domingo, 29 de enero de 2012

BLACK MESSIAH "The Final Journey"

(AFM / Avispa)

Los guerreros germanos Black Messiah atacan de nuevo con una nueva entrega de viking metal llena de sonidos épicos y power metaleros donde se unen partes densas y oscuras con otras más líricas y melódicas, aderezadas por detalles folkies al más puro estilo Skyclad. Un quinto disco este "The Final Journey" en el continuan la historia conceptual de su anterior "First War Of The World" donde contaban la historia de una batalla épica que continúa ahora desde el amenazador incio de "Windloni" que da paso a la marcial de ritmo cortado "Der Ring Mit Kreuz", con la voz de Zagan muy áspera que el mismo acompaña de un marcado violín inicial que va desapareciendo sonbre los ataques de doble bombo del batería Brööh y unos avasalladores coros guerreros amortiguados seguidamente por partes orquestales clásicas completando sus más de ocho minutos de duración. Se extienden algo menos con la sombría y agresiva "To Become A Man" donde resaltan las trabajadas guitarras de Frangus y Meldric, que pasan el protagonismo al violín en la cuiriosa instrumental "Into The Unfathoned Tower" que toman prestada a los iconos suecos del doom Candlemass, querdándoles bastante curiosa. Siguen los aires sombríos en la pausada "Feld Der Ehre", rompiéndose la calma con el arrollador ritmo de "Lindisfarne" en clave viking-doom que cierra la primera parte del disco. La segunda está compuesta por una tetralogía que se inicia con un suave prólogo que da título al disco en onda melancólica por el violín que acompaña la voz de un narrador a lo Manowar que da paso a una voz lírica que abre la machacona y rápida "Mother Hell" llena de matices vocales desde death metaleros a líricos femeninos dando brillo y teatralidad al tema. Las guitarras melódicas resaltan en la épica "On Board" que nos lleva a un viaje onírico con referencias marineras matizadas por cambios de ambientes duros y melódicos, que llega al final con la lenta "Sailing To Eternity" adornada por unos intensos arreglos orquestales en segundo plano suavizando su rotunda base y afiladas guitarras. Disco currado, con muchos detalles, pero que se me hace demasiado denso por momentos, seguramente a los incondicionales del género les resultará más atractivo que a mi.
Mariano Palomo

EKTOMORF "The Acoustic"

(AFM / Avispa)

Curioso trabajo el que se han marcado los thrashers húngaros Ektomorf ofreciéndonos un sonido más relajado del que acostumbran en sus ataques habitualmente llenos de furia. De he hecho han recogido cuatro de sus temas anteriores, la mayoría del LP "Redemption" de 2010, acompañándolos de cinco temas nuevos y de un par de soprendentes versiones de clásicos del rock americano que por cierto han sido las que más me han gustado. Comenzando por los temas reinventados en formato acústico me quedo con la incial "I Know Them" que contiene unos insunuantes sonidos árabes-orientales que suavizan la áspera voz de Zoltán Farkas que reitera en su remarcado estribillo. Por su parte la inquietante "I Hate" tiene un ritmo más pausado en unos tonos medios-bajos, que se tornan profundos y recitantes en la sencilla "Redemption", y más graves en la agria "Stigmatized" que va cogiendo cuerpo sobre todo por la buena percusión de Robert Jaksa. De los temas nuevos me ha resultado curiosa  "Be Free" en la que la voz de Zoltán rompe con fiereza sobre un ritmo agresivo sin acelerar para tornarse limpia y melódica en algunos momentos, mejorando más aun en la suave y sutil "To Smoulder", y en la tendida "Again" con detalles eléctricos a cargo del guitarrista Michael Rank y del bajista Zsablocs Murvai. Aburridillas y lineales la opaca "Through Your Eyes" y la más breve "Fate" bastante hueca solo a base de voz y guitarra acústica. Como decía al inicio los dos temas del disco que más me han sorprendido y agradado han sido dos versiones, la primera una intensa cover del mítico himno "Simple Man" de Lynyrd Skynyrd donde sobresale su percusión y la apasionada voz de Zoltán, que también cumple bien poniéndose en la piel del irreverente Johnny Cash para interpretar "Folson Prison Blues" con un entrañable sonido de vinilo inicial que nos lleva al country blues salvaje de su autor. Sólo por estas dos piezas merece la pena la escucha del disco, el resto creo que como curiosidad cumple sin más y nos ofrece una inesperada faceta de una banda que, a pesar de su notable trayectoria, nunca me había llamado la atención.
Mariano  Palomo

