martes, 24 de abril de 2012

TYKETTO “Dig In Deep”

(Frontiers / Mastertrax)

Después de un montón de años de espera por fin tenemos entre nuestras manos el regreso discográfico con temas nuevos de la formación original de Tyketto que nos hizo vibrar con esa obra maestra llamada “Don’t Come Easy”. Un disco que debería haber supuesto el inicio de una carrera mucho más constante y exitosa a nivel global de lo que finalmente ha sido, como les sucedió a otros muchos grupos de la época marcada por la irrupción de esa aberrante e innombrable moda musical (salvo honrosas y mínimas excepciones, los primeros Pearl Jam y poco más) encabezada por el suicida rubio de Seattle que hizo saltar por los aires las bases del hard rock ensombreciéndolo todo con su pesimismo patológico, provocando como en el caso que nos ocupa, desbandadas, parones, cambios de estilo, de músicos, de imagen, en fin un desastre.
Bueno, disquisiciones y manías personales aparte y una vez bien pasada la epidemia, por fortuna todavía podemos disfrutar de algunas de esas buenas bandas que con el tiempo han retomado con mayor o menor fortuna sus carreras, en este caso concretamente la verdad es que esperaba algo más, y no es que el disco esté mal ni mucho menos, incluso gana bastante con las escuchas.
Lógicamente sería muy osado si pensara que a estas alturas fueran a marcarse un “Don’t Come Easy 2”, de hecho ya con su segundo disco, el más que competente y por momentos brillante, “Strenght In Numbers” (1994), se observaba un giro estilístico con mayor presencia de sonidos acústicos pero manteniendo buena parte de la esencia del debut discográfico, algo que desapareció casi por completo tras la entrada del vocalista Steve Augeri (Tall Stories, Journey) sustituyendo a Danny Vaughn para registrar el irregular de aires setenteros “Shine” (1995).
A partir de aquí la banda desapareció del mapa hasta que volvió a reunirse para lo que, en principio, iban a ser unos cuantos conciertos que han ido teniendo continuidad con bastante intermitencia, incluyendo el inolvidable show que nos regalaron a finales de 2004 poniendo patas arriba la sala Arena de Madrid que vivió una de sus noches más gloriosas.
Y hasta ahora entre idas y venidas, proyectos de Danny Vaughn, rumores más o menos fiables, y con el lanzamiento casi clandestino en 2007 del recopilatorio de demos y rarezas “The Last Farewell”, la banda estaba cayendo en el olvido de nuevo, pero ahora parecen querer resurgir tirando del sonido que mostraban en “Strenght In Numbers”, pero en mi opinión con temas inferiores a los que componían aquel.
Evidentemente los años no pasan en balde y la energía y actitud se resienten, que no la calidad, siendo su producción el factor fundamental para que no acabe de convencerme de este disco, sobre todo por el sonido de las guitarras de Bruce St. James, excesivamente sucio para mi gusto. En cualquier caso tener a Danny Vaughn al frente es una garantía y en esta ocasión no iba a ser menos siendo para mí el trabajo vocal lo mejor del disco de largo, mientras Jimi Kennedy al bajo y Michael Clayton a la batería cumplen su labor con solvencia.
La primera vez que escuché el disco me quedé bastante frío, algo que me sucedió sobre todo con temas como la inicial “Breathless” que no acaba de entrarme por su riff moderno pero que ahora es una de las que más me convence por sus buenas líneas vocales y por su solidez con un Vauhgn sobresaliente y poderoso. Esta misma fórmula de guitarras más rasconas y actuales combinadas con acertadas melodías vocales la encontramos en otros cortes como la animada electroacústica “Love To Love” en la que luce más la labor de St. James un poco a lo Jimmy Page, rasgando más las cuerdas de su guitarra en la embarullada “Let This One Slide”, y en la más festera “Sound Off” de estribillo rotundo y buen ritmo muy de directo.
Más brillante pero igualmente rasgado nos encontramos con el optimista medio tiempo “Here’s Hoping It Hurts” con unas voces enormes muy melódicas junto a unos sonidos acústicos magníficos, que se relajan en la agradable y romántica “Battle Lines” con buena presencia de envolventes teclados y coros marca de la casa rematada por un bonito solo de St. James, que tira de nuevo de distorsión y slide para darle ritmo al tema título “Dig In Deep” un divertido corte con cierto aire sureño y polvoriento que resulta bastante entretenido por el curioso contraste de voces y guitarras que propone. Tampoco está nada mal como curiosidad “The Fight Left In Me” que comienza con un riff bastante heavy para ir cogiendo ritmo y altura mientras las voces entran cortando junto a unos originales arreglos, adornados por detalles acústicos y flamencos con castañuelas incluidas, algo en lo que seguramente tendrá mucho que ver el que Vaughn esté residiendo desde hace un tiempo en Andalucía.
Por su parte “Evaporate” y “Monday” son dos correctos y asequibles medios tiempos, más animado el primero con un ligero aporte de hammond en segundo plano, y más hueco y algo poperillo el segundo recordando un poco a los últimos Bon Jovi, lo cual no es ningún halago por mi parte, bonitas ambas pero demasiado edulcoradas. En esta misma línea relajada mejora notablemente la calidad e intensidad con la balada que cierra el trabajo “This Is How We Say Goodbye” (¿querrán decirnos algo con el título a modo de despedida?) que a pesar de su ausencia de ritmo transmite sentimiento y emotividad por su entrañable letra alojada dentro de la calidez que aportan la voz, la acústica y el violín que le da un toque nostálgico muy especial. Bonito cierre para este disco supone un más que digno retorno de Tyketto, quedándose a distancia del altísimo nivel de sus dos primeros trabajos, pero resultando aun interesante para los seguidores del hard melódico.
Mariano Palomo

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