miércoles, 26 de febrero de 2014

HOUSE OF LORDS "Precious Metal"

(Frontiers / Mastertrax)

Noveno trabajo en estudio de la banda de James Christian para celebrar más de un cuarto de siglo en activo recuperando alguno de los elementos que llamaron la atención del público hard rockero y melódico con su, para mí, todavía no superada ópera prima.
Y no es que este “Precious Metal” sea precisamente el disco que más me haya convencido de House Of Lords desde que volvieron a la actividad hace diez años con el vilipendiado “The Power And The Myth” en el que flirteaban con el rock progresivo, para luego retomar la senda más melódica con una formación renovada que perdura hasta hoy. Otros trabajos como “Come To My Kingdom” o “Big Money” me han llenado más, a pesar de sus producciones, aspecto este en el que creo que “Precious Metal” mejora sobre todo en lo que al sonido de la batería de BJ Zampa y del bajo de Chris McCarvill se refiere, pero sigo encontrando algunas fases de indefinición. En cualquier caso el disco me parece que llega al notable, con algunos temas brillantes en los que recuperan cierta pomposidad y épica de antaño que se echaban algo en falta desde la marcha del teclista original Gregg Giuffria.
Esa mayor presencia de sinfonismo y épica empieza a aparecer en tema de apertura “Battle” potente corte en el que teclas y guitarras alternan con poderío creando una ambientación para que Christian desarrolle sus buenas capacidades vocales, al igual que en la dinámica “Epic” más directa y melódica con Robin Beck apoyando en la segunda voz, dejando para más adelante una participación más destacada en otros temas, o en la contagiosa “Action” que gana por su puto arrogante despuntando en su claro estribillo.
El hard más melódico rozando el A.O.R. marca temas como la animada ochentera “I’m Breaking Free” resultando de las más pegadizas y festivas pero dejando un incisivo solo a cargo de Jimi Bell que ofrece un amplio rango de registros guitarreros a lo largo de todo el disco, pasando de los rasgueos insinuantes de la reconocible “Permission To Die” a los riffs punzantes de la cañera “Swimmin’ With The Sharks” marcando un ritmo alto que da sustento a una magnífica melodía vocal doblada, o la distorsión más cruda, haciendo honor a su título, en la más pesada “Raw” con presencia discreta de nuevo de Robin Beck.
Una voz la de Robin mucho más presente con desigual fortuna en la lenta y monótona “Enemy Mine” que a pesar de su dueto vocal me parece la más floja del disco, mejorada notablemente por la animada de ritmo vivo y sonido más puramente A.O.R. “You Might Just Save My Life”, aquí sí con un gran juego de voces del matrimonio Christian, y por el cuidado medio tiempo “Turn Back The Tide” que a pesar de no tener mucho ritmo resulta de lo más compacto con sus coros llenando estrofas y estribillo.
En la vitalista “Live Everyday (As It’s The Last)” las melodías de voz mandan marcando desarrollos y subidas en los que la voz de Christian brilla junto a un buen solo de Bell que endurece un tanto el tema, para suavizarse en la balada “Precious Metal” en un tono romántico envolvente con un delicado estribillo una vez más con la voz de Robin apoyando en un discreto segundo plano para que su esposo luzca su cara más tierna.
Como decía seguramente no sea el mejor disco de House Of Lords 2.0 y no me entró ni a la primera ni a la segunda, pero creo que cumple sobradamente ganando a cada escucha. Esperemos que sean capaces de llevarlo al directo dignamente sin tener que abusar de samples y grabaciones, ya que su inminente gira contarán con una corista de lujo como la Sra. de Christian.
Mariano Palomo

martes, 25 de febrero de 2014

W.E.T. "One Live-In Stockholm"

(Frontiers / Mastertrax)

