miércoles, 28 de noviembre de 2012

ASIA “Resonance”

(Frontiers / Mastertrax)

Desde que los miembros originales de Asia volvieron a reunirse hace cinco años han recuperado su curiosa costumbre de ir alternando trabajos en estudio y en directo dejándonos ya una prolífica cosecha. Tras la publicación este mismo año de “XXX”, trabajo en estudio con el que conmemoraban su trigésimo aniversario, ahora nos sorprenden con este nuevo directo bajo el título de “Resonance”, registrado en la localidad suiza de Basilea el 4 de mayo de 2010 durante la gira de su anterior entrega “Omega”.
La verdad que es un poco de lo mismo, con unos músicos extraordinarios mostrando su clase y categoría, ejecutando con gran gusto clásicos del rock sinfónico más asequible, pero resultando ya demasiado repetitivos después de tantos trabajos en vivo, ya sean oficiales o como bootlegs, y notándose ya el paso del tiempo en casi todos, teniendo casi como único aliciente el poder escuchar en directo sus temas más recientes que representan aproximadamente la tercera parte del track list de este doble CD y DVD.
Se abre este trabajo de forma algo ceremoniosa con una intro a base de órgano orquestado insertada en el comienzo de la exquisita “I Believe” llena de melodía y musicalidad sinfónica-A.O.R. con los coros y teclas sobresaliendo junto a la voz de John Wetton más grave y rasgada de lo habitual. Tras ésta Geoff Downes empieza a ejecutar las inconfundibles teclas de “Only Time Will Tell” que suena algo menor en cuanto a intensidad pero siempre brillante, como lo es la más reciente “Holy War” de buenas líneas vocales que dejan sitio a la maestría instrumental de Steve Howe con su guitarra y Carl Palmer en la percusión.
Llegamos a “Never Again”, primer y casi único recuerdo para “Phoenix” LP de regreso de estos “cuatro magníficos”, en la que mantienen su carga dramática pero que me resulta algo descafeinada a nivel instrumental, quizá por su rotundidad en estudio que no es tal en este directo, pareciéndome que se desenvuelven con más soltura en el medio tiempo “Through My Veins” en la que los detalles de guitarra y teclas suaves rivalizan con la profundidad vocal de Wetton. Continúan ralentizando clásicos con la entrañable “Don’t Cry” únicamente a base de piano y voz quedando muy bonita pero bastante coja respecto a la original.
Momento curioso a continuación con la interpretación enlazada de dos piezas instrumentales pertenecientes a la discografía en solitario de Steve Howe en las que el veterano guitarrista británico se luce únicamente con la ayuda de su guitarra española. Primero de forma relajada con All’s a Chord”, continuando con un poco más de ritmo para “The Valley of Rocks”. Como detalle para los más fieles está bien, pero tampoco aporta demasiado.
Al igual que con “Don’t Cry”, modifican el inicio de la preciosa balada “The Smile Has Left Your Eyes” con el piano y la voz como únicos protagonistas, entrando en su segunda mitad el resto de instrumentos para dotarla de altura y virtuosismo resultando una especie de dos en uno. Siguen los buenos recuerdos del mismo modo con “Open Your Eyes” que empieza más ligera para terminar intensificándose e incluso casi embarullándose para cerrar el primer CD.
Toman nuevos bríos en el inicio del segundo volumen con “Finger on the Trigger” mi tema favorito de “Omega” con esa mezcla fantástica de sinfonismo, fuerza y melodía que pocos saben conseguir como Asia, manteniendo el nivel con la más progresiva “Time Again” en la que luce la técnica pegada de Palmer creando ambientaciones casi jazzies junto a las épicas guitarras de Howe y a las teclas espaciales de Downes.
Vuelta a la vena más comercial con “An Extraordinary Life”, fantástico tema lleno de luz y optimismo con sus melodías de teclados-guitarras y su estribillo maravilloso sacándonos una sonrisa aunque también algo amortiguado respecto al sonido de estudio. Más apocalíptico resulta el comienzo de “End of the World” suavizado de inmediato por unos ritmos suaves y envolventes que rodean la voz rota de Wetton.
Profundizan en sonidos sinfónico-progresivos de altura con la tremenda “The Heat Goes On” en la que insertan un buenísimo solo de batería de Carl Palmer que muestra su enorme técnica de forma entretenida, para seguir haciéndolo en la intensa “Sole Survivor” que, aunque siempre es una delicia escucharla, en este caso me suena más cruda y menos pomposa, al igual que “Go” uno de mis temas preferidos del grupo que resulta extraña con unos arreglos más experimentales y menos rotundos de lo que requiere el tema, demasiado hueca y floja para mi gusto.
Mejora un poco la cosa en el cierre con el tema bandera “The Heat Of The Moment” que enlazan directamente con la anterior, aunque también en una versión algo light, con el solo de guitarra alargado y con una segunda parte dedicada prácticamente al coreo por parte del público repuntando a base de reiterar el estribillo, dejando para el final casi tres minutos de relleno orquestal sin mucho sentido.
Visto lo visto, más bien escuchado lo escuchado, creo que Asia deberían distanciar más sus lanzamientos en directos porque pueden acabar por quemarse, más aun si dejan traslucir ciertas muestras de agotamiento como la citada ralentización de algunos temas que pierden mucho de su esencia de esta manera. En cualquier caso los más fanáticos seguro que no obviarán un trabajo como este y acabarán disfrutándolo, aunque a mí me ha dejado a medias.
Mariano Palomo

U.D.O. “Live In Sofia”

(AFM / Avispa)

