lunes, 22 de diciembre de 2014

SOTO “Inside The Vertigo”

(Ear Music)
Nueva aventura del vocalista norteamericano Jeff Scott Soto. En esta ocasión con su apellido como cabecera el ex Malmsteen, Talisman, Eyes, Takara, W.E.T., etc., acompañado por sus habituales compañeros en los últimos años (Jorge Salán a la guitarra, BJ a los teclados y guitarra, David Z al bajo y Edu Cominato a la batería), nos muestra su vena más cañera y actual con un disco que aparte de sus intérpretes no tiene demasiado que ver con lo han venido haciendo últimamente.
Con una producción muy poderosa y actual de la que se ha encargado el propio Jeff, nos encontramos con una docena de temas que, sin dejar de lado la melodía, ahondan en sonidos más duros y rotundos de lo que estábamos acostumbrados, más aun cuando parecía haber recobrado la línea más hard melódica con “Damage Control”, último disco hasta ahora como Jeff Scott Soto. Quizá si este nuevo proyecto hubiera aparecido después de discos como “Lost In The Translation” o “Beautiful Mess” me hubiera chocado menos.
En cualquier caso estamos ante otra historia, cambio de denominación, de sonido, y ya veremos como lo acogen sus fieles dado el grado de “talibanismo”, si se me permite la expresión, que se da en algunos sectores del rock melódico, al igual que en otros estilos. A mí de primeras como decía me ha chocado y he tardado en asimilarlo, pero tras acostumbrarme a esta faceta más cañera y moderna de Soto y sobre todo de darle unas cuantas vueltas para sacarle todo el jugo que esconde encontrando muchos más matices y aristas de las que pudieran apreciarse en un principio, creo que estamos ante un buen y versátil trabajo que muestra una vez más la tremenda capacidad de adaptación de Jeff.
Lo primero me que llama la atención del disco es la energía y crudeza con la que arranca, con un tema como “Final Say” dotado de unas afinaciones y distorsiones actuales dejando momentos realmente brillantes con sus arreglos. Corte agresivo, desafiante, pesado, en el que se aprecia la mano de Mike Orlando (Adrenaline Mob) que aparece como invitado como compositor e intérprete del mismo, un buen chute de adrenalina para empezar. Una vuelta de tuerca más siniestra y pesada para “The Fall” con unos toques electrónicos actuales rozando los sonidos industriales que pueden recordar a unos Nickelback endurecidos e incluso a Marylin Mason, eso sí, con unas melodías de voz infinitamente más pulidas que las del histriónico personaje de las lentillas de colores, resultando también bastante enérgica y de lo más sorprendente del disco.
Con “Warth” mantiene la distorsión alta pero en una línea más heavy, aquí se dejar notar la labor de Gus G a la guitarra salpicando de matices su ritmo entrecortado y amortiguado por las melodías vocales que entran a coro en su estribillo, siendo más reconocible. Por su parte “Break” resulta más cadenciosa, correcta pero con poco brillo que aporta una vez más el trabajo de guitarras de Jorge que rompe con un breve e intenso solo. Un Jorge que toma más protagonismo aún en “Fall To Pieces” encargándose de su composición y que bien podría haberse incluido en “Lost In The Translation” de Jeff o en los últimos discos del madrileño, actual, arrogante, y con buenas aportaciones vocales es otro de los más reconocibles.
También nos suenan más las armonías vocales de “Narcissitically Yours” dentro de una potente producción actual con las guitarras pesando a lo Zakk Wylde, como sucede en la plomiza “Karma’s Kiss” de rítmicas marcadísimas de influjo Sabbath suavizadas una vez más por unas claras melodías de voz. Igualmente densa y algo insulsa me resulta “Trance” excesivamente plana con un toquecillo psicodélico en algunos sonidos electrónicos, y sin llegar a tanto la actual “Jealousy” y el tema título “Inside The Vertigo” también desprenden cierta oscuridad con el bajo de David Z muy presente sonando gordo sobre una línea vocal atormentada y expresiva. Queda un poco en tierra de nadie el medio tiempo “When I’m Older” el tema más melódico del disco pero que no acaba de enganchar por su linealidad escasa emotividad, agradable pero sosete.
Dejo para el final el tema que puede que por sí solo haga que merezca la pena el disco, y eso que es el más largo y complejo del mismo. Hablo de “End Of Days” que en sus casi nueve minutos de duración va desarrollándose desde su misterioso comienzo entre susurrantes voces blancas para pasar por fases casi angustiosas teatralizándose y dramatizándose con clase y altura, todo ello envuelto dentro de un ritmo pausado desgarrado por una poderosa irrupción de guitarra y batería rompiendo junto a unas determinantes voces y a un magnífico colchón de teclas orquestales que me da la sensación que tiene que ver mucho con el trabajo de Soto en Transiberian Orchestra junto al guitarrista Joel Hoekstra (ex Night Ranger, Whitesnake) que también participa como invitado. Seguramente agradará a los seguidores de Avantasia o Nostradamus (Nikolo Kotzev).
Como decía un disco versátil, variado, y sobre todo sorprendente en algunos sentidos para seguir escribiendo capítulos en la extensa historia del gran Jeff Scott Soto. Eso sí, el que espere un disco de hard melódico, que se vaya olvidando.
Mariano Palomo

viernes, 12 de diciembre de 2014

THE VAL “Heading For The Surface”

(Soundarella Records)

Hace tres años los seguidores del rock melódico nos llevamos una gran alegría con el reencuentro de la vocalista Gaby De Val y del guitarrista Alfonso Samos encabezando The Val, un nuevo proyecto que les volvía a unir después de haberles perdido la pista hace un montón de años cuando militaban juntos en Yin Yang a finales de los ochenta, y que se vio materializado en un fabuloso trabajo discográfico como fue “Back”.
En esa reunión estaba también el teclista David Erik Criado, que ahora ya no está en la banda por motivos laborales que le han llevado fuera de España, siendo sustituido para la grabación de este segundo disco por Tony Ortega, algo que en cierta medida se deja notar, no porque Tony lo haga peor ni mejor que Erik, pero creo que, aun siendo fundamental en el sonido del grupo, se aprecia más protagonismo de las guitarras, algo que algunos demandábamos observando la diferencia que había del sonido del grupo en directo respecto al del primer disco. Permanece en el grupo el bajista gerundense Alex Morell, que también se deja notar más, formado una más que solvente base rítmica junto al nuevo batería Rubén Berengena.
De nuevo con Alfonso Samos a los controles ayudado por Oscar Marañón, y con esas pequeñas diferencias en su sonido siempre con el A.O.R. como referente pero ahora algo más rockero, este segundo disco mantiene la línea y esencia de su predecesor, rock melódico elegante, fino, nítido y sobre todo con mucho encanto. Por supuesto resulta imposible abstraerse al magnetismo de la preciosa y versátil voz de Gaby que muestra unos matices y registros que encajan perfectamente en la trabajada instrumentación que proponen cada una de sus composiciones.
Se abre el disco, tras la breve intro que le da título, con la luminosa y pegadiza “Wish You All The Best”, con un estribillo ligero y ultra melódico doblado por una voz en segundo plano empastando con unos bonitos dibujos de teclas y guitarra. Continúan con la algo ingenua “Crusaders” (nada que ver con Saxon), igualmente pegadiza pero con un ritmo más envolvente sobre una base de A.O.R. clásico y con unos preciosos arreglos de teclados y guitarra que me recuerdan a los primeros Marillion. Aumenta la carga evocadora y fabulística en la espectacular “Roses And Chains”, dejando un aroma a Candice Night con unas enormes melodías vocales que arropan su mística ambientación pero también con la guitarra haciéndose notar en clave Blackmore sonando todo muy compacto.
Meten más ritmo rockero en “Up To Where U Are” con una mezcla de arrogancia y dulzura en la voz de Gaby que se complementa con los aportes de guitarra más punzantes de Alfonso que se marca buen solo con mucho feelin’, que se mantiene aunque en clave acústica en la delicada “She’s Dumb And Blind” que va cogiendo ritmo sobre sus rasgueos y toques de piano junto a unos suaves arreglos de percusión, aumentando si cabe en la intimista “Stardust” que con su aire soul y sus apasionadas armonías vocales hace que nos acordemos del clásico “Stop” de Sam Brown.
Vuelta a territorios más puramente A.O.R. con temas como la pegadiza “My Heart Is Beating”, potente y llena de intención, aparentemente sencilla pero con muchos detalles emboscados, o la optimista “I Saw Him First” de ritmo alegre igualmente salpicado de buenos arreglos y pinceladas instrumentales con ese regusto del A.O.R. U.S.A. más asequible para todos los públicos. Se vuelve a suavizar el ritmo que no la intensidad con “Breathe Me In” aportando preciosismo y pasión a partes iguales, para continuar envolviéndonos después con la atormentada “Wreckage Of My Heart” dotada de cierta carga teatral creando de nuevo una atmósfera evocadora.
El cierre lo pone “Borderline” una suave delicatesen con la voz de Gaby tremendamente expresiva y aterciopelada acariciando junto a unos bonitos punteos acústicos de Alfonso, sirviendo como relajado colofón a este fantástico disco que debería confirmar a The Val, si no lo son ya, como una de las mejores bandas españolas de A.O.R. de la historia.
Mariano Palomo