Después de quedarme con ganas de más tras asistir a su actuación en el pasado Firefest, tenía curiosidad por ver como plasmarían W.E.T. un concierto más amplío y variado en CD. Doblando en duración a aquel e introduciendo algunos temas de las tres bandas que prestan sus iniciales al nombre del grupo, amén del extenso repaso que dan a sus dos discos con mayor presencia del segundo “Rise Up”, y de presentar dos temas nuevos en estudio, este “One Live-In Stockholm” resulta de lo más completo y entretenido, y aunque sigo echando en falta en algunos momentos algo más de solidez y presencia de los teclados de Robert Sall (Work Of Art) en la interpretación de los temas, en general el sonido me parece bastante bueno.
Tras una intro bastante insulsa el primer CD se abre igual que su último disco con la adecuada “Walk Away” sucedida por la intensa y dinámica “Learn To Live Again” brillando más la alternancia vocal entre Jeff Scott Soto, que lleva la mayoría del peso en esta tarea durante todo el trabajo, y Erik Martensson que también se encarga de la guitarra rítmica respaldando la más que interesante labor de Magnus Henriksson, compañero de Erik en Eclipse, como el batería Robban Back que suena realmente bien en esta grabación, al igual que el bajo de Andreas Passmark (Royal Hunt).
Recuerdo para el primer disco de W.E.T. con “Invincible” sustentada en su riff duro y sus grandes melodías dobladas, empezando a sonar más las teclas junto a la potente voz de Jeff Scott Soto en la ochentera “I’ll Be There”, y más aún en la poderosa balada “Love Heals” con ese punto amargo realmente especial, que desaparece en la brillante “Rise Up” contagiosa hasta el punto de escuchar unos tímidos palmeos del público.
Primer tema extra W.E.T., en este caso la tremenda “Bleed & Sream” que da título al último álbum de Eclipse con Erik Martensson tomando los mando vocales para encajar perfectamente dentro del set, sucedida por la rotunda y comercial “Bad Boy” cuyo estribillo se clava a la primera recordando bastante a los suecos H.E.A.T, para endurecerse después con la más actual “Still Unbroken” una vez más con las melodías de voz dobladas alternando Jeff y Erik con acierto. El primer CD se cierra con la entrañable “Broken Wings” creando una envolvente ambientación positiva, rematada por una más que correcta revisión del hit de Talisman “I’ll Be Waiting” con su habitual coreo por parte del público siempre resultón.
Sigue la fiesta en el segundo CD con una tremenda “If I Fall”, puro A.O.R. top a lo Journey con unas melodías vocales inmensas y con un trabajo de guitarra por parte de Henriksson más pulido de lo habitual, para seguir en la misma con “Shot” manteniendo intensidad y sentimiento pero con algo más de dureza, que desaparece en la melancólica “Comes Down Like Rain”, dedicada emotivamente al desaparecido líder de Talisman y bajista en el primer disco de W.E.T. Marcel Jacob, creando una atmósfera algo sórdida que se desgarra en su parte final.
Protagonismo para Work Of Art con una interpretación algo más dura de su fantástica “The Great Fall” para la cuentan con su cantante Lars Safsund dando brillo a la misma junto a unos buenísimos coros, pero con unas teclas más tímidas por parte de Sall, para continuar con la más ligera “What Yoy Want” y con el himno “Brothers In Arms” pleno de esencia Talisman con unos corazos de lujo llenándola de feelin para despedirse por primera vez, volviendo para recordar de nuevo al grupo de Soto y Jacob con “Mysterious” una fiel revisión más guitarrera y con menos presencia de bajo con la voz Erik dando un color distinto como réplica a la de Jeff. El directo se cierra con el tema franquicia de W.E.T. “One Love”, perfecto para resumir el sonido del grupo con sus armonías vocales, sus buenas guitarras y su discreto toque actual.
Se completa este lanzamiento con los dos temas nuevos en estudio citados anteriormente que ni desmerecen ni resaltan sobre los ya conocidos del grupo. El primero de ellos “Poison (Numnbering The Pain)” incluye algún ligero retazo progresivo en su sonido de guitarra pero mantiene la esencia hard melódica en voces y estribillo claro. El segundo “Bigger Than Both Of Us” es un medio tiempo igualmente válido y reconocible, destacando su profundo inicio con la voz de Soto prácticamente desnuda.
Un notable trabajo en su conjunto que además se complementa con su correspondiente DVD que recoge el concierto íntegro grabado el 17 de enero de 2013 en el Debaser Club de la capital sueca, además de los vídeo clips de “Love Heels” y de “Learn To Live Again”, para rematarlo y hacerlo más que recomendable para los seguidores de la banda y del hard melódico de calidad.
Mariano Palomo

VANDEN PLAS "Chronicles Of The Immortals-Netherworld”

(Frontiers / Mastertrax)

