miércoles, 29 de septiembre de 2010

IRON MASK “Shadow Of The Red Baron”

(Lion Music)

Viendo la portada, alguno puede creer que se trata de un grupo de versiones de Barón Rojo, y nada más lejos de la realidad. De entrada, Iron Mask es una banda de nacionalidad belga, así que difícilmente van a dedicarse a homenajear a un conjunto español. El personaje que aparece pilotando el conocido triplano del aristócrata es el mismo que da nombre al grupo, la Máscara de Hierro, el misterioso protagonista de uno de los más siniestros e injustos episodios de la historia del absolutismo francés. Gracias a que su existencia no pudo ser ocultada por completo, y a que Voltaire difundió su historia mezclando realidad y fantasía, desempeñó un involuntario papel como símbolo revolucionario contribuyendo a la caída de la caduca monarquía gala. Por todos es conocida la fama que alcanzó gracias a Dumas, popularidad que ha impulsado durante dos siglos y hasta hoy en día las investigaciones para descubrir la auténtica identidad del legendario preso. La banda que utiliza su nombre, de la cual creo que es la primera vez que hablamos en Alianza, comenzó su andadura en 2002, este “Shadow Of The Red Baron” es ya su tercer trabajo. Como tantos otros, han elegido la senda del power metal. Cuando escuché su primer disco, “Revenge Is My Name” me pareció tan del montón, que no lo encontré digno de la atención de los lectores. Felizmente, con el paso de los años han ido mejorando, aunque por supuesto no aportan nada nuevo. Lo cual no quita que nos encontremos con canciones bastante buenas, majestuosas y de tintes épicos, en la onda de Hammerfall, como “Dreams”, “Only The Good Die Young” o “We Will Meet Again”, que es de las mejores. Hay algunos cortes que dan más variedad, como la pesada “Resurrection” o las melódicas “Sahara” y “Forever In The Dark”. Para no dejar de cumplir con todos los clichés del género, no falta la balada (“My Angel Is Gone”) ni el instrumental (“Ghost Of The Tzar”). La más atractiva para mi gusto es “Black Devil Ship”, con un más que evidente sabor a Running Wild. A estas alturas ya nuestros lectores pueden suponer que no se trata ni mucho menos de un disco conceptual dedicado al Barón Rojo, sólo hay una canción dedicada al gran aviador, la misma que da nombre al CD y que, siendo buena, no es la mejor si la comparamos con algunas de las mencionadas. Como ya hemos dicho, los Iron Mask no inventan nada, pero no deja de ser alentador que un grupo que empezó su carrera discográfica al borde de la mediocridad hayan sabido brindarnos un disco de calidad, ameno y entretenido.
Nacho Jordán

viernes, 24 de septiembre de 2010

UNRULY CHILD “Worlds Collide”

(Frontiers / Mastertrax)