lunes, 23 de enero de 2012

GAMMA RAY “Skeletons & Majesties”

(Ear Music)

Los Rayos Gamma vuelven a la escena discográfica con un trabajo un tanto atípico. Se presenta como un mini-LP, pero con siete cortes y una extensión de 44 minutos, más bien es un disco de rarezas que otra cosa. Los dos primeros temas son regrabaciones de la época de Ralf Scheepers, evidentemente con la voz de Kai Hansen, y alguna modificación en la letra de poca importancia. Se trata de “Hold Your Ground”, una de las más injustamente olvidadas del trabajo de debut “Heading For Tomorrow”, hace ya 20 años largos, y la genial “Brothers”, extraída de “Insanity And Genius”, quizá el mejor disco de la etapa de Ralf. A continuación vienen dos canciones de la formación actual, pero en versión acústica, “Send Me A Sign” y “Rebellion In Dreamland”. El tercer bloque es un tanto variopinto. Primero está “Wannabees”, que los despistados pueden tomar por un tema inédito. Pero en realidad vino en una edición limitada de la última entrega, “To The Metal”, en la que venían dos canciones exclusivas en un vinilo aparte del CD. Para los que no tenemos tocadiscos fue toda una putada, pues no había forma de escuchar estas composiciones. Lo que resulta incomprensible es que no venga el otro tema, “One Life”, tan bueno o más que “Wannabees”. Luego nos volvemos a encontrar con “Brothers” extendido, pero no mucho, porque sólo dura un minuto más que la versión que acabamos de comentar. Para finalizar, otra repetición, de nuevo “Rebellion In Dreamland” acústica, pero en karaoke, sólo en los estribillos se oyen algunas voces. Es lo único que se puede reprochar a este redondo, la repetición de temas. No habría costado nada meter la ya comentada “One Life”, por ejemplo, o la segunda versión de “Heaven Can Wait”, que jamás fue reeditada desde que apareció hace dos décadas en el mini-LP homónimo. Como segunda y última pega hay que decir que es un producto sólo apto para los fans de Gamma Ray, que son los únicos que sabrán disfrutar todo lo que vale.
Nacho Jordán

viernes, 6 de enero de 2012

PRIMAL FEAR “Unbreakable”

(Frontiers / Mastertrax)