Con un set list muy irregular, alternando momentos intensos y dinámicos, los menos, con otros excesivamente densos y planos. Incluso la interpretación de los inevitables clásicos de Accept va perdiendo fuerza y vigencia, al menos en esta grabación, alargándolos en exceso como en el caso de “Princess of the Dawn” a pesar de lo cual sigue siendo un temazo con un tremendo sonido, “Metal Heart” o “Balls to the Wall”, consiguiendo convertir en tediosas las interpretaciones de estos himnos del heavy metal, algo difícilmente asimilable por alguien que se ha pasado más de media vida cantándolos.
Resultan más correctas, aunque sin la chispa de antaño, otras como “Screaming for a Love Bite” algo ralentizada a pesar del aliento del público, “Neon Nights” menos brillante que otras veces, o la genial “Up to the Limit” que resulta algo atropellada con el bajo de Fitty Wienhold muy marcado pero algo impreciso. Afortunadamente los temas más directos y rockanroleros siguen siendo efectivos y divertidos, así “I’m a Rebel” y “Burning” son de lo mejor del disco con el público entregado y coreando sin parar.
El inicio del disco supone un breve recorrido por los singles de los últimos trabajos del grupo, comenzando por la agresiva “Rev Raptor”, que no está mal con los duros riffs que destripan Stefan Kaufmann e Igor Gianola, que siguen en la misma línea con más rítmica “Dominator” jaleada sobre su buena melodía vocal a pesar de su opaco estribillo, y con la más rápida “Thunderball” destacando la rotunda pegada de Francesco Jovino desde los tambores dando soporte a buenos cruces de guitarras, siendo de las que más me ha convencido.
Tras este primer tramo, se densifica el sonido con la siniestra “Leatherhead” con el coreo marcial característico de U.D.O. que se repite en la más rítmica “Independence Day” de marcada base rítmica con los fans participando en su parte final para enlazar con la referida “Screaming for a Love Bite”, mejorando en cuanto a melodía de vocal y de guitarras en “Heart of Gold”, para volver a caer en la machacona “Vendetta”, que pasa prácticamente desapercibida para llegar a “Princess of the Dawn”, y a la power ballad “I Give As Good As I Get”, que acaba resultándome excesivamente monótona.
Aunque para monótona “Kokopelli”, once minutos de infumable solo de guitarra sin apenas gracia, sirviendo como preludio a “Neon Nights” que se contagia un poco tardando en arrancar para acabar excesivamente acelerada y agria por la voz de Udo, mejorando con la más fresca y contundente “Break the Rules”, y con la siempre resultona “Man and Machine” jaleada de nuevo al ritmo de los redobles de Jovino que se explaya seguidamente de forma innecesaria con un aburrido solo.
A estas alturas, y después de quince cortes, ya me estaba costando bastante mantener la atención, pero todavía quedaban ocho temas más que, sólo al final, consiguieron hacerme mover el pie. Y es que “Living on a Frontline” sin estar mal es más de lo mismo, correcta y ya, al igual que la versión embarullada de “Up to the Limit”, subiendo el nivel de dinamismo con “Two Faced Woman” sobre todo por su pegada y buen estribillo, para bajar otra vez con la descafeinada y larguísima ejecución de “Metal Heart”, y con la densa de tintes industriales “The Bogeyman”.
Afortunadamente el cierre rockanrolero con “I’m a Rebel” y “Burning” me dejan con buen sabor de boca, con el caramelito de “Balls to the Wall” entre medias a pesar de que se exceden en su duración sobre su espectacular cadencia con mucha participación del respetable en su inconfundible parte coreada.
Un disco irregular de un combo irregular últimamente que tengo la sensación que empieza a agotarse y repetirse en exceso, aunque siempre nos dejan algún momento rescatable para el recuerdo. Si me permitís que os recomiende un directo de U.D.O., quedaros con el “Live from Russia” de 2001.
Mariano Palomo

martes, 27 de noviembre de 2012

Y&T “Live At The Mystic”

(Frontiers / Mastertrax)

Después de volver por todo lo alto hace dos años con el magnífico “Facemelter” (primer disco con material nuevo de Y&T desde el irregular “Endangered Species” de 1997), Dave Meniketti y sus nuevos compañeros de viaje registraron dos de sus conciertos que tuvieron lugar en el Mystic Theater de Petaluma (California) en noviembre de 2011 durante la gira de presentación de dicho disco. Esta gira era realmente especial, ya que era la primera en la que el cantante y guitarrista de Oakland no estaba acompañado por su inseparable Phil Kennemore, bajista y prácticamente cofundador del grupo, tristemente fallecido a principios del pasado año.
Siempre con el recuerdo de Kennemore presente, Meniketti ha sido capaz de seguir adelante junto al guitarrista John Nymann y al batería Mike Vanderhule que le venían acompañando desde hace un tiempo, añadiéndose a la formación el bajista Brad Lang que entró en la banda en 2010. Todos ellos son los responsables de esta buenísima grabación que en un principio se puso en circulación de modo casi clandestino a través de internet, y que ahora ve la luz en Europa de forma regular a través de Frontiers Records.
Con un sonido poderoso y melódico, el cuarteto norteamericano da buena cuenta de algunos de sus clásicos imprescindibles, centrados sobre todos en el primigenio LP “Earthshaker” que es el que más representado aparece dentro del track list de este doble CD, aparte lógicamente del citado “Facemelter” que para eso lo estaban presentando. También dejan alguna perlita menos habitual en sus directos desde hace bastante tiempo, caso de la sensual “Girl Crazy”, o de la apasionada “Surrender” (ambas pertenecientes al injustamente olvidado “Ten” de 1990).
Los temas nuevos suenan tremendos, enérgicos y compactos, sin desentonar en absoluto con algunas de las canciones con las que hemos crecido y que nos han hecho amar a esta banda, aunque siempre se echa en falta alguna. Me sorprende mucho que álbumes tan buenos como “In Rock We Trust” y “Down For The Count” no estén representados en este directo, o que apenas haya dos temas de “Mean Streak” y tres de “Black Tiger”, algo que han remediado recientemente con la gira de conmemoración de su 25 aniversario de éste último.
El inicio es igual que el de “Facemelter”, con el preludio circense a modo de bienvenida que da paso a la fantástica y sentida “On With The Show”, para a continuación atacar directamente con la enorme “Black Tiger”, sonando todo realmente bien y, a riesgo de equivocarme, creo que sin apenas postproducción en estudio. La más cruda “Dirty Girl” que con su bluessy aire insinuante nos lleva a los inicios del grupo como Y&T (antes Yesterday and Today), para volver a reventar en todo lo alto con “Mean Streak” uno de los himnos inmortales del hard rock ochentero que podemos disfrutar en esta entrega, y con la citada “Girl Crazy” manteniendo intensidad y clase intactas con Meniketti en estado de gracia bien ayudado en los coros por Nymann y Lang.
Nueva incursión en el presente con “Shine On” de nuevo con las voces marcando sobre una cadencia más pesada, y con la espectacular “Blind Patriot” que reafirma en directo más un si cabe su pegada y poderío, convirtiéndose por derecho en uno de los clásicos contemporáneos del grupo, con ese estribillo coreado que se mete en la cabeza como un tiro. Tras un trallazo de esta magnitud toca relajarse con un baladón como es “Winds Of Change” con Meniketti destilando sentimiento tanto con su voz como con su guitarra dejando uno de los mejores solos del disco.
Vuelve la caña con “Straight Thru The Heart”, otro tema que tampoco era muy frecuente en los sets de Y&T, pero que da la talla sobradamente con un ritmo más cortado y duro, tornándose más clásico rozando de nuevo el blues en los acordes de guitarra de “Gonna Go Blind” compensándose con unas líneas vocales y estribillo más hard rockeros, que tienen continuación en la fantásticamente melódica “Surrender”, y en la espectacular “Coming Home” otra de las nuevas llamadas a quedarse mucho tiempo en nuestra memoria y que bien podía haber aparecido en los discos míticos del grupo a mediados de los ochenta, maravillosa su melodía de guitarras y su estribillo llenándola de feelin’ para cerrar el primer CD.
El segundo CD es prácticamente un homenaje al mencionado “Earthshaker”, con más de la mitad de los temas de este trabajo copándolo, comenzando por la inicial “Hungry For Rock” derrochando energía y estilo guitarrero, endulzándose un poco a continuación con “Don’t Wanna Lose” llena de armonía y buen gusto sobre todo, una vez más, por la destacadísima presencia de los coros incluidos los del público que canta su estribillo junto al grupo.
Tras un breve escarceo acústico atacan con el penetrante riff de “Don’t Bring Me Down”, que atrapa sutilmente con un ritmo más pausado hasta que rompe en su poderoso estribillo, para volver a tranquilizarse en su parte final. Se rompe de nuevo la calma con la frenética “Hurricane” en la que las guitarras se afilan sobremanera, regresando a la tranquilidad con otra de las grandes baladas del grupo “I Believe In You”, de nuevo con Meniketti y compañía llegando a unas tremendas cotas de emotividad.
Desde aquí hasta el final no queda lugar para la relajación, comenzando por “Eyes Of A Stranger” con una interpretación más dura que la que aparecía originalmente en “Contagious” pero manteniendo su gran carga melódica, seguida por “Rescue Me” igualmente poderosa y entrañable, y por “Squeeze” presentada por Dave como “long hair hippie rock” (rock hippie de pelo largo), consiguiendo hacernos mover el piecon su rollo setentero y divertido .
Como remate imprescindible y siempre efectivo no podía faltar el inefable “Forever” que sirve para cerrar de forma previsible, que no por ello menos brillante, este muy buen lanzamiento que recoge lo mejor del pasado y presente de una banda en un excelente estado de forma, como bien pudieron comprobar todos los que tuvieron la suerte de poder verles recientemente en sus conciertos en España. La próxima vez prometo hacer todo lo posible por no perdérmelo. Forever Meniketti, Forever Y&T.
Mariano Palomo

miércoles, 21 de noviembre de 2012

KOTIPELTO & LIIMATAINEN “Blackoustic”

