viernes, 13 de diciembre de 2013

BOSTON "Life, Love & Hope"

(Frontiers / Mastertrax)

Si había un lanzamiento que estaba deseando que llegara desde que se anunció era el del sexto trabajo en estudio de los míticos Boston (sí, seis discos en casi cuarenta años de carrera, con calma) y la verdad es que la decepción ha sido notable. Varios factores hacen de este “Life, Love & Hope” un disco menor, sobre todo por su sonido para mi gusto sin apenas chispa ni empaque. Aunque seguramente todo venga propiciado por el hecho de que este más que un CD de Boston, podría considerarse casi como el proyecto de Tom Scholz, único miembro original de la banda que permanece a día de hoy en la misma, y que se encarga prácticamente de todo, desde la composición a la producción, además de tocar la mayoría de los instrumentos, con desigual resultado.
Otro de los factores que bajan la nota del disco es la escasa aportación creativa en forma de temas nuevos, rescatando tres de los cortes de su anterior entrega “Corporate America”, que tampoco es que me pareciera ninguna maravilla, pero que a la postre acaban siendo de los más destacados, sobre todo por la presencia en dos de ellos de el tristemente fallecido Brad Delp poniendo su inconfundible voz. Estos dos temas son la suave y elegante “Didn’t Meant To Fall In Love” llena de delicadas melodías de voz y guitarra en las que se insertan unos originales aportes de teclados y de guitarra española, y la cálida “Someone (2.0)” en la que a pesar de su coletilla “2.0” no aprecio cambios significativos respecto a su versión primigenia de 2002. El otro tema en el que participa Delp es la inédita hasta ahora “Sail Away” tema lento con un punto dramático que transmite bastante con gusto y sentimiento, aunque seguramente tenga más peso por su mensaje referente a la gestión gubernamental de la crisis del huracán Katrina que por su aportación meramente musical.
En el tercer corte rescatado de “Corporate America” sí que aprecio alguna diferencia más palpable respecto al original, se trata de “You Gave Up On Love (2.0)”, se reduce su duración alrededor de un minuto, las voces cambian encargándose de las mismas Kimberley Dahme, Tommy Decarlo y el propio Tom Scholz dándola más color, y se salpican bonitos detalles de flauta, guitarra y teclados, acabando por ser de las que más me han convencido.
En cuanto a los temas nuevos la mayoría amagan pero no acaban de dar, caso del medio tiempo “Love Got A Way” muy bonito, con unas guitarras y armonías vocales con Scholz como voz principal bastante correctas, pero sin chicha, acabando por resultar sosa, como le sucede a la balada “If You Were In Love” también con Kimberly Dahme a la voz, tan delicada y susurrante que puede acabar por resultar somnífera.
Afortunadamente también hay temas animados y con mayor ritmo, como la inicial “Heaven On Earth” que tiene toda la esencia Boston, con sus inconfundibles melodías ya acordes pero todo amortiguado, sin la energía de antaño, sobre todo en lo que al sonido de batería se refiere realmente pobre y prefabricado, y eso que la labor vocal de David Victor y Louis St. August es más que reseñable. Mejora el asunto en cuanto a brillo y solidez con el tema título “Life, Love & Hope” otro de los más destacados en el que curiosamente la voz un tanto opaca de Tommy De Carlo resulta realmente bien dentro de su alegre melodía completada por los coros de Jeff Neal y de Scholz, repitiendo junto a Jude Nejmanowski para la sencilla y optimista “Someday”que sin ser la panacea si resulta agradable aunque algo irregular con algún curioso aporte de armónica de Curly Smith.
Se cierra el CD con el medio tiempo “The Way You Look Tonight” que me ha ido convenciendo más a base de reiterar su escucha por su propuesta envolvente con la aterciopelada voz de De Carlo una vez más bastante efectiva, aunque acabe por resultarme menor en conjunto por la oquedad de su base rítmica, completándose la obra con la bonita y breve instrumental “Last Day Of School” en la que Scholz exhibe su depurada técnica como guitarrista, algo en lo que quizá creo que debería centrarse más y olvidarse de otras labores para las que podría contar con otros músicos, porque al final normalmente “el que mucho abarca, poco aprieta”, que creo que es lo que le ha sucedido en este disco que apenas llega para mí al aprobado raspado. Imagino que la pérdida de Brad Delp y todas las vicisitudes por las que ha pasado Boston en los últimos tiempos tendrán mucho que ver en el resultado final, pero de los mejores siempre se espera lo mejor, y desgraciadamente en este caso hace tiempo que no es así, esperemos que puedan remontar el vuelo.
Mariano Palomo

jueves, 12 de diciembre de 2013

PHANTASY "En Tierra De Lobos"

(The Fish Factory)

Después del reciente y por lo visto no demasiado positivo intento de reunión de Cráneo, su vocalista Johan Cheka vuelve a la carga con un nuevo y ambicioso proyecto bajo el nombre de Phantasy. Una aventura inspirada, según indica la propia nota de prensa del lanzamiento, en los Avantasia de Toby Sammet, sin duda un brillante aunque difícilmente emulable referente. En su resultado final puede asemejarse en cuanto a estructura y filosofía a la obra del rubio genio alemán, pero está algunos peldaños por debajo en lo que a sonido y brillantez se refiere. Y no es que esté los temas estén mal, ni que los músicos participantes sean menores, ni muchísimo menos, pero cuando uno se pone un listón tan alto resulta complicado franquearlo limpiamente.
Así pues, obviando la metal opera por excelencia de los últimos tiempos y centrándonos en este “Tierra De Lobos”, hay que decir que nos encontramos con composiciones versátiles y variadas, con un sonido bastante ochentero en muchos momentos, y con la figura de su alma mater vocal resultándome más convincente que otras ocasiones, bien acompañado por grandes voces que dejan su huella, al igual que los instrumentistas que participan junto al cuarteto principal. Un cuarteto conformado por el citado Johan Cheka a la voz, junto al híper activo Miguel A. López “Cachorro” a la guitarra, y los ya ex del proyecto Antonio Tejada (Cráneo) al bajo y Pol DQ (Black Rock) a la batería, cuyos puestos ocupan respectivamente a día de hoy Peri Díaz (ex Mago de Oz, Vinotinto) y Bernardo Ballester (ex Santa, ex Ñu).
El inicio pomposo y orquestal de “Sólo Una Noche Más” despista un poco ya que lo encontramos es un tema heavy rockero y cañero rompiendo con unos afilados riffs compartiendo primeros planos con una cuidada melodía vocal llena de energía con la voz de Johan matizada por la de Natalia Martín (Casa De Fieras) y por unos teclados en segundo plano a cargo de José Barta (ex Ñu, Júpiter) al que bien podemos considerar como quinto miembro del grupo ya que participa en sus directos y en ocho de los diez temas de este disco. Reseñable también en este tema un gran solo de guitarra de Manolo Arias (Atlas, Niagara, ex Ñu).
Tras este incendiario comienzo nos encontramos de repente con la calidez de la voz de Julio Castejón (Asfalto) abriendo de forma pausada “El Tiempo Que La Noche Robó”, alternándose con la de Cheka que canta en un tono muy similar a la de Raúl Santana (ex Asfalto), tanto en esa parte inicial más calmada como cuando acelera el tema creando momentos brillantes y punzantes. Pasan a territorios más heavies con “Veneno En La Piel” de rítmicas marcadas y aires guerreros, dinamizados por los aportes de órgano de Barta y de guitarra de Cachorro, a los que acompaña Juanjo Melero en la ochentera “Niño Desarraigado” dando empaque al corte junto a Natalia que vuelve a respaldar el estribillo con su potente voz.
Cambio de voz femenina para “La Historia” con protagonismo casi total para Bella Dianez (Antalgia) que en un tono más lírico y atormentado muestra su talento de forma apasionada y técnica dentro de una estructura más teatral, volviendo a la crudeza cadenciosa en la repetitiva “Grito De Amor” más sencilla estructuralmente pero con interesantes detalles de guitarra. Aunque para cadencia envolvente setentera a lo “Mistreaded” la que marca el desarrollo inicial del medio tiempo “Frío” pura insinuación sensual con una intensa alternancia vocal entre Johan y Natalia en su estribillo, de nuevo con Juanjo Melero dejando detalles con su guitarra, junto a otros tres destacados invitados, el citado Peri al bajo, su ex compañero Sergio Cisneros “Kiskilla” a los teclados y José Marshall (Casablanca, Marshall Monroe) a la batería.
Barta recupera su puesto en los teclados para ambientar la elaborada con tintes progresivos “Quise” luciendo las buenas cualidades técnicas instrumentales y vocales de los protagonistas de la obra, para sorprender seguidamente con una fiel versión de “El Sitio De Mi Recreo” clásico de Antonio Vega que interpretan con suave gusto y sensibilidad. Para cerrar recuperan la ambientación más teatralmente heavy, casi power con “No Es Tarde Para Ti” marcando un acelerado ritmo que irrumpe en su lírico inicio dentro del que se desarrolla un potente duelo vocal entre Johan Cheka y Bella Dianez sobresaliendo sobre las virguerías orgánicas de Barta y las poderosas guitarras de Cachorro.
Un disco al que se le adivinan muchas horas de trabajo previo, con un notable nivel musical y compositivo, pero con algunos detalles mejorables como su producción, menos potente de lo deseable para mi gusto haciendo que los temas brillen menos de lo que creo que podrían hacerlo, y con cierta discontinuidad en su desarrollo para conformar lo que parece querer exponer, con más intención que efectividad por momentos, pero en cualquier caso resultando interesante y ganando puntos al descubrir nuevos detalles en cada una de sus escuchas.
Mariano Palomo

