viernes, 24 de enero de 2014

PRIMAL FEAR "Delivering The Black"

(Frontiers / Mastertrax)

La pareja Scheepers–Sinner sigue dando buenos frutos en forma de disco con la puesta en circulación de su décima entrega en estudio bajo el título de “Delivering The Black”. Un disco que por momentos nos devuelve a los Primal Fear más afilados y crudos de sus inicios, pero que sigue mostrando la progresiva evolución hacia composiciones más elaboradas de los últimos tiempos flirteando con el metal gótico. Así el tema de apertura “King For A Day” es puro heavy metal clásico donde las guitarras de Alex Beyrodt y Magnus Karlsson echan humo descerrajando pesados riffs y nítidos solos que se clavan sobre su sólida estructura para que Ralf Scheepers siga mostrando su gran nivel vocal sin necesidad de llegar a agudos imposibles.
Una marcha más para la acelerada “Rebel Faction” con Randy Black machacando su batería con precisión y poderío para, ahora sí, encontrarnos con algún agudo de esos que nos deja el ex Gamma Ray de vez en cuando recordándonos a los mejores tiempos de Halford, contribuyendo a un sonido muy “Painkiller”, que desaparece a continuación para encontrarnos la pesada cadencia de la extensa “When Death Comes Knocking” en la que crean una espectacular ambientación con sus evocadores tonos medios adornados por unos esporádicos aportes de sitar. Esa misa onda pero con un toque más lírico la encontramos en la más larga aun “One Night In December” rítmica y envolvente pieza que durante más de nueve minutos va alternando punzantes ataques guitarreros con delicados pasajes de piano, todos ellos creciendo alrededor de un gran estribillo melódico.
Motivación es lo que desprenden la clásicamente teutona “Alive & On Fire” de incisivas guitarras dobladas y pegadizos coreos rotundos e hímnicos ideales para el directo, la directa “Never Pray For Justice” sencilla y eficaz con unas buenas melodías de voz y guitarra redondeadas por un virtuoso solo, o la convincente de ritmo más power “Inseminoid” que con su ritmo alto engancha dejando también buenos detalles técnicos.
Más crudeza primigenia para la reconocible “Delivering The Black” donde se dejan notar los secos coros de Mat Sinner dentro de su rítmica estructura rota por un arrogante estribillo marca de la casa suavizado por algunas melodías de guitarra, que se recrudecen en la poderosa “Road To Asylum” con un punto más de melodía épica en la voz de Scheepers, que en un tono más profundo comparte protagonismo vocal con el discreto contrapunto lírico en segundo plano de Liv Kristine (Leaves’ Eyes) para la power ballad “Born With A Broken Heart” compacta y salpicada de detalles de guitarra y teclados que la adornan con clase.
Un buen disco en definitiva con el que Primal Fear recuperan algunos elementos de sus inicios, pero sin olvidarse de sus entregas más recientes, redondeando un trabajo variado e interesante.
Mariano Palomo

miércoles, 22 de enero de 2014

RING OF FIRE "Battle Of Leningrad"

(Frontiers / Mastertrax)