(Ear Music / Edel Music)

Dos de los músicos más reconocidos de del panorama power metalero finlandés se han juntando para dar forma a un nuevo proyecto cuyos primeros frutos podemos degustar en este disco cuyo título, “Blackoustic” ya indica por donde van a ir los tiros. Efectivamente se trata de un disco acústico, puramente acústico, sin ningún tipo de percusión ni sonido extra añadido, únicamente con la voz y las guitarras desenchufadas de Timo Kotipleto (Strtatovarius) y Jani Liimatainen (Sonata Arctica, Altaria) como protagonistas.
Registrado hace unos meses en la casa de campo que Timo tiene en la localidad de Lappajärvi, el dúo recorre algunos de los temas de sus respectivos grupos nodrizas, así como varios temas de clásicos del hard rock, dándoles a todos ellos un barniz especial, sonando con una nitidez absoluta, resultando por lo general bastante atractivos aunque excesivamente lentos por momentos.
Así nos encontramos con cuatro temas de Stratovarius que resulta curioso escuchar “Black Diamond”, “Hunting High And Low”, “Speed Of Light” o “Coming Home” bajo este enfoque mucho más relajado pero igualmente válido, siendo “Black Diamond” la que más fielmente han reflejado, sorprendiendo más en el resto, sobre todo en “Speed Of Light” quedando realmente curiosa. También hay composiciones pertenecientes al proyecto de Kotipelto en solitario, que canta igual de bien sin necesidad de pegar esos subidones de agudos resultando muy agradable en la relajada “Sleep Well” y en la más animada “Serenity” en la que Jani rasga con fuerza las cuerdas de su guitarra.
Sonata Arctica aparecen representados “My Selene” en la que mezclan bien las dos guitarras aunque queda algo monótona con cierto aire romántico. También Jani es el responsable del único tema completamente nuevo que aportan a este trabajo “Where My Rainbow Ends” una bonita pieza que cobra intensidad sobre todo por la voz de Kotipelto, dentro de una musicalidad relajada.
Y vamos con las versiones. Empezamos por una magnífica revisión de la inmensa “Out In The Fields” parida hace años por la pareja Moore-Lynott y que suena muy bien dándola sentido y color a pesar de ralentizar su ritmo. Igualmente preciosa la interpretación de “Rainbow Eyes” de Rainbow llena de clase y sensibilidad dotada de una gran técnica vocal por parte de Timo aguantando perfectamente los tempos.
Se anima más la cosa con “Behind Blue Eyes” de Pete Townsend, un tema desconocido para mí del guitarrista de The Who que empieza lento pero que luego coge algo de ritmo con buenos rasgueos a cargo de Jani, y sobre todo con una intensa “Perfect Strangers” de Deep Purple en la que la voz Kotipelto tiene un tono muy cercano al Gillan de entonces y donde la pulsación de guitarras resulta sorprendentemente profunda quedándoles realmente bien.
En el cierre vuelven a sorprender con “Karjalan Kunnailla”, adaptación de una bonita canción tradicional finlandesa cantada en suomi en clave de balada en la que el sentimiento se impone al ritmo, como en casi todo este trabajo para escuchar con tranquilidad descubriendo nuevas facetas y virtudes de estos dos músicos que demuestran su buen gusto en un entorno más relajado.
Mariano Palomo

PARADOX “Tales of the Weird”

(AFM / Avispa)

Continuando con la buena línea marcada desde su regreso discográfico en 2008 con “Electrify”, bien sucedido un año después por “Riot Squad”, los thrashers alemanes Paradox nos ofrecen ahora este interesante trabajo con el título de “Tales of the Wierd”. En el mismo volvemos a encontrar los elementos de los dos anteriores, alto nivel técnico, agresividad precisa, buenas melodías de voz y guitarras a cargo de Charly Steinhauer y Christian Münzner, y contundencia en su base rítmica de la mano del batería Daniel Wuld y del bajista Olly Keller.
Se abre el disco de forma poco usual con el tema título, un extenso corte de tintes épicos de más de nueve minutos que comienza lento para cabalgar con velocidad sobre el rotundo ritmo marcado por Daniel mientras las guitarras de Charly y Christian entran afiladas con limpieza y precisión dentro de una estructura algo lineal para la larga duración del corte. Sigue la pulcritud técnica en la agresiva y redoblada “Day Of Judgement” con un estribillo un poco emboscado en unas guitarras más dinámicas y rítmicas que acaban siendo frenéticas, en la inquietante “Brutalized” con la batería martilleando unos poderosos riffs amortiguados por unas buenas melodías que relajan algo su velocidad, para volver a subir de octanaje seguidamente, recordándome en su conjunto ligeramente a Annihilator.
Se mantienen parámetros similares en la más oscura “Fragile Alliance”, con unas guitarras duras muy pulidas generando un ritmo medio más denso que no me acaba de enganchar, mejorando en cuanto a velocidad e inmediatez con “Escalation” ritmo thrash old school adornado de buenos fraseos de guitarra que se convierten en lo más destacado del tema.
Vuelve la épica cabalgante al inicio de “Brainwashed” que avanza a terrenos más actuales y densos creando una ambientación algo agobiante, con el bajo de Olly muy marcado, rota por unas brillantes aportaciones agudas de guitarra más lentas que acaban haciendo de esta una de las composiciones más complejas del disco. De aquí casi hasta el final continúa por el mismo camino con la tétrica “Slashdead”, bastante agria y machacona, pero de nuevo mejorada por sus detalles de guitarra y su buen estribillo, resultando más avasalladores y directos en la cortante “The Downward Spiral”, incrustando entre medias de las dos una breve pieza instrumental titulada “Zeitgeist” que relaja el ambiente con su preciosista guitarra española.
El cierre no puede ser más brillante con la versión del clásico “A Light In The Black” de Rainbow que ejecutan con maestría dándole un toque más actual y acelerado sobre todo en la batería, pero respetando su estructura y esencia sorprendiendo el notable nivel de Charly Steinhauer a la voz (Dio era mucho Dio) y de los teclados algo cambiados respecto al original pero encajando perfectamente. Final magnífico para un buen trabajo al que sube mucho de nivel que este inesperado aporte extra.
Mariano Palomo

martes, 20 de noviembre de 2012

GUADAÑA “El Grito del Silencio”

(The Fish Factory)