ANGELICA "Thrive"

(Frontiers / Mastertrax)

Después de darse a conocer hace unos años con The Murder Of My Sweet, la vocalista sueca Angelica Rylin se lanza ahora en solitario con su primer trabajo discográfico, eso sí, ayudada en la producción por su polifacético compañero Daniel Flores, y acompañada por un puñado de buenos músicos que dejan su impronta en el disco. Un disco que suena bastante distinto a lo que nos había mostrado con su banda primigenia donde desarrollaban una labor más discreta dentro de un estilo cercano al hard-metal gótico perdiéndose entre excesivos arreglos orquestales. Ahora parece encontrarse más cómoda explotando su veta más A.O.R. e incluso pop rockera recordando mucho más a los nombres más reconocidos del género, sobre todo a su paisana Erika.
Instrumentalmente el disco es notable, con buena presencia de guitarras pero siempre con los teclados de Flores como referente principal, y con una base rítmica que cumple perfectamente su labor sin excesivos alardes, completando un sonido claro y asequible a cualquier oído, aunque con ese deje más popero que a alguno le puede echar un poco para atrás. De hecho esto me sucedió al escuchar los primeros acordes sintetizados de “Breaking My Heart” que afortunadamente va ganando enteros con su estribillo pegadizo y con un solo de guitarra cañerito a cargo de Magnus Karlsson (Primal Fear).
Sigue la misma línea la positiva “I Am Strong”, con mayor lucimiento de Angelica por sus buenos repuntes vocales dentro de una estructura pop-A.O.R. comercial a lo Robin Beck, y de nuevo con otro buen y melódico solo de guitarra, en este caso de la mano de un sorprendente Jesper Stronblad (In Flames), para poperizarse un poco más en la agradable “To Your Rescue” con menor presencia guitarrera por parte del guitarrista titular Per Bergquist, que deja su cuota de protagonismo a Mats Lindorfs en el solo de la sólida balada “Can’t Stop Love” con una Angelica apasionada y profunda, y de la alegre “Nothing Else You Can Break” que es puro Erika con su melodía de voz doblada en el estribillo, al igual que el medio tiempo “Losers In Paradise” tan suave pero como intenso.
Continúa el disco con las más lineales “Riding Out The Storm” con una instrumentación más discreta y con una melodía vocal expresiva y cálida subiendo con nivel en su estribillo reiterado, y “Rain On My Parade” A.O.R. con toques hi-tech en la que los sonidos sintetizados brillan con nitidez, como sucede en mayor medida con las más poppies y pegadizas “You Will Never Win” cortada por algún guitarrazo a cargo de Bergquist, y “This Kiss Is Just For You” menor en cuanto a nivel instrumental dejando que Angelica se luzca con buenos registros matizados.
El final llega con “I’m Not Waiting” menos previsible que el resto por la participación más destacada en segundo plano de voces masculinas (Anders Wigelius, Daniel Flores) dando un color distinto dentro de unos arreglos más modernos, y con el optimista medio tiempo “Take Me To Your Heart” que cierra de manera intensa y brillante por su compacidad y llegada cortando con rasgueos una tremenda melodía vocal, rematándola con un buen solo de guitara de Matt Guillory (James LaBrie), dejándonos con un gran sabor de boca. Un disco que a pesar de tener muchos sonidos sintetizados y bastantes melodías edulcoradas suena muy real y compacto en general, para nada lo artificial que estamos acostumbrados hace tiempo con otros proyectos, y que sin acabar de volverme loco me resulta bastante creíble y competente.
Mariano Palomo

miércoles, 11 de diciembre de 2013

BENEDICTUM “Obey”

(Frontiers / Mastertrax)

Tras crear cierta expectación en los círculos heavy metaleros con su irrupción discográfica en 2005 con “Uncreation” los californianos Benedictum han ido avanzando en su carrera sin excesiva repercusión multitudinaria, dos trabajos más en estudio inferiores al debut, y ahora este “Obey” con el que tampoco es que experimenten un crecimiento reseñable. Moviéndose bajo las mismas premisas de sus anteriores discos vuelven a facturar un puñado de canciones de heavy metal americano, sin muchos matices ni aristas, y a las que algo más de dinamismo les vendría muy bien.
Siempre con la arrebatadora figura de Veronica Freeman al frente, una vocalista poderosa de intimidante imagen que en lo puramente musical muestra un correcto nivel pero sin resultarme demasiado original ni rompedora, a la que acompañan el guitarrista Pete Wells, el bajista Aric Arvina y el batería Rikard Stjernquist (ex Jag Panzer), cumpliendo igualmente todos ellos su cometido con igual corrección pero sin resaltar por nada especialmente, resultándome bastante monótonos.
Seguramente la impresión de monotonía que desprende este “Obey” venga dada por la forma un tanto mecánica de desarrollar sus temas, el sonido no es malo, se adivinan buenas cualidades técnicas sobre todo por parte de Wells, pero la verdad es que lo que se dice transmitirme, me transmite más bien poco. También puede ser por lo plomizo y oscuro de la ambientación general del álbum, desde el inicio con la intro “Dream Of The Banshee” que nos lleva hasta “Fractured” tétrica y hueca, salvo por los citados aportes de algunos licks de guitarra.
Igualmente pesado me parece el tema título “Obey” agresiva pero sin brillo, roma y machacona, salvada por algún ligero acelerón en su ritmo, que aumenta en la más actual y competente “Fighting For My Life” marcada por algunos efectos interesantes y por unos agresivos golpes de voz, que siguen agriándose en el estribillo de la más dinámica “Scream” que mejora mínimamente respecto a sus predecesoras.
Llegamos a la parte central del disco con los tres temas que más me han convencido: “Evil That We Do” por sus buenas guitarras recordándome a los Megadeth más heavies engarzadas dentro de una sencilla y pegadiza melodía vocal con buenos coreos; “Crossing Over” más pesada pero con buenos riffs clásicos y cabalgantes junto a la voz de Veronica más matizada dentro de una misteriosa ambientación; y “Cry” un intenso medio tiempo en el que Tony Martin (Black Sabbath) pone su voz dando nivel melódico al tema junto a la de la vocalista titular resultando una buena combinación dentro de una instrumentación más ligera.
Casi a la misma altura de la tripleta anterior situaría a la rápida “Apex Nation” sencilla y eficaz composición en la que la guitarra lleva el peso cortando la áspera pero limpia voz de Veronica, y un peldaño por debajo a “Thorn” que empieza pesadita y sin chispa pero que se anima en algunas fases hasta parecerme competente, al contrario que “Die To Love You” que nunca acaba de arrancar con unos aires místicos pesadísimos.
El final lo pone “Retrograde” el tema más extenso del disco que en sus más de siete minutos se hace larguita por su sórdida ambientación con algún toque progresivo a lo Savatage en algún cambio de ritmo y algunos arreglos que, en cualquier caso, no pasan de maquillarla ligeramente dentro de su pesadez. En fin, como sucede con el CD en su conjunto, que tiene momentos interesantes e intensos, pero que en general no ha conseguido que Benedictum vuelvan a llamar mi atención, puede a los seguidores de sonidos más densos les convenza más que a mí.
Mariano Palomo

martes, 10 de diciembre de 2013

ROYAL HUNT “A Life To Die For”

(Frontiers / Mastertrax)