Después de todas los rumores, informaciones y comentarios varios aparecidos en los medios, tanto serios y profesionales como en los foros menos rigurosos de alcance global, por fin podemos ver materializada la vuelta discográfica de una de las mejores voces que ha dado el rock melódico mundial. Mucho se ha hablado a cerca de Mark – Marcie Free, desde su cambio de sexo hasta hoy no han cesado los rumores a cerca de su posible regreso artístico, ya fuera en solitario o con cualquiera de las formaciones con las que dejó registrados algunas de las obras clave del A.O.R. y el hard melódico (King Kobra, Signal, Unruly Child). Definitivamente ha sido con estos últimos con los que durante este 2010 ha grabado este gran “Worlds Collide”, retomando el sonido con el que nos sedujeron a principios de los noventa en su fantástico debut discográfico, manteniendo la fuerza y melodía de entonces con muy buenos y convincentes temas. Para la empresa además de Marcie, que mantiene su clase y poderío vocal prácticamente intacto sin diferencias de tonalidad respecto a cuando era Mark, están en la banda los mismos que en sus principios, Bruce Gowdy a la guitarra, Guy Allison a los teclados, Larry Antonio al bajo y Jay Schellen a la batería. Y todos ellos parece como si hubieran seguido trabajando juntos todos estos años porque, salvo algún ligerísimo matiz algo más actual, el sonido es el mismo que en sus inicios manteniendo sus mismos elementos, grandes líneas vocales, guitarras presentes y elegantes, acertados arreglos de teclados y una base sólida y compacta. Estos elementos dan como resultado canciones intensas y directas como la inicial “Show Me The Money” con un clarísimo estribillo que atrapa junto a la voz más rasgada de Marcie, que toma un tono más A.O.R. en la dinámica y alegre “Insane” con su arrastrado y original estribillo. Aunque para A.O.R. de altura la clarísima “When We Were Young”, más cercana a “Long Way For Love” de Mark Free que al primer disco de Unruly Child, absolutamente melódica, con un estribillo matador y unos coros marca de la casa que hacen que me recuerde a la enorme “Who Cries Now”. Llega uno de los momentos lentos con “Tell Another Lie” una buena balada típica con coros protagonistas y voz sentida, para endurecerse el sonido a continuación con la más hard rockera “Love Is Blind”, una de mis favoritas del disco por las prestaciones vocales más poderosas y apasionadas de Marcie que se sale dentro de un tema más cañero de guitarras trabajadas y lleno de intensidad. Tras la tempestad algo de calma con el medio tiempo “When Worlds Collide” salpicado de toques acústicos y bonitos juegos vocales, y con la más profunda e igualmente acústica “Talk To Me” que va creciendo en su instrumentación quedándose también en un suave medio tiempo con la guitarra de Gowdy destacando. Vuelta a las andadas más crudas con “Life Death” con un rotundo estribillo directísimo y duro dentro de su ritmo irregular al que añaden unos curiosos arreglos de aires árabes, que dejan sitio a continuación a unos grandes coros y líneas vocales que llenan de elegancia y feelin’ la electroacústica “Read My Mind” que rematan con un punzante solo de guitarra. Más curiosa y con cierto tinte Giant nos presentan “Neverland” en la que mezclan la acústica marcando el ritmo con sus grandes coros y estribillo, para volver al A.O.R. más claro y clásico con la buenísima “Very First Time” que aúna todos los elementos expuestos al principio completando un sonido puramente Mark Free, cerrando definitivamente con la lenta y acústica “You Don’t Understand” bastante original pero algo lineal con la slide guitar de Gowdy haciéndose notar en su parte final. Muchos dudábamos de cómo sería esta reentré de Unruly Child con Marcie al frente, algunos pueden dudar si estos temas han sido realmente grabados y escritos actualmente o si han sido rescatado de la primera etapa del grupo, dudas razonables dada la negativa rotunda del quinteto a actuar en directo, pero en cualquier caso se han marcado un buenísimo disco que debería satisfacer a sus más exigentes fans y que esperemos tenga continuidad en el futuro. Seguramente así se despejarían muchas dudas, de momento disfrutar de este gran “Wordls Collide”.
Mariano Palomo

SYMPHORCE “Unrestricted”

(AFM / Avispa)

Continúa la fructífera carrera de los metaleros germanos Symphorce, una poderosa formación que surgió hace ya casi una década como proyecto paralelo del vocalista de Brainstorm Andy B. Frank y que lleva ya un buen puñado de discos a sus espaldas. Este “Unrestricted” mantiene el sonido contundente y sólido de sus predecesores, con ese toque actual y casi cibernético que les dota de cierta originalidad, pero se me ha hecho menos denso y pesado que los anteriores, con temas más melódicos, asequibles y menos oscuros en general. Sobresale en todo el trabajo la labor de Andy a la voz, cada vez con más potencia y versatilidad haciéndolo realmente bien, cumpliendo el resto con buen nivel de interpretación y eficiencia. De los diez cortes que componen el disco los que me han llamado más la atención han sido: la envolvente y siniestra “The Mindless” que crea un clima de thriller cinematográfico realmente atractivo insertando incluso breves diálogos de películas, con la voz de Andy atormentada y potente; la más melódica y algo teatral “Whatever Hurts” con gran voz y ambientación dramática sobre todo por sus curradas guitarras; la limpia y efectiva “The Wacking Hour” de ritmo más vivo y estribillo claro; y la más ambiental con aires a los últimos Maiden “Worlds Seems To Collide” en la que el bajo está más presente junto unas rasgadas guitarras y a un buen estribillo. No están mal tampoco, la siniestra y oscura “Sorrow In Our Hearts” en la que se mezclan sonidos opacos y brillantes, la inicial “The Eternal” más actual con ligeros toques electrónicos de ritmo pesado, la más animada y sencilla “Until It’s Over” con sonidos sintetizados por debajo de una discreta instrumentación, o la más melódica de ritmo cortado “Visions” en la que encontramos unas originales voces dobladas y un interesante solo de guitarra de corte clásico en su parte final. Completan el disco las más discretas “The Last Decisión” pesada y descarnada con arreglos electrónicos, y la final “Do You Ever Wonder” que roza el metal industrial con su base densa de bajo marcado, sus toques sintetizados y con la voz de Andy más áspera. Cierre algo opaco para un buen disco que, como decía, en mi opinión es de lo mejorcito que ha hecho el grupo, y que vuelve a mostrarnos a un vocalista tan interesante como poco reconocido como es Andy B. Frank.
Mariano Palomo