Siempre inquietos e innovadores los germanos Vanden Plas vuelven a sorprendernos con sus últimos proyectos. Desde que en 2010 publicaran su anterior entrega “The Seraphic Clockwork”, han tenido tiempo de llevar a los teatros una ópera rock junto al escritor Wolfang Hohlbein que con más de 45 millones de libros vendidos en todo el mundo es uno de los autores alemanes más exitosos del momento. Esa ópera basada en su serie “The Chronicles Of The Immortals” dio como resultado una escenificación orquestada bajo el título de “Bloodnight” (“Blutnacht” en alemán), de cuyo primer acto “Netherworld” han adaptado su música haciéndola más progresiva y metálica para plasmarla en el disco que ahora nos ocupa.
Historias existencialistas aparte y centrándonos en lo puramente musical estamos ante un tremendo trabajo de metal progresivo lleno de matices y calidad al nivel de lo que nos tienen acostumbrados Vanden Plas. Obviamente marcadamente teatral por momentos, con grandes dosis de melodía, pero sin olvidar ataques agresivos y poderosos en los que todos los componentes del grupo rallan a gran altura.
El álbum está dividido en diez partes denominadas "Visions", precediendo a sus correspondientes títulos desentrañando en cada uno de ellos la trama del libreto, comenzando por “Vision One” una narración grave y profunda a cargo del propio Hohlbein que nos introduce de forma inquietante a lo Orson Welles para que vayan entrando con suavidad en escena el piano de Gunter Werno y la dramatizada voz de Andy Kuntz, que van creciendo hasta enlazar con “Vision Two-The Black Knight” que tras unos marciales redobles de la mano de Andreas Lill rompe potente sobre los ritmos progresivos que marca junto al bajista Torsten Reichert combinando desarrollos duros y marcados con envolventes melodías de voz, guitarra y teclados, rematados por unos delicados coros de voces blancas, que vuelven a romperse bruscamente en “Vision Three-Godmaker”, siguiendo la misma línea de teatralidad cañera adornada por unos rotundos y preciosistas aportes de Werno del guitarrista Stephan Lill.
Llegamos a un pequeño momento reposado en “Vision Four-Misery Affection Prelude” donde de nuevo el piano es protagonista junto a un suave dueto vocal en el que interviene una voz femenina junto a la de Kuntz que continúa presente en la cadenciosa “Vision Five-Ghost Requiem” donde me parece apreciar algunos fragmentos de su letra en latín, muy apropiado por otra parte dentro de su lúgubre y monacal ambientación que parece reflejar una triste oración que en su tramo final coge altura con la entrada de la instrumentación subiendo a un tono más coral.
Vuelve la dureza instrumental pero si aumentar demasiado el ritmo con “Vision Six-New Vampire” cortada en sus andanadas prog metaleras por la matizada melodía vocal que se desgarra por momentos en algunos repuntes dentro de un sonido ligeramente gótico barnizado por trabajados arreglos de guitarra y teclados que lo relajan, para acelerar notablemente en la más extensa “Vision Seven-The King And The Children Of Lost World” prog power melódico evocador a lo Kamelot donde las teclas de Werno lucen junto a sus brillantes cambios de ritmo, bajando de nuevo la velocidad en la melancólica “Vision Eight-Misery Affection” de nuevo con la suave voz femenina compartiendo primeros planos con la de Kuntz sobre un sustento sombrío de piano y cuerda a los que se une la guitarra de Stephan en su parte final.
En esa misma línea misteriosa sigue desarrollándose la historia con “Vision Nine-Soul Alliance” con riffs marcados y duros junto a líneas vocales muy melódicas creando un buen contraste intensificado por unas teclas balanceadas, que se suavizan en el inicio de la final “Vision Ten-Inside” para romper bruscamente con un punzante riff que vuelve a relajarse con la buena melodía de voz y una discreta orquestación que le da un interesante toque intimista.
Final de la primera parte de esta historia de la que habrá continuación próximamente, y que seguramente comprendida en toda su dimensión literaria ganará en interés, pero que de momento en lo meramente musical después de más de veinte años de carrera, sigue situando a Vanden Plas en el podio del metal progresivo europeo.
Mariano Palomo

viernes, 21 de febrero de 2014

HEART “Fanatic: Live From Caesars Colosseum”

(Frontiers / Mastertrax)