Hace un par de años Royal Hunt recuperaban su mejor nivel con la vuelta del cantante norteamericano DC Cooper publicando un gran álbum como es “Show Me How To Live”, un disco de apenas siete temas y alrededor de tres cuartos de hora de duración que recogía lo mejor de André Andersen y compañía. Ahora repiten fórmula en cuanto a números de temas y duración con este “A Life To Die For”, que también ha terminado por conquistarme, aunque en un principio echaba en falta algo más de punch e inmediatez en las composiciones. Al final, la clase y el talento tienen que salir a relucir aunque sea a base de reiterar las escuchas para sacarle todo el jugo a los temas.
Seguramente tendrá mucho que ver con esa primera impresión no tan positiva el hecho de que el disco se abra con el tema más largo del mismo “Hell Comes Down From Heaven” que se va casi hasta los diez minutos de duración, con un misterioso inicio prácticamente a modo de intro con piano y orquestación que va creciendo haciéndose más rotunda a lo largo del corte entrando la guitarra de Jonas Larsen, algo tímida para mi gusto, algo de lo que adolece en todo el CD, dejando mayor protagonismo para las teclas omnipresentes de Andersen y para las melodías de voz de Cooper en tono medio recitante hasta que sube rodeada de coros femeninos en segundo plano con ese aire neoclásico y dramático que tan bien maneja.
Mayor protagonismo femenino para el dulce inicio vocal de “A Bullet’s Tale” roto bruscamente por la instrumentación característica de la banda pero sin mantener la velocidad constante, con vaivenes de ritmo con la batería de Allan Sorensen marcando el tempo con precisión junto al pluriempleado bajista Andreas Passmark (W.E.T., Work Of Art), tema correcto pero algo falto de chispa para mi gusto y que sí aparece en los dos siguientes más directos dinámicos.
El primero “Running Out Of Tears” tremendamente melódico con una base y ritmo más hard con el bajo muy presente, sin olvidar los teclados ni la orquestación, pero marcado más por un reiterado estribillo ganador que entra fácil quedándose a la primera. Algo más escondido está en la intensa “One Minute Left To Live” a pesar de lo cual se ha convertido en una de mis favoritas del disco por su ambientación inquietante y su solida pegada sobre la que Cooper desarrolla sus mejores cualidades sin necesidad de alardes pero repuntando con potencia cuando es preciso, acompañado en esta ocasión por la aportación más virtuosa de Larsen que se marca un trabajado solo emboscado entre el mar de teclas de Andersen.
También luce bastante el hacha alargando el final del romántico medio tiempo “Sign Of Yesterday” evocadora y sólida pieza muy bien construida sobre su melodía de teclados orquestados rodeados del halo atormentado tan del gusto del líder del grupo, que tira de vena más pomposa y teatral en el comienzo de “Won’t Trust, Won’t Fear, Won’t Beg” relajada casi de inmediato por unos ritmos tranquilos cortados por golpes de voz líricos encajados entre los repuntes instrumentales que marcan su desarrollo rítmico.
Suben una marcha en el final con el tema título “A Life To Die For” que empieza a medio gas para ir cogiendo ritmo e intensidad con una instrumentación más cruda, con una orquestación menos apabullante dejando más espacio a las guitarras, y por supuesto a la enorme voz de Cooper que acaba en un decrescendo dramatizado casi operístico. Buen final para un buen disco que sin llegar al nivel de su predecesor supone una más que digna continuación, y que podremos disfrutar en directo el próximo mes de marzo por España cuando vengan a presentarlo.
Mariano Palomo

REO SPEEDWAGON “Live At Moondance Jam”

(Frontiers / Mastertrax)

Clásicos entre clásicos del rock melódico americano, Reo Seepdwagon me atraparon por completo cuando tuve la suerte de poder disfrutar de su buen hacer en directo hace ya unos años en el Sweden Rock Festival. Hasta entonces no les había prestado demasiada atención, temas sueltos, las baladas habituales de los recopilatorios ochenteros y poco más, seguramente yo era demasiado “heavy” y me parecían muy “moñas”. Pero fue tal el impacto que me produjeron con su actuación, una de las que más me han impresionado en mi vida, que desde entonces he indagado en su pasado redescubriendo álbumes magníficos y he seguido cada uno de sus lanzamientos y movimientos con la esperanza de poder volver a gozar de su ejecutoria en vivo. De momento tendré que conformarme con degustar este nuevo disco registrado en directo durante la edición 2010 del festival Moondance Jam de Minnesota donde Reo Speedwagon compartieron cartel con Lynyrd Skynyrd, Pat Benatar, Buckcherry o Sammy Hagar entre otros.
Coincidió el concierto con el trigésimo aniversario del disco más exitoso de la banda, “Hi Infidelity”, algo que se encargó de recordar repetidamente del carismático vocalista Kevin Cronin a la hora de presentar los temas, siendo los cuatro primeros pertenecientes al mismo, comenzando por la motivante “Don’t Let Him Go” sonando magnífica, con esas armonías vocales que llenan todo pero con una instrumentación igualmente impoluta, incluyendo un curioso detalle de teclados aflautados a cargo de Neil Doughty que se marca una master class a lo largo de todo el disco.
Conviene no obviar el nivelazo de todos y cada uno de los músicos de la banda, Dave Amato rockero y elegante con su guitarra según lo requiera la ocasión sobre la técnica y brillante base rítmica conformada por Bruce Hall y Brian Hitt, bajista y batería respectivamente, y siempre como decía con ese barniz increíble que dan todos ellos con sus voces arropando a la de Cronin con unos coros al alcance de muy pocos. Basta con seguir escuchando delicias del calibre de “Keep On Loving You” probablemente una de las mejores baladas de la historia del rock, o al menos de las más radiadas, con esos sonidos de piano inconfundibles, que siguen presentes en clave más acústicamente rockera y algo country pero igualmente romántica para “In Your Letter”, cerrando la representación de “Hi Infidelity” con otra joya como “Take It On The Run” en la que el sentimiento lo envuelve todo dejando participar al público para que coree su estribillo en vacío creando un espectacular clímax.
El resto del concierto discurre con temas setenteros en su mayoría, desde la rockera “Keep Pushin’” llena de positividad con un buen balance de teclas y guitarras creando un ambiente festivo que se torna más insinuante con la extensa sinfónica “Golden Country” con destacada presencia de sonidos de órgano de cadencia lenta que va creciendo sobre las guitarras de Amato, para volver a los baladones con “Can’t Fight This Feeling” otra vez con el piano y la voz más nasal y reconocible de Cronin rodeada de coros creando pura magia.
Vuelve la fiesta y el movimiento con “Like You Do” de ritmo cortado y mucho rollo vacilón con la percusión de Hitt precisa y atinada para que Amato y Doughty vuelvan a explayarse con un nivelazo espectacular, pasando a ambientes más acústicos con la preciosa “Time For Me To Fly” de nuevo con el público participando en su estribillo sobre el rasgueo de cuerdas y los teclados sinfónicos que la sostienen.
Un mini solo de bajo da pie a la penetrante línea melódica de guitarra de “Back On The Road Again” donde el propio Hall se hace cargo de la voz principal en un tono más grave que el de Cronin que también apoya en segundo plano para dar cuerpo a un señor temazo que engancha durante sus más de ocho minutos de duración, enlazando con la no menos brillante “Roll With The Changes” con unos teclados majestuosos a los que da réplica una cristalina guitarra aguda que empasta con los coros marca de la casa.
Vamos llegando al final con la evocadora “Riding The Storm Out” ambientada con uno sonido de gong y platos tormentosos para llevarnos sinuosamente hasta uno de los momentos cumbres del disco con este temazo que podría servir como ejemplo de hard sinfónico plenamente vigente a pesar de tener ya cuarenta años. Algo más aún tiene la bailonga “157 Riverside Avenue” rescatada del primer trabajo del grupo y que sirve para cerrar en todo lo alto a ritmo de fiesta rockanrolera con un Cronin espectacular luciendo capacidad vocal jugando con el público.
Esperemos que este fin de fiesta tenga continuidad en un futuro próximo y ojalá podamos volver a disfrutar de esta pedazo de banda tanto en estudio como en directo.
Mariano Palomo

lunes, 9 de diciembre de 2013

SAGA “Spit It Again – Live In Munich”

(Ear Music)

Nuevo disco en directo de uno de los referentes dentro del rock sinfónico de siempre, los canadienses Saga. Tras la vuelta del hijo pródigo, el vocalista Michael Sadler, nuevamente la formación más tradicional con los hermanos Crichton (Jim, bajo y teclados, e Ian, guitarra) junto al teclista Jim Gilmour y al recientemente incorporado Mike Thorne a la batería, nos dejaron hace casi dos años “20/20” un buen trabajo en estudio de cuya gira de presentación ahora nos ofrecen este directo registrado en Múnich, prácticamente su segunda casa.
Aunque la verdad es que es más un grandes éxitos en directo de su etapa de finales de los setenta y principios de los ochenta, ya que la mayoría de los temas que componen este doble CD y DVD pertenecen a esos años, con algún mínimo guiño a los noventa-dos mil y únicamente tres temas del citado “20/20”. Uno de ellos “Anywhere You Wanna Go” se encarga de abrir con su envolvente y majestuoso sonido el primer volumen con su clarísimo estribillo algo robótico pero tremendamente comercial en el que Sadler se reencuentra con su público prácticamente como si sus dos años de ausencia no hubieran pasado.
Póquer de clásicos para continuar con la intensa y técnica “Mouse In A Maze” con la base rítmica brillando, seguida por la sinfónicamente épica “Careful Where You Step” en la que el público participa con sus rítmicos palmeos que también aparecen dejando que la clase y encanto fluyan en la nítida “The Perfectionist”, a la que sucede la más movida y extensa “You’re Not Alone” con destacada presencia de sonidos sintetizados y progresivos.
Momento solemne con el inicio de la actual “Spit It Again” roto a base de pegada y voces rotundas motivantes sobre un suave lecho de teclados, que cogen mayor altura dentro de una orgia de sinfonismo progresivo en la instrumental “Crokentellis” a base de virtuosos aportes de cada uno de los músicos que se exhiben sin resultar cansinos, algo más difícil de conseguir de lo que parece. Vuelta a los ochenta con la animada “The Flyer” resultando potente y pegadiza metiendo al público en su estribillo, para seguir participando dentro de “Fish Beat” un entretenido solo de batería a cargo de Thorne que cierra el primer CD.
El segundo CD comienza de nuevo con un tema de “20/20”, en este caso la dinámica “Six Feet Under” con cierto aire cibernético en el que la presencia del bajo de Jim Crichton se deja notar junto a la técnica guitarra de su hermano Ian, dentro de un contexto progresivo de altura, que se torna más puramente sinfónico e inquietante en la compacta “The Cross”. A partir de aquí y hasta el final todos son temas anteriores al ’83, con especial incidencia en el álbum “Worlds Appart”, comenzando por la suave “Time’s Up”, llena de calidez de nuevo con la concurrencia participando junto a la voz y el piano de Sadler, continuando en la misma línea con “Scratching The Surface” más dramatizada y expresiva.
Siguen los sonidos de teclas marcando el ritmo en la extensa “Tired World (Chapter 6)” que va oscilando con partes más lentas y cadenciosas en sus ocho minutos de duración, resultando más divertida “Humble Stance” con mayor brillo para la guitarra de Ian Crichton, que rivaliza a continuación con las teclas de Jim Gilmour en la potente “On The Loose” acogida con entusiasmo por el respetable, al igual que la más espacial “Wind Him Up” siguiendo los mismos técnicos parámetros que la anterior.
Llegamos al final con la brillante y asequible “Framed”, llena de vivacidad con un ligero deje A.O.R. ochentero en su melodía de voz y guitarra, para rematar la faena de forma más sinfónica y evocadora con las teclas de “Don’t Be Late (Chapter 2)” marcada otra vez por la participación del público que acaba entregado en un rush final acelerado y más rockero. Buen cierre para un entretenido disco, quinto en directo de Saga en los últimos ocho años por cuatro en estudio, que muestra a una formación perfectamente engrasada dentro un magnífico engranaje sinfónico-progresivo lleno de calidad y talento.
Mariano Palomo