DEVIL’S TRAIN “II”

(Ear Music)
Segundo viaje de este tren diabólicamente hard rockero que empezó a transitar a toda velocidad  sobre los raíles de su primera entrega con la que nos sorprendieron hace un par de años cuatro señores que nos tenían acostumbrados a producciones más power metaleras. Afortunadamente para los que nos gustó su debut discográfico siguen en la misma línea, mejorada si cabe, con esa mezcla de suciedad y precisión, bebiendo de las fuentes setenteras de esencia blues-sureña, pero con esa carga de distorsión metálica actual más pesada consiguiendo que sin perder nada de esencia no suenen en absoluto desfasados, todo lo contrario.
Fundamental en este sonido es la labor del guitarrista Lakis Ragazas, un músico a descubrir  que muestra un poderío y clase tremendos a la hora de rasgar las cuerdas, y que junto al vocalista R.D. Liapakis, compañero suyo en Mystic Prophecy y también productor del trabajo, llevan las riendas de esta pedazo de banda que completan dos veteranos como son el bajista Jari Kaiunalainen  (Masterplan, Stratoviarius, Evergrey) y el batería Jorg Michael (Saxon, Stratovarius, Running Wild) formando una espectacular base rítmica, haciendo que todo suene realmente compacto pero sin perder frescura ni melodía.
Como ya veníamos avisados esta segunda obra no sorprende tanto, pero al menos a mí ha impresionado y gustado tanto como la primera, mejorándola si cabe en composición, matices e intensidad. Ya desde el comienzo con la pegadiza “Down On You” empiezan a convencer a base de guitarras de alto octanaje, ritmos contagiosos, grandes melodías de voz y poderosa pegada, perfecta para abrir.
Se acentúa la distorsión en “Hollywood Girl”, con la voz de Liapakis recordándome bastante a la del gran Jorn Lande completada por unos fantásticos coros que le dan un rollo sureño setentero que marca la diferencia, girando a terrenos más rockanroleros y vacilones en “Gimme Love” que con su clarísimo estribillo coreado a lo Tangier (grupo infravaloradísimo que nombran entre sus influencias en la nota de prensa junto a Badlands, Cindrella o Tesla, vaya mal gusto que tienen) y con su frenético riff a lo “Hot For Teacher” de Van Halen resulta de las más directas y destacadas del disco con Ragazas saliéndose con su guitarra.
Cae el ritmo llegando a la polvorienta “Mr. Jones” con su sonido sinuoso del Delta del Mississippi presente en forma de slide, pesada pero con mucho encanto acelerando arrogante y competente al final, para ser sucedida por la rotunda “Can You Feel” suavizada por sus insinuantes voces en el estribillo pero descarnada en las guitarras a lo Slash, que se tornan más stoner en “Rock Forever” cadenciosa pero con mucha llegada, atemperándose en “Let’s Shake It” de gran estribillo en tonos medios con un ligero toque soul haciéndola de lo más seductora. Más groove para “Girl Like You”, otro de los temas llamados a triunfar en directo, pegadiza, melódica pero con peso y rotundidad, como podrían sonar Badlands con Zakk Wylde a la guitarra.
Pasión y sensualidad transpira “You And Me”, con un estribillo ganador y unas crujientes guitarras setenteras que envenenan con sus rasgueos una caliente melodía vocal a lo Coverdale, acelerando en la más marcadamente sureña “Thunderstone” rápida composición llena de dibujos sinuosos sobre una base muy clásica pero con arreglos noventeros creando una atractiva mezcla, decayendo un poco en la más densa “Suffocated” lineal en su ritmo sin apenas picos pero con una buena melodía de voz.
Se completa el disco con dos versiones que, como sucediera en su primer disco con “American Woman” de The Guess Who, llevan a su terreno respetando su esencia. En esta ocasión las elegidas han sido una ralentizada “Born To Be Wild” de Steppenwolf, y una endurecida “Immigrant Song” de Led Zeppelin con la voz de Liapakis de nuevo recordando a Jorn, sirviendo para cerrar definitivamente el álbum.
Muy buen disco, curdo, duro, potente, pero también melódico, trabajado y nítido, y que supone la confirmación de este proyecto que no me importaría nada ver en directo, si son capaces de llevarlo a escena con la fuerza y categoría que exhiben en estudio pueden ser la bomba. De lo mejor del 2014 para mi gusto.
Mariano Palomo

GIGATRON “Atopeosis 666”