STRANGEWAYS “Perfect World”

(Frontiers / Mastertrax)

Como viene sucediendo últimamente con muchas formaciones clásicas de rock melódico que estaban perdidas en el olvido, los escoceses Strangeways vuelven a la actualidad con nuevo disco debajo del brazo. Y lo hacen prácticamente con la misma formación que grabó sus dos mejores obras a finales de los ochenta “Native Sons” (1987) y “Walk In The Fire” (1989), manteniéndose en la misma el pluriempleado vocalista neoyorquino Terry Brock, el fino guitarrista Ian J. Stewart, el batería Jim Drummond y el teclista David Moore que ya formó parte de la banda como colaborador, completándose el quinteto con el bajista Warren Jolly. Con el tiempo este grupo se ha convertido en objeto de culto para los fans del A.O.R., sobre todo por los dos discos referidos anteriormente, y como sucede a veces con estas cosas es casi mejor mantener el buen recuerdo que dejaron entonces que intentar resucitar algo que por desgracia es bastante difícil de hacer al nivel de antaño, aunque afortunadamente hay excepciones (Giant, Treat, Ratt). Y no es que este “Perfect World” sea ni mucho menos un mal disco, pero esta a una considerable distancia de lo que me hizo sentir el grupo cuando le descubrí casi por casualidad, empezando por su mejorable producción, opaca, sin brillo ni apenas matices, y terminando por la falta de ritmo en general de casi todos los temas. El disco muestra a unos Strangeways sin excesiva chispa, con sentimiento e intensidad en bastantes momentos eso sí, pero con demasiados cortes a medio tiempo, ambientales, baladísticos, en los que sobresale con clase y personalidad la gran voz de Terry Brock, pero donde la instrumentación en general es tan bonita y correcta como poco enganchante, algo en lo que tendrá mucho que ver el sonido del disco. Y eso que el inicio con los dos primeros temas promete más, con la elegante “Perfect World” puro A.O.R. a lo “Arrival” de Journey donde coros y guitarras le dan empaque y melodía, y con la apasionada a medio tiempo “Borderlines” donde Brock se reivindica una vez más como uno de los mejores vocalista melódicos de la actualidad. Pero a continuación la cosa empieza a decaer con la más dura y pesada “Movin’ On” que no me dice gran cosa, relajándose de nuevo con la buena electroacústica “Time” de sonido envolvente y evocador que puede recordar ligeramente a la etapa “Local Hero” de Mark Knopfler, y con la suave balada casi recitada “Crackin’ Up Baby” que va creciendo en su instrumentación pero sin acabar de romper. Algo que sí consiguen con la más animada “Liberty” de claro estribillo, bajando de nuevo el pistón con el medio tiempo “One More Day” de escaso ritmo y de nuevo con protagonismo para el vocalista americano en este caso en tonos más suaves. Seguidamente nos encontramos con uno de los temas más currados y el más extenso del disco “Bushfire”, una evocadora composición de aires arábicos y misteriosos dentro de un ritmo denso y donde en esta ocasión la voz de Brock se muestra más rota acompañada de los coros de sus compañeros, y que una vez más nos quedamos con las ganas de escucharla con una producción más acertada. En la recta final dos buenas baladas, la sentida y correcta “Say What You Want”, y sobre todo la destacada “Too Far Gone”, típicamente Strangeways donde sobresale grandiosa y apasionada de nuevo la voz de Terry junto la suave y elegante guitarra de Ian creando un ambiente que nos transporta a sus High Lands natales. Entre medias un corte más durillo y repetitivo como es “Can’t Let You Go”, tan agradable como soso, algo que podríamos aplicarle prácticamente a la mayoría del disco. De todas maneras haciendo un ejercicio de paciencia hay que darle más de una y más de dos escuchas al disco para sacarle un mayor número de matices, y esperaremos a tener la ocasión de poder ver al grupo a finales de octubre en el Firefest británico presentando este trabajo y recordando sus clásicos para emitir un veredicto definitivo sobre su estado de forma. Si me tengo que ajustar a esta grabación se quedan con el aprobado alto.
Mariano Palomo

