lunes, 3 de diciembre de 2012

A PERFECT DAY “A Perfect Day”

(Frontiers / Mastertrax)

Resulta curioso encontrarnos de vez en cuando con músicos que, encuadrados durante toda su carrera dentro de un determinado estilo, aparecen por sorpresa participando en proyectos completamente novedosos que poco o nada tienen que ver con el tipo de música con el que se ha hecho un nombre. Por una parte esto puede indicar un hastío y agotamiento de la fórmula inicial renegando en cierto modo de ella, aunque por otra también puede ser una muestra de versatilidad y de capacidad de adaptación a los nuevos tiempos.
Supongo que algo de cada una de las razones anteriores, “Six of one, half dozen of the other” como dirían los ingleses, serán las que hayan llevado a Roberto Tiranti (voz y bajo), Andrea Cantarelli (guitarra) y Alessandro Bissa (batería) a cambiar el doble bombo machacón, la pomposidad de los arreglos instrumentales y los solos interminables del power metal de sus Labyrinth, por los riffs crudos y los arreglos actuales de estos novedosos A Perfect Day.
Cambio total respecto a lo que conocíamos de este trío trasalpino que facturó buenas entregas con Labyrinth llegando a gustarme bastante sobre todo en sus inicios, y que ahora con esta nueva aventura no acaban de engancharme por su concepto excesivamente moderno para mi gusto, aunque eso sí, con un sonido muy compacto donde las melodías vocales y algunos buenos arreglos de guitarra no se esconden detrás de su simple y saturada instrumentación. Por momentos me recuerda a los últimos discos en solitario de Eric Martin, sobre todo por las líneas vocales de Tiranti, pero con menos dinamismo y brillo metiéndose en terrenos más grises.
Empieza animados con el enérgico corte que da título al disco “A Perfect Day”, tema sólido y penetrante donde empasta bien la melódica y personal voz de Tiranti con la instrumentación compacta y dura que lo sustenta. Con “Now and Forever” ya empieza a bajar el ritmo creando un ambiente melancólico y más saturado, para llegar a la balada “Long Road To Ruin” que resulta ser una de las canciones más destacables del disco por su cuerpo y calidez con unos fantásticos aportes electro acústicos a cargo de Andrea Cantarelli, incluido un gran solo que acaba de endurecer y atormentar el tema, dotándolo de una interesante carga dramática. En esta misma onda, aunque algo menor, también resalta el matizado medio tiempo “Under The Same Sun”.
Más caña con “Alone and Free (Rockblind)”, marcada por sus riffs cortantes contrastando con partes más melódicas, seguida por la más embarullada “Silent Cry” de nuevo con un rollo más atormentado, que también encontramos en la acelerada “Waiting on the Edge” llena de rasgueos y arreglos modernos. Más lenta entre medias “Here We Are Again” que a pesar de sus contrastes duros y melódicos se me hace bastante sosilla, al igual que la oscura “Warm Embrace” salvada por su expresividad vocal y por algunos buenos matices limpios de guitarra.
El final lo pone el curioso medio tiempo “We Only Say Goodbye” que roza la balada con suaves rasgueos de guitarra contestados por otros profundos y duros culminados por un melódico solo más clásico, dejándome una correcta impresión, sobre todo por toda la labor vocal de Roberto Tiranti, pero sin acabar de atraparme. Por momentos me da la sensación que se quedan un poco en tierra de nadie, no me parecen lo suficientemente cañeros como para atraer a los seguidores del nu-metal o del rock “alternativo” más duro, ni tan directos, ni pulidos como para los más cercanos al rock melódico, y por supuesto nada que ver en absoluto con el power metal.
Mariano Palomo

No hay comentarios: