martes, 22 de enero de 2013

SNAKECHARMER “Snakecharmer”

(Frontiers / Mastertrax)

Surgida de los rescoldos The Snakes, posteriormente Company of Snakes, nos encontramos ahora con la agradabilísima primera entrega homónima de los británicos Snakecharmer (no con confundir con la banda sueca del mismo nombre encabezada por el vocalista Pete Sandberg). Una banda con la indeleble marca de los Whitesnake más clásicos absolutamente presente, manteniendo al guitarrista Mickey Moody y al bajista Neil Murray al frente, acompañados por otros cuatro buenísimos y experimentados músicos de las islas como son Harry James (Thunder, Magnum) a la batería, Chris Ouesy (Heartland, Virginia Wolf, The Distance) a la voz, Laurie Wisefield (Wishbone Ash) a la guitarra, y Adam Wakeman (Ozzy Osbourne) a los teclados.
Todos ellos se han marcado un excelente trabajo pleno de esencia hard rock-blues, donde los sonidos de guitarras y teclados envuelven la magnífica voz de Ousey que muestra su máximo nivel de clase y sentimiento, pero sin perder nada de rotundidad ni pegada, moviéndose del hard setentero al rock sureño con total acierto y dinamismo.
Empiezan a atraparnos con la cadencia blues de “My Angel” un tema embaucador salpicado de sonidos acústicos y slide donde Moody y Wisefield se salen con sus guitarras bien acompañados por los teclados inmaculados de Wakeman, de casta le viene al galgo. Giro más cercano a los setenta con la maravillosa “Accident Prone” con Ousey tirando de garganta bien rodeado de coros más soul que aportan un rollo especial al tema, y con la más bluesy “To The Rescue” que bien podrían haber firmado Bad Company con un fantástico balance de teclas y guitarras junto a unas matizadas líneas vocales que me recuerdan a los Alaska de Bernie Marsden.
Un punto más de relajación con la profunda balada “Falling Leaves” marcada por la voz enorme de Ouesy rodeada de unos buenísimos coros llenándola de sentimiento mientras las guitarras parecen sangrar para crear una emotiva composición que encierra lo mejor del hard blues hecho con alma y elegancia. Se anima el ritmo con la sinuosa “A Little Rock & Roll” en la que acústicas y slides reaparecen brillando a medio tiempo dentro unos sonidos más sureños que se embarullan un poco al final con una voz tratada que la desluce mínimamente, mejorando en la más rasgada “Turn of the Screw” llena de intención y ritmo polvoriento.
Vuelta a tesituras más relajadas con “Smoking Gun” en la que la potente voz de Ousey rivaliza con el encanto de guitarras y teclas completándose con unos buenos coros aportando el toque blues-sureño, que desaparece momentáneamente en la pegadiza ochentera “Stand Up”, el tema más A.O.R. del disco en el que los arreglos de guitarra y teclados nos llevan a la época dorada del género recordando ligeramente a los propios Heartland.
En la recta final Moody parece retomar el mando con buenos temas setenteros como “Guilty as Charged” en el que el regusto blues Snakes queda patente sobresaliendo tanto el tratamiento de guitarras como de teclas, al igual que en la más rítmica “Nothing to Lose” coronada por un muy buen solo lento marca de la casa. El cierre lo pone “Cover Me In You” un intenso medio tiempo en el que las guitarras dobladas y los matices vocales lo llenan de sensualidad dejándonos un delicioso sabor de boca.
Para todos los que seguimos enganchados a la saga de la Serpiente Blanca estamos de enhorabuena, ya que con este trabajo podemos disfrutar de toda su magia de una forma más auténtica sin tanta sobreproducción ni autoplagio. Aunque suene a lo que tiene que sonar, destila personalidad propia, en gran medida gracias a la tremenda labor vocal de Ousey, que me parece que ahora mismo supera claramente a lo que está haciendo el mismísimo Coverdale ¿será cuestión de edad?
Mariano Palomo

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