miércoles, 10 de julio de 2013

JAMES CHRISTIAN “Lay It All On Me”

(Frontiers / Mastertrax)

El líder de House of Lords y una de las voces más representativas y carismáticas del A.O.R. norteamericano pone en circulación en estos días su tercer trabajo en solitario. Lejos queda ya aquella joyita publicada hace casi veinte años bajo el título de “Rude Awakening”, sucedida en 2004 por un interesante “Meet The Man” y ahora por este “Lay It All On Me”. En estos tres trabajos James Christian ha dejado siempre constancia de su clase y talento a la hora de crear un rock melódico de altura que casi siempre ha quedado algo ensombrecido por sus mejorables producciones.
En este caso se nota y mucho que el proceso de elaboración ha sido llevado a cabo con mucho intercambio de ficheros, mucho pro-tools (o similar), y con escasa ejecución conjunta en estudio, dando como resultado un disco correcto en cuanto base creativa y compositiva, pero hueco y frío en cuanto a sentimiento, e irregular en cuanto al sonido de cada uno de los temas. Es imposible que un tema grabado por unos músicos en un mismo estudio suene igual que otro registrado por partes a los dos lados del Atlántico, y esto lastra mucho el brillo y empaque del conjunto del trabajo.
A pesar de todo esto el disco tiene muy buenos cortes, con un Christian mostrando su categoría y sensibilidad habituales, con unos compositores invitados brillantes (Tommy Denander, Chris Pelcer o el teclista Jeff Kent) y con un grupo de invitados realmente notable que dejan su impronta en las piezas en las que participan. Desde su inseparable Robin Beck poniendo voces, hasta sus compañeros en House of Lords BJ Zampa a la batería y Jimmi Bell a la guitarra (también componiendo), pasando por David Sherman a la batería y Shelby Stewart a la guitarra, junto a nuestro Jorge Salán (no Salas como pone en la nota de prensa).
El comienzo es brillante con la luminosa “Lay It All On Me”, un tema perfecto para arrancar, pegadizo, alegre y algo pomposo donde su estribillo manda llenando de voces y teclas para que quede más tímido el aporte guitarrero a cargo de Jorge Salán. Se deja notar más nuestro paisano en el precioso medio tiempo “Day In The Sun” con unos acordes reconocibles dentro de un sonido más compacto y cálido, dejando un aire agradable y relajante que profundiza aun más en la más tranquila “Believe In Me” rozando el ritmo baladesco transmitiendo por sus juegos de voces y con mayor protagonismo para los técnicos teclados a lo Cannata de Jeff Kent. El último tema en el que participa Jorge es otra composición tranquila “Let It Shine” dejándonos un breve sólo pellizcado insertado al final de la sólida y embaucadora interpretación de vocal de James.
Como decía antes la producción es el gran pero de este disco, ya que temas como “Sacred Heart” o “You’re So Bad” se intuyen mucho más brillantes de lo que suenan, sobre todo por su opaco sonido de batería, más aún habiendo visto más de una vez en directo el poderío y pegada de BJ Zampa. Y aun así son dos temas reseñables por su calidad, más atemperado y puramente A.O.R. el primero y más movido el segundo con un estribillo resultón que entra fácil de la mano de los teclados.
Mejora el sonido en temas más guitarreros, como “Don’t Come Near To Me” de riffs presentes y ritmo contagioso, asequible pero rotundo con grandes voces atrapando y transmitiendo optimismo, el corte que más me ha convencido junto al tema título y a la más House of Lords, “She’s All The Rage” donde, sin tenerlo confirmado, creo que Jimi Bell deja su sello a la guitarra para que los teclados acompañen con menor protagonismo pero con acierto creando uno de los temas con más cuerpo del disco.
No está mal tampoco pero baja un escalón por el dichoso sonido la técnica y envolvente “Sincerely Yours” que no acabad de romper pero que si atrapa de nuevo con sus melodías de voz y esos teclados a lo Cannata, al igual que el medio tiempo “Shot In The Dark” de cadencia rítmica media entrando más afilada por su solo de guitarra, intensificándose en “Welcome To Your Future” más poderosa y compacta con recuerdos épico-evocadores y con las guitarras afiladas junto a la poderosa voz de James Christian recordando de nuevo a su banda madre.
Un buen cierre para un disco bastante irregular en su producción, pero de nuevo con una colección de composiciones variadas y atractivas de la mano de uno de los referentes de los sonidos melódicos que sigue al pie del cañón dando muestra de su capacidad de trabajo y sacrificio para llevar adelante su carrera. A ver si para su próxima en solitario consigue que suene como las de House Of Lords.
Mariano Palomo

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