Después de una temporadita dedicándose a sus proyectos propios la bicefalia que comanda Primal Fear, Ralf Scheepers y Mat Sinner, volvió a trabajar junto al batería Randy Black y a la pareja de guitarristas Alex Beyrodt y Magnus Karlsson, para dar forma al que es ya su noveno disco en estudio. Un disco que nos devuelve a los Primal Fear más crudos y directos de sus inicios, con ese inexcusable y bendito aroma puramente Priest que habían adornado en sus últimos disco con elementos más progresivos y melódicos que, aun dando bastante buenos resultados sobre todo en discos como “Seven Seals” o “New Religión”, hicieron que algunos echáramos un poco de menos ese sonido más afilado con el que rompieron la escena heavy metalera a finales de los 90’s. Y eso que la cosa empieza tranquila con “Unbreakable (Part 1)” una breve pieza épica orquestal que es rotundamente rota por la cuchillada en forma de riff típicamente Fear que marca “Strike” conduciéndola hasta un poderoso estribillo tras el que Beyrodt y Karlsson empiezan con la primera lección del curso que imparten a lo largo del disco de cómo deben doblarse las guitarras en un tema de heavy metal. Continua la descarga con la igualmente directa y pegadiza “Give ‘Em Hell” llena de potencia y melodía, que se acentúa en el single “Bad Guys Wear Black” donde resaltan sobremanera los coros de su estribillo en los que participan Erik Martensson y Oliver Hartman junto a Scheepers y Sinner, como sucede en la más power metalera “And There Was Silence” con la voz de Ralf más melódica al igual que las guitarras de Alex y Magnus mientras Randy tira de doble bombo. Se relaja el ritmo en la profunda y motivada “Metal Nation” con la voz sin subir en exceso pero mostrando poderío y clase, y en la brillante y trabajada “Where Angels Die” suave con grandes melodías de guitarra pero con cuerpo y rotundidad en su base rítmica. Llegamos a “Unbreakable (Part 2)” más extensa y mucho más heavy que su primera parte de nuevo con esos riffs punzantes que llevan hasta un estribillo coreable y claro, fórmula usada una y mil veces pero siempre eficaz, como siguen demostrando en la más power algo happy “Marching Again” de ritmo duro y marcial con Ralf tirando de agudos, que se moderan en la lenta “Born Again” que casi podríamos considerar una power ballad por su intensidad y suavidad instrumental adornada por unos buenos arreglos acústicos y orquestales. El cierre puramente clásico lo ponen la directa y rocosa “Blaze Of Glory” con la penúltima lección de guitarras de la pareja de hachas de la banda, que dan por finalizado su curso definitivamente sacándole aun más filo a sus mástiles en la contundente y eficaz “Conviction” que bien podía haber pertenecido al track list del primer disco de Primal Fear al que me he venido refiriendo en esta crítica. Final magnífico para este disco que no está nada mal para empezar con sabor añejo la cosecha heavy del 2012.
Mariano Palomo

MOLLO / MARTIN “The Third Cage”

(Frontiers / Mastertrax)

El guitarrista italiano Dario Mollo y el ex vocalista de Black Sabbath Tony Martin vuelven a unirse por tercera vez para dar vida a una nueva criatura discográfica a la que han bautizado como “The Third Cage”, continuación de las dos anteriores que aparecieron bajo la cabecera de The Cage, aunque ahora casi una década después han preferido utilizar sus apellidos para denominar este proyecto. A pesar de este cambio de nombre el disco sigue la línea marcada en los anteriores de The Cage, lleno de buen hard-heavy clásico enraizado en la más pura tradición Sabbath-Purple-Dio abarcando desde momentos melódicos y hard rockeros hasta otros densos y oscuros más abundantes, pero siempre con una gran calidad compositiva e interpretativa. Mollo, además de volver a demostrar su gran clase como guitarrista, se hace cargo de algunas partes de bajo y de teclados, algo de lo que se encargan también Fulvio Gaslini en las cuatro cuerdas, y Dario Patti y Brian War en las teclas, mientras que la batería ha correspondido a Roberto Gaslini. Por su parte Tony Martin parece estar bastante en forma, con su voz transmitiendo la intensidad y dramatismo habituales sin necesidad de hacer grandes esfuerzos de potencia bien compensada por su expresividad y versatilidad. Empezamos a recordar la etapa Black Sabbath de Martin con la inicial “Wicked World”, sólida y pesada con potencia pero sin excesivo brillo, que empieza a aparecer en la original “Cirque Du Freak” con la voz de Martin más matizada acompañada de unos arengantes coros dentro de su buena melodía central adornada por un curioso efecto circense electrónico. Reaparece la cadencia más pesada pero nítida en la apasionada “Oh My Soul” transmitiendo emotividad con fuerza y clase a lo Dio-Rainbow, como sucede en la evocadora setentera “Still In Love With You” intensa con una base gorda para una gran carga dramática sobre la que brilla la guitarra de Mollo con virtuosismo y dureza, o en la más épica de estribillo claro pero amortiguado “Wardance” donde resalta más el trabajo de teclados. También cañerita tenemos “Blind Fury” adornada por buenos detalles corales sobre un ritmo pesado y algo repetitivo pero cumpliendo bien, saturándose algo más en la embarullada “Can’t Stay Here” que termina por resultarme un poco histriónica. Los pasajes más hard melódicos en onda más “americana” los encontramos en la brillante “One Of The Few” de ritmo alegre y grandes guitarras que llevan en volandas a su directo y pegadizo estribillo, y en la más sencilla pero igualmente interesante “Don’t Know What It Is About You” en la que el tratamiento de voces y guitarras le dan luminosidad y alegría. Se completa el CD con la insinuante y extensa “Violet Moon” que dentro de su ritmo pausado crea una ambientación evocadora dentro de la que Mollo ofrece un buen despliegue guitarrero junto a la voz de Martin en clave cálida y profunda, recordándome por momentos a la maravilla de disco que se marcaron Coverdale-Page en 1993. Parece que el cambio de denominación e intermitencia de este proyecto no han mermado su calidad y que los seguidores de sus protagonistas podemos estar razonablemente satisfechos con esta nueva obra.
Mariano Palomo