ROSS THE BOSS “Hailstorm”

(AFM / Avispa)

El que fuera fundador, compositor y guitarrista de Manowar hasta finales de los ochenta en su primera y más brillante etapa, Ross The Boss, lanzará a finales de octubre lo que supondrá la continuación de su debut en solitario “New Metal Leader”. Dos años después el hacha norteamericano vuelve a escena con un nuevo disco lejos de mostrar un avance o evolución en su carrera parece querer retomar el sonido que dejó junto a Di Maio, Adams y Columbus en aquel magnífico “Kings Of Metal” que en mi opinión supuso el último gran disco del cuarteto de Nueva York. En este trabajo apenas hay sitio para sonidos más rockeros como los que mostraba Ross en su primera entrega, con “Burn Alive” prácticamente como único corte que se aleja del sonido Manowar y que es de los que más me atraen en clave más divertida y hard rockera con su estribillo gamberro y sus guitarras más crudas y rockeras. En tesituras más clásicas se mueven la intensa y melódica “Shining Path”, bien desarrollada sobre todo por sus preciosas melodías de guitarra, y la más aguda de buen ritmo “Dead Man’s Curve” convenciendo ambas sin alharacas. El resto se mueve en clave épica y guerrera como sucede en “Kingdom Arise” que abre tras la intro “I.A.G.” con su ritmo cabalgante y con la voz de Patrick Fuchs que cada vez se acerca más a los tonos de Eric Adams. Otros buenos ejemplos de esto son la hímnica “Behold The Kingdom” con buenos juegos de voces dobladas y estribillo reiterado y coreado a lo “Kingdom Come” de Manowar aunque algo menos brillante que aquella, la rápida y penetrante “Hailstorm” algo misteriosa y agresiva, o sobre todo la absolutamente Manowar “Empires Anthem” con el bajo de Carsten Kettering marcando el ritmo para dar sustento a unas destacadas voces y coros épicos dentro de un corte lento y pomposo, algo lírico, y que se remata con un buen solo marca de la casa. Dejamos para el final la correcta power ballad “Among The Ruins” con la voz de Fuchs más matizada y apasionada junto a unos buenos toques de piano, y la pesada y mística a base de coros guerreros “Crom” que acaba haciéndose bastante monótona. Disco correctamente ejecutado, que se deja escuchar bastante bien, pero que creo que hubiera tenido más sentido hace veinte años, aunque en cualquier caso en mi opinión más interesante que cualquiera de los publicados por la ex banda de Ross desde que este la abandonó.
Mariano Palomo

MADE OF HATE “Pathogen”

(AFM / Avispa)