miércoles, 20 de noviembre de 2013

BLACK ROCK "Just My Kiss Rocks"

(Santo Grial)

Después de un más que interesante debut discográfico hace un par de años con “Todo Al Negro”, Bárbara Black y sus chicos dan un paso al frente con este nuevo CD que bajo el título de “Just My Kiss Rocks” ponen ahora en circulación. Un disco mucho más centrado estilísticamente que su predecesor en el que tocaban varios palos, siempre dentro del rock, pero sin acabar de concretar su sonido consiguiendo por una parte mayor versatilidad pero por otra difuminándose en algunos momentos.
Ahora lo que nos encontramos son diez cortes, tres de ellos “intros” u “outros”, de puro y duro hard rock, abandonando el español en sus textos y tomando el inglés para los mismos, y que despachan en menos de media hora de duración que saben aprovechar perfectamente para ofrecernos su cara más fiera y guitarrera, pero sin perder de vista en absoluto la melodía y una importante técnica tanto vocal como instrumental. Es cierto que puede quedarse algo corto para un LP, pero es lo suficientemente intenso y directo como para resultar completo en su concepción global a modo de interesante viaje que nos proponen desde el mensaje de la intro que nos da la bienvenida.
Tras “The Warning Message” enlazan “Rock N’ Roll Riders” arrancando con fuerza el motor de la maquina a ritmo de hard rock claro y guitarrero llevándonos hasta su estribillo coreado con la voz de Bárbara recordándome a la versión más rockera de Janet Gardner (Vixen), mientras la guitarra de David Villarreal me suena a los primeros Guns n’ Roses, endureciéndose un tanto en la insinuante “Sexy Metal Woman” llena de motivación dedicada a las mujeres rockeras que tantas satisfacciones nos dan.
Sin perder nada de intensidad pero con un color distinto en su sonido nos encontramos con “No Healer” potente y pegadizo corte con una notable técnica vocal por parte de Bárbara que me recuerda a Lee Aaron, al igual que en la magnífica “Fighters” directa a la cara con esa estructura hímnica que ya hemos podido comprobar lo bien que funciona en directo, recuperando su cara más sensual e insinuante con la tórrida “Hungry Soul” con unos tonos susurrantes encajados entre los redobles de Pol D.Q., el que más tiempo lleva en la banda junto a Lady Black, y que en este tema comparte base rítmica con el bajista Junaki Pérez Mata que repite en otros dos.
La inquietante e incendiaria intro “Dangerous Game” nos lleva hasta el tema más crudo del disco “You Got a Light?”, dotado de mayor distorsión guitarrera que empasta perfectamente cortando el ritmo con los juegos vocales de Bárbara y con un tremendo estribillo macarra “whisky, lighter, gasoline” para relatar la curiosa historia de una embaucadora pirómana.
El cierre lo pone la dinámica “10 Seconds To K.O” en la que participan como invitados Manu Acilu a la guitarra y A. Bondage al bajo y los coros, al igual que en las citadas “Rock N’ Roll Riders” y “No Healer”, de nuevo con ese aire Slash–Stradlin que comentaba antes llenándola de competentes sonidos completados por unos buenos coreos, acabando en plan blues arrastrado justo antes de despedirnos con la outro “The Ride Ends”.
Un viaje intenso que se termina casi sin enterarte en una primera ocasión, pero que merece la pena repetir más de una y dos veces para disfrutarlo en toda su amplitud, y si puede ser en directo todavía mejor. Entre los destacados del Hard Rock nacional y nombre a tener todavía más en cuenta a partir de ahora, bien por Black Rock.
Mariano Palomo

jueves, 14 de noviembre de 2013

CRYSTAL VIPER "Possession"

(AFM / Avispa)

Una de las bandas responsables del resurgir, más o menos apreciable, del heavy metal clásico en Europa llega a su décimo aniversario en plena forma. Y qué mejor manera para celebrarlo que la publicación de un nuevo disco, su quinta entrega en estudio, para goce de sus cada vez más numerosos seguidores. Y es que los polacos Crystal Viper, siempre con la figura preponderante de su poderosa vocalista y guitarrista Marta Gabriel al frente, se han hecho un hueco por méritos propios en la siempre difícil escena metalera desde del underground trabajando generosamente para llegar a un público más mayoritario, dentro de lo mayoritario que puede ser actualmente a no ser que seas una de las vacas sagradas.
Vuelven a repetir la fórmula conceptual que ya han manejado en otras ocasiones, en este caso centrando la historia en las andanzas y posesiones de una jovencita llamada Julia, creando interesantes giros en su desarrollo, pero manteniendo en todo momento ese sonido añejo, cada vez más técnico y limpio, pero sin perder ese encanto underground alejado de las superproducciones.
Se abre el disco con la intro “Zeta Reticuli” para ir metiéndonos en ambiente de forma lírica y misteriosa rompiendo rotundamente con la rápida “Voices In My Head”, clásica y arrogante en su propuesta vocal con unas más que convincentes guitarras a cargo de la propia Marta y de Andy Wave doblándose con sencilla efectividad para sorprendernos de repente con uno de esos giros a los que me refería antes en este caso en forma de guitarra española en un breve fragmento lento. Sigue la caña pero con unas rítmicas más marcadas y matizadas en “Julia Is Possessed” alternando partes fieras y arrolladoras en las que participa poniendo su voz oscura el black metalero Sataniac (Desaster), con otras más tendidas e inquietantes, desplegando con elocuencia la propuesta de su título.
Más brillo y actitud guerrera en la desafiante “Fight Evil With Evil” con la voz de Marta más aguda y clara dentro de ritmos power machacados por el batería Golem, pero dejando lugar a buenas melodías de guitarra y a la participación discreta del vocalista Harry Conklin (Jag Panzer, Titan Force) en un tono medio más grave contrastando con el de la voz principal. Se dinamiza el sonido con la sencilla de ritmo alto “Mark Of The Horned One” que sus guitarras me recuerda a Running Wild siguiendo con ese sonido bélico de la anterior, que continua dentro de una cadencia mucho más pesada en la misteriosa “Why Can’t You Listen” rodeada de cierto aire épico-medieval.
Recuperamos cabalgadas guitarreras pero sin acelerar en exceso en “You Will Die You Will Burn” resultando pegadiza por su estribillo claro aunque en tonos no tan altos, que se recuperan con poderío en “We Are Many” llenando sus coros motivantes buena parte del tema, para volver a bajar en la lenta “Prophet Of The End”, con la voz de Marta más áspera por momentos, muy expresiva junto al lirismo de los coros que la rodean.
El cierre lo pone una buenísima versión del clásico “Thundersteel” de Riot haciendo justicia a este pedazo de tema con una brutal y fidelísima interpretación por parte de toda la banda, sobre todo con una Marta pletórica, siendo una de las covers que más me han gustado últimamente de cualquier canción, seguro que Mark Reale estará orgulloso allá dónde esté. Broche magnífico para otro buen disco de Crystal Viper que les reafirma como uno de mis grupos favoritos del la NWOEHM (New Wave Of European Heavy Metal), sí me lo acabo de inventar, pero ¿a que no suena mal?
Mariano Palomo

RHAPSODY OF FIRE "Dark Wings Of Steel"

(AFM / Avispa)