Enésimo directo de la banda de las Hermanas Wilson, en este caso recogido durante la gira de su último trabajo en estudio “Fanatic”. Un disco al que no le hice mucho caso cuando salió hace año y medio, pero que ahora vuelvo a recordar en buena parte con cinco de sus temas representados en este directo, de sonido por momentos más cañero de lo que esperaba por parte de una banda como Heart, y que completan con un repaso por algunos de sus clásicos tanto setenteros como ochenteros, con mayor incidencia en los primeros.
Se abre este trabajo con el tema título “Fanatic” con un punto atormentado pero asequible dentro una tesitura más pesada aclarada por su estribillo potente y arrogante en la voz de Ann Wilson que sigue demostrando su tremenda capacidad y carisma, aumentando el ritmo en un tono más descarnado en la primigenia “Heartless” con una onda más rockera en la que la base rítmica, sobre todo el bajo de Dan Rothchild, se deja notar con fuerza.
Tras este inicio más guitarrero toda una perlita lenta como “What Abouot Love” de pasión desbordada pero algo ralentizada y aligerada respecto a la original, para endurecerse a continuación las guitarras de Nancy Wilson en la más gris y actual “Mashallah!”, de lo más pobre del disco junto a la perfectamente obviable “59 Crunch” en la que se puede adivinar el origen seattleliano del grupo aunque afortunadamente poco o nada tengan que ver con algunos de sus innombrables paisanos más populares. Entre medias otro guiño setentero y rockero con “Even It Up” marcada por unas buenas guitarras y por su sensual y descarada melodía vocal llena de rollo.
Doble recuerdo para su icónico LP “Dog & Butterfly” con la animada “Straight On” en la que participa palmeando el público para apoyar unas curiosas aportaciones de guitarra entre el funky y el blues, que desaparecen en el envolvente y delicado tema título del disco de los setenta con una nueva exhibición vocal de Ann prácticamente sin más apoyo que unos bonitos rasgueos acústicos y una ligera percusión, que se prolonga en “Walking Good” dotada de un aire bucólico por unos discretos sonidos de flauta y cuerda.
Continúan en onda romántica pero más eléctrica con la preciosa “These Dreams”, algo más comedida que la original como sucedía en “What About Love”, y seguidamente con la inmensa “Alone” que empieza a atrapar desde sus orgánicas teclas para ir creciendo pero sin romper con contundencia, a pesar de lo cual resulta igualmente bella e intensa.
Tramo final más hard con la tórrida “Dear Old America” algo sucia pero con mucho feeling alternando voces insinuantes y arrogantes, seguida por la apasionada “Crazy On You” transmitiendo con poderío, para cerrar definitivamente con la tremenda “Barracuda” que siempre es una garantía de éxito y rotundidad en directo, incluso para este disco que, a pesar de sus altibajos y de su irregular track list, sigue mostrando a unos competentes Heart.
Mariano Palomo

martes, 18 de febrero de 2014

VANDENBERG’S MOONKINGS “Vandenberg’s Moonkings”

(Mascot Records)