De las cenizas de los extintos Huma surgieron hace unos meses en tierras gaditanas estos chicos llamados Guadaña. Una más que competente formación de heavy metal que mantiene como seña de identidad más significativa la presencia de sus dos vocalistas Salva y Glory, sobre todo esta última que sin duda es la más clara y digna heredera de la gran Azuzena por su poderío y garra.
Junto a la pareja de cantantes conforman la banda el guitarrista Jacob, el bajista Ramón y el batería Pablo, rayando todos ellos a un buen nivel técnico dotando de empaque y pegada a unas composiciones con más matices actuales de lo que solían hacer con Huma, pero manteniendo unas estructuras básicamente clásicas dentro del heavy metal.
Empezamos a notar esta evolución en “Sin Rostro” cuya base rítmica me resulta algo artificial por su sonido más metálico, mientras las guitarras de Jacob entran sin piedad rompiendo las líneas vocales donde se alternan Glory y Salva. Se repite la fórmula a lo largo del disco, mezclando agresividad y crudeza también en la crítica “Secreto Confesional” en la que la curia aparece retratada con un ritmo rápido y algo siniestro a lo Silver Fist, cayendo en registros aun más desgarrados casi guturales por momentos en la trabajada “Tras El Cristal” con elementos de puro metal actual contrarrestados por partes lentas seguidas por un agudo solo de guitarra.
Aceleran el ritmo con la destacada “Innombrable” capaz de arrollar con su base speedica cortada por un estribillo coreado y por un rompedor solo en el que vuelve a lucirse Jacob, que se atempera un poco en la rítmica ochentera “Heavy Metal”, perfecta para ser celebrada en directo puño en alto llenos de motivación acompañando a sus buenas voces y estribillo. No podía faltar algún tema lento, en este caso con el tema que da título al disco “El Grito del Silencio” en la que Glory muestra su capacidad para pasar de los tonos suaves a los más rasgados bien secundada por Salva, creando una intensa power ballad.
Pasamos el ecuador del disco con la breve instrumental de inspiración oriental “Exodo” que da paso a la densa “En La Brecha” con un ritmo pesado en el que además de las voces se alternan sonidos duros y melódicos, dinamizándose al final desprendiendo cierto aroma Black Sabbath, modernizándose en los arreglos y ritmo de la rotunda instrumental “Impulso” con unos matices que rozan el metal industrial, que continúan presentes en la agresiva “Tu Propio Final”, algo lineal para mi gusto.
Se dejan llevar dando rienda suelta a su creatividad en la extensísima “Ya No Son Los Mismos”, casi un cuarto de hora que comienza lento para ir creciendo a ritmo clásico a lo Dio proporcionando fuerza y altura a los cambios de velocidad con los que ilustran su historia a modo de alegato metalero confrontándose por enésima vez las voces de Glory y Salva en este caso junto a las de José Cano (Centinela) o Chechu (Viga), mientras el resto de la banda junto a un buen número de invitados, José Rubio (Nova Era, Warcry) e Israel Pérez (Icaro) entre otros, ofrecen un extenso catálogo de habilidades instrumentales, órgano hammond incluido a cargo del gran José Barta (Ñu, Goliath).
El broche de oro lo pone una endurecida y actualizada versión del clásico “Reencarnación” de Santa del que seguro que Azuzena se sentirá orgullosa allá donde esté, redondeando un buen disco, aunque como gusto puramente personal, creo que le sobra alguno de esos matices más modernos e industriales.
Mariano Palomo

MEDINA AZAHARA “La Memoria Perdida”

(Ediciones Senador)

Los incombustibles Medina Azahara continúan en la brecha sacando nuevo material para mayor goce de sus seguidores. Tras un periodo de cierta indefinición con cambio de compañía incluido, los cordobeses vuelven a plasmar en este “La Memoria Perdida” todo su sonido más clásico mezclando con acierto hard rock, rock sinfónico y flamenco, creando un conjunto bastante ágil y fácil de escuchar sin perder nada de su esencia.
El disco se abre y se cierra con dos versiones del mismo tema, “Sevilla”, concesión habitual a las capitales andaluzas que a día de hoy creo que están representadas casi en su totalidad dentro de la discografía. La primera versión cuenta con la colaboración de Fondo Flamenco, que como su nombre indica le da más presencia a los elementos típicos del flamenco como las palmas y las voces corales dando color a un sonido básicamente sinfónico con unas teclas setenteras envolventes de Manuel Ibáñez que sobresalen sobre las guitarras de Paco Ventura, como a lo largo de casi todo el disco. La segunda versión es prácticamente igual pero con menos presencia flamenca.
El otro tema que se repite es “La Última Batalla” una bonita balada de trasfondo triste en el que los arreglos de piano y cuerda dejan el protagonismo a la voz de Manuel Martínez en solitario en una de las versiones, y acompañado por David de María en la otra quedando bastante bien con el contraste de voces.
En esa línea más blandita nos encontramos la asequible “Un Nuevo Sol”, de nuevo con partes palmeadas y buenas melodías de guitarra, la casi A.O.R. (salvando las distancias) “Al Despertar” con la voz de Martínez muy emotiva y las guitaras electro acústicas más propias de Kiss FM que de Cadena Dial para entendernos, o la poética “Algo Cambió” con más sinfonismo perfectamente reconocible, que marca también “Libertad y Luz” pero con mayor ritmo y presencia rockera envolviendo con la base de Nacho Santiago y Juanjo Corbacho muy presentes.
Por su parte “Corazón Herido” es la típica canción de amor de Medina Azahara con todos sus elementos reconocibles dentro un ritmo animado con su inevitable toque andalusí, presente en una onda más sinfónica dentro de la más original “Mil Colores en tu Corazón”, en las más rockeras “Busco” y “Rumor” versión de Triana en una onda más hard resultándome de las más convincentes, junto a la más puramente aflamencada “Quiéreme o Déjame” de nuevo con mucha presencia de teclas, palmas y voces, completándose el CD con la magnífica “Al Pie De La Alhambra” llena de gusto y encanto evocador que nos transporta a los pies del monumento granadino.
Un buen trabajo que nos presenta todas las facetas de una banda que, con sus altibajos, siempre han sido una referencia fundamental dentro de la música española, y sobre todo andaluza.
Mariano Palomo

lunes, 19 de noviembre de 2012

HELL’S FIRE “A.M.M.O.”