(Dioses del Metal)
Los incondicionales del HEAVY METAL con MAYÚSCULAS estamos de enhorabuena. Por fin vuelven los grandes, los inconmensurables, los líderes indiscutibles del metal mundial, aquellos que llegaron a número 1 en USA, por supuesto, hablamos de los grandes colosos Gigatrón. ¿De quién si no?
Desde “Mar De Cuernos” ha pasado la friolera de nueve años. Los fans lo hemos pasado realmente mal aguardando esta nueva entrega, aunque en honor a la verdad hay que recordar que esta interminable espera se ha visto mitigada por los video-clips que han aparecido en youtube, “Apocalipsis Molón” y “Heavy Hasta La Muerte”. En este tiempo ha habido algunos cambios en la formación de la superbanda (sería poco llamarles banda). El bajista Mazinger Molina ha pasado a ocupar su gran talento en la batería, tomando su lugar a las cuatro cuerdas Mike Ferralla, quien recordemos que anteriormente era uno de los guitarristas. En la guitarra queda en solitario el nuevo fichaje Dave Demonio, y a la voz permanece el insustituible Charly Glamour. El grupo queda pues, en cuarteto. En líneas generales vemos que en nada han perdido su autenticidad y su fidelidad al heavy.
Tan pronto arranca el CD con “Speed Thrash Big Bang”, que revindica el valor del metal como fuente de energía, podemos comprobar con alborozo que Gigatrón siguen siendo los mejores. Si en “Mar De Cuernos” se atrevieron a tocar todos los palos del hard, desde el rock andaluz al rock callejero, pasando por los sonidos extremos, con la canción “Sangre Y Fiambre” se atreven con la única variante del rock que les faltaba, el rock rural, O quizá mejor dicho, roz rurá, género que popularizaron hace casi cuatro décadas maestros como Fernando Esteso, La Charanga Del Tío Honorio o Manolito Rollo. Pero la sucesión de sorpresas no deja pausa. “Esténtor” habla de un hasta ahora desconocido héroe homérico, cuyas hazañas alcanzan o sobrepasan a las de los legendarios Hércules o Aquiles. La ya mencionada “Apocalipsis Molón” la conocíamos de sobra gracias a su genial vídeo-clip. También hay cierto sitio para el reflejo social, en “Festival Del Mal” se plasman fielmente las sensaciones que provocan los viajes a los grandes festivales. “Hijos De Mordor” tiene un título que habla por sí solo, y prácticamente podemos decir lo mismo de “Rollo Primitivo”.
Unos bellos toques de rock medieval son la introducción a la épica y majestuosa “Queridodín”, dedicada al metálico padre supremo de la mitología nórdica. También vuelven a interpretar letras de carácter político y social, con “Metalocracia”. Todos los músicos del mundo pueden sentirse identificados con la bonita letra de “Héroes Del Power”, un homenaje a todos aquellos que se esfuerzan tratando de sacar adelante su propio grupo de heavy metal. El amor a la bebida queda reflejado en “Hard´N´Piripi”, mientras que “Mi Alegre Mazmorra” está protagonizada por un simpático tipo que se dedica a torturar a quienes no profesan total fidelidad al heavy metal. El broche de oro de este trabajo es la operística “El Barbero De Vallekas”.
Pese a que resulta de todo punto indiscutible que nos encontramos ante una obra maestra, hay algo que debemos reprocharles a Gigatrón. ¿Dónde está la magistral “Heavy Hasta La Muerte”, la vilmente plagiada por Twisted Sister bajo el título “We´re Not Gonna Take It”? Hemos de suponer que la reservan para el próximo disco, o quizá para una futura edición especial de “Atopeosis 666”.
Nacho Jordán

lunes, 1 de diciembre de 2014

HAREM SCAREM “Thirteen”

(Frontiers Records)

Cuando ya daba por amortizados a Harem Scarem, más después del insustancial refrito de “Mood Swings” que se marcaron año pasado, ahora van y me sorprenden sacándose de la manga un disco de lo más fresquito y entretenido. Sin llegar al nivel de sus icónicos dos primeros trabajos, con esta decimotercera entrega en estudio sí que han conseguido transmitirme en buena medida las vibraciones de antaño, algo que sólo lograron últimamente en pequeñas dosis con algunos temas de “Higher”, “Human Nature” y “Weight Of The World”.
Todo suena mucho más ligero y brillante, con una chispa que echaba en falta desde hace tiempo, manteniendo como siempre un gran nivel instrumental y vocal, con la personalidad propia de la banda pero con un tono mucho más positivo, creando canciones breves, más sencillas e inmediatas, redondeado cuarenta minutos que se pasan en un suspiro sin caer en moderneces excesivas ni en las cargantes demostraciones de atormentamiento de otras veces.
Desde que empieza a sonar “Garden Of Eden” empiezan a desprender buen rollo, con un ritmo vivo y tremendamente melódico,  con los coros marca de la casa a su mejor nivel sobre el un original desarrollo guitarrero rematado por un gran solo de Lesperance, esto no cambia. Incluso consigue que me agraden cortes más modernetes como “Live It”, con sus armonías vocales y sus peculiares arreglos sin perder la base melódica recordándome a los Beatles, al igual que la cadencia de la taciturna “Never Say Never” que me resulta más gris, o “Early Warning Signs” más durita pero con un curioso toque happy que crece en su gran estribillo.
Mucho más dinamismo y recuerdos clásicos de su primera etapa en “Saints And Sinners” con unos fantásticos acordes de guitarra marcando pegadizos y eficaces junto a la melódica ejecutoria vocal de Harry Hess que sin necesidad de forzar mucho ni de ponerse dramático está francamente bien a lo largo de todo el trabajo. En la misma onda pero aún más melódica nos dejan la bien intencionada “Troubled Times” con unas bonitas melodías y mucha esencia primigenia, pero algo falta de pegada, como sucede en menor medida en la sinuosa “The Midnight Hours” que crece en su estribillo, al igual que la envolvente “All I Need” que a menor ritmo llama la atención con sus repuntes de voces y guitarra.
Con “Whatever It Takes” recuperan en buena medida el nivel de sus mejores baladas, aunque sin alcanzar un nivel top de apasionamiento sí que desprenden sentimiento y clase adornados por unos bonitos rasgueos acústicos sobre las melodías centrales. Para cerrar nos dejan la romántica “Stardust” cadenciosa en sus guitarras pero agradable en sus expresivas líneas vocales, dejándonos un buen regusto.
Si hace unos meses me hubieran dicho que Harem Scarem sacarían un nuevo disco que me agradaría tanto me hubiera costado creérmelo, pero la vida te da sorpresas, y si son como está, pues mucho mejor.
Mariano Palomo

FOREIGNER “The Best Of 4 And More”

(Frontiers Records)