Siguiendo la buena línea marcada en su debut discográfico de hace un par de años, los poderosos thrasers polacos Made Of Hate vuelven atacar con un muy buen trabajo lleno de pegada, técnica y dinamismo instrumental, contrarrestado por la oscura y rabiosa voz del nuevo cantante de la banda Radek Polrolniczak que no empaña la magnífica labor del tremendo guitarrista Mike Kostrzynski. Por contra el sonido de batería de Tomek Grochowski y del bajista Jarek Kajszczak me resultan algo huecos y artificiales en temas como la pesada y algo oscura “Friend” que da apertura al CD. Seguramente esta sensación esté provocada por la destacadísima labor de Mike a la guitarra. Temas como “Russian Roulette”, la dinámica y punzante “You Departed” o la directa y agresiva “Questions” muestran una técnica y pegada espectaculares enfrentando momentos afilados con otros más pesados, sin olvidar los ritmos más vivos y alegres en cortes como “I Can’t Believe” o “Lock’n’Load” tan melódicos como poderosos, voz aparte, en los que una vez más las guitarras sobresalen con brillo y poderío, recordándome en algunos pasajes a nuestros paisanos Unsouled. Las partes más densas y oscuras las encontramos en “Pathogen” de riffs pesados pero melódicos, y en la más puramente thrasher y agresiva “False Flag” en la que la voz de Radek toma más protagonismo eclipsando por momentos la instrumentación del tema. En resumen, un buen disco de heavy – thrash metal tremendamente técnico, con una destacadísima figura en la persona del guitarrista Mike Kostrzynsky que reafirma con creces las buenas maneras mostradas en su primer disco, y con un vocalista que para mi gusto está bastante por debajo del nivel del resto de la banda.
Mariano Palomo

HIVERLAND “The Return...”

(Azrael Records)

Desde Donosti llega a nuestras manos el primer disco oficial de los power metaleros Hiverland. Un joven y prometedor quinteto que tras un largo camino desde su formación en 2002, ven ahora recompensado su esfuerzo con la publicación de este redondo que les dará a conocer tanto en nuestro país como en Japón y en parte de Europa donde será distribuido. El trabajo tiene todos los elementos del power melódico más estándar, ritmos rápidos y machacones, trabajados cruces de guitarras, aires épicos, y partes corales para completar once interesantes cortes en los que a mi modesto entender flojea la voz de Arkaitz Zayas, comparado sobre todo con la gran labor que desarrollan los guitarristas Unai Iglesias y Pablo Ocampo, y con la poderosa base que forman el batería Bjorn Mendizábal y el bajista Aritz Salaberría. Tras la épica intro a lo Conan “Drums Of War”, atacan a base de ritmo rápido y machacón con “Need For Survive” marcada por sus coros guerreros y sus melódicos arreglos instrumentales, que dan paso a la más directa y trabajada “Million Ways” donde su estribillo sobresale paliando en cierto modo las carencia vocales de Arkaitz. Siguen cabalgando con “Sinners Of Hell”, nuevamente con el doble bombo de Bjorn marcando el tema suavizado por unos tímidos arreglos de teclas, relajando el ritmo en la más épica y coreada “The Return” que acaba con un sonido más clásicamente heavy con el bajo de Aritz Salaberría dejándose notar junto a las buenas guitarras de Unai y Pablo. Una pareja que vuelve a destacar en la algo atropellada “Tears On My Grave”, metiendo una marcha más en la rápida “Never Surrender” que no acaba de convencerme, al contrario que la más épica y directa “Shooting Star” que engancha con su buen estribillo y sus trabajados cambios instrumentales. También me parece destacable “Riders Of Metal”, por su ritmo vivo y su motivación metalera a lo Manowar, incluyendo un lamento guerrero en su desarrollo tan del gusto del grupo norteamericano, aunque se alarga en exceso hasta llegar casi a los siete minutos de duración. Aunque para extensa la final “Dark Angel”, que con sus más de diez minutos de desarrollo y tras la suave intro “The Raise Of The Fallen” cierra el CD y en la que los chicos dan rienda suelta a su técnica instrumental y compositiva acompañados por las voces de Igor (Aesir) y Moisés (Krait, Mandrágora Negra) y por los solos de guitarra de Jon (Krait). Me da la sensación que para este corte se han mirado en el espejo de los temas extensos y épicos de los “Keepers” de Helloween, con grandes dosis de melodía, epicidad, grandes cruces de guitarra y cambios de ritmo, además de con un muy buen sonido. Un final muy propio para un disco de puro power metal melódico de corte clásico, bien ejecutado, pero con detalles mejorables, sobre todo en lo que a las voces se refiere.
Mariano Palomo

HELSTAR “Glory Of Chaos”

(AFM / Avispa)