(The Fish Factory)

De un tiempo a esta parte nos encontramos con discos cada vez más currados e interesantes de bandas nacionales de thrash metal que, cada una con sus particularidades, parecen estar revitalizando que parecía desvanecerse no hace tanto tiempo en nuestro país. Es el caso de los chicos de Hell’s Fire que con este “A.M.M.O.” (A Motherfucking Mayhem Overdose), ahí queda eso, se han marcado un notable debut discográfico lleno de momentos brillantes donde el dinamismo de sus composiciones hace que uno se enganche sin remedio.
Son capaces de sonar con una producción acorde a los tiempos en los que estamos, pero sin perder una esencia clásica ya de las grandes bandas de los ochenta y  noventa, y donde el nombre de Pantera sobrevuela durante buena parte del disco, guiño redneck incluido en algunas fases haciéndolo aun más divertido. Si a esto unimos unas competentes letras en inglés, podemos estar ante uno de los grupos más exportables que han surgido últimamente por aquí.
Empieza el viaje con la rotunda “Hellbilly Booze Brigade” que tras dos tiros de escopeta empieza a atacar a base de riffs punzantes y rítmicos a cargo de Mario Sánchez y David Suárez que dan réplica a la arrogante y rasgada voz de Big Mario empleándose a fondo sobre los golpes de batería de Oscar Martín “Pi” y las pulsaciones de bajo de Miguel Sierra que sin necesidad de avasallar acaban marcando el territorio con poderío.
Se dinamiza el sonido para “Stone Cold Grave” más veloz con las guitarras de Mario y David llenas de groove para que la voz nos traiga inmediatamente a la memoria a Phil Anselmo por su aspereza y potencia, aunque dentro de un contexto más Sabbath, que se remarca en la más stoner “Far Away From The Sun” cuyo agresivo se abre paso entre unos marcadísimos acordes de guitarra.
Vuelta de tuerca más actual para el tratamiento de guitarras de “Crawl” sonando realmente gordas de nuevo con mucho groove matizado por partes lentas inquietantes, recordándome a Gauntlet, y por tanto de nuevo a Pantera, y mucho más todavía en la pegadiza y agresiva “Straight To Hell” que impacta con crudeza y rotundidad a pesar de su ritmo más oscuro, y en la más lineal “Rattlesnake” en la que mete un afilado solo el guitarrista invitado Miguel Bárez.
El quinteto deja buena constancia de su alto nivel técnico a lo largo y ancho del disco, especialmente en temas como “God Will Not Come” con unos redobles y riffs espectaculares plenos de fuerza y nitidez sin necesidad de acelerar para ir calando a modo de “Gota Malaya” llegando al fondo del cerebro. Sí golpean con más claridad pero igual destreza técnica en la poderosa y agresiva “World of Hurt” en la que las guitarras acuchillan con una melodía matadora que arrastra, de nuevo con cierto aire Sabbath, sobre todo en el solo.
Siguen arrollando con el ritmo acelerado de “Reckoning Day” compacta y arrolladora plena de dureza con la voz de Big Mario más violenta acorde a la instrumentación más ochentera recordando a gente como Kreator o Slayer, al igual que en la abrasiva pero excesivamente agria y densa para mi gusto “Vaseline Monster”.
Dejo para el final los temas más “rednecks” en los que participa Angelito Crazy Banjo, que como es obvio se encarga de darle el punto cachondo con su banjo. En primer lugar la espectacular “Cletus” que podría ilustrar perfectamente una persecución por el oeste a ritmo de thrash metal con Oscar machacando con batería mientras suena el banjo en segundo plano en algunos momentos para que las guitarras sigan degollando sin piedad.
Y por último “On The Road” un tema que aparece en dos versiones (normal y cajún), y que se sale del sonido general del trabajo teniendo ese redneckismo mucho más acentuado con unas guitarras hard rockeras incluso con algún detalle slide sureño realmente interesante creando un sonido polvoriento magnífico, acentuado obviamente en la versión cajún que se encarga de cerrar el CD como bonus track resultando muy divertida con protagonismo absoluto para el banjo de Angelito y la aguardentosa voz de Big Mario, dejándonos con una sonrisa pensando en las fiestas que se tienen que marcar estos chicos.
Disco muy completo, magníficamente elaborado y ejecutado de estos muchachos que repasan con acierto y amplitud muchos sonidos dentro no sólo del thrash metal.
Mariano Palomo

EBONY CODE “Renacer”


(The Fish Factory)

Descubrimos una nueva banda de metal actual que se presentan bajo el nombre de Ebony Code con su primer trabajo oficial titulado “Renacer”. En el mismo ofrecen nueve intensas composiciones donde las guitarras duras y afiladas de Vicente Sempere comparten primeros planos con la personal voz de Antonio Meseguer, mientras que el bajista David González y el batería Juan Antonio Moya se encargan de poner los cimientos rítmicos.
El sonido en general es bastante actual, con esos característicos riffs marcadísimos pero sin despreciar momentos melódicos en los que también tiene mucho que ver la matizada voz de Antonio. Desde la inicial “Turbio Deseo” que se desarrolla dentro de un ritmo cortado e intrigante con una base más puramente heavy metalera, pasamos la original “Dulce Adiós” más sombría donde resalta la técnica aportación de la base rítmica creando unos potentes cambios de ritmo, conteniendo además un buen solo más hard de Vicente que le da más vidilla al corte.
Aumenta la velocidad en la más dura y arrogante “Injuria de Honor”, punzante y dinámica pieza con buena pegada en la que intercalan una parte más suave con efectos bélicos, para acabar repuntando con poderío, de lo mejorcito del disco, también por su letra antibelicista. Un aspecto este del texto que también resalta en el medio tiempo “Hasta El Final” entrañable en su mensaje de agradecimiento por parte de los miembros del grupo hacia sus familias por darles su apoyo, pero que musicalmente me ha dejado bastante indiferente salvo por su melodía de voz.
Algo parecido me ha pasado en menor medida con “Carta de Despedida”, expresiva y sentida por parte de Antonio dentro un ritmo suave que parece no acabar de arrancar hasta que se endurece e intensifica con otro buen solo de guitarra y donde colabora Irina Zheburn con una breve pieza de piano. Llegan prácticamente al nu-metal con “No Es El Final” que se me hace excesivamente opaca y monótona con su afinación moderna, mejorando algo en esta misma línea con “Cautivo del Juego” cortante con su base bien marcada repuntando en algunas guitarras, y de nuevo con una dura letra a cerca de la adicción al juego.
“La Pirámide” tiene una cadencia pesada más clásica, con la voz limpia y casi recitante creando un ambiente misterioso sobre unos densos riffs, pero también con muy poco ritmo. Un ritmo que desaparece prácticamente completo en la oscura “Renacer” que me parece muy monótona con su rasgueo distorsionado para cerrar este CD que no me ha acabado de seducir, aunque bien es cierto que se atisban buenas intenciones que esperemos sepan plasmar de forma más atractiva en próximas entregas.
Mariano Palomo

SEXAINE “Eres Adicto”

(The Fish Factory)