Los enormes Foreigner tuvieron a bien realizar recientemente unos cuantos conciertos recordando una de las obras maestras de la historia del A.O.R. su maravilloso álbum “4”. Durante algunas noches desplegaron casi íntegramente su mágico track list acompañándolo de un puñado de clásicos de otros discos de la banda, dando como resultado unas veladas que seguro resultaron inolvidables para los que tuvieron la suerte de asistir en directo a las mismas. Ahora el resto de los mortales podemos disfrutarlo en diferido, concretamente los shows que tuvieron lugar los días 3 y 4 de octubre en el Hotel Borgate de Atlantic City.
Con un sonido extraordinario, nítido, compacto, matizado, cálido, sencillamente sublime, Mick Jones (guitarra), Kelly Hansen (voz), Jeff Pilson (bajo), Tom Gimbel (saxo, guitarra, flauta), Michael Bluestein (teclados), Chris Frazier (batería) y Bruce Watson (guitarra), realizan una magistral interpretación comenzando por media docena de los temas del disco homenajeado. Comenzando, tras un breve medley enlatado de retazos de algunos de sus clásicos, con una potente “Night Life” ideal para engancharnos ya con su ritmo y poderío sustentados sobre unas buenísimas teclas y un brutal estribillo.
Se relaja la marcha con la seductora “Woman In Black” algo más opaca y seria pero igual de competente, para llegar a una inconmensurable interpretación del himno A.O.R. “Urgent” destilando feelin’ y elegancia con un inicio más suave que el original hasta llegar a un sobrecogedor repunte de saxo a cargo de Gimbel que se explaya junto a un no menos grande Kelly Hansen, clase y poderío por arrobas. Algo que sigue marcando la magistral “Waiting For A Girl Like You” una de mis baladas favoritas y en la que las teclas de Bluestein y los coros del grupo suenan perfectos llenando todo de un enorme sentimiento.
A la estela de la anterior va creciendo la teatral “Break It Up” con un punto de dramatismo remarcado por las pulsaciones de bajo de Pilson y los golpes de batería de Frazier junto a unos sobrecogedores coros y teclados, para bajar el pistón notablemente con la evocadora balada “Girl On The Moon” deliciosamente ejecutada en clave acústica de forma preciosista con todo sonando en su sitio para cerrar la primera tanda de temas de “4”, al que vuelven a recordar al final con otro de sus hits.
Aunque para hits los cinco elegidos a continuación, comenzando por “Say You Will” interpretada como la anterior en formato acústico ralentizado respecto a la original con una delicada incursión inicial de flauta travesera y en la que las percusiones y coros le dan un toque distinto pero absolutamente encantador, como sucede con la positiva e igualmente decelerada “Feels Like The First Time” que una vez más me transmite un tremendo buen rollo.
Un punto más de intensidad para “Cold As Ice” que arrulla con su melodía vocal sin perder nada de potencia y pegada con unas voces dobladas rozando el soul y con un sonido de piano perfecto, bueno todo suena perfecto, y con un curioso solo de órgano lleno de virtuosismo y un mínimo guiño a “Black Night” de Deep Purple. Inmediatamente llegamos al momento Jones con un solo precediendo a una no tan lucida “Hot Blooded” a la que la ralentización no le sienta tan bien como a sus predecesoras y que se alarga de nuevo en su final con otro solo de guitarra.  Sin estar mal es la que menos me ha convencido.
Mejoran con la siempre emotiva “I Want To Know What Love Is” que dentro de su grandísimo nivel instrumental se me queda un poco corta en los coros, seguramente después de haber escuchado la versión con góspel cualquiera se me quedará corta, pero que es siempre una delicia disfrutar de ella, como lo hace el público palmeando y cantando su estribillo.
La guinda la pone una extendidísima “Jukebox Hero” que supera los trece minutos de duración comenzando por unos tormentosos efectos que dan pie a una ligera improvisación de teclas y batería para romper con una marcada rítmica lenta hasta que coge el ritmo normal y, aquí sí, con los coros brillando junto al potente chorro de voz de Hansen, y de nuevo con el público interactuando mientras los músicos se explayan con sus instrumentos, sobre todo las guitarras, alargando un apoteósico final.
Podemos poner como pega a este lanzamiento que es un directo más de Foreigner que no aporta nada nuevo, que el grupo lleva cinco años sin sacar material nuevo, pero que queréis que os diga, cuando algo está hecho con tantísima calidad se les perdona y siempre es un gustazo escucharlo. Eso sí, esperemos que no se duerman en los laureles y que no tarden mucho en publicar temas nuevos.
Mariano Palomo

BAILEY “Long Way Down”

(Frontiers Records)

Después de darse a conocer el pasado año con su banda Three Lions, el cantante y bajista inglés Nigel Bailey lanza ahora su primer trabajo en solitario con su apellido como cabecera. Y la verdad es que, aunque con otros compañeros, casi podía haber sido el segundo disco de Three Lions, porque es complicado apreciar alguna diferencia respecto al sonido del grupo primigenio de Nigel. Hard Rock melódico típicamente británico, con algún acercamiento al heavy melódico, ejecutado con pulcritud y buen gusto sin dejar de lado la fuerza, aunque en algunas fases se echa en falta algo más de contundencia.
Para la grabación de este “Long Way Down”, Bailey se ha rodeado de algunos de los músicos italianos “residentes” del sello Frontiers, el fino guitarrista Mario Percudiani, el batería Alessandro Mori, y el hiperactivo Alessandro del Vecchio que se encarga de coros, teclados y producción. Todos ellos realizan una más que correcta labor, dando como resultado un trabajo bastante interesante que, sin descubrir la pólvora, sí me resulta agradable e intenso por momentos. Bailey sigue luciendo su personal voz con esos tonos graves muy melódicos y expresivos, pero siempre al servicio de los temas, sin querer erigirse en el protagonista principal, dejando que sus acompañantes desarrollen ampliamente su labor.
El inicio con “Feed The Flames” es un buen ejemplo de equilibrio vocal e instrumental, dentro del sonido británico que comentaba antes con unas trabajadas melodías de voz desarrollándose sobre las de guitarra algo menos altas sin necesidad de subir mucho el tono. En esta misma línea está también “Dirty Little Secret” de estribillo claro pero algo lineal en su ritmo, intensificado por la mayor presencia de la guitarra de Percudani, recordándome ambas a los veteranos Praying Mantis.
Más rotundidad acercándose a terrenos heavy rockeros con “Long Way Down” con unas guitarras duras y con cuerpo, o con “Bad Reputation” en la que curiosamente los teclados de Del Vecchio se dejan notar dentro de un sonido muy Ten-Dare (“Blood From The Stone”), sobre todo en la guitarra que recuerda mucho a Vinny Burns, por otra parte miembro también junto a Bailey de Three Lions. Se acentúa el recuerdo a la banda de Gary Hughes en la épica “In The Name Of The King” acertadamente elegida como tema de choque del disco, un corte potente, pegadizo y bien elaborado que entra a la primera.
Los momentos más A.O.R. los encontramos en la deliciosa “Stay” que seduce con su dulce sencillez sobre un estribillo claro y sutil, convirtiéndose en otra de mis favoritas del disco, junto a “Love Falls Down” que dentro de su ritmo fácil y cálido encierra un estribillo doblado resultándome de lo más entrañable, a la tremendamente contagiosa “Ticket To Yesterday” que resulta complicado sacarse de la cabeza con su rollo optimista algo ingenuo que entra discretamente sin necesidad de grandes alardes ni subidas de tono, y a la contagiosa “Dirty Angel” que cierra el disco a ritmo alto con sus dinámicas guitarras compartiendo primeros planos con un buen estribillo al que le falta un poco de fuerza en los coros para acabar de rematar la faena.
La cara más romántica de Bailey comparece en el medio tiempo “Somewhere In Oslo” lleno de melodía y delicadeza instrumenta, sobre todo en las guitarras de Percudani envueltas en la preciosa voz de Bailey, y en la expresiva balada “Spend TheNight” que comienza acústica con suavidad para ir cogiendo cuerpo e intensidad, con ese poso romántico que comentaba pero en absoluto ñoña o pegajosa, escuela británica.
En definitiva un disco realmente agradable de escuchar, con momentos potentes y cañeros siempre dentro del hard-heavy melódico, y que creo que gustará a los que ya disfrutaron con el trabajo de Three Lions.
Mariano Palomo

martes, 18 de noviembre de 2014

EASY RIDER “From The Darkness”

(Krea Films Producciones / Gran Sol)