Segundo trabajo con material nuevo de los thrashers norteamericanos Helstar desde su regreso hace tres años a la escena metalera. Un disco este “Glory Of Chaos” que me seduce algo más que su anterior entrega “King Of Hell”, ya que encuentro más matices dentro de las rabiosas y frenéticas composiciones que componen el CD. Empiezan arrollando con el ritmo desenfrenado y los riffs asesinos de “Angels Fall To Hell” y de la punzante “Pandemonium” con más detalles y cambios de ritmo que dan pie a un inquietante estribillo sostenido sobre una tremenda pegada de batería. En la misma línea inquietante aunque menos acelerada nos encontramos con “Monarch Of Bloodshed”, para volver a acelerar con la machacona “Bone Crusher” que como indica su título es un rompe cuellos (bueno, huesos) con la voz de James Rivera cabreada y áspera, dentro de una estructura bastante reiterativa. Los aires oscuros y misteriosos cubren a la pesada “Summer Of Hate” que va creciendo sobre unos potentes riffs, para pasar de nuevo a la contundencia más directa y sencilla de “Deathtrap”. Tras esta parte algo más monótona, mejoran sensiblemente con el thrash metal de manual de la afilada y trabajada “Anger” de estribillo claro y coreado, y con el ritmo vivo de “Trinity Of Hersey” adornada de unas originales y técnicas guitarras, en la que además insertan una breve parte lenta casi baladística, para volver a romper de manera punzante en su parte final. El cierre lo pone la frenética y agresiva “Alma Negra”, título en español haciendo honor a los orígenes hispanos de los miembros del grupo, pero letra en inglés salvo en el estribillo, y que recuerda a los maestros Slayer para acabar de provocar el esguince cervical de más de uno. Buen disco de thrash metal clásico americano, con algunas pinceladas originales, y que reafirma con buena nota la vuelta de esta banda prácticamente de culto dentro del estilo.
Mariano Palomo

ELVENKING “Red Silent Tides”

(AFM / Avispa)

Tras el paréntesis acústico que supuso el anterior trabajo de la banda “Two Tragedy Poets... And A Caravan Of Weird”, vuelven los trasalpinos Elvenking con su sexta entrega en estudio llena de buenos temas con el sonido habitual del grupo en el que mezclan elementos power melódicos, hard rockeros clásicos y folkies, éstos últimos algo menos presentes alejándose de la alargada sombra que Skyclad proyectaba sobre ellos y acercándose más al estilo de gente como Edguy o Kamelot. En cualquier caso no olvidan sus violines ni sus flautas que siguen presentes en temas como “Dawnmelting” que abre a ritmo de flok metal potente con cierto aire misterioso, tirando de heavy melódico de ritmo tendido a lo Sammet en “The Last Hour” con un solo de guitarra algo barroco, para seguir por esta senda en la más melódica y de muy buen trabajo vocal con “Silence De Mort”. Continua el power melódico más relajado con la matizada “The Cabal”, para acelerar con “Runereader” mucho más contundente y trabajada con momentos épicos y líricos que la convierten una de las destacadas del disco. Vuelve en cierto modo la calma con “Posession” de ritmo más lento pero igualmente teatral e intensa mezclándose la apasionada voz de Damnagoras con los arreglos acústicos y de violín. De aquí al final cortes compactos, rápidos y melódicos como “Your Heroes Are Dead” de rápidas guitarras a cargo de Aydan, “Those Days” en la que nuevamente el nombre de Edguy surge al escuchar su ritmo alegre prácticamente hard rockero y base más power con discretas incursiones del violín, al igual que en la eficaz, más densa y clásicamente heavy, sobre todo en sus guitarras, “This Night Will Never End”. Los dos últimos temas del disco son de los más destacados, en primer lugar “What’s Left Of Me” a ritmo de heavy rock alegre y convincente con buenas voces y guitarras clásicas acompañadas de detalles acústicos y de violín, y para cerrar definitivamente con la power más rasgada y bien engranada “The Play Of The Leaves”. Cierre interesante para un disco bastante completo y variado, que muestra la acertada evolución de esta experimentada banda italiana.
Mariano Palomo

CRYSTAL VIPER “Legends”

(AFM / Avispa)