Después del buen sabor de boca que nos dejaron abriendo el Granito Rock de este año, los gaditanos Sexaine por fin ven distribuido como se merece su primer disco oficial “Eres Adicto”. Un trabajo lleno de temas pegadizos y electrizantes de hard rock como bien pudimos comprobar en su actuación en el festival serrano el pasado verano donde tocaron casi íntegramente todos ellos, y que ahora podemos disfrutar en estudio.
La inicial “Quiero Más” empieza insinuante para ir subiendo en rotundidad y pegada con la voz de Alberto Zapata desafiando sobre los marcados golpes de batería de Manuel Pantoja dejando un claro y potente estribillo. Algo que marca la mayoría de los cortes del disco, como la rockanrolera y contundente “Caída Libre” en la que las guitarras de Luko y Mariano Picardo combinan rasgueos profundos con melodías limpias a lo Uzzhuaia, o la absolutamente directa “Dinero” contagiosa y sencilla con su letra a cerca de la ludopatía, perfecta para el directo, al igual que la descarada “A 120” que dotan de cierto sabor sureño para acabar frenética a lo “Paradise City”.
La influencia de Slash y compañía queda patente también en la más pesada “En Llamas” con la voz arrogante de Alberto suavizada por unos buenos coros, y en la caliente “Historia de una Noche” divertida composición llena de intención que invita al desenfreno etílico–erótico con sus acordes sensuales y crudos. Algo más sleazy aún el sonido de “Tu Otra Mitad” con unas guitarras muy rockanroleras acompañadas de armónica en algunos momentos creando un fantástico ambiente polvoriento. En “Oriente” sus redobles marcan un ritmo arrogante que recuerda mucho, quizá demasiado, al de “Lift U Up” de Gotthard, pero con un tinte más macarra y punzante.
Se completa el CD con dos temas intensos aunque de menor ritmo, distintos pero igualmente válidos. “Cuervo Negro (A Fuego y Sed)” es la canción más oscura del disco, con el bajo de Jaime De Hoces dejándose notar junto a unas guitarras muy heavies suavizadas por unos suaves acordes acústicos y por unas líneas vocales susurrantes pero con fieras, algo densa pero bastante nítida. Por su parte “Vida Rota” es un buen medio tiempo que transmite con sentimiento por sus arreglos de guitarra matizando la profunda voz de Alberto dejando buenos matices melódicos.
Disco completo y dinámico que gana enteros cuando es interpretado en directo por este joven quinteto que si sigue en esta línea puede estar llamado a ocupar un lugar importante dentro de nuestro hard rock. Por cierto, se me olvidaba, sugerente portada recordando al estilo de Milo Manara.
Mariano Palomo

WITKO “Un Hombre Camina Solo”


(Sube Un Escalón)
Original y fresca propuesta musical la que ofrece el músico y compositor Emilio José Ponce en esta primera entrega bajo el nombre de Witko. Si hay algo que puede definir este disco es la variedad dentro de un sonido entroncado en nuestro rock urbano guitarrero tradicional, pero con guiños a sonidos anglosajones.
Dentro de estos últimos podemos encuadrar cortes como el que da título a la obra “Un Hombre Camina Solo”, hard rock & roll descarado y contagioso con unas líneas de voz trabajadas sobre un ritmo que irremediablemente recuerda a AC/DC con un toque más macarra. Sorprende dentro de esos sonidos británicos la cercana al indie “Podemos” que también deja cierto regusto a The Who en sus guitarras. Curiosa, al igual que “Horóscopo Funk”, que como indica su título tiene algo de funky en su ritmo, pero también recoge sonidos setenteros con Natxo Sánchez dejándose notar con su hammond, muy presente junto a unas guitarras pellizcadas y brillantes a cargo de Roger García que también se hace cargo del bajo a lo largo del disco.
La distorsión sube de nivel en la sencilla y pegadiza “Revolución” con un ritmo cercano a The Cult donde se nota la participación de Eloy Ibáñez (Babylon Rockets), pero con una melodía vocal que me recuerda bastante a Mariano Gil (Tako), algo que también me ocurre con la más afilada “Homo Homini Lupus” en la que transmite con claridad su mensaje, volviéndose más urbano aun en la insinuante “Otra Vez” con su estribillo arrastrado a lo Josele Santiago (Los Enemigos) junto a un solo de distorsión sucia.
Más velocidad y guitarreo encontramos en la tórrida “En El Portal” que nos hace mover el pie, al igual que la canalla “Comerte” que es puro Burning lleno de encantadora actitud arrogante, o “Sabemos” con la voz más desgarbada pero igualmente eficaz. Queda para el final “El Rey De Los Ciegos (Blues Bastardo)” una despechada pieza lenta y rasgada con buenas incursiones de guitarra pero algo lineal en su conjunto.
Sin inventar nada, pero con bastante gusto, Emilio (Witko) es capaz de hacernos pasar un buen rato con este CD que se escucha fácilmente por su dinamismo y más que correcta producción.
Mariano Palomo

viernes, 16 de noviembre de 2012

ANTALGIA “Perception Of Reality”

(The Fish Factory)

Desde Cataluña, concretamente desde Lérida, aparecen en el panorama metalero los chicos de Antalgia. Una joven formación de metal sinfónico progresivo, con chica al frente, Bella Diánez, que en estos días pone en circulación su primer disco oficial bajo el título de “Perception of Reality” en el que recogen el sonido rotundo y lírico de sus claras influencias musicales (Epica, After Forever, Within Temptation, Kamelot).
Además de la lírica y fina voz de Bella, es resaltable la cantidad de trabajo que se intuye por la infinidad de sonidos que aportan sobre todo el guitarrista y productor Igna Jover y el teclista Xavi Sánchez, que dotan de sinfonismo la composiciones que resultan rotundas por la solidez y pegada de Carles Falomir al bajo y de Albert Gasen a la batería, aunque por momentos me resultan algo recargadas y atropelladas.
Se abre el disco con la muy melódica de ambiente gótico “The Invisible Mechanism” cuyo ritmo van cortando a base de riffs secos y partes evocadoras incluido algún fragmento recitado por una voz masculina creando una atmósfera algo tétrica, que se aligera a continuación en más viva “Realm Of Pain” en la que me llama la atención la forma de cantar de Bella que me suena a la de las vocalistas japonesas con un punto romántico contrastando con la dureza de las guitarras de Igna.
Decrece la velocidad en la intensa “Embrace The Death”, melódica y atormentada con las guitarras bastante saturadas suavizadas por los aportes de las teclas ambientales de Xavi y por un break progresivo suave dando la sensación de que podría ser mejor aun de lo que resulta ser. Mejoran en cuanto a melodías de piano y guitarra en la luminosa “Lines of Life” con unas líneas vocales muy finas que rozan el A.O.R. a lo Issa resultando de lo más asequible del disco.
Vuelve a endurecerse el sonido con la embarulladla “The Unseen Empire” donde creo que en su comienzo corren más de lo necesario, mejorando otra vez con un suave cambio de ritmo progresivo con el piano como colchón para un bonito solo de guitarra. Sigue el preciosismo instrumental en el inicio envolvente de “Broken Wings” para ir creciendo la distorsión pero sin saturar dentro de un ritmo medio ideal para el lucimiento algo lírico de Bella, que sigue brillando con más potencia en la más progresiva “Seed In The Storm” de mayor rimo envuelto de arreglos orquestales de teclados creando una buena ambientación.
El cierre lo pone la extensa lenta y melancólica “Memories” marcada por unos tonos vocales cálidos casi susurrantes en su primera mitad, resultando luego más intensos y oscuros para ponerse al mismo nivel de la instrumentación que crece tanto en ritmo como en dureza, con un destacado trabajo de teclados y guitarras.
Un disco más que correcto en el que se intuyen muchas horas de trabajo invertido y un buen nivel instrumental, aunque enmarcado dentro de un estilo que hace tiempo que he dado casi por amortizado.
Mariano Palomo

ALTEREVO “Involución”

(The Fish Factory)