Once, nada menos que once largos años de espera para poder volver a disfrutar de un nuevo trabajo de la que es para mí una de las bandas más competentes e incomprensiblemente infravaloradas del heavy metal nacional, Easy Rider. Después de lanzar y presentar el magnífico “Animal” los hermanos Javi (guitarra) y José (bajo) Villanueva, Dani Castellanos (guitarra) y Rafa Díaz (batería), se impusieron un parón en la carrera del grupo dada la dificultad que suponía trabajar a tanta distancia con el vocalista bostoniano Ron Finn. Así formaron Neomenia, un excelente proyecto de hard actual junto al cantante Tony Menguiano (Golden Farm, Mago de Oz, Los Parpel), que todavía no entiendo como no obtuvo mucha mayor repercusión dada su gran calidad, y del que acabaron igualmente hastiados. Luego Rafa ingresó en las filas de Barón Rojo, Dani ha estado trabajando en numerosas producciones (Khy entre otras), y Javi y José se han dedicado a otras tareas.
Pero afortunadamente han sido capaces de encontrar la energía, el tiempo y el respaldo necesarios para volver a la carga con otro muy buen trabajo como es este “From The Darkness”. Una obra conceptual situada en el futuro próximo hablando de un revolucionario escenario ficticio contra el dominio de las grandes empresas, todo ello perfectamente explicado en las cuatro primeras páginas del libreto del CD, para luego ser desarrollado en sus doce cortes entre los que se intercalan efectos y sonidos para una mayor comprensión en el seguimiento de la historia.
Comienzan con la bélica y angustiosa intro “Apocalypse” que engancha con el rápido ataque de los riffs de “After The Call” que se van atemperando para dejar que la expresiva y desafiante voz de Ron le dé un dramatismo logradísimo oscilando entre la poderosa base rítmica algo progresiva que marca el ritmo del tema. Continua el relato tras un aviso radiofónico que desemboca en la magnífica “The Calling” composición de heavy metal actual tremendamente sólida y melódica que engancha con su motivante propuesta de guitarras y voces con un ritmo vivo pero sin  llegar a acelerar en exceso, dejando cierto regusto Queensryche / Fates Warning.
Tras la arenga llega la angustia con la opaca y pesada “Lab’Otomy” desarrollada en tonos graves sobre un ritmo más tenue repuntando en su arrogante estribillo, sucedida por la misteriosa “The Rockpile” cavernosa y áspera en la voz de Ron con mayor carga rítmica que va creciendo poco a poco creando una plomiza ambientación, que se aclara en la emotiva “She  Makes Me  Live” con una melodía vocal mucho más limpia dentro de unos ritmos casi hard rockeros pero con las guitarras de Javi y Dani sonando gordas amortiguadas por las líneas de bajo de José, para romper espectaculares en el estribillo.
Vuelta a tesituras más pesadas con “Signals” plena de pegada e intención siendo capaz de brillar limpia sobre unos riffs duros y actuales perfectamente reconocibles, para oscurecerse luego en el comienzo de “Deliver Us From Evil” que rompe briosa oscilando sobre su inquietante melodía vocal con efectos robóticos junto a unos trabajados arreglos de guitarra de nuevo acercándose al progresivo, prolongándose en la entrecortada y actual “Defiance” cadenciosa en su ritmo pero finalmente competente y a la altura.
Nos acercamos al final de la historia con “Before You Learn To Pray” un medio tiempo tranquilo pero rotundo de nuevo con la angustia sobrevolándolo en clave casi narrativa, desatándose de nuevo las hostilidades con la marcial “Live For Another Day” llena de arrogante energía sin necesidad de acelerar en exceso, para rematar la faena después de unas lúgubres campadas con “Day Of The Dead” que con su dinamismo y su depurada técnica marcada por unas excelentes guitarras, sirve de perfecto colofón.
La espera ha sido larga pero ha merecido la pena, está claro que a estos cinco señores no se les ha olvidado tocar, ni componer, ni producir, redondeando un gran disco, con un grandísimo nivel de todos ellos y, aunque me ha costado unas cuantas escuchas, este “From The Darkness” ha terminado por convencerme tanto como sus predecesores. Ya estoy deseando ver como lo despliegan en directo, la cita el próximo 23 de enero en la sala Arena de Madrid, yo no me lo pienso perder.
Mariano Palomo

SEXAINE “PronRockAlipsis”

(Autoeditado)

Importante confirmación en forma de segundo CD la que nos llega desde tierras gaditanas de mano de los hard rockeros Sexaine. Una banda que ya nos llamó la atención hace un par de años por su frescura y potencia con el lanzamiento de su primera entrega “¿Eres Adicto?”, refrendada con un gran directo abriendo la edición 2012 del Granito Rock. Ahora con este provocador “PornRockAlipsis”, sugerente como su predecesor desde su portada a lo Milo Manara a cargo de Aureo Lorenzo, dan un paso más consolidando su sonido y mejorando sus composiciones sin perder nada de su espontaneidad.
La formación sigue siendo prácticamente la misma con la única variación en el puesto de bajista ocupado ahora por Nael Martín sustituyendo a Jaime de Hoces que tuvo que abandonar el grupo por motivos laborales. Con la cada vez más trabajada y convincente voz de Alberto Zapata, bien rodeada por los coros de los afilados guitarristas Mariano Picardo y Luko y del citado Nael que cumple perfectamente con el bajo al igual que el batería Manuel Pantoja.
El CD se abre con toda una declaración de intenciones “Dura y Salvaje” pieza de hard rock  descarado con buenas melodías de voz contrastando agresividad y tonos atemperados junto a unas abrasivas guitarras barnizadas de algún efecto actual, y con unos toques de pandereta a lo The Cult que le dan mucho rollo. Ese sonido cercano a la banda de Astbury y Duffy se reproduce más aun en la evocadora “Cherokee” con unos magníficos coros llenándola sobre unos riffs más opacos y acompasados.
Se ensucian rozando el sleazy en “Fuera de Control” de nuevo con la pandereta presente, y con un buen solo de guitarra de Justi Bala (Sphinx) y con unos golpes voz sinuosos y directos a la cara que recuerdan mucho a los, esperemos temporalmente, retirados Uzzhuaia. Un nombre el de los valencianos que me viene también a la cabeza escuchando otros temas como “Ruido” por su buena melodía vocal doblada dando cuerpo a su letra canalla y callejera completada por unos buenos teclados orgánicos de la mano de Javi (Aracner), en la cruda pero limpia “Vilna” macarra y divertida llena de actitud resultando muy pegadiza, o en menor medida en la más pausada “Carta Equivocada” electroacústica y polvorienta de esencia americana de los primeros noventa en la que Mariano y Luko se explayan con sus guitarras alargándola con potencia y talento.
Dos de los temas más duros del disco son en los que participan los vocalistas invitados. El primero de ellos “Revolución” es un corte con groove en su ritmo y guitarras gordas para que Glory (Guadaña) acompañe con su poderosísima voz a Alberto creando un buen dueto dentro de un sonido actual para lanzar su contestatario e inconformista mensaje. El segundo  “Trío de Dos” es puro Lujuria, no sólo por la presencia de la áspera voz de Oscar Sancho, también por su tórrida temática quedando bastante resultona.
Desprende arrogancia la sucia y decadente “La Mano Del Muerto” con unas guitarras punzantes que se clavan sobre su base redoblada matizada por un solo de guitarra relajado quedando bastante curiosa, al igual que la más rítmica y densa “Banzai” que rompe su opaco ritmo con un estribillo alto que entra solo.
Los momentos más tranquilos y sentidos del trabajo los encontramos en el intimista medio tiempo “Mi Ultima Vez” en el que alternan sonidos acústicos y eléctricos con gusto y desgarro, y sobre todo en la final “Adiós” bonita balada más acústica que eléctrica completada por unos delicados arreglos de cuerda a cargo de Sara Tato y Libertad Aguilar en la que su creciente percusión va subiendo el tono desde la suavidad hasta un silbido postrero a lo Guns n’ Roses.
Buen cierre para un señor disco, divertido, provocador, descarado, pero con mucho trabajo y talento detrás.
Mariano Palomo

viernes, 14 de noviembre de 2014

AQUELARRE “Requiescat In Pace”