Tras mucho tiempo alejado del epic, power, symphonic, Hollywood metal de estos pioneros del género, tenía cierta curiosidad por ver como sonaría el nuevo trabajo de Rhapsody Of Fire (antes Rhapsody) tras la marcha de su guitarrista de siempre Luca Turilli sustituido hace un año por el desconocido para mí Roby De Micheli. Pues bien, como si no hubiera pasado el tiempo ni hubiera habido cambios, siguen sonando exactamente igual, para lo bueno y para lo malo. Lo bueno, que al que todavía no le hayan cansado las composiciones pomposas y grandilocuentes del teclista y claro líder del grupo Alex Staropoli, tiene en este nuevo disco otro puñado de elaboradas y cuidadas piezas para entretenerse. Lo malo, pues justo lo contrario, como sucede en mi caso, que para un ratito y de fondo pues no está mal, pero es que ya me saturaron hace tiempo y ahora, aun reconociéndoles su valía como músicos y en cierto modo como innovadores en su momento, siguen pareciéndome bastante aburridos y no han aportado nada nuevo a su sonido que me atraiga.
Bien es cierto que la voz de Fabio Lione sigue siendo de las más reconocibles y competentes de la escena, uno de los elementos que siempre más me han llamado la atención de Rhapsody, sobre todo cuando le dejan lucirla más desnuda sin tanto efecto coral y artificios orquestales que luego son imposibles de llevar al directo con garantías.
Es el caso de “Fly To Crystal Skies” que aun teniendo los elementos habituales suena más amable y suave, y de la extensa “My Sacrifice” que curiosamente a pesar de su larga duración es de las que más agradables me ha resultado, desarrollando una instrumentación equilibrada a medio tiempo, con la voz de Lione en un tono relajado y profundo, y con una cierta ambientación envolvente que me recuerda ligeramente a los grandes Crimson Glory.
Pero empezando por el principio, no podían ser más previsibles, intro lírica orquesta con título en latín “Vis Divina”, seguida de tema rápido dragonero de manual “Raising From Tragic Flames” ritmo disparado, guitarras duritas, coros épicos, orquestación compartiendo planos, vamos, puro Rhapsody.
Algo más atractiva me ha resultado “Angel Of Light” por sus ritmos acompasados desde su bucólico inicio hasta sus aires marciales, pasando por unos bonitos detalles de guitarra española y por un buen solo de teclados de Staropoli. Vuelven a subirse a lomos del dragón en la más pesada “Tears Of Pain” cortada por rítmicos golpes de teclas y guitarra dentro de su lirismo incluyendo algunas partes del texto en italiano.
El resto prácticamente sota, caballo y rey, vamos más de lo mismo, “Lake Of Tears” power cabalgante con corte lento en medio para lucir el solo de guitarra de Roby contestado por los teclados de Alex, “Custode Di Pace” lenta desprendiendo tristeza en sus notas de nuevo con el italiano presente en su letra, volviendo a acelerar primero discretamente con la rítmica “A Tale Of Magic” con una menor sobreproducción pero resultando algo monótona, y luego con mayor intensidad teatral en la más sinfónica “Dark Wings Of Steel” en la que Lione expone sus virtudes líricas junto a unas potentes aportaciones corales y orquestales.
El final viene de la mano de la guerrera pero lenta “Sad Mystic Moon” igualmente dramatizada pero con una ambientación más suave y melancólica, sirviendo para cerrar definitivamente este disco que no deja de ser uno más dentro de la trayectoria cada vez más plana y aburrida para mi gusto de los italianos Rhapsody Of Fire.
Mariano Palomo

martes, 12 de noviembre de 2013

PLACE VENDOME "Thunder In The Distance"

(Frontiers / Mastertrax)

Tras la puesta en marcha junto a Kai Hansen de Unisonic parecía que Michael Kiske había dejado abandonado su proyecto más melódico con el que tan gratamente nos sorprendió hace unos años. Pero mira por donde ahora nos encontramos que el cantante alemán vuelve a la carga con un nuevo trabajo de Place Vendome una vez más de la mano del gran Dennis Ward y de un puñado de compositores de élite (Magnus Karlsson, Timo Tolkki, Alessando Del Vecchio, Ronberto Tiranti, Tommy Denander…)
Con tal elenco la cosa debería volver a salir bien sí o sí, pero en un principio el disco no acababa de convencerme, no sé, le veía demasiado prefabricado, con un toque más pomposo y metalero que los anteriores que no acababa de encajarme bien, con demasiados sonidos orquestales de teclados. Seguramente porque no era lo que me esperaba en un principio, pero a base de exprimirlo he acabado por sacarle jugo a este “Thunder In The Distance”.
La voz de Kiske sigue soberbia, con ese color melódico y profundo que maneja como pocos, dentro de unas composiciones tremendamente nítidas en las que las instrumentación cumple su labor al servicio de las armonías vocales, algo perfectamente lógico tratándose de quién se trata, pero que por momentos hace que se eche en falta algo más de protagonismo y rotundidad de bases y guitarras.
El inicio con “Talk To Me” me lleva irremediablemente a recordar a Royal Hunt, con su ritmo amortiguado por los riffs Uwe Reitenauer y por las teclas pelín barrocas de Gunter Werno para que brillen sus coros femeninos al más puro estilo del combo danés. Unos coros que tienen también protagonismo en los medios tiempos “It Can’t Rain Forever” muy suave repuntando en partes de su estribillo muy A.O.R., y “Heaven Lost” con una base más marcada del batería Dirk Bruineberg dentro de una ambientación ligeramente épica con menos brillo.
Dentro de esa línea relajada sobresale con fuerza la preciosa “Hold Your Love” que gana altura sin acelerar con su espectacular interpretación vocal envolviendo de suave encanto su pegadiza melodía, como sucede en la algo más animada “Breakout” adornada de buenos dibujos de guitarra aunque no tan intensa como la anterior. Intensidad que no le falta a la balada “Maybe Tomorrow” donde Kiske muestra un tono más atormentado sosteniendo notas y subiendo acompañado de unos arreglos orquestales suaves pero densos. Repitiendo prácticamente fórmula pero con menos teatralidad en el medio tiempo “Lost In Paradise” que baja enteros por su ritmo más plano y por algún detalle sintetizado algo artificial, como ocurre en la más heavy y actual “Fragile Ground” con más ritmillo pero con poca gracia, y en la hueca aunque pegadiza “My Heart Is Dying”.
Mejoran notablemente la nota global cortes como “Broken Wings” con un sonido de teclas y guitarras actual aunque con el elemento diferenciador de la voz de Kiske más melódica, brillando más aun en la enganchante “Never Too Late” alegre y esta vez sí con mucha chispa de la mano de su termendo estribillo, volviendo a resultar eficaces en “Thunder In The Distance” con unos buenos coros melódicos dentro de un dinámico desarrollo, que repiten en la embaucadora “Power Of Music” que sin ser entrarme tan claramente tiene un encanto especial con sus sonidos de teclados orquestados.
Al final con este último tema comentado podría resumir un poco lo que me ha pasado con el resto del disco, me ha costado un poco al principio pero al final ha terminado gustándome, aunque no tanto como los dos anteriores de Palce Vendome.
Mariano Palomo

SEVENTH KEY "I Will Survive"

(Frontiers / Mastertrax)

Teníamos un poco olvidado este buenísimo proyecto encabezado por el bajista y cantante Billy Greer y por el guitarrista, teclista y productor Mike Slamer, concretamente desde que hace ocho años publicaron su “Live In Atlanta” con el que parecían consolidarse como banda, pero desde entonces nada más se sabido hasta ahora. Las ocupaciones tanto de Greer, sobre todo con Kansas, como de Slamer involucrado en multitud de producciones, supongo que han hecho que hayamos tenido que esperar casi una década para poder a degustar nuevo material de Seventh Key, pero la espera ha valido la pena.
Sus dos primeros álbumes en estudio eran ya una delicia, con esa mezcla de A.O.R. y rock sinfónico llena de elegancia y calidad que afortunadamente mantienen e incluso creo que aumentan en esta tercera entrega regalándonos momentos de altísimo nivel musical, participando junto al dúo protagonista como tercer miembro de la banda el batería Chet Wynd que también desarrolla una muy buena labor. Acompañan también como invitados David Ragsdale al Violin, Billy Trudel, Terry Brock y Bobby Capps a los coros, Barry “The Blade” Johnson a la guitarra y David Manion a los teclados.
Comienza el disco en clave muy sinfónica con las teclas evocadoras del tema título “I Will Survive” arropando las potentes líneas vocales en las que Greer muestra su gran talla sin necesidad de subidones, para pasar a terrenos más hard pero sin perder sinfonismo en la más directa y comercial “Lay It On The Line” (no confundir con la de Triumph) en la que estribillo y guitarra se dejan notar más con un gran sonido clásico, que se implementa en la pegadiza “It’s Just A State Of Mind” con su alegre ritmo que me recuerda a los Steelhouse Lane de Slamer, al igual que la tremenda “When Love Sets You Free” donde las voces mandan sobre unas buenísimas armonías de guitarra y teclados.
También calve vitalista y brillante la más sencilla “The Only One” carne de single por su clarísima melodía de voz y guitarra entrando a la primera con su sonido A.O.R. ochentero perfectamente vigente y para nada desfasado, como sucede en la sólida aunque más tranquila “Time And Time Again” en la que sobresale el sentimiento de Greer cantando con pasión y clase, al igual que en el medio tiempo “I See You There” pero en un tono algo menor.
Medios tiempos y baladas en los que Seventh Key se desenvuelven son soltura, como muestra además del citado, la acústica y envolvente “Sea Of Dreams” donde aparecen por primera vez los sonidos de violín a lo Kansas, repitiéndose en menor medida en la romántica “What Love’s Supposed To Be” donde el peso de las voces supera al de la instrumentación creando un maravilloso sentimiento completado con un precioso solo de guitarra.
Se completa el CD con otros dos cortes de tintes sinfónicos, “Down” más rítmica y cadenciosa pero con buen trabajo de guitarras pesada y voces reiteradas, y la más pomposa “I Want It All” en la que las teclas mandan junto a sus melodías de voz épicas creando ese sonido gordo e inconfundible de la banda matriz de Greer.
Resumiendo, otro pedazo de disco de la mano de estos dos musicazos que me da la sensación de no estar lo suficientemente reconocidos después de tantos años de brillante trayectoria y a los que me encantaría poder ver desarrollar su talento en directo, ¿Firefest, Sweden Rock, hay alguien ahí?
Mariano Palomo