jueves, 5 de enero de 2012

LILLIAN AXE “XI: The Days Before Tomorrow”

(AFM Records / Avispa)

Una de las bandas que más me sorprendió a finales de los 80’s y principios de los 90’s por su originalidad dentro del maremagnum de nombres que surgieron en la escena hair rockera americana fueron unos rompedores jóvenes de Louisiana llamados Lillian Axe. Sin llegar nunca a la primerísima división si que acabaron por hacerse con un buen número de fieles que los convirtieron en un grupo de culto con cuatro trabajos tan interesantes como variados, desde el más puramente hard rockero debut homónimo de 1988 hasta el más experimental “Psychochizophrenia” (1993), pasando por los brillantes y melódicos “Love + War” (1991) y “Poetic Justice” (1992). Tras un largo silencio volvieron prácticamente con la misma formación en 1999 con el correcto “Fields Of Yesterday” que sin alcanzar las cotas de sus primeros discos si mantenía en buena medida su esencia y clase, para volver a desaparecer en 2002 después de un aceptable directo, y reapareciendo de nuevo en 2007 con dos grises entregas como “Waters Rising” y “Sad Day In Planet Earth” que han pasado prácticamente inadveritdas. Ahora su líder y único miembro original que permanece en la formación, el guitarrista y teclista Steve Blaze, parece querer darle un nuevo impulso a la historia con este “XI: The Days Before Tomorrow” recuperando algo de su esencia primigenia pero con un sonido más duro y actual. Junto a la figura de Blaze que sigue mostrándose como un competente y original guitarrista, nos encontramos con el debut en la banda del poderoso y versátil vocalista Brian Jones, con Sam Poitevent como segundo guitarrista, y con los técnicos y precisos Eric Morris al bajo y Ken Koudelka a la batería. El disco se abre con la solidez y melodía de “Babylon” con un riff heavy dentro de un ritmo embaucador y una línea vocal actual con cuerpo, siempre con ese toque original marca de la casa, acentuándose en la evocadora y curiosa “Gather Up The Show” que podríamos definir como una especie de cruce entre Dream Theater y Harem Scarem en sus guitarras aunque algo densa con un punto progresivo en el que mucho tienen que ver sus voces profundas y penetrantes. Por los mismos derroteros se mueve “Lava On My Tongue” con cierto dinamismo melódico que contrasta con un afilado solo de guitarra y unos intensos repuntes de ritmo que la convierten en una de las destacadas, junto a la más clásicamente heavy “Soul Disease” cabalgante y motivada con un retazo lento más moderno. Sonidos actuales que aparecen también en la atormentada y dramática “The Great Divide” con la voz de Jones melódica y matizada pero con un ritmo algo embarullado, en la más extraña “Take The Bullet” demasiado desganada y cortada para mi gusto, o en las más hard rockera “Caged In” que me resulta graciosa aunque un pelín chirriante y hueca. Sin embargo me parecen bastante interesantes “Death Comes Tomorrow” a pesar de sus tintes sombríos y de ofrecer mucha más intensidad que ritmo, y sobre todo la tranquila acústica “Bow Your Head” por el fuerte sentimiento que transmite a medio ritmo con buenos detalles de guitarra y percusión. El cierre lo pone también de forma relajada “My Apologies” pero quedando algo pastosa y menos brillante, eso sí con otro penetrante y original solo de guitarra. Esperemos que Mr. Blaze sea capaz de dar continuidad a esta formación y que puedan seguir progresando con nuevos trabajos, de momento este cumple correctamente aunque todavía tiene un buen margen hasta alcanzar el nivel de sus mejores tiempos.
Mariano Palomo