(CD Music)
Desde Vigo llega el quinteto Aquelarre, una banda que tras algunos años de cambios y ajustes en su seno ha podido poner en circulación su primer CD bajo el inquietante título de “Requiescat In Pace”. Un disco compuesto por únicamente siete cortes, no excesivamente largos rondando los cinco o seis minutos de duración, en los que sobre una base de power metal melódico van jugando con elementos más contundentes y oscuros cercanos al thrash o al death metal, pero sin abandonar una línea clara y melódica.
Al escuchar los temas de este disco es imposible que no vengan a nuestra cabeza nombres como los de Avalanch, Arwen o Warcry, de hecho el ex guitarrista de estos últimos, José Rubio, participa en el proceso de grabación junto a Santi Suárez (Sphinx). Así sucede con la inicial “Ceniza” que comienza tranquila con la melódica voz de Icko Viqueira y el suave piano de Emmanunel Iglesias parra ir acelerándose sobre el doble bombo de la batería de David Castro. Las guitarras duras y trabajadas de Adrián Rosende y Cristóbal Otero crean buenos momentos evocadores junto al bajo de Ramón Rodríguez, tan correctos como previsibles por momentos siguiendo a rajatabla el cartón power metalero.
Mayor variedad ofrecen en “Ven A Por Mí” con la participación una agónica voz gutural junto a la limpia de Icko, y con unos arreglos y aportes teatrales y progresivos que enriquecen el resultado final del tema. Esa misma combinación limpia y gutural, aunque con menos presencia oscura, la encontramos también en la cabalgante y guerrera “Sangre y Dolor” uno de los temas que creo que pueden llegar más fácilmente con una instrumentación bien definida y eficaz, con unas logradas guitarras dobladas y unos adornos de teclados sobre la que se cuenta la historia de un caballero medieval rebelde.
También me parece destacable “Guardián” de nuevo un corte rápido power de doble bombo marcado que se relaja un tanto para dejar que resalten las líneas de bajo y guitarras más matizadas, con fuerza y melodía con unos teclados que me suenan mucho a lo que hacían hace unos años los barceloneses Sorcery aunque con mejor sonido y producción. En esta misma línea cabalgante pero menos rápida nos dejan “Felurian” más mística y decorada, con cuerpo pero algo plana en su desarrollo, como sucede en la oscilante “En Pie” que aunque cambia de ritmos y tempos no acaba de brillar en su instrumentación.
Para el final queda “Elegía” el tema más extenso cercano a los ocho minutos de duración y que como su nombre indica desarrolla la trágica historia de un personaje suponemos que ficticio en tono casi recitante por momentos con una carga épica y misteriosa que sale a relucir en su trabajada composición. Cierre correcto para un disco correcto, dejando buenas sensaciones puntuales mostrando buenas ideas, pero todavía con margen de mejora.
Mariano Palomo

JUANJO MELERO "Pies De Barrio"


(The Fish Factory)
Antes de nada y para situarnos, el que espere encontrar en este disco una continuación de lo que hacía su protagonista con Sangre Azul que se vaya olvidando, nada que ver. En esta ocasión, y haciendo honor a su título, Juanjo Melero se ha marcado un trabajo crudo, callejero, urbano, espontáneo, poético, en definitiva, muy de barrio. Algo que viene marcado además de, lógicamente por sus letras, por la forma de cantar de Juanjo, tremendamente áspera recordando a gente como El Drogas (Barricada), Robe Iniesta (Extremoduro) o Kutxi Romero (Marea). Todo esto no quita para que el disco tenga muy buen sonido, un nivel instrumental importante, y una carga melódica correcta para no resultarme tan estridente como suelen hacerlo este tipo de sonidos.
Se abre el CD con la intensa “Pompa De Jabón” a ritmo de rock arrastrado y cazallero a lo Marea, con mucha intención sobre un buen balance guitarrero, que se recrudece en la más distorsionada “Palabras y Corazones” de curiosa letra llena de referencias a la fauna marina y en la cuenta con la colaboración en los coros de Kisko Calamidad García.
Baja el ritmo en la taciturna “Rebelde Resistencia” en la que aparte de su intimista letra me llama la atención el sonido de sus guitarras a lo AC/DCmás calmados, recuperando el ritmo más electrizante a lo Young en la simpática “Entre la Mortadela y el Caviar” en la que Melero cuenta sus experiencias de carretera resultándome una de las más completas y atractivas de todo el disco.
También me ha convencido bastante“Todo Me Parece Bien” curiosa con un ritmo cortado que marca su ronca melodía vocal con un estribillo que me trae a la cabeza a los recientemente reaparecidosEnemigos, para caer luego en las vivencias nostálgicas de “Pilas Gastadas” con menor pegada pero llena de poesía, al igual que la bohemia “Si Me Dan A Elegir” que me convence más por su rollo vacilón a pesar de su entonación excesivamente ronca para mi gusto, comome sucede con la nostálgica “Todo Se Acaba” que sube de nivel por los aportes de slide guitar que contiene.
Los dos últimos cortes sobresalen por encima de la media del disco. Primero “Mundo Real” tema de rock and roll con actitud, algo stoniano, y en el que además participan en las coros todos los Sangre Azul (seguramente para alguno este sea ya motivo suficiente para hacerse con el disco) con Toni Solo alternando en la voz principal con Juanjo, quedando divertida y resultona.
No se queda atrás otro buen tema como es “Decir Adiós” que con su deje blues-sureño nos trae a la cabeza a los primeros M Clan, de nuevo con los sonidos slide remarcados, resultando un buen cierre para este trabajo que de primeras puede resultar algo complicado de digerir sobre todo por la voz de Juanjo, pero que va ganando en encanto a cada escucha.
Mariano Palomo