CRIPTA "Directos al Desconcierto"

(Leyenda Records)

Los metaleros de Aluche Cripta lanzan en estos días un curioso CD compuesto de directos y rarezas para satisfacción de sus no pocos fieles seguidores. Un disco que puede servir como puente para el próximo lanzamiento de la banda en estudio tras el reemplazo en el puesto de guitarrista de Mario Iñigo en lugar de David Marcelo el pasado mes de junio, siendo lo último grabado por éste  junto a Raúl Conejo (voz y guitarra), Angel Muñoz (bajo) y Kike García (batería). Un trabajo que se divide en tres partes, dos de ellas en directo con algunos de los temas más representativos de la banda, y otra en estudio con curiosidades, versiones y rarezas.
El primer directo se registró en la edición 2008 del festival Granito Rock en el que compartieron cartel entre otros con la gran Doro Pesch. De dicha actuación recogen cinco temas que ya aparecían como DVD extra en la edición de su último CD en estudio “Ante Mí”, por lo que no resulta tan sorpresivo e incluso algo menor una vez tenido acceso no solo al audio sino también al video. De estos cinco temas cuatro corresponden a su disco “Necesito Estar En Pie” publicado en 2007, abriendo con la rápida y áspera “Hambre de Nada”, para pasar a la coreada y cañera “En Movimiento” con buena participación del público hacen los honores a su título, para seguir la fiesta con la enérgica y contagiosa “Necesito Estar En Pie” en la que Raúl dirige al público que acaba cantando casi en vacío sin apenas música.
Contundencia y aires más modernos para la distorsionada “Asesinos” con su punto agrio y rapeado, siguiendo arrolladores con la más heavy “192 Razones” dedicada a las víctimas del 11-M y en la que lucen sus coros y la base marcada por el bajo de Angel.
Los otros cinco temas en vivo corresponden a la actuación que ofreció el cuarteto en las fiestas de su barrio el 4 de junio de 2011, una fecha histórica ya que supuso la vuelta a Madrid después de un montón de años de Banzai, y Cripta fueron testigos de primera mano.
En este caso hay más variedad y algunas cosas curiosas, como la versión algo metalizada de “El Emigrante” de Celtas Cortos en la que mantienen su rollito reggae pero con más filo en las guitarras, o la fiestera medio ska “Voy Fumao” en la que montan una curiosa competición entre el público con los que van fumaos y mamaos, algo que si estás en cualquiera de estos estados puede resultar gracioso, pero que si no es así me parece un poco infantil, será que ya me pilla un poco mayor.
El resto de los temas de Aluche son bastante más “serios” y potentes, la reivindicativa y rabiosa “Basta Ya” sonando acelerada y clara, la magnífica “Si No Es Por Ti” en una onda más clásica heavy rockera llena de mensaje y actitud con su motivante estribillo ganador coreado a pulmón, y la impresionante balada “En La Distancia” donde participa al igual que en estudio Tony Solo (Sangre Azul) poniendo su clase y pasión junto a un entregado público.
En cuanto a los temas en estudio hay un poco de todo. Dos versiones acústicas de temas propios como son “Héroes Sin Identidad” y “Necesito Estar En Pie”, ambas bastante distintas a sus versiones eléctricas pero igualmente interesantes, con un ligero matiz eléctrico rasgado en la primera con la voz de Raúl brillando desnuda, y con una ambientación totalmente distinta a la original en la segunda, contrabajo de Alberto Rebollo incluido, con dejes blues e incluso chill out que hacen que pierda rotundidad pero que gane en originalidad.
Los dos cortes finales son dos versiones de otros artistas. La primera una curiosísima revisión de un tema de la estrella del country Garth Brooks que Cripta han rebautizado como “Amigos en los Tugurios” y cuyo título lo dice prácticamente todo de una canción típica de bar a altas horas de la madrugada con un montón de amigos coreando y con algún detalle de violín a cargo de Maite Irigoyen con un rollo más cercano a Sabina o M Clan. El cierre final lo pone una correcta revisión del clásico “Evil Eyes” de Dio a la que dan su particular barniz actual pero respetando su esencia clásica.
Disco entretenido y versátil, con el que desde luego es difícil aburrirse y que, como decía, de momento puede valer perfectamente a modo de entremés hasta que Cripta ofrezcan nuevo material.
Mariano Palomo

lunes, 11 de noviembre de 2013

'77 "Maximum Rock n' Roll"

(Fair Warning)

Lo que empezó hace unos años como una banda de versiones de AC/DC ha ido creciendo sin parar para llegar a ofrecernos tres buenísimos discos de Hard Rock & Roll, el último de los cuales acaba de ponerse en circulación. Con el buen bagaje en estudio de estas tres obras y con uno de los mejores directos de la escena actual, el cuarteto barcelonés ‘77 (Seventy Seven) se ha hecho un nombre cada vez más grande tanto en España como en el resto de Europa.
Centrándonos en este último disco hay que decir que siguen manteniendo su esencia puramente rockanrolera con ese indisimulado deje que recuerda a la banda de los Hermanos Young, pero enriqueciendo su sonido con elementos en su mayoría igualmente clásicos pero dotando de otros colores y registros a algunas de sus canciones. Algo en lo que se deja notar la mano de los productores Fred Estby (Dismember) y Nicke Andersson (Hellacopters, Imperial State Electric), repitiendo este último tras su buena labor en el anterior trabajo de la banda “High Decibels”, de nuevo en los estudios Gutterview Recorders de Estocolmo.
En este nuevo disco todo me suena más limpio, más pulido, más estudiado, incluso en un principio me resultó algo más frío que sus anteriores entregas, menos directo. Pero no hay nada como darle un par de vueltas para acabar atrapado sin remedio una vez más por la voz a lo Bon Scott de Armand Valeta, por los riffs y solos infecciosos de su hermano LG, y por los sólidos ritmos que marcan Dolphin desde la batería y Raw con el bajo.
El inicio con el tema título “Maximum Rock n’ Roll” no puede ser más clásicamente rockanroleo, con un ligero toque blues y el encanto de la sencillez bien hecha, tema perfecto para corear y mover la zapatilla en el que la referencia a Chuck Berry no puede ser más oportuna. Sigue la fiesta en clave más AC/DC con la divertida “Don’t You Scream” marcada por un estribillo descarado que resulta de lo más pegadizo relatando una molesta experiencia doméstica de LG, y con la insinuante y calentita “Down And Dirty” con una cadencia más pesada para dar cuerpo a la historia de alguna chica ligerita de cascos con la que se cruzó Armand en su momento.
Rítmicas muy marcadas en la motera “Highway Rebel” de estribillo doblado entre riffs de ida y vuelta creando un buen sonido polvoriento, que desaparece con la sorprendente y canalla “Jazz It Up” con unas guitarras más tranquilas pero tremendamente efectivas para su ritmo vacilón a lo Aerosmith. Continúan con el vacile en la más previsible “Stay Away From Water” que deja atrás su comienzo de acústica y silbido de garito decadente para romper con un punzante riff marca de la casa poniendo ritmo e intensidad, que bajan un poco en la más desgarbada “You Bore Me” con LG haciéndose cargo de la voz principal en un tono más bajo y lineal que la de su hermano.
Vuelve la cadencia blues e insinuante con la canalla “Take Me Or Leave Me” en un claro ejercicio de autoafirmación, o lo tomas o lo dejas, cambiando de ambientación en la más actual “Virtually Good” en una onda que puede recordar por momentos a gente como Primal Scream (en su vena más rockera), cerrando el disco con la animada “16 Years King” en la que le bajo de Raw se deja notar junto a un riff entrecortado de lo más adictivo hasta que llega a su estribillo coreado.
Con este “Maximum Rock n’ Roll”, que han vuelto a tener el buen gusto de publicarlo en CD y en vinilo, Seventy Seven siguen creciendo, volviendo a demostrar que no hace falta ser el más original del mundo para crear temas divertidos y competentes que nos hagan pasar un buen rato a base de rock & roll de toda la vida. Eso sí, espero que los “ensucien” un poco en directo donde creo que sonarán todavía mucho mejor, como decía al principio me sonaban excesivamente limpios, entiéndaseme la observación, no se les vaya a ir la mano.
Mariano Palomo