Cuando prácticamente nos habíamos olvidado de Ring Of Fire, la banda del vocalista Mark Boals, del guitarrista Tony Macalpine y del teclista Vitalij Kuprij, vuelven con su cuarto trabajo en estudio casi una década después del lanzamiento de su anterior entrega “Lapse Of Reality”. Los tres han retomado la formación tras largo tiempo ocupados en diferentes proyectos, para regresar con unas composiciones de metal neoclásico tan previsibles como impecablemente ejecutadas, mostrando un gran nivel instrumental dentro de un estilo cada vez con menos adictos entre el gran público metalero que creo, al menos es mi caso, acabamos bastante saturados cuando a finales del siglo pasado surgían casi por generación espontánea bandas que, salvo honrosas excepciones, parecían plagiarse las unas a la otras sin llegar a tener mayor recorrido.
Y una de esas excepciones para mí eran precisamente Ring Of Fire, vale que sonaban, y suenan, mucho a Malmsteen, no en vano Boals ha acompañado al sueco durante varias fases de su carrera, pero lo hacen con la clase y el nivel del que carecen muchas otras formaciones. No creo que sea necesario descubrir a estas alturas a Tony Macalpine o Viatalij Kuprij como compositores e instrumentistas, ni a Boals como cantante, aunque siempre me ha parecido que sobreactúa un poco menos cuando le vi con Royal Hunt hace unos años. Acompañan al trío titular a modo de invitados los finlandeses Timo Tolkki, aunque en este caso ejerciendo como bajista en vez de cómo guitarrista, y Jami Huovinen a la batería.
Con un título como “Battle Of Lenningrad” era fácil suponer por donde iban a ir los tiros conceptualmente hablando, obviamente han dejado a un lado temáticas anteriores basadas en historias fantásticas y han dedicado los textos de los temas a una de las batallas más épicas y heroicas de la Segunda Guerra Mundial, barnizándolas de teatralidad y dramatismo con un metal neoclásico lleno de matices y melodías sugerentes, aunque también es cierto que puede resultar algo pesado por momentos.
Empezamos a meternos en ambiente con el marcial inicio a base de piano y redobles de “Mother Russia” creando una ambientación que va cogiendo ritmo y melodía sobre sus desarrollos de guitarra que no acaban de parecerme lo brillantes que sería deseable, acelerando a base de escalas clásicas y doble bombo con “The’re Calling My Name” intensa demostración de virtuosísimo adornada y amortiguada por detalles de teclas orquestadas, que tiene continuidad con la épica progresiva “Empire” marcada por su estribillo coreado de cadencia pesada rota por precisos golpes de bajo y batería, que cortan las andanadas instrumentales de Macalpine y Kuprij.
Ambos siguen brillando en la power ballad “Land Of Frozen Tears” misteriosa pieza con alta carga dramática en la interpretación vocal de Boals, que tira de registros más metaleros en la extensa y evocadora “Firewind” de nuevo con los elementos progresivos resaltando cambiando de ritmo y ambientación yendo de la rotundidad al romanticismo, para acelerar de manera contundente en la absolutamente malmsteeniana “Where Angels Play”.
Cae el ritmo pero no la intensidad con el tema título “Battle Of Leningrad” más opaca y densa para transmitirnos cierta tristeza, rota a continuación por el espíritu guerrero de “No Way Out” que dentro de su alto ritmo alberga una arrogante línea vocal rodeada de virtuosos aportes de teclas y guitarra, que se relajan en la sentida balada “Our World” en la que piano y acústicas complementan la cálida voz de Boals, quedando para el cierre la tenebrosa “Rain” volviendo a explayarse con cambios de ritmo, aportes de piano, rotundas bases rítmicas y ataques progresivo metaleros.
Disco interesante, como decía previsible y pesado por momentos, pero con un gran trabajo de elaboración y ejecución por parte de sus protagonistas que, aunque no sorprenda a los fieles del estilo, creo que puede convencerles.
Mariano Palomo

RED DRAGON CARTEL "Red Dragon Cartel"

(Frontiers / Mastertrax)

