiene tras de sí una extensa carrera como cantante, actriz, presentadora y compositora, siendo su participación en la banda de pop rock Vanilla Ninja la que empezó a llamar la atención del público cercano al A.O.R. Ahora refrenda este interés con la salida del debut discográfico de su proyecto Moonland, un trabajo lleno de temas melódicos y bien elaborados, con la elegancia y la clase como principales características, pero sin dejar de lado buenos aportes rockeros, sobre todo de la mano del guitarrista Francesco Marras, y sin olvidar algún ramalazo popero recordando a su etapa anterior.
En el disco, como no podía ser de otra manera, destaca sobre todo la bonita y trabajada voz de Lenna pero como decía las guitarras tienen bastante protagonismo por momentos junto a los teclados de un Alessandro Del Vecchio que una vez más vuelve a ponerse a los mandos de un nuevo reto, haciéndose cargo además de los coros que en esta ocasión tienen algo menos de protagonismo. Completa la formación la siempre competente Anna Portalupi (Hardline) al bajo y el batería Alessandro Polifrone, amén de la aportación casi testimonial del mítico Bruce Gaitsch.
En cuanto a los temas los hay tremendamente atractivos y adictivos, como la inicial “Heaven Is To Be Close To You” A.O.R. pegadizo de buen estribillo y guitarras, que se implementa aún más en otros cortes como la intensa e insinuante “Crime Of Love” menos directa pero más sólida, las elegantes “When Love Is Gone” y “Over Me”, o la más rockera “Cold As Ice” muy potente con gran pegada recordándome a nuestros añorados Nexx para convertirse en mi favorita del disco junto a la dinámica “Heart Made Of Steel” y a la rápida “Another Day In Paradise” extraordinariamente pegadiza con un estribillo ganador que sobresale sobre sus buenas guitarras.
Un peldaño por debajo en cuanto a intensidad y pegada situaría la atemperada “Open Your Heart”, agradable y bonita pieza con menor consistencia, las más poprockeras “Poison Angel” donde la voz de Lenna eclipsa una instrumentación más moderna y sintetizada aun incluyendo un correcto solo de guitarra, como sucede en “Out Of Reach”, elegante y clásica en su concepción pero algo monótona en su desarrollo, o en la sencilla y asequible “Look At Us Now”. Por su parte “Live And Let Go” es la única balada del disco, una pieza agradable y suave de nuevo a mayor gloria de la señorita Kuurmaa que luce sus capacidades vocales en su inicio junto al piano de Del Vecchio para acabar más contundente con la entrada del resto del grupo.
Un disco que en una primera escucha me dejó bastante indiferente, pero que al cabo de unas cuantas vueltas ha terminado por convencerme en buena medida, sin ser la panacea del A.O.R. ni descubrir nada nuevo me parece que está bien hecho siendo capaz de hacernos pasar un buen rato.
Mariano Palomo

STRYPER “Live At The Whisky”

(Frontiers / Mastertrax)
Tras la salida hace unos meses del brillantísimo “No More Hell To Pay”, los apóstoles del heavy metal cristiano nos ofrecen esta grabación registrada en el mítico club Whisky a Go Go de Los Angeles, habitual antro de pecado y perversión, que por lo que podemos escuchar fue testigo de una potente descarga de unos Stryper que probablemente estén uno de los mejores momentos de su carrera.
El sonido del disco no es ultra nítido, pero casi mejor, me da la impresión que tiene la postproducción justa, sonando crudo y afilado, con una gran presencia de las guitarras de Oz Fox y Michael Sweet que rasgan las potentes melodías corales marca de la casa sobre la precisa pegada de Robert Sweet y las marcadas pulsaciones de Tim Gaines. Todo esto ejecutado a todo trapo, sin apenas speeches ni pausas, nada de solos ni partes acústicas, puro heavy metal de alto octanaje pero con la clase y nivel de los grandes.
Como decía este CD recoge uno de los conciertos de presentación del último trabajo del grupo del que incluyen cuatro de sus temas más representativas, comenzando por una poderosísima “Leagacy” que con su riff asesino y su vibrante ritmo es ideal para abrir, atemperando un poco la historia seguidamente con “Marching Into Battle” plena de marcialidad a base de redobles y coros hímnicos.
Amplio bloque de clásicos a continuación con unas tremendas interpretaciones de “You Know What To Do” con un Michael Sweet soberbio a la voz bien secundado por sus compañeros de fatigas como a lo largo de todo el disco. La primigenia “Loud N’ Clear” sigue sonando tan afilada como de costumbre, para dar un toque más melódico luego con una enormemente contagiosa “Reach Out” con ese estribillo ganador que entra a cuchillo, y con la no menos grande “Calling On You” corte enorme que sigue poniéndome los pelos de punta cada vez que tengo ocasión de disfrutarla en directo.
No se quedan atrás en emotividad y pegada “Free”, “More Than A Man” o “The Rock That Makes Me Roll”, que suenan un puntito más duras incluso, para dar paso a los otros dos temas nuevos, en primer lugar “No More Hell To Pay” el tema título de cadencia más pesada pero igualmente eficaz y tremendamente heavy, para aligerar el paso con “Jesus Is Just Alright” la pegadiza versión de Doobie Brothers que Stryper han adaptado a su estilo más cañero manteniendo su mensaje cristiano pero con una fuerza e ímpetu brutales reflejado tanto en sus líneas vocales como en sus guitarras punzantes y densas.
Superadas las dos terceras partes del disco nos encontramos con un par de temas de los discos que suelen ser recordados en menor medida por la banda, el infravalorado “Against The Law” del que rescatan una competente “All For  One” y el extrañamente casi olvidado “In God We Trust” del que nos dejan su single “Always There For You” que, no sé si es porque hace mucho que no la escuchaba en directo, me suena más hueca y menos rotunda de lo que la recordaba.
La traca final con “The Way” acelerando sobre su cabalgante y penetrante ritmo, y con las imprescindibles “To Hell With The Devil” y “Soldiers Under Command” con mayor participación de la concurrencia, resulta tan previsible como espectacular, coros enormes, guitarras taladrantes, estribillos archiconocidos, melodías grandiosas, en definitiva himnos imperecederos con los que hemos crecido aprendiendo a amar el heavy metal independientemente del mensaje que encierren, sirviendo como broche perfecto para casi ochenta minutos trepidantes de la mano de una formación que creo que todavía tiene que darnos muchas alegrías.
Mariano Palomo