Apadrinados por Jorge Salán, encargado de producir este primer trabajo, los madrileños AlterEvo se presentan ante el gran público con su hard rock actual elaborado, de alto nivel técnico y buen sonido de la mano del prestigioso ingeniero José Del Pozo. Sin ser su estilo el que más me atraiga, he de reconocer el mérito que tienen estos chicos por el trabajo realizado, cuidando los arreglos hasta el más mínimo detalle, y consiguiendo sonar muy bien mostrándose además bastante versátiles, aunque echo en falta más temas directos y pegadizos.
Los cuatro componentes de la banda realizan muy bien su labor, sobresaliendo la personal voz del también guitarrista Charly López, que forma una interesante pareja con el brillante Albert Toledano, a los que sostienen con su buen hacer el bajista Jorge Couso y batería Javi González, logrando una base rítmica actual y precisa. También son destacables los coros por parte de Albert y Jorge, que apoyan con sentido las melodías de voz de Charly.
Como decía los temas son variados, desde ataques actuales y arrogantes como la inicial “Despertar” en la que destripan un duros y profundos riffs con una voz arrastrada pero limpia que adornan con unos suaves toques de piano para restarle crudeza, que recuperan para marcar a la más directa “Involución” en la que se nota la mano de Salán con algún que otro arreglo “marciano” sobre unas potentes melodías de voz de nuevo con los teclados apareciendo.
Enlazando con “Involución” aparece con dinamismo la pegadiza “Juega Conmigo” que va creciendo y enganchando con un magnífico ritmo en la que se cruzan las guitarras de Albert y Charly con acierto rematando con un buen solo más rockero y punzante, redondeando mi corte favorito del disco, quizá porque me recuerde un poco a los tristemente inactivos Neomenia. Otra de las canciones que más me ha llamado la atención ha sido la entrecortada “Dardo Mortal”, riffs actuales, ambiente atormentado y una interesante letra rechazando la plaga de la droga completan un sugerente conjunto donde de nuevo los coros brillan resultando muy convincente.
Se acercan a terrenos progresivos en el tratamiento de ritmos y guitarras en la trabajada “Llorando Rabia” en la que transmiten cierta melancolía con la voz de Charly más grave y suave pero poderosa sobre una gran melodía instrumental que culmina con un buen duelo de teclas y guitarras. Contrastando nos encontramos antes con la excesivamente moderna para mi gusto “No Mires Atrás” enérgica y saturada en la que se mantiene la melodía pero más atropellada.
Los dos temas más relajados en cuanto a ritmo son “Algo Tras La Fe” y “Un Lugar”. En la primera la voz de Charly, muy melódica, transmite cierto atromentamiento apoyada por otra femenina, metiéndose ambas en las líneas de piano que se rompen por momentos con unos afilados riffs a lo Zakk Wylde que le dan un aire a la época “No More Tears” de Ozzy. Vuelve la melancolía con “Un Lugar”, piano y riffs duros de nuevo, resultándome algo lineal mejorada por un buen solo que sin necesidad de correr muestra virtuosismo y buen gusto.
En resumen un notable debut discográfico, que precisa de varias escuchas para ir descubriendo la gran cantidad de matices que encierra, en un principio me dejó bastante frío, y que además suena muy bien más aun teniendo en cuenta que es el primer trabajo de esta joven y prometedora banda.
Mariano Palomo

miércoles, 7 de noviembre de 2012

ANDRE MATOS “The Turn of the Lights”

(Ear Music / Edel Music)

Uno de los pocos músicos que dentro del power metal ha conseguido convencerme en todos sus proyectos y colaboraciones ha sido el vocalista brasileño André Matos. Desde que le descubrí poniendo su portentosa voz en los primeros discos de Angra (aunque antes ya había dejado su huella en los dos trabajos de Viper), la potencia, elegancia y versatilidad de Matos me enganchó para hacer que le siguiera la pista en Shaman (injustamente infravalorados por algunos), y en las colaboraciones que ha realizado en algunas obras conceptuales (Avantasia, Symfonia).
Hace un lustro, tras la ruptura de Shaman (o Shaaman), André montó su proyecto en solitario del que ya podemos disfrutar ahora de su tercera entrega bajo el título de “The Turn of the Lights”, a la altura de las anteriores con un sonido nítido y poderoso, con una amplitud de registros tanto vocales como instrumentales que encierra en sus composiciones, siempre con el power metal melódico de nivel como espina dorsal, pero en esta ocasión algo más cercano al progresivo.
Y eso que el inicio no es excesivamente brillante ni atractivo para abrir un disco con un tema como “Liberty” con muy buenas melodías tanto de voz como de guitarra pero con un ritmo un tanto plomizo con tintes progresivos, que para comenzar a atraer la atención del escuchante creo que no es lo más adecuado. Algo que si que consigue seguidamente con la más rápida “Course Of Life” en la que los golpes de batería de Rodrigo Silveira y las pulsaciones de bajo de Bruno Ladislau marcan el ritmo sobre el que desarrollan sus melódicas habilidades los guitarristas Hugo Mariutti (ex Shaman) y André Hernandes, dejando por momentos incluso más espacio a las teclas del propio Matos creando una ambientación épica y algo pomposa.
Más melodía encontramos aún en el expresivo y evocador medio tiempo “The Turn of the Lights”, cargado de intensidad en las guitarras que tiran de registros progresivos junto a una percusión dinámica y a unos teclados envolventes, que se convierten en puro piano para iniciar la lenta “Gaza” en la que Matos luce su cara más cálida y profunda que va creciendo en su desarrollo de la mano de unas preciosas aportaciones instrumentales electro acústicas para acabar rompiendo en todo lo alto con un gran solo de guitarra lleno de sentimiento.
Tras la calma sube un poco la velocidad con la motivada “Stop!” llena de musicalidad con un estribillo ultra melódico en el que la voz luce magnífica aunque echo en falta algo más de garra que seguramente adquirirá en directo, como supongo que le sucederá a la brillante “On Your Own” más sinuosa con su percusión y piano marcados a lo Angra donde van alternando riffs duros y rítmicos con grandes armonías vocales creando una ambientación teatral muy sugerente.
Con un grado más de dureza y rotundidad llegamos a “Unreplaceable” corte técnico y complejo con buenos cambios de ritmo en el que se lucen los cinco protagonistas de la obra dejando cierto regusto Queensryche con una melodía tremenda pero también con potencia y determinación, como dejan patente de igual manera seguidamente en la dinámica “Oversoul” de guitarras aceleradas muy trabajadas para dar pie a la expresividad vocal del titular que sigue mostrando su amplitud de registros en una parte instrumental que roza el prog-jazz para volver luego al power.
Siguiendo con piezas más experimentales nos encontramos con el intenso medio tiempo “White Summit” en el que vuelve a lucir Silveira a los tambores dentro de una cadencia densa y algo opaca que no acaba de romper, algo que sí logran de forma clara y contundente con “Light Years” dotando de velocidad y dinamismo a su ritmo insertando algún cambio épico con una buena técnica de guitarra coronada por un brillante solo, para volver a relajarse cerrando con la agradable aunque sosita “Sometimes” una balada construida casi únicamente sobre la voz y piano de André Matos arropada por unos suavísimos arreglos orquestales.
Sin necesidad de tirar de registros vocales excesivamente altos, ni de recargar en exceso su instrumentación el vocalista brasileño junto a sus compañeros de viaje sigue dejándonos interesantes trabajos y reivindicándose una vez más como una de las figuras más relevantes dentro del power metal mundial. Aunque tampoco nos importaría una reunión con Angra ahora que éstos parecen un poco perdidos, el tiempo dirá.
Mariano Palomo

martes, 6 de noviembre de 2012

THE LAST VEGAS “Bad Decisions”

(AFM / Avispa)