Desde que se anunció hace unos meses la salida de este primer trabajo del nuevo proyecto del guitarrista norteamericano de origen japonés Jake E. Lee, me hacía cuentas de cómo podría ser la nueva propuesta de uno de mis guitarristas favoritos, ¿iría en la onda heavy rockera que desarrolló con Ozzy en sus inmensos “Bark At The Moon” y “The Ultimate Sin”?, ¿se decantaría por el hard-blues de Badlands?, o ¿tiraría de fórmulas más experimentales como en alguno de sus discos en solitario? El resultado es que en este CD encontramos un poco de todo, pero todo con cuentagotas y sin la brillantez de antaño, aun habiendo pasajes rescatables.
Entre los momentos más rescatables, el tema inicial y primer vídeo-single “Decieved”, un corte rápido, enérgico y sugerente que cabalga sobre un incendiario riff perfectamente reconocible que engancha con fuerza y melodía a golpe de hard directo y áspero sobre todo por la voz de Darren J. Smith (Harem Scarem), que sin ser un mal cantante, desde luego me parece mucho mejor batería. Un extremo este que puede comprobarse echando un vistazo a las actuaciones disponibles en internet a cargo del grupo, y en las que Darren no es que esté especialmente acertado, una cosa es meter coros y cantar algún tema de vez en cuando, y otra muy distinta el llevar el peso de una banda como frontman.
Además de Smith, completan el grupo el bajista y productor Ronnie Mancuso y el batería Jonas Fairley, ambos cumplen pero no sobresalen por nada en particular, seguramente más por la producción opaca y hueca por momentos de Mancuso y Lee que por sus habilidades como instrumentistas, encontrando incluso algunos sonidos algo “electrónico-maquineros” por momentos en temas que apuntan a más de lo que acaban por resultar como la groovie “Shout It Out” que tiene cierta gracia por su estribillo machacón y por un limpio solo de Lee.
Algo similar sucede con “Feeder” que comienza con un brillante guitarreo para ir cayendo en una especie de decadencia sonora a la que contribuye la sinuosa y personal voz en tono lisérgico del invitado Robin Zander, acentuándose la atmósfera decadente en la pesadísima “Big Mouth” de largo el corte más flojo y prescindible del disco que acaba por resultar cargante con la desgarbada y saturante voz de Maria Brink.
Mejoran un poco a las antes comentadas, aunque no demasiado, la lenta “Fall From The Sky” que destila cierto encanto por su suave rasgueo electroacústico pero un tanto ensuciado por la monocorde voz de Smith, las modernas “Wasted” con un sonido cortado y áspero con la presencia de Paul Di’Anno del que ya pasó su mejor época hace mucho tiempo, y la más rápida y directa “Slave” mejorada de nuevo por unos punzantes riffs y por un buen solo de Lee.
Los dos temas que más me han convencido, aparte del inicial “Deceived”, tienen poco que ver entre sí. El primero de ellos “War Machine” es un corte pesado de clara inspiración Sabbath donde la guitarra es puro Iommi e incluso la voz de Darren encaja bastante bien en un tono muy Ozzy, con ese punto ácido y denso pero sin cargar. El segundo “Redeem Me” se desarrolla hard clásica a ritmo medio resultando clara con la aguda y nasal voz de Sass Jordan creando una ambientación en onda Tesla / Zeppelin bastante interesante, al contrario que la completamente intranscendente “Exquisite Tenderness” que durante algo más de dos minutos cierra el disco a base de piano clásico "Chopiniano".
En definitiva, este disco de Red Dragon Cartel es bastante inferior a lo que yo esperaba de alguien tan talentoso como Jake E. Lee, que en pequeñas píldoras sigue mostrando algunas de sus grandes virtudes como músico, y que creo que si quiere avanzar y llegar a buen puerto con esta aventura lo primero que tiene que hacer es buscar un cantante a la altura (por qué si no tanto vocalista invitado, aunque a algunos se los podía haber ahorrado), y luego definir su sonido con mayor concreción, ah, y replantearse lo de no tocar “Shot In The Dark” en directo, algo que muchos de sus fans seguro que estamos deseando disfrutar cuando venga a visitarnos la próxima primavera al viejo continente. El que espere un nuevo disco ochentero disco de Ozzy o de Badlands que se vaya olvidando, este no lo es.
Mariano Palomo

jueves, 16 de enero de 2014

ANGRA “Angels Cry 20th Anniversary Tour”

(Ear Music / Edel Music)