CODA "9"


(The Fish Factory)

Una de las bandas más representativas del Hard Rock mejicano pone en circulación en España de la mano de The Fish Factory su último trabajo un año después de hacerlo en su tierra. Aunque ahora quizá haya que hablar de Coda más que como una banda tal y como se gestó a finales de los ochenta, como el proyecto de su cantante y fundador Xava “Drago” (Salvador Aguilar), ya que es el único miembro que está de nuevo en la formación tras abandonarla después de disfrutar de su periodo más exitoso con sus dos mejores trabajos “Enciéndelo” (1993) y “Veinte Para las Doce” (1995) y del correcto pero menor “Nivel 3” (1997), volviendo a intentar la reunión con sus ex compañeros en 2002. El reencuentro aguantó un par de años y Xava buscó nuevos acompañantes con los que sigue compartiendo la historia de Coda, aunque curiosamente sólo el guitarrista Kike Cuevas aparece en los créditos de esta edición española de “9”, junto a Gus Santana (ex Angeles del Infierno), ambos como únicos instrumentistas y arreglistas.
El caso es que, sea como fuere, este nuevo disco suena a los Coda de su mejor época, con ese torrente de melodías que se adaptan a la personal y engolada voz de Xava con buena presencia de teclados y coros, sin dejar de lado las guitarras de Kike, y con esas letras siempre con la temática amorosa como principal argumento, pero con esos giros lingüísticos propios del otro lado del Atlántico que por momentos pueden resultar algo chocantes.
El ritmo vivo de “Escándalo” nos va poniendo en situación, algo romo en cuanto a sonido pero con una buena melodía vocal rematando su clarísimo y provocador estribillo, resultando bastante pegadiza, al igual que la más brillante “Culpable” con mayor presencia de teclados y coros creando uno de los mejores temas del disco. Honor que puede compartir perfectamente con la romántica “Encadenado” con un ritmo menor pero tremendamente apasionada y elegante, elegida además como primer single.
Ritmos más hard rockeros para la impetuosa “Harto” clara y directa con su letra inconformista, la guitarrera “Peligro” de ritmo insinuante y quedón que me recuerda un poco a nuestro añorados Sangre Azul, y en mayor medida en el estribillo de la despechada “Nadie Dijo Que Sería Fácil”, otra de las que más me ha gustado con su deje melódico de teclados ochenteros pero con suficiente fuerza en sus guitarras.
Los sonidos más A.O.R. salen a relucir de nuevo en la competente “Nunca” intensa y positiva transmitiendo su mensaje de superación, y en las alegres “Con El Viento El Contra” con buena presencia de teclas equilibrando sus rasgueos de guitarra sonándome ligeramente a nuestro paisano Rafa Martín con su resultón ritmo y estribillo, y “Tus Besos”, uno de los temas extras incluidos para esta edición, tremendamente pegadizo pero con una letra algo ingenua en alguna de sus rimas que me resultan algo forzadas. El otro tema extra es “Angel Prohibido” un tema más tranquilo en cuanto a ritmo pero bastante sólido y original con un breve solo de guitarra curioso y con los sonidos sintetizados rodeando una gran melodía de voz.
Dejo para el final las baladas del disco, nada menos que tres, todas ellas más que correctas, con mucho sentimiento en la interpretación de Xava. La electroacústica “Dueles Tanto” es pura pasión desgarrada a la que si le quitamos la guitarra eléctrica bien podría pasar por cualquier tema de cantante melódico de tele novela, como sucede con la atormentada “Vuelve” en la que el piano se dejar notar, y en la más envolvente “Sublime” susurrante y algo pastosilla por momentos pero finalmente bastante intensa, de hecho también la incluyen en su versión en inglés sin desentonar para cerrar el CD.
Disco agradable de escuchar, con las buenas composiciones y voz de Xava, pero con una producción mejorable y con algunos pasajes que pueden resultar algo desfasados para estos tiempos, recordando épocas mejores, pero sin acabar de rematar la faena.
Mariano Palomo

jueves, 31 de octubre de 2013

STRYPER "No More Hell To Pay"

(Frontiers / Mastertrax)

Después de dejarnos hace unos meses a modo de aperitivo un buen recopilatorio con sus grandes éxitos regrabados, los adalides del metal cristiano vuelven a la carga con un disco compuesto por material completamente nuevo, pero que bien podría ser la continuación de aquel maravilloso “To Hell With The Devil” con el que para muchos tocaron techo. Algo que además de por las composiciones y el sonido del disco podría intuirse tanto en su título “No More Hell To Pay” como en el concepto de su portada que en cierto modo recuerda bastante a la de su disco del '86.
La cosa empezaba a pintar bien ya con los dos temas nuevos que a modo de extras aparecían en “Second Coming”, la recopilación antes aludida, pero a la vista del nivelazo de los que integran este nuevo disco no me extraña que se hayan quedado fuera del mismo. Todo suena compacto, duro, espectacularmente gordo, pero sin perder nada de melodía y elaboración, creando momentos que recuerdan a sus tres primeras obras de arte, desde la crudeza de “The Yellow And Black Attack”, hasta la majestuosidad de “To Hell With The Devil”, pasando por el rotundo encanto de “Soldiers Under Command”.
Si no fuera por la cristiana temática habitual de sus letras, incluso más beligerante y acentuada en este disco, la fiereza y agresividad que desprende por momentos podría hacer palidecer a cualquier adorador del señor de las tinieblas. No hay más que escuchar temas como “Marching Into Battle” que dentro de un ritmo pesado e hímnico puede recordar incluso a Manowar, o como los tremendos “Saved By Love” y “The Legacy” frenéticos, arrolladores, puro heavy metal afilado con las guitarras de Oz Fox y Michael Sweet asaeteando como puñales con la voz de este último llegando a unas tonalidades altas y ásperas como pocas veces, pero manteniendo una tremenda melodía coral marca de la casa.
Y eso que la cosa empieza algo más calmada pero igual de intensa con dos cortes menos acelerados como son “Revelation” en la que su estribillo sobresale sobre una base pesada con el bajo de Tim Gaines marcándose junto a la precisa y espectacular pegada de Robert Sweet, y el inquietante tema título “No More Hell To Pay” que a pesar de no ser de los más brillantes deja unos buenos juegos vocales.
Unas voces que brillan sobremanera en la sencilla y algo reiterativa “Jesus Is Just Alright” uno de los temas más claros y directos con un estribillo coreado matador, puro Stryper pero con unos sonidos de guitarra y bajo más setenteros que le dan un color poco acostumbrado sin resultarme artificiales. Por el contrario juguetean con sonidos más actuales en los arreglos de del intenso medio tiempo “Sticks And Stones” que va cogiendo altura gracias de nuevo a sus buenas voces, y el ligero barniz que cubre la balada de esencia clásica “The One” siempre competentes en este terreno pero no tan sobresalientes como en otras ocasiones siendo la que menos me ha convencido del disco.
Más reconocibles y dinámicos se presentan cortes como la pegadiza “Te Amo” que a pesar de su título en español su letra es en inglés salvo en su brillante estribillo coreado como sólo ellos saben hacerlo transportándonos a los mejores tiempos de la banda, insertando además un excelente trabajo de guitarras que siguen destacando en las potentes “Water Into Wine” llena de desafiante intención, y en “Sympathy” rotundidad, llegada y brío todo junto al servicio de un gran tema, como lo es en menor medida por sus partes más cadenciosas la final “Renewed”.
Nos reencontrarnos con los Stryper más heavies y rotundos, más agresivos que nunca, pero manteniendo sus inconfundibles señas de identidad que tantas satisfacciones nos han dado, unas cuidadísimas y potentísimas voces, unas melodías de guitarra fantásticas con la dureza y temple precisos en cada momento, unos estribillos ultra pegadizos, y en definitiva un puñado de buenísimos temas que entran a saco como hacía tiempo que no me sucedía con la banda de las rayas amarillas y negras.
Mariano Palomo

HUMAN FORTRESS "Raided Land"

(AFM / Avispa)