Tras casi tres años de espera ya tenemos a nuestra disposición el nuevo trabajo de estos cinco jóvenes hard rockeros de Chicago que se dieron a conocer a lo grande hace unos años gracias al festival itinerante Crüe Fest, organizado por Nikki Sixx y compañía y que durante un tiempo lleva dedicándose a presentar al gran público a nuevas formaciones para darles la oportunidad de salir adelante. De todas las bandas que han pasado por esta experiencia, creo que junto a Hinder, The Last Vegas son los que mejor han aprovechado su oportunidad y los que mejores trabajos discográficos han parido desde entonces, a pesar de que ya tenían algún disco publicado antes de girar por primera vez con Mötley Crüe en 2008, consagrándose definitivamente entre los fans hard rockeros con su anterior entrega “Whatever Gets You Off”.
Con esta referencia como punto álgido de su discografía hasta ahora, atacan de nuevo con este “Bad Decisions”, que aunque no llegue al nivel de su predecesor mantiene su actitud y frescura guitarrera, con ese deje macarra y arrastrado por momentos, pero sin dejar de lado buenas melodías, lo suficientemente sucias para transportarnos a los mejores tiempos ochenteros del hard sleaze angelino. Empando la fiesta la arrogante “Beat To Hell” con la voz aguardentosa de Chad Cherry despuntando sobre los riffs crudos de Adam Arling y Johnny Wator que crean un ritmo penetrante recordándome a los valencianos Uzzhuaia.
En esta misa onda dura y áspera encontramos cortes como “Other Side” en la que destaca su afilado solo de guitarra, la más pesadas “Evil Eyes” embaucadora pero con menor ritmo, “Leonida” compacta pero sin brillo, “You’re The One” con un Cherry más desgarbado y melódico, o “It Ain’t Easy” un medio tiempo algo angustioso mejorado por sus aires sureños gracias a la aportación de ligeros sonidos slide de guitarra.
Contrastando con los temas anteriores, nos ofrecen otros mucho más dinámicos y festivos en los que la vena selaze aparece mucho más claramente marcada, caso de la pegadiza “Bad Decisions” que se muestra como perfecto single por su enganchante y melódico estribillo dentro de un ritmo macarra pero limpio, acentuándose esta línea a base de dinamismo en la sencilla “My Way Forever” en la que el bajo de Danny Smash se deja notar marcando el ritmo junto a un menos protagonista a los tambores Nate Arling, y sobre todo en la descarada “Devil in You” que adornan con algún sonido acústico inicial resultando divertida y fresca cortando su ritmo con un estribillo vacilón casi cómico.
Sin apartarse de sleaze aunque bajando el ritmo se marcan “Don’t Take It So Hard” que por momentos recuerda excesivamente a “Sweet Child O’ Mine” de Guns n’ Roses, sobre todo por su sonido de guitarras, volviéndose más rígidas en la provocadora “She’s My Confussion” correcta pero sin acabar de rematarme, para cerrar el disco con el tema más extenso del mismo, la atormentada balada “Good Night” que va subiendo y bajando en intensidad con una voz más áspera que encaja junto a las buenas guitarras de Adam y Johnny.
Cierre al uso para un buen disco que como decía antes, sin llegar al nivel de “Whatever Gets You Off”, va ganando con las escuchas siendo un más que digno sucesor de aquel para mantener a The Last Vegas como una de las formaciones a tener en cuenta en la actualidad por parte de la parroquia hardrockera.
Mariano Palomo

BLOODBOUND “In the Name of Metal”

(AFM / Avispa)

A pesar de sus múltiples idas y venidas dentro de su formación, sobre todo en un puesto tan comprometido como el de vocalista, los suecos Bloodbound siempre nos han ofrecido interesantes y divertidos discos con un sonido clásicamente heavy metalero con algún elemento power. Ahora con este su quinto larga duración “In the Name of Metal”, parecen haber encontrado continuidad a la voz con la figura del competente cantante Patrik Johansson (Down of Silence) que ya participó hace un par de años en el anterior álbum del grupo “Unholy Cross”.
Por su parte los líderes fundadores de la banda, el guitarrista Tomas Olsson y el teclista Fredrik Bergh siguen pariendo temas directos y rotundos donde los riffs afilados y los ritmos acompasados de las guitarras del Tomas y de, supongo su hermano, Henrik Olsson se cruzan con un sonido absolutamente clásico sin necesidad de tirar de efectos y distorsiones excesivas. Por el contrario los teclados de Fredrik apenas tienen presencia, apareciendo esporádicamente en bastante en segundo plano sobre la rotunda base rítmica que forman el bajista Anders Broman y el batería Pelle Akerlind.
Empieza el CD con toda una demostración de poderío vocal por parte de Johansson tirando de agudos rompedores en el tema título “In the Name of Metal” explícita denominación que indica lo que nos encontramos, puro heavy metal motivado, de estribillo coreado y alto que resulta perfecta para enganchar por su pegadiza melodía a lo Dream Evil. Sucede lo mismo con la menos afilada y más power a lo Hammerfall “When Demons Collide” resultando igualmente ideal para el directo por los sus aires guerreros de sus voces.
Siguen a buen ritmo con la más clásica “Bonebreaker” dejando cierto regusto hard rockero en el tratamiento de la melodía coral aunque el ritmo sigue teniendo esa querencia cabalgante indisimulable, para pasar a una cadencia más pesada a lo Manowar en la absolutamente hímnica y ultra motivada “Metalheads Unite” con ese “M.E.T.A.L.” deletreado en el estribillo que hará que más de un true metalero se deje la voz en sus conciertos.
Vuelven a tirar de la vena más melódica del power a lo Edguy en la pegadiza y efectiva “Son Of Babylon” que sin necesidad de imponer un ritmo excesivo convence por las grandes voces de su estribillo junto a sus sólidas y melódicas guitarras, que toman un rumbo más hard en la dinámica y cruda “Mr. Darkness” también con un gran estribillo que irrumpe con fuerza, como en la más veloz y lineal “I’m Evil” de nuevo con Johansson tirando hacia arriba de agudos respondido por un punzante y virguero solo de guitarra de Tomas.
Se mantiene la intensidad pero con menor ritmo en los temas siguientes: la más sombría a lo Accept “Monstermind” que a pesar de su sonido me da la sensación que encierra una temática humorística a cerca del terror, en la más power “King of Fallen Grace” donde las melodías vocales y de guitarra se abren hueco, y en la sólida de estribillo desafiante “Black Devil” con un registro sonoro más opaco y pesado.
En el tramo final vuelven las guitarras compensadas de reminiscencias clásicas de las grandes parejas de hachas de los ochenta con la melódica y coreable “Bounded By Blood” que engancha rítmica con sencillez pero sin excesivo brío dejando que la voz de Johansson luzca en unos tonos moderados, que vuelven a subir agriándose en la versión 2012 del tema título de su segundo disco de 2007 “Book of the Dead”, potente y sin complicaciones en la que el estribillo una vez más vuelve a mandar junto a las voces marciales que lo acompañan.
En total tres cuartos de hora de buen heavy metal que se me han hecho muy entretenidos de esta banda que, sin meterse en grandes jardines compositivos, suele convencerme sonando bastante bien en todos sus trabajos tirando de fórmula clásica pero con un sonido perfectamente vigente en la actualidad, supliendo su falta de originalidad con un notable nivel interpretativo.
Mariano Palomo