7 ALMAS “Nueva Tierra”


(The Fish Factory)
A pesar del hastío que se refleja en el panorama musical nacional en general, y más aún en el hard rockero en particular, siguen apareciendo buenas bandas que a base de trabajo, talento y perseverancia sacan adelante sus proyectos. Es el caso de los madrileños 7 Almas, una formación que en estos días pone en circulación su debut discográfico bajo el título de “Nueva Tierra”, un disco lleno de interesantes composiciones con el hard rock clásico como columna vertebral a la que se unen algunos elementos más actuales, los menos, y algún que otro guiño blues o A.O.R.
Independientemente de la calidad meramente musical del CD, este lanzamiento viene marcado por la tragedia que supuso hace unos días el fallecimiento del batería del grupo David Saura Redondo, algo que sin duda estará muy presente en la trayectoria posterior de la banda ya que después de haber grabado el disco David no podrá disfrutar de su salida ni defenderlo en directo. Desde aquí nuestro abrazo y condolencias a sus familiares, compañeros y amigos.
Centrándonos en los temas, arrancan el trabajo con el tema que le da título “Nueva Tierra”, un corte enérgico y trabajado de aires ochenteros en su estructura y melodías pero con unas afinaciones más actuales que encajan perfectamente dando sustento a su esperanzadora letra cantada con poderío por Israel Hernansáiz Balsalobre, mientras que Oscar G. López  a la guitarra deja muy buenos detalles completados por algunos aportes más esporádicos de teclados de la mano de Carlos Mora.
Empiezan a mostrar algún deje blues en la despechada “¿Dónde Está Tu Amor?”, enriquecida por unos muy buenos coros y unos riffs algo más pesados pero tremendamente adictivos que se funden con los toques de teclas más setenteras creando un sonido que recuerda a sus admirados Whitesnake, no en vano alguno de los miembros del grupo también participan en Bad Snake banda tributo a la Serpiente Blanca.
Se acercan más al A.O.R. con la romántica “Esperándote”, un apasionado medio tiempo tremendamente melódico en el que comparecen unos rasgueos acústicos que suenan complementando el gran trabajo eléctrico de guitarras y del bajista Oscar Salas “Cherokee” (Cuatro Gatos), volviendo a acelerar en la transcendente “Buscando” de nuevo con guitarras y teclas en clave ochentera sustentando una interpretación vocal más desgarrada por parte de Israel.
Se relajan de nuevo con la suave balada “Más Allá” acompañado en primer plano por un piano arropado por unos bonitos coros y una delicada base, volviendo con fuerza en la reivindicativa “Vampiros de Traje”, más áspera como requiere su mensaje, con unos detalles de teclas y guitarra muy marcados que se unen a las buenas melodías de voz dobladas en sus coros, resultando un conjunto sonoro cercano a unos Sangre Azul actualizados.
Vuelta al sonido más bluesy con la cadenciosa “Dispuesto En Pie”, muy rítmica con encanto y esencia clásica sobre todo en un embaucador sonido de guitarras, que se tornan más crudas en la descarnada “Te Siento Lejos” dejando mayor lucimiento a las potentes melodías de voz completadas por unos buenos coros que dejan paso de nuevo a los sonidos acústicos en el sentido medio tiempo “Allí Estaré” creciendo sobre unas bonitas armonías vocales.
Llegamos a la recta final con la más actual y áspera “Libre” sinuosa y con intención donde nos dejan un breve duelo de teclas y guitarra a cargo de Carlos y de Jaume Plá, director de la 21st Century Music que cedió su estudio para la grabación del disco. Reaparece el influjo Whitesnake en algunos arreglos de “Diosa Del Tiempo” tema potente y trabajado de evocadora temática mitológica a ritmo cabalgante pero no acelerado, para cerrar definitivamente con la tórrida y sensual “Hasta El Amanecer” en onda Hard A.O.R. ochentero que recuerda un poco a los Beethoven R. más melódicos pero con mayor presencia de teclados.
Buen disco, más tratándose de un debut, de esta banda que habrá que empezar a tener en cuenta desde ya mismo, suerte para ellos.
Mariano Palomo

miércoles, 12 de noviembre de 2014

UNISONIC “Light Of Dawn”

(ear Music) 
Este segundo larga duración de la súper banda germana se ha puesto al mercado siguiendo exactamente el mismo proceso que el primero, precediéndolo de un EP con canciones de adelanto. En este caso hablamos de “For The Kingdom”, que contenía la canción homónima y algunas más en directo, junto al excelente tema exclusivo “You Come Undome”. En “Light Of Dawn” no apareciamos diferencias exclusivas con “Unisonic”. Aunque, según los créditos, las canciones están compuestas por todo el grupo, en cuanto lees cualquier entrevista te enteras de que el peso de la composición ha caído sobre el bajista Dennis Ward y que Kai Hansen esta vez no ha participado apenas nada. Al igual que en el disco de debut, no se distingue su voz por ningún sitio. No se puede discutir lo gran vocalista que es Michael Kiske, pero tampoco es cuestionable que los coros ganarían mucho con la aportación vocal de Kai.
Esto no impide que algunos momentos del trabajo recuerden poderosamente a los tiempos de las calabazas. Apenas finalizada la intro, lo primero que escuchas es la comercial “Your Time Has Come”, puro Helloween en su mejor época, y lo mismo podemos decir de “For The Kingdom”, ambas parecen sacadas de los dos primeros “Keepers”. De por medio tenemos otro corte bastante bueno, “Exceptional”, con un ritmo algo más pausado a la vez que machacón. “Not Gonna Take Anymore” es un medio tiempo con unos coros majestuosos que dan un aire de himno.
Como hemos visto el disco arranca muy bien, pero a medida que van avanzando las pistas te vas dando cuenta de que el listón se ha quedado tan alto que lo que viene detrás no está a la altura. Es lo que pasa con “Night Of The Long Knives” o “Find Shelter”, les falta la garra y la fuerza de sus predecesoras. Resultan incluso aburridas. Del mismo modo, “Blood” no pasa de ser una balada del montón. No se mejora mucho con “When The Deed Is Done”, lentorra y sin nervio, aunque la salva el buen estribillo.
Sin embargo, las impresiones van mejorando en la recta final. “Throne Of The Dawn” aunque no termina de llenar del todo, también es cañera a lo Helloween. “Manhunter”, sin ser nada del otro mundo resulta simpática. El cierre deja muy buen sabor de boca con otra balada, “You And I”, realmente bonita. Es una pena que junto a temas bastante más que buenos nos encontremos canciones que no convencen y que desmerecen el conjunto. Lo que prometía haber sido una obra maestra se ha quedado en un simple buen disco.
Nacho Jordán

HAMMERFALL "(r)Evolution"

(Nuclear Blast)
Tras el espantoso disco “Infected”, sin la menor duda el peor de toda la carrera de Hammerfall, reconozco que lo último que me apetecía era volver a escuchar nada nuevo de los suecos. Por suerte, tres años es tiempo más que suficiente para que se diluya un cabreo y te muestres dispuesto a conceder una última oportunidad. Y, aunque este “(r)Evolution” no es el mejor disco de Hammerfall ni está a la altura de la trilogía formada por “Glory To The Brave”, “Legacy Of Kings” y “Renegade”, sí podemos decir que al menos vuelven a ser los mismos. Y que el abominable "Infected” no fue más que una mala ocurrencia que, (esperemos) jamás se volverá a repetir.
Nada más comenzar a escuchar “Hector´s Hymn” te invade una sensación mezcla de alivio y reencuentro. Es como un regreso a casa. Bien es verdad que no es ninguna obra maestra, pero por lo menos estamos otra vez ante los Hammerfall de toda la vida. Lo mismo ocurre con “(r) Evolution” o con “Bushido”. Sin ser maravillas, las das por buenas al comprobar canción a canción que el tiempo de los experimentos desastrosos parece olvidado. El nivel asciende con “Live Life Loud”, un tema de los que entran a la primera y perfecto para ser interpretado en vivo, efectivo a la vez que corto y simple. También convence “Ex Inferis”, una de esas composiciones lentas de poderoso estribillo. Se retoma la caña con “We Won´t Back Down”, y continuamos con el medio tiempo “Winter Is Coming”.
“Origins”, tiene un título que la define muy bien, es un regreso a los orígenes que parece extraída de los primeros trabajos. Es una de las mejores y es de suponer que en unos años se habrá quedado fija en el repertorio en directo. “Tainted Metal” es pura aceleración con el sabor de los mejores tiempos. “Evil Incarnate” es quizá lo más flojo del trabajo, una canción aburrida y de relleno. “Wildfire” tampoco convence del todo. Comienza cañera para interrumpirse casi al final. No es la mejor para cerrar un disco. Unos temas son mejores y otros peores, pero los viejos Hammerfall han vuelto a ser quienes eran y en el fondo eso es lo que importa.
Nacho Jordán

sábado, 1 de noviembre de 2014

NUBIAN ROSE “Mental Revolution”

