martes, 20 de noviembre de 2012

GUADAÑA “El Grito del Silencio”

(The Fish Factory)

De las cenizas de los extintos Huma surgieron hace unos meses en tierras gaditanas estos chicos llamados Guadaña. Una más que competente formación de heavy metal que mantiene como seña de identidad más significativa la presencia de sus dos vocalistas Salva y Glory, sobre todo esta última que sin duda es la más clara y digna heredera de la gran Azuzena por su poderío y garra.
Junto a la pareja de cantantes conforman la banda el guitarrista Jacob, el bajista Ramón y el batería Pablo, rayando todos ellos a un buen nivel técnico dotando de empaque y pegada a unas composiciones con más matices actuales de lo que solían hacer con Huma, pero manteniendo unas estructuras básicamente clásicas dentro del heavy metal.
Empezamos a notar esta evolución en “Sin Rostro” cuya base rítmica me resulta algo artificial por su sonido más metálico, mientras las guitarras de Jacob entran sin piedad rompiendo las líneas vocales donde se alternan Glory y Salva. Se repite la fórmula a lo largo del disco, mezclando agresividad y crudeza también en la crítica “Secreto Confesional” en la que la curia aparece retratada con un ritmo rápido y algo siniestro a lo Silver Fist, cayendo en registros aun más desgarrados casi guturales por momentos en la trabajada “Tras El Cristal” con elementos de puro metal actual contrarrestados por partes lentas seguidas por un agudo solo de guitarra.
Aceleran el ritmo con la destacada “Innombrable” capaz de arrollar con su base speedica cortada por un estribillo coreado y por un rompedor solo en el que vuelve a lucirse Jacob, que se atempera un poco en la rítmica ochentera “Heavy Metal”, perfecta para ser celebrada en directo puño en alto llenos de motivación acompañando a sus buenas voces y estribillo. No podía faltar algún tema lento, en este caso con el tema que da título al disco “El Grito del Silencio” en la que Glory muestra su capacidad para pasar de los tonos suaves a los más rasgados bien secundada por Salva, creando una intensa power ballad.
Pasamos el ecuador del disco con la breve instrumental de inspiración oriental “Exodo” que da paso a la densa “En La Brecha” con un ritmo pesado en el que además de las voces se alternan sonidos duros y melódicos, dinamizándose al final desprendiendo cierto aroma Black Sabbath, modernizándose en los arreglos y ritmo de la rotunda instrumental “Impulso” con unos matices que rozan el metal industrial, que continúan presentes en la agresiva “Tu Propio Final”, algo lineal para mi gusto.
Se dejan llevar dando rienda suelta a su creatividad en la extensísima “Ya No Son Los Mismos”, casi un cuarto de hora que comienza lento para ir creciendo a ritmo clásico a lo Dio proporcionando fuerza y altura a los cambios de velocidad con los que ilustran su historia a modo de alegato metalero confrontándose por enésima vez las voces de Glory y Salva en este caso junto a las de José Cano (Centinela) o Chechu (Viga), mientras el resto de la banda junto a un buen número de invitados, José Rubio (Nova Era, Warcry) e Israel Pérez (Icaro) entre otros, ofrecen un extenso catálogo de habilidades instrumentales, órgano hammond incluido a cargo del gran José Barta (Ñu, Goliath).
El broche de oro lo pone una endurecida y actualizada versión del clásico “Reencarnación” de Santa del que seguro que Azuzena se sentirá orgullosa allá donde esté, redondeando un buen disco, aunque como gusto puramente personal, creo que le sobra alguno de esos matices más modernos e industriales.
Mariano Palomo

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