Desde hace algún tiempo me he ido desenganchando poco a poco de los brasileños Angra, para mí una de las mejores bandas de power metal de las muchísimas surgidas a la estela de Helloween, pero entre sus cambios de formación y que sus últimos discos de estudio no me resultan tan atractivos, habiendo pasado bastante desde la última vez que los publicaron, y más aun de que les vi en directo, el caso es que prácticamente les tenía ya amortizados.
Pero mira por donde ahora vuelven a llamar mi atención con este buen directo registrado el pasado 25 de agosto en su Sao Paulo natal y con el que cerraban la gira conmemorativa del vigésimo aniversario de la publicación de su primer disco grande “Angels Cry” con el que echaron llamaron con fuerza a la puerta de power metal mundial. Un disco que obviamente está ampliamente representado en el listado de temas, no íntegramente como dice la nota promocional ya que faltan tres de sus cortes, y que sirve como excusa para revisar algunos de los mejores momentos del grupo, con la destacada presencia del vocalista italiano Fabio Lione (Rhapsody, Vision Divine).
Un Lione que fue llamado a filas por Angra para suplir la ausencia de Edu Falaschi (dedicado ya por completo a sus Almah) pasando desde entonces a ser el cantante titular del grupo, y por lo que se puede apreciar en este directo perfectamente insertado en su engranaje, junto a los indispensables Kiko Loureiro y Rafael Bittencourt a las guitarras dejando una vez más constancia de su clase y poderío, y al repescado Ricardo Confessori a la batería, siempre brillante y  perciso al igual que Felipe Andreoli al bajo. Además, para una ocasión tan especial cuentan con buen elenco de invitados que serán detallados a continuación.
El sonido de este doble CD, que es de lo que puedo hablar ya que no he visto la edición en DVD, es muy bueno, brillante, compacto y versátil, reflejando lo que habitualmente son Angra, una banda potente y original, que además creo que en general han escogido bastante bien el set list para acompañar a los temas de “Angels Cry”. Están representados todos sus discos, incluida su primera demo, con todos sus grandes éxitos presentes, aunque siempre se echa alguno en falta como mi debilidad “Hunters & Prey” que si aparece en el DVD a modo de medley acústico en su versión en portugués junto a “Unholy Wars”.
Comienza el primer CD lógicamente con “Angels Cry” puro ejercicio de power metal melódico de altura perfectamente recibido por los incondicionales del grupo que siguen coreando en la rotunda “Nothing To Say” uno de los temas bandera de su segundo trabajo “Holy Land”, y en la que Lione se torna más dura pero igualmente adecuada junto a ese punto groove que le van los cortes de ritmo de su estribillo con la base y las rítmicas muy marcadas.
Entran en terrenos más progresivos con la intrincada y tremendamente técnica “Waiting Silence” y con la bella “Lisbon” con el público de nuevo entregado palmeando y coreando, para relajarse aun más en “Time” con su preciosista aire a lo Queensryche donde Loureiro y Bittencourt se salen una vez más, con el primero haciéndose cargo a continuación de los teclados para introducir una magnífica “Millenium Sun”, y para insertarse relajando la más oscura “Winds Of Destination”.
Más claridad con la relajada “Gentle Change” cargada de encanto y melodía, para endurecerse seguidamente con la rápida “The Voice Commanding You” marcada por los tonos más graves de la voz de Bittencourt que coge el sitio de Lione, recuperándolo el italiano en la electro-acústica “Late Redemption” que precede un pequeño set puramente acústico con la primigenia “Reaching Horizons” recuperada de su demo previa a “Angels Cry” y con la delicada “A Monster In Her Eyes”.
El segundo CD se abre con la participación del cuarteto de cuerda Familia Lima que aportan su buen hacer dos temas lentos como la lírica “No Pain For The Dead” que se endurece en su tramo final, al igual que la operística “Stand Away” con la presencia de Tarja Turunen (ex Nightwish) rivalizando en lirismo con la voz de Lione. Una Tarja que sigue tirando hacia arriba de agudos para dejarnos una buena revisión del clásico de Kate Bush “Wuthering Heights” (aunque me gusta más en la voz de André Matos) contando también con la brillante participación del mítico Uli Jon Roth a la guitarra que repite más adelante con una versión de “The Sails Of Charon” de sus Scorpions, aunque esta no aparece en la versión CD, una lástima.
No acaban aquí las colaboraciones, ya que en la épica y rápida “Evil Warning” deja notar su pegada a la batería Amílcar Christófaro (Torture Squad), cerrando lo que tiene pinta de ser la primera parte del concierto antes de los bises, para los que vuelve la Familia Lima con sus instrumentos de cuerda para preceder con el “Unfinished Allegro” de la “Octava Sinfonía” de Schubert a la celebradísima “Carry On”, tema rápido y contagioso de primero de power metal que siempre resulta ganador en directo pero en el que por momentos a Lione parece faltarle algo de aire.
Con la preciosa “Rebirth” con sus dejes líricos y dramáticos remarcados, y la motivante “Nova Era”, previo paso por la breve y grandilocuente instrumental “In Excelsis”, llegamos al final de este interesante trabajo, lleno de detalles y matices tanto por sus temas como por sus intérpretes, haciendo que tenga de nuevo curiosidad por ver si Angra son capaces de volver por sus fueros con nuevo material en estudio.
Mariano Palomo