BEYOND THE BRIDGE “The Old Man And The Spirit”

(Frontiers / Mastertrax)

Nuevo proyecto de metal progresivo que descubrimos llegado de tierras germanas bajo el nombre de Beyond The Bridge, denominado Fallout en su origen hace más de una década, y que tras necesitar tres años para configurar este primer disco, por fin ahora podemos disfrutar de un muy buen trabajo lleno de elaboración y calidad por parte de sus siete músicos comandados por el teclista y guitarrista Simon Oberender que además ha llevado a cabo una brillante producción. En el disco encontramos todos los elementos característicos del metal progresivo en su mayor expresión ejecutados con precisión y gusto comenzando por la intensidad que desprende la pesada “The Call” con su aire plomizo pero nítido marcado por la áspera y dramatizada voz de Herbie Langhans que comparte protagonismo a continuación con la suave voz de Dilenya Mar en la misteriosa de aromas orientales “The Apparition” que rompe potente y evocadora con buena participación de piano creando matizados cambios teatrales y corales logrando una gran complejidad con la alternancia de voces. Sin apenas transición se adentran con brillantez en el ritmo de la casi instrumental “Triumph Of Irreality” con buenos repuntes tras momentos susurrantes que dan paso a virtuosos ejercicios a cargo del guitarrista Peter Degenfled, del teclista Christopher Tarnow, del batería Fabian Maier y del bajista Dominik Stotzem, además del propio Oberender. Se cierra este primer tercio del trabajo con “The Spring Of It All” casi dos minutos de lirismo con el piano, la voz de Dilenya y los sonidos acústicos transmitiendo calma, enlazando con la bucólica “World Of Wonders” que va cogiendo ritmo y solidez quedando un bonito medio tiempo coronado por un preciosista solo de guitarra. La tenue “The Primal Demand” va endureciendo el sonido preparando el terreno a la agresiva de ritmo machacón “Doorway To Salvation” con las guitarras rasgadas cortadas por los juegos de voces y unas teclas algo psicodélicas completando una trabajada pieza llena de sinfonismo e intensidad, que se embarulla un poco con el trato sintetizado que dan a “The Struggle” con un curioso punto groove, que deja paso a la majestuosidad de “The Difference Is Human” plena de teatralidad y solidez sin necesidad de acelerar con su envolvente instrumentación como telón de fondo a un nuevo duelo vocal y a unos matizados cambios de ritmo. El tramo final se inicia de manera suave en el comienzo de “Where The Earth And Sky Meet” que acaba en todo lo alto con unos grandiosos coros femeninos y un muy buen solo de guitarra, dejando paso a los sintetizadores más espaciales de “All A Man Can Do” que cierra definitivamente resultándome excesivamente extensa y algo pesada aunque mantiene todos los elementos mencionados pero con un desenlace algo caótico. Esto último no empaña el resultado global de un interesantísimo trabajo que sin bien puede hacerse un hueco en las estanterías de los seguidores del metal progresivo más exigentes.
Mariano Palomo