Más de tres lustros han tenido que pasar para que volviera a ofrecernos nuevo material en estudio el guitarrista Adrian Vandenberg, probablemente el más talentoso y brillante surgido en los Países Bajos. Un señor que empezó a darse a conocer con la banda a la que ponía su apellido con tres fantásticas obras a principios de los ochenta capaces de llamar la atención del mismísimo David Coverdale que no dudó en reclutarlo para las filas de la Serpiente Blanca compartiendo ambos una larga trayectoria interrumpida en diversos momentos, cual figura del balompié, por unas inoportunas lesiones articulares del hacha neerlandés.
Curiosamente fue el fútbol en 2011 el que devolvió a Adrian a la actividad musical, concretamente cuando el equipo de su ciudad y reciente campeón de la liga holandesa, FC Twente Enchede, le reclamó para hacer una canción rockera que animara a sus seguidores. Tras conocer al vocalista Jan Hoving todo empezó a rodar y crecer hasta llegar a tocar junto el batería Mart Nijen Es y al bajista Sem Christoffel en las celebraciones del título del Twente, y desde entonces ensayos, arreglos y grabaciones para llegar a dar forma al disco que nos ocupa de Vandenberg’s Moonkigns.
Como suele ocurrir en estos casos de regresos más o menos inesperados la experiencia ha hecho que uno se los tome con cierta calma y precaución, pero en este caso el resultado creo que no puede ser más satisfactorio, ya que estamos ante un señor disco de puro hard rock lleno de esencia, clase y nivel, y además sonando como un grupo, no como el proyecto de un guitar hero al uso. Inevitablemente la sombra de Whitesnake es alargada y se deja notar en el sonido de algunos temas, pero curiosamente me recuerda más a la etapa pre-Vandenberg que a la ochentera-noventera, incidiendo incluso más en el de bandas como Bad Company o Led Zeppelin.
Mucho tiene que ver en este sonido el añejo timbre de voz del, por otra parte bastante joven, Jan Hoving. Todo un descubrimiento que bebe directamente de las fuentes de grandes como Paul Rodgers, Danny Bowes o el propio Coverdale. Algo que queda meridanamente claro desde un principio con la sinuosa “Lust And Lies”, tremenda melodía vocal llena de rollo sobre el gran trabajo de guitarra de Adrian que destaca sin eclipsar, dejando espacio para unas marcadas líneas de bajo de Sem y para las percusiones, congas incluidas, de Mart, formando ambos una base rítmica muy a tener en cuenta.
Sigue el espíritu setentero sobrevolando la fantástica “Close To You” en la que el influjo Zeppelin no puede ser más evidente en su sonido de guitarra pero con el contraste coverdeliano de su melodía de voz, vamos, que bien podría haber sido un tema de Coverdale-Page. Una referencia esta perfectamente válida para situar otros buenos cortes como “One Step Behind” entrañable tema lento que va creciendo en ritmo e intensidad entremezclando detalles de mandolina, calidez vocal y rasgueos acústicos rematando con un solo eléctrico bastante durito, o la divertida “Leeches” con un ligero toque lisérgico y vacilón quedando de lo más curiosa.
Giro soul para la tremenda “Good Thing” probablemente mi tema favorito del disco, y es difícil elegir. Elegancia, ritmo, encanto, todo ello condimentado por unas voces negras femeninas tremendas que dan réplica a la potente y melódica voz de Jan que brilla sobremanera, repitiendo la fórmula con casi idéntico éxito en la más hard rockera “Feel It” con un estribillo que entra como cuchillo en mantequilla doblándose sobre una buenísima base rítmica salpicada por unas guitarras de alma sureña que le dan un encanto especial al tema, endureciéndose ligeramente en la menos inmediata “Leave This Town” con cierto regusto Thunder.
Mayor potencia y pegada encontramos en otros momentos, como en la insinuante “Steal Away” con el bajo de Sem de nuevo marcadísimo a lo Glenn Hughes en una línea muy cercana al sonido de los últimos discos de Whitesnake, quedando más rockanrolero en “Nothing Touches” otra de las más destacadas llena de ritmo groovie motero, y donde citan a modo de homenaje a bandas como Van Halen o AC/DC, repitiendo el tan manido pero siempre vigente mensaje “Rock & Roll is Forever”. Misma línea enérgica pero matizada para la poderosa “Line Of Fire” que en su estribillo clarísimo recuerda a los mejores tiempos de The Cult con un Jan desafiante en su interpretación vocal de nuevo apoyado, aunque más discretamente, por los coros femeninos.
También hay sitio para temas tranquilos pero igualmente interesantes, caso de las delicadas “Breathing” llena de sonidos acústicos y de cuerda (¿habrá desempolvado Adrian el arco del vídeo de “Still of the Night”?) y “Out Of Reach” en la misma línea pero con un magnífico toque blues-sureño en sus guitarras. Como colofón dejan para el final una revisión de “Saling Ships” tema compuesto para Whitesnake apareciendo en el en mi opinión infravalorado “Slip Of The Tongue” y para la que Adrian ha llamado al maestro Coverdale regalándonos una versión bastante diferente, más tranquila y envolvente que la original, pero igualmente embaucadora.
Broche de oro para un fantástico disco que ya está en mi top de las últimas semanas, devolviéndonos a un gran músico que acompañado de otros tres que tienen pinta de llegar a serlo, han parido un proyecto absolutamente recomendable que ya estamos deseando poder degustar en directo en su próxima actuación en Madrid el 29 de marzo, yo no pienso perdérmelo.
Mariano Palomo

miércoles, 12 de febrero de 2014

IRON SAVIOR “Rise Of The Hero”

(AFM / Avispa)