miércoles, 15 de enero de 2014

BRUCE BOUILLET "The Order Of Control"

(Music Theories Recordings / Mascot Label Group)

Mucho tiempo hacía que le había perdido la pista al hacha norteamericano Bruce Bouillet, un señor que se dio a conocer a mediados de los ochenta en Racer X junto a otro monstruo como Paul Gilbert (Mr. Big) y a los tampoco mancos Jeff Martin (M.S.G., Badlands), John Alderete (The Mars Volta) y Scott Travis (Judas Priest), con los que grabó el maravilloso “Second Heat” y sus dos posteriores directos “Extreme Volume I & II”. Luego se involucró en el proyecto The Scream al que puso la voz John Corabi (ex Motley Crue) y que nunca me llegó a convencer, por lo que a partir de entonces y salvo por las incursiones en un par de discos en solitario del propio Gilbert de finales de los noventa, no tengo recuerdo de haber vuelto a escuchar Mr. Bouillet.
Este supone ya su tercer disco en solitario y, aunque desconozco el nivel y la línea de los anteriores, el caso es que me ha gustado bastante, algo que no me suele suceder habitualmente con los discos instrumentales de guitar heroes, pero no sé porque esté sí que lo ha hecho. Mucho tendrá que ver en ello su típico sonido ochentero virtuoso y melódico de la factoría Varney, aunque con algunos matices, recordando inevitablemente a los primeros tiempos de gente como Joey Tafolla, Vinny Moore, Jason Becker, Marty Friedman o Tony McAlpine.
Seguramente el hecho de que Bouillet estuviera en su momento a la sombra de estos mitos de las seis cuerdas, puede que marcara su trayectoria pasando más desapercibido, pero no cabe duda que es capaz de mostrar un nivel y un talento más que notables, además consiguiendo redondear unas composiciones lo suficientemente dinámicas y versátiles como para no resultar monótono. Así la apretura con “Blind As We Watched” resulta de lo más atractiva, técnica e intensa composición en la que dureza y melodía maridan con gusto.
A continuación “Deafening” es un corte más progresivo en el que sus insinuantes acordes de inspiración oriental nos llevan a tierras lejanas con gusto y calidad, a la que contribuye en buena medida el gran Glen Sobel (Alice Cooper, Impellitteri, Paul Gilbert) a la batería dando una clase de percusión, bien complementado por el bajista Dave Foreman, que toma mayor protagonismo marcando el ritmo a medio tiempo en la evocadora “Seeing Through” salpicada de preciosistas detalles de guitarra, que se suavizan aun más en la misteriosa “Giving Up The Ghost” delicada y expresiva pieza con toques de soft jazz.
Cambio de trayectoria con la breve e inquietante “A Grand Reserval” que deja paso a la extensa y más progresivamente heavy “Defiant” que a base de cambios de ritmo y matices consigue ser una de las destacadas con sus fraseos, breaks y escalas, que desaparecen en el intranscendente interludio “A One Minute Warning” al que sucede la nuevamente intensa “The Order Of Control” con un sonido más actual en la distorsión pero clásico en arreglos y melodías resultando potente y dura sin saturar.
Se rallan después con “Crowd Control” otra breve y densa andanada que da paso a “The Manipulators” de escaso ritmo pero gran compacidad que me recuerda a unos Racer X ralentizados marcando cada una de sus notas con precisión pero sin demasiada chispa, que reaparece sucintamente en el virguero minuto de “Breaking The Barrier” precediendo al ecléctico medio tiempo “Akiko” que en clave relajada y salpicado de adornos acústicos pone el cierre a este “The Order Of Control” que supone para mí un agradable el reencuentro que este buen músico que esperemos que siga dejándonos más discos como este y pueda llegar a más público.
Mariano Palomo