Los polacos Cyistal Viper siguen mostrándose como uno de los grupos más trabajadores de la escena heavy metalera europea, saliendo poco a poco del underground desde el que empezaron a hacerse un nombre hace unos años. Ahora con el respaldo de una compañía más o menos potente con la que ya lanzaron hace apenas cuatro meses su directo “Defenders Of The Magic Circle”, ponen en circulación este trabajo conceptual en estudio basado en las sagas medievales de su país. La banda sigue liderada por la cantante y guitarrista Marta Gabriel que sigue dando su personalidad propia al sonido del combo. Aunque en este caso lo encontramos mucho más pulido y trabajado que en anteriores entregas, sobre todo en lo que se refiere al sonido de guitarras tanto de la propia Marta como de Andy Wave, bien acompañados por la correcta aportación del batería Golem y del bajista Tom Woryna. Esto hace que eche un poco de menos esa crudeza añeja que mostraban en sus dos primeros discos, pero el salto en lo que a calidad de sonido se refiere es más que notable y siguen con la intensidad y actitud necesarias. Eso sí, me da la sensación de que últimamente han estado escuchando a Hammerfall y grupos similares, basta con echarse al oído las líneas vocales de la acelerada y aguda “Blood Of The Heroes”, o de la happy e hímnica “A Man Of Stone”, ambas más que correctas y convincentes, sobre todo la segunda. También me quedo con la onda corsaria a lo Running Wild de “The Ghost Ship”, sencilla y limpia con su característico ritmo cabalgante, y de la directa y agresiva “Black Leviathan”. O con la más medieval “Godess Of Death”, donde destacan sus guitarras una vez más y sus buenos matices vocales, y sobre todo con la rápida y afilada “Night Of The Sin” que recuerda a los primeros discos del grupo en onda más old school, mostrándose eficaz y directa por su buen estribillo. Menos llamativas me han resultado la puramente power melódica y algo plana “Greed Is Blind”, la pesada y oscura “Secret Of The Black Water” que gana enteros por su intenso y melódico solo de guitarra, al igual que en la más suave “Sydonia Bork” donde Marta muestra sus registros más suaves y líricos dentro de una balada agradable aunque algo sosa. Se cierra y completa el disco con una correcta y bastante fiel versión del clásico “TV War” que aparecía en el “Russian Roulette” de los germanos Accept, poniendo el broche a un buen disco, destinado a reclutar definitivamente a un público más mayoritario, y que no estoy seguro que acabe de convencer a los primeros fans más true metaleros del grupo.
Mariano Palomo

CIRCLE II CIRCLE “Consequence Of Power”

(AFM / Avispa)

Cuando Zak Stevens comenzó su aventura con Circle II Circle algunos pensamos que no pasaría de ser un proyecto más de uno o un par de discos a lo sumo que no tendría mayor recorrido. Pero mira por donde parece que el vocalista norteamericano y sus compinches se han empeñado en llevarnos la contraria y en estos días publican el que es ya su quinto trabajo en estudio bajo el título de “Consequence Of Power”. Un disco que sigue la línea marcada por sus anteriores trabajos de heavy power metal americano, con el recuerdo de Savatage siempre presente, pero que me ha convencido en mayor medida por su sonido con más melodía y menos densidad que en sus predecesores. Aunque evidentemente las partes atormentadas y taciturnas son parte de la filosofía del grupo y no pueden faltar, escucha la misteriosa y compacta “Whispers In Vain” que abre la obra, mejorada por la rápida y vigorosa “Consequence Of Power” más directa y melódica recordando la mejor época del heavy power americano de bandas como Fifth Angel. El toque teatral y oscurillo de los últimos Savatage aparece en la más pesada “Out Of Nowhere” y en la algo épica y monótona aunque bastante melódica en sus estrofas “Remember”. Con la compacta y poderosa “Mirage” encontramos la voz de Zak más agresiva pero sin subir en exceso, como sucede en la bien engranada y dinámica “Episodes Of Mania”. Vuelve la onda teatral de Savatage con “Redemption” que llama la atención por sus coros hímnicos y melódicos, para pasar a un heavy más clásico con la melódica y vital “Take Back Yesterday” donde la guitarra de Andy Lee sobresale junto a unos buenos detalles de piano. Nuevamente la oscuridad con