(Limewire / Cargo Records)
Hace un par de años una nueva formación sueca llamaba la atención a los seguidores del hard melódico con la publicación de su primer trabajo discográfico, sobre todo por la exótica presencia como frontwoman de la poderosa Sofia Lilja, cuya piel de ébano chocaba con la pálida tez de sus compañeros de fatigas. Pero además de por su imponente imagen, sobre todo nos conquistó por una tremenda voz, bien trabajada y evolucionada tanto en su faceta de vocalista así como de coach de un concurso televisivo de talentos musicales en Suecia.
Además de este principal aliciente vocal la otra parte fundamental del grupo es la aportación tanto instrumental como compositiva del guitarrista Christer Akerlund, único músico que ha repite junto a Sofia en los dos discos del grupo además del bajista Henric Uhrbom, completándose la formación actualmente con los hermanos Tomas y Torbjorn Weijnesjo, que se encargan de la batería y las guitarras rítmicas respectivamente. También aparecen como invitados en este “Mental Revolution” Joakim Ahlund (teclados), Katarina Kammarkor (coros) y el reputado Mats Levén (voces) que ya participó en el primer disco del grupo dejándonos un estremecedor dueto con Lilja revisando el clásico “When I Close My Eyes Forever” de Lita Ford y Ozzy Osbourne.
Supongo que debido a los cambios de músicos y a una cierta evolución en la producción y sonido de la banda, este segundo trabajo suena mucho más contundente que su predecesor, reduciéndose los pasajes A.O.R. de aquel y rayando con el metal melódico en algunos momentos. Eso sí, todo dentro de un orden y siempre con la melodía muy presente aunque coros, afinaciones y distorsiones son mucho más potentes.
Así, el inicio con  “War” es de lo más afilado y rotundo, con un ritmo machacón destacando su percusión y sobre el que la voz principal aparece con fuerza engolándose y llegando a ser algo histriónica en algún tono muy exagerado. Se relaja notablemente el ritmo con la cadenciosa “Time Again”  que corta un poco el rollo haciéndose un poco pesada a pesar de su buena melodía de guitarra.
Vuelven a apretar el acelerador para dejarnos buenos ataques hardrockeros con la vigorosa “Illuminated Within” dotada de intención y pegada a la que contribuyen unas guitarras más sucias rozando el sleazy como contraste a la expresiva voz de Sofia, como sucede de forma más atormentada en la punzante “The Eye” con un rollo muy Pink Cream 69, o en la divertida “Tough Guys Don’t Dance” el tema más bailongo del disco con un estribillo ganador que rompe dentro de su melódica y vacilona melodía de voz y guitarras a lo Marchello.
Se endurece el sonido haciéndose más metalero para la sinuosa “Break Out” otro corte potente y directo que funciona a través de su pegada y sencillez, recuperando luego la vena más melódica cercana al A.O.R. con motivante a lo Romeo’s Daughter “Higher” creando un sabroso maridaje de voz y guitarras, relajándose luego un tanto con el apasionado medio tiempo “You Will Never Walk Alone”, nada que ver con la liturgia de Anfield Road o Celtic Park, pero también con feeling e intensidad.
El cierre lo ponen en clave hard A.O.R. “(Taking This) Further” recordándome de nuevo a la banda Leigh Matty con unos giros descarnados en sus melodías de voz, y la guitarrera “All Of Your Love” animada e igualmente expresiva en la que el tono de Sofia se asimila bastante al de Linda Perry (4 Non Blondes). Estos dos son nada más que dos ejemplos de los tintes vocales que he encontrado en el desarrollo del disco, para situarnos, pero también creo que entre las influencias de la vocalista afro-escandinava podrían estar Ann Wilson (Heart), Janis Joplin, o las grandes del soul como Aretha Franklin. Meter todo eso en una coctelera, agitarlo bien, añadir unos buenos guitarrazos, unas buenas melodías y una trabajada formación musical, y más o menos es lo que podéis encontrar en este segundo disco de Nubian Rose, con menos melodías aoreras que en el primero pero con más fuerza y mejor producción.
Mariano Palomo

WHITESNAKE “Live In 1984 – Back To The Bone”


(Frontiers / Mastertrax)
Parece que el Sr. Coverdale ha debido pensar que mientras acaba de ensamblar su nueva alineación de la Serpiente Blanca con la incorporación del guitarrista Joel Hoekstra (ex Night Ranger, Transiberian Orchestra) y mientras le llega la inspiración para sacar nuevo material, no era mala idea recuperar grabaciones antiguas de cualquiera de sus brillantes etapas pretéritas. En este caso, aparte de por su indudable valor musical y documental, este lanzamiento tiene una gran carga sentimental ya que en el mismo aparecen tres músicos que desgraciadamente ya no están entre nosotros, Jon Lord (teclados), Mel Galley (guitarra) y Cozy Powell (batería). Así lo refleja el propio vocalista inglés en una breve y emotiva nota en la que también tiene palabras de elogio y agradecimiento para John Sykes (guitarra) y Neil Murray (bajo) que completan la formación que grabaron el fantástico “Slide It In” en 1984 y que ahora recordamos aquí con algunas grabaciones de la gira de aquel año.
Un disco “Slide It In” que supuso el puente entre los Whitesnake más clásicamente bluessies y los más americanamente hardrockeros, y que contenía algunos de mis temas favoritos del grupo que ahora, junto algunos de sus clásicos de la primera época, podemos volver a disfrutar con toda su esencia y encanto, divididos en tres bloques. El primero y principal son una serie de bootlegs  en los que se recogen de forma bastante real y sin apenas postproducción algunas actuaciones de la banda, desde la potente y rítmica “Gambler” hasta la profundamente melancólica “Soldier Of Fortune”, pasando por mi preferida de siempre del grupo “Guilty Of Love” con ese estribillo top palmeado y coreado como pocos, al igual que “Slow An’ Easy” enorme con el sonido slide de Galley y con redobles de Powell, cuya favorita “Love Ain’t No Stranger” también aparece con su tremendo sentimiento.
Por su parte Sykes deja su cañero y elegante estilo patente en la mayoría de los solos, incluyendo uno que precede a la apasionada “Crying In The Rain” en la que también Murray deja su sello al bajo, como sucede en una acelerada y endurecida “Walking In The Shadows Of The Blues” que sin estar mal no me convence tanto como en su versión más lenta y cadenciosa, como me sucede en menor medida con la adictiva “Ready An’ Willing” en la que las teclas quedan algo opacas.
El segundo bloque del CD está compuesto por tres temas “Love Ain’t No Stranger”, “Ready An’ Willing” y “Slow An’ Easy”, extraídos del vídeo del festival Super Rock de Japón, con lo que esto implica de artificialidad y falta de calor de su sonido dado el año de su grabación, más limpio y suave pero menos cálido y real, más aún después de acabar de escucharlos de forma mucho más cruda y potente. Como documento y curiosidad no está mal, pero me quedo con los primeros.
La tercera y última parte es la más emotiva, se trata de un medley que recoge cuatro temas de la última actuación de Jon Lord con Whitesnake grabados en Las Vegas con un sonido ciertamente mejorable pero con mucho rollo. Los temas enlazados son “Gambler”, “Guilty Of Love”, “Love Ain’t No Stranger” y “Ready An’ Willing”, con las teclas de maestro brillando sobre todo en “Love Ain’t No Stranger”.
Además de en CD este lanzamiento también aparecerá el próximo 7 de noviembre en formato DVD, y por lo que hemos podido leer será mucho más completo e interesante con grabaciones e imágenes del archivo privado de Coverdale que seguro que harán que a más de uno le invada la nostalgia y el recuerdo de tiempos mejores. Como dirían los guiris, a poco de calidad de imagen que tenga, “A Must” para los fans de Whitesnake.
Mariano Palomo