Después de casi tres años de ausencia discográfica, vuelven de nuevo a la carga el vocalista-guitarrista Piet Sielck y sus huestes para continuar haciendo las delicias de los fans que han ido ganando en una carrera que arrancó en 1997. Repitiendo la formación de su anterior entrega “The Landing”, podemos decir que no hay novedades en ninguno de los sentidos. El power metal energizante de estos alemanes no ha sufrido ninguna variación, siguen siendo los de siempre y nos alegramos de ello.
Tras la sacrosanta introducción instrumental, la cañera y majestuosa “Last Hero” basta para comprobar que las cosas siguen en su sitio. No puedes evitar una sensación de alegría y deseas que lleguen el resto de las canciones. Y no defraudan. La acelerada “Revenge Of The Bride” y la épica “Far Beyond Time”, siguen en la misma tónica. Algo menos acelerada, pero igual de poderosa, es “Burning Heart”. La caña continúa con “Thunder From The Mountains”. Baja un poco la velocidad, aunque no la calidad, en “Iron Warrior” y “Dragon King”. “Dance With Somebody” sorprende un poco por lo rocanrolera y marchosa. Las dos más flojas del trabajo son “Firestorm”, con un estribillo que no convence, y sobre todo “The Demon”, un medio tiempo aburridísimo que es lo único que sobra en este disco. Pero las cosas vuelven a su sitio en “Fistraiser”, un broche final de verdadero lujo. Aunque el adelanto que hemos escuchado no dispone de las letras, nuestro modesto nivel de inglés nos ha permitido comprender que es un canto de exaltación al heavy metal.
Por lo que acabamos de decir, no podemos contar mucho acerca de la línea argumental que va siguiendo la historia del Iron Savior. En las últimas entregas discográficas la mayoría de las composiciones tenían otra temática, pero siempre había alguna canción que continuaba narrando las andanzas de la nave cyborg. En “Megatrópolis” el Salvador del Hierro decidía viajar al espacio y abandonar la Tierra, en principio sin intención de volver. En “The Landing” regresa a nuestro mundo después de algunos siglos de excursión interestelar, para encontrarse sorprendido con el planeta devastado. Hasta que tengamos acceso a las letras no sabremos cómo continúa la cosa, pero por lo poco que hemos podido entender sí sabemos que algunos temas están protagonizados por el Iron Savior, como mínimo “Far Beyond Time” y “Thunder From The Mountains”.
En resumen, lo único que se le puede reprochar a este nuevo disco es la falta de evolución. Más de lo mismo. Pero cuando “lo mismo” está muy, pero que muy bien, ¿qué necesidad hay de cambiar? Lo que ahora toca es un doble CD en directo, que después de nueve entregas de larga duración ya va siendo hora.
Nacho Jordán

VANISHING POINT “Distant Is The Sun”

(AFM / Avispa)

Nada menos que de tierras australianas vienen estos Vanishing Point. Aunque muy poco conocidos aquí, este es ya su quinto trabajo, al parecer empezaron a funcionar en 1995. Es curioso que a finales de los 80 y principios de los 90 hubo en Japón un grupo de idéntico nombre.
Resulta un poco complicado describir la música de estos compatriotas de AC/DC. Desde luego, no tienen nada que ver con sus paisanos. Podemos decir que practican power metal con elementos progresivos y melódicos, y con fuerte presencia de teclados en muchos de sus temas.
En este “Distant Is The Sun” se nos ofrecen doce canciones, a las que si añadimos la intro y la outro instrumentales, suman un total de 14 cortes. En general se trata de composiciones, que, pese a los elementos progresivos que ya hemos mencionado, no cansan porque no se pierden en instrumentales interminables. Los temas son relativamente, cortos, ninguno pasa de seis minutos. Intentan dar cierta variedad al trabajo. Hay cortes lentos y melódicos como “Handful Of Hope” o “Store Of Misery”. Tenemos canciones más cañeras y encuadradas en el power metal, como “King Of Empty Promises”, “Era Zero”, “Wall Of Silence” o la que da nombre al disco, “Distant Is The Sun”. En término medio tendríamos ejemplos como “Let The River Run” o “Denied Deliverance”. Resulta paradójico que uno de los rasgos que les da mayor personalidad puede ser al mismo tiempo lo que les reste seguidores. Tienen la manía de hacer unos estribillos demasiado largos, lo que al final les termina quitando comercialidad. Las que entran más fácilmente y más me han gustado son “When Truth Lies” y “Circle Of Fire”. Los temas uno a uno son buenos, pero en conjunto, pese al intento de dar variedad, acaban siendo reiterativos y el disco completo se hace cansado. Lo mejor es no escucharlo de una tacada. Así no termina saturando, y se puede disfrutar más tranquilamente y captar los matices canción por canción.
Nacho Jordán