miércoles, 27 de marzo de 2013

PRETTY MAIDS “Motherland”

(Frontiers / Mastertrax)

Después de publicar el año pasado un buen directo como fue “It Comes Alive” registrado durante la gira de su “Pandemonium”, uno de los referentes históricos del hard & heavy europeo vuelven con nuevo material en estudio bajo el título de “Motherland”. Un disco en general más arreglado, excesivamente para mi gusto en muchas fases del mismo, que su predecesor que me resultó más crudo y directo aun habiendo pasado ambos por las manos de mismo productor, Jacob Hansen. A estas alturas no creo que pueda haber dudas sobre el talento y capacidad compositiva de dos maestros como el guitarrista Ken Hammer y el cantante Ronnie Atkins que siguen manejándose como nadie a la hora de crear melodías intensas y atractivas, en este caso que nos ocupa yo las achaco más a la producción, un sonido de teclados excesivamente recargados eclipsando esas melodías que más desnudas creo que hubieran lucido más. Esto no quiere decir que el disco suene mal, de hecho suena muy nítido, sólido y rotundo, pero para mi gusto algo artificial, echo en falta algo de la crudeza característica del grupo.
El comienzo con “Mother of All Lies” es bastante correcto, un tema con los elementos habituales de Pretty Maids en el que las melodías de voz y guitarra lo hacen muy asequible, pero con unos arreglos electrónicos que amortiguan su intensidad. Una intensidad que crece con la envolvente “To Fool a Nation”, con un punto épico magnífico resaltando como en todo el disco las melodías de guitarra de Hammer dentro de un ritmo medio embaucador salpicado de algunos repuntes más crudos.
Tras la breve y pausada narración contenida en “Confession” sorprenden un poco llegando casi a territorios power metaleros con “The Iceman”, un corte muy melódico rodeado de un halo misterioso por sus barrocos y sinfónicos arreglos de teclados a cargo de Morten Sandger recordándome a sus paisanos Royal Hunt, y con un gran Atkins mostrando su tremenda versatilidad vocal. Sigue resaltando el veterano cantante danés en el que es para mí el mejor corte del disco, “Sad To See You Suffer”, un maravilloso medio tiempo marca de la casa que bien podría ser la segunda parte de “Baby Please Don’t Leave”.
Contrasta la armonía y belleza de “Sad To See You Suffer”, con la dureza de la monótona “Hooligan” dotada de un leve barniz industrial sobre un estribillo machacón haciéndola directa pero excesivamente simple, para tranquilizarse con la correcta “Infinity” que sin estar mal en su concepción melódica se me hace algo artificial por sus arreglos actuales, al igual que me sucede con la más dura “Why So Serious?” con mayor carga de sonidos electrónicos.
Las más cañeras “Motherland”, ágil en su punzante desarrollo melódico, y la misteriosa “I See Ghost” mejoran notablemente a las anteriores, consiguiendo un mejor balance de crudeza y melodía, con unos teclados dosificados y con mayor presencia de las brillantes guitarras de Hammer sobre la precisa aportación del batería Allan Tschicaja y del bajista Rene Shades. Sin deslucir su intensidad, las teclas y arreglos actuales vuelven a sobre exponerse dentro de la delicada melodía de “Bullet For You”, al igual que en la curiosa “Who What Where When Why” que acaba por entrar a base de su reiterado estribillo, y en la lenta “Wasted” inundada de sonidos nostálgicos junto a la profunda y sentida voz de Atkins.
En cualquier caso no deja de ser un buen disco con buenas ideas compositivas e interpretativas, que de primeras me echó un poco para atrás por sus arreglos, pero que acaba dejando muy buenos temas que me van gustando un poco más tras cada escucha.
Mariano Palomo

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