Human Fortress es una de esas innumerables bandas de power metal o metal épico, o como lo queramos llamar, que proliferaron por Europa a finales del pasado S.XX y principios del XXI, y a las que por pura saturación creo que no había llegado a escuchar con atención hasta ahora. Por lo que leo en su nota de prensa parece que vivieron un periodo de indefinición y cambios tras la salida de su anterior trabajo hace cinco años intentando modificar y modernizar su sonido primigenio (algo bastante habitual por otra parte en muchas bandas) acarrándoles multitud de críticas y desapego de sus fans. Ahora con este nuevo disco, el cuarto en su carrera, reuniéndose buena parte de su formación original, parece que quieren volver a su sonido original, puro y duro power metal melódico con tintes épicos y medievales, correctamente producido y ejecutado, pero a la larga bastante previsible.
Unos suaves sonidos de teclas de reminiscencia medieval y la cálida voz del brasileño Gus Monsanto abren el tema título “Raided Land” con el que comienzan una especie de cruzada musical sobre un cabalgante ritmo guerrero matizado por buenas melodías vocales, que elevan su tono para acompañar la rítmica cadencia que marcan el batería Apostolos Zaios y el bajista Andre Hort, pero quedando todo bastante opaco y plano.
Repiten la fórmula del inicio suave y bucólico en la más clara y melódica “Wasted Years” donde mezclan con mayor acierto partes afiladas y tranquilas recordándome un poco a Angra, volviendo a la batalla más cruda con “The Chosen One” dura y marcial con una versión más áspera y fiera de la voz de Monsanto, que se torna mucho más melódica en la lenta épica “Shelter” para volver a cabalgar sobre las duras guitarras de Todd Wolf y Wolker Trost en la competente “Gladiator Of Rome (part 2)”, que desemboca en la igualmente bélica y medial pero de menor ritmo “Dark Night”, con fuerza pero con escasa chispa.
Nuevo remanso de tranquilidad con los sonidos medievales del preludio que da paso a “Pray For Salvation” volviendo a mezclar delicadeza y pegada con una base muy marcada junto a unos punzantes riffs, que se endurecen y densifican dentro de la oscura “Evil Curse” en la que la voz de Gus brilla más matizada al igual que en la más dinámica “Restless Souls” marcada por los redobles de Zaios, bastante más machacón en la siniestra “Under Siege” adornada de algunos sonidos de teclas casi góticos, para terminar en la misma línea pesada pero con más carga épica para “Guard Blind”.
Sin descubrir nada nuevo y a pesar de su producción excesivamente opaca para mi gusto, en el disco se observan trabajo y elaboración, agradeciéndose los cambios de sonidos con las citadas incursiones medievales para que no sea todo tan machacón, todo ello implementado con un más que correcto cantante como Gus Monsanto, digno representante de la escuela power brasileña en la línea del gran André Matos, para acabar completando un trabajo algo más completo y entretenido de lo habitual dentro del género.
Mariano Palomo

miércoles, 30 de octubre de 2013

LOCAL 9 "Local 9"


A veces, casi por casualidad, uno descubre grupos interesantes cuando menos se lo espera . Es el caso de Local 9, una banda valenciana que, previa presentación de un compañero de los medios, me entregaron una copia de su primer larga duración tras el asistir al concierto homenaje a Pachi Escolano.
Me llamó la atención en ese momento que uno de sus guitarrista, José Luis Galán, me comentara que había colaboraciones de músicos chinos e incluso algún tema con letras en chino y castellano, desde luego público potencial tienen todo el que quieran, pero una vez escuchado el disco creo que como anécdota y elemento llamativo está bien, pero desde luego no es lo que más resalta del disco. Un disco compuesto de sonidos clásicamente hard rockeros, con detalles sureños y blues, con algún retazo más cercano al heavy rock, y que sin descubrir nada nuevo aparte del guiño oriental comentado, son capaces de resultar lo suficientemente intensos y correctos como para invitar a ser escuchados más de una vez.
El comienzo con “La Cerradura” es heavy rock básico de esencia ochentera que me recuerda a sus paisanos Mandrake o a los catalanes Regresión, con una cadencia muy rítmica respaldada por las guitarras de alto octanaje que proponen Jose Luis y Walter Albá junto a una buena melodía vocal de Iván Nava, pisando más el acelerador en la sugerente hard rockera “Mujer Loba” marcada por los golpes de batería a contrapelo de Julio “JJ” quedando bastante resultona, al igual que la más melódica “Un Loco Especial” creando un buen contraste entre sus líneas de voz y guitarra, o la clásica “Predicador” sencilla y clara en su mensaje pero con unos dibujos de guitarra más setenteros y experimentales.
No se aleja mucho de la línea anterior la animada “Es Mi Camino” pero con un giro más sureño-slide con la participación a la guitarra del veterano Vicente Feijoo (Zarpa) creando uno de los cortes más destacados con un aire de carretera polvorienta que se repite en la más pesada “Pacto de Diablos” con una curiosa referencia en su temática a Robert Johnson y su “Crossroads y en la que se deja notar el bajo de David Marqués, como sucede en la intensa pero algo lineal “No Saben Despertar” pero en este caso con la presencia a las cuatro cuerdas y la voz del invitado Juanba Nadal (Dragonfly) aligerada por algunos virgueros dibujos de guitarra.
Ambiente intimista para “Tan Solo Con Mirar” con la voz de Iván profunda y recitante junto a unos rasgueos que repuntan agudos pero sin acabar de herir, y para la intensa “Perro Callejero” más por su letra que por su música con unas guitarras densas y pesadas que van creciendo pero sin correr tras el misterioso interludio “Transmutación” que precede al tema.
Llegamos a los temas con participación de músicos chinos, comenzando por un romántico medio tiempo lleno de melodía como es “Imposible” que aparece únicamente en castellano en primera instancia, y que luego cierra repitiendo como bonus track con la participación de la delicada voz femenina de Nan Wang complementándose con las más grave de Iván. Repite Nan Wang recitando en chino junto al sonido de pipa (instrumento de cuerda tradicional chino) de Lanxi Huang creando una ambientación totalmente oriental para la profunda balada “Sólo Puedo Anidar En Ti” inspirada en la vida de la escritora Chen Ping a cuyo poema “El Olivo De Mis Sueños” hace alusión su introducción inicial. Pura sensibilidad completada por un bonito solo de guitarra.
Seguramente a la mayoría acabará llamándoles la atención estos temas con participación oriental, y como reclamo poco habitual puede que funcione, pero no creo que represente la esencia más cruda y guitarrera del resto del disco, igualmente interesante.
Mariano Palomo

IRON MASK "Fifth Son Of Winterdoom"

(AFM / Avispa)

El talento de guitarrista belga Dushan Petrossi sigue dando frutos a través de su proyecto Iron Mask, una aventura que inició hace más de una década por la que han ido pasando diferentes compañeros de viaje y que con este “Fifth Son Of Winterdoom” alcanza su quinta referencia en estudio. Se repite prácticamente la misma formación que en su anterior entrega “Black As Death”, en la que ya nos encontramos con la destacada presencia del vocalista Mark Boals dejando su inconfundible sello y que vuelve a encajar como un guante en las composiciones de Petrossi. Cumplen con nota junto a la pareja principal, el bajista Vassili Moltchanov fiel acompañante del líder de la banda desde el primer disco, el competente batería Ramy Ali y teclista recientemente incorporado Andreas Lindhal.
Comienza el disco con la sorprendente y tremendamente melódica “Back Into Mystery” casi más cercana al hard rock que al heavy metal, con una gran línea vocal de Boals dando brillo y dinamismo junto a las magníficas guitarras de Petrossi consiguiendo un tema con mucho encanto y llegada, recordando al Malmsteen de su etapa más “comercial”. Ahora, que para Malmsteen el siguiente corte, “Like A Lion In A Cage”, puro heavy barroco-neoclásico de virtuosismo guitarrero, base remarcada y con buena pegada reflejada en su rotundo estribillo.
Cadencia más pesada para la sombría “Only One Commandment” muy rítmica con un puntito medieval en su sonido de guitarras pero densa en su desarrollo, volviendo a coger ritmo con “Seven Samurai” que ya con sus evocadoras cuerdas orientas pellizcadas de inicio empieza a llamar mi atención para desarrollar seguidamente una composición con más intención que efectividad resultándome menos interesante de lo que atisbaba.
Mayor espectro sonoro encontramos en la extensa pieza que da título al disco “Fifth Son Of Wintermoon” desde el sonido del bebé naciendo que la inicia hasta su guerrera ambientación épica, pasando retazos celtas, hard rockeros, heavies y suaves consiguiendo mezclar ambientes y sensaciones con acierto. Reaparece el ramalazo más hard y luminoso con la pegadiza y sencilla “Angel Eyes, Demon Soul” muy melódica en voces y guitarras sobre un alegre ritmo, que se torna más pesado y marcado en la hímnica “Rock Religion”, perfecta para ser coreada puño en alto en directo, al igual que las más rápidas “Eagle Of Fire” desafiantemente épica, y “Run To Me” con melodía y ritmo más sencillos pero igualmente efectivos.
Antes nos encontramos con la rotunda balada “Father Farewell” en la que Boals muestra su clase en unos tonos medios profundos y expresivos que acompañan a la perfección la excelente labor de Petrossi con su guitarra, volviendo a exhibirse en la evocadora de elocuente título “Reconquista 1492” desarrollando dentro un contexto plenamente épico esa parte de nuestra historia desde unos evocadores rasgueos de guitarra española rotos por la potente irrupción de la eléctrica y la percusión para dejarnos partes guerreras e hímnicas algo sombrías.
Llegamos al final con la rápida “The Picture Of Dorian Grey”, sencillo power metal que acaba enganchando por su ritmo cabalgante en el que deja su huella Ali desde su batería para que Boals vuelva a mostrar un buen nivel vocal junto a los buenos arreglos de teclas de Lindhal y a los matices de guitarra de Petrossi. Buen cierre para un disco ejecutado con un notable nivel técnico y que sin ser la bomba me resulta bastante entretenido y variado.
Mariano Palomo