CONTRABANDA "Despertar"

(Maldito Digital)

Buena impresión la que me he llevado tras la escucha de este "Despertar", segundo trabajo de los madrileños Contrabanda con el que creo que dan un considerable salto respecto a “13”, su debut discográfico de 2010 que no me llegó a enganchar, pero tres años después parece que han sabido dotar a su sonido de una energía y actitud más marcadas, pero además más pulidos en lo que a técnica, composición y arreglos se refiere.
Me llama la atención la voz de Javi, personal y trabajada, en la que se nota la mano de Carlos Escobedo y Alberto Seara a los controles, así como en algunos dejes más actuales de las guitarras de Juankar mostrando versatilidad y nivel, al igual que Rober en la batería y Soto en el bajo, que sin necesidad de exhibiciones instrumentales son capaces de resultar lo suficientemente compactos. Y eso que comienzan bastante cadenciosos con las primeras notas de “Sexo”, un tema tórrido que gana enteros por su temática sucia con la voz de Javi susurrante y arrastrada llena de intención.
Continúan de forma mucho más directa y dinámica con una de mis favoritas del disco, “Emperatriz”, puro hard rock guitarrero de distorsión marcada y algo setentera pero sonando actual, una especie de mezcla entre Uzzhuaia y Cripta que resulta de lo más cañera e interesante con un gran sonido de guitarras, al igual que en la canallas y polvorientas “Juego de Dados”, otra de mis favoritas por su ritmo contagioso y sencillo dándole un punto fiestero, y “Maldita Obsesión” en la que incluso dejan algún detalle sleazy acercándoles aún más a los citados Uzzhuaia con buenos repuntes rítmicos, golpes de cencerro e interesantes detalles de percusión a cargo de Rober.
Entre medias nos encontramos con los dos cortes más extensos del trabajo, la melancólica “Despertar”, de inicio lento y recitante con la voz de Javi que envuelve sus riffs cortantes y sus breaks de batería quedando bastante curiosa, para volver a terrenos más lisérgicos y setenteros con la ácida llena de intención “La Voz” con unas melodías de voz algo Bumbury que sobresalen sobre, de nuevo, unos muy buenos detalles instrumentales de gran calidad, sobre todo a cargo de Juankar con su guitarra, dejando un poso más que interesante.
Algo arrastrada y menor para mi gusto resulta “A Tu Lado”, quizá por ese rollo alternativo que desprende su insinuante ritmo muy marcado por el bajo de Soto, aunque bastante más asequible que la lenta y por momentos cargante “Paraiso”, demasiado densa embruteciéndose y agriándose un poco en su parte final, siendo la más floja del CD en mi opinión. Afortunadamente mejoran mucho en el final aligerando su sonido con la melódica “No Volverán” hard rock actual con unas curiosas guitarras al servicio de la melodía vocal que me recuerdan ligeramente a Alter Evo o al mismo Jorge Salán.
Como decía al principio, disco bastante interesante, con buenos y variados temas y que hace que a partir de ahora tenga más en cuenta la trayectoria de esta joven banda capitalina, que aunque todavía con margen de crecimiento y mejora, puede unirse a la cada vez más extensa lista de buenos grupos nacionales.
Mariano Palomo