ARKGABRIEL “Arkgabriel”

(Ark Records)

Ya tenemos entre nuestras manos el primer lanzamiento nacional de 2012. Se trata del homónimo debut discográfico del quinteto madrileño Arkgabriel, una joven banda que nos muestra en esta entrega una indisimulada querencia por el power metal melódico de tintes épicos y orquestales con once cortes creados en su mayoría durante el pasado año 2011, salvo los dos últimos del CD datados en 2009. Y ciertamente se nota la diferencia entre unos y otros, aunque curiosamente me han agradado más el par de temas más antiguos en los que encuentro mayor rotundidad y frescura que en los otros nueve más recientes que me resultan algo más huecos y artificiales, a pesar de mostrar una clara evolución en su complejidad y técnica tanto compositiva como instrumental. Además los cinco miembros titulares de la banda podríamos considerar casi como sexto miembro de la misma a Sergio Canovas, vocalista de La Orden Del Kaos que además de producir correctamente el disco pone su profunda voz junto a la personal y engolada de Juanky Alvarez en el tema “Siento”, uno de los cortes que más me ha gustado por sus buenas melodías vocales e instrumentales dentro de unos buenos cambios de ritmo creando una acertada combinación de power melódico y metal progresivo suave que me recuerda ligeramente a los añorados Ankhara. Unos Ankhara también representados en el disco por la presencia de su vocalista, actualmente en Hybris, Pacho Brea, compartiendo tareas vocales junto a Juanky en la justita y previsible “Miserable” donde sobresalen las buenas melodías de guitarra de Giscard Rasquin sobre una base claramente power metalera pero no lo tan rotunda como lo es su letra llena de rabia e ira, lo cual no quiere decir que el bajista José Ramón Morales y el batería Alberto López lo hagan mal, pero no suenan todo lo agresivos que requiere el mensaje. Se completa el trío de colaboraciones con la de Dani Aller, vocalista de Ars Amandi que lleva a su terreno con su voz más opaca y con arreglos de flauta folkie un correcto corte como es “Mi Ultimo Pecado” siempre sobre una línea power metalera e incluso algo siniestra por el uso oscuro de los teclados por parte de Javier Hidalgo. Además de la mencionada “Siento”, la canción que más me ha gustado de las de 2011 ha sido “¿Hay Alguien Ahí?”, un corte menos pomposo, más directo pero no exento de cuidados detalles de teclas y guitarras, además de mostrar la voz de Juanky menos forzada. Un detalle este del excesivo barroquismo vocal que en mi opinión hace que se me hagan bastante pesados por momentos temas como la melódica de ritmo cabalgante “Acróbata”, o la más sinfónica de ritmo marcado y vivo “Navegante” que abre el disco. Menos pretenciosa y más seria sin embargo me resulta en la nostálgica y triste “Aún Estás Ahí” con bastante sentimiento pero algo monótona, en la dura y sombría “Mundo de Dolor”, y en la romántica balada “Contigo” adornada por unos atormentados arreglos orquestales del propio Juanky que destacan sobre su sostenida y profunda voz. Dejo para el final los temas de 2009 que definitivamente han sido los que más me han llegado. Se trata de la rotunda y convincente “Una Apuesta Más” con un ritmo directo que roza el thrash sobre todo por el sonido de guitarra y percusión pero sin perder melodía y esencia heavy, y de la suave “Con Nombre De Mujer” que envuelve de suaves guitarras la cálida voz de Juanky para ir creciendo en su instrumentación con un bonito e intenso solo de guitarra que rompe cañera brevemente para acabar relajada. Si estos chicos son capaces de mezclar correctamente su calidad técnica actual con la solidez y dinamismo de sus inicios creo que pueden empezar a ganarse la consideración del personal metalero, por ahora me ofrecen más atisbos que certezas, a seguir currando que creo que potencial hay.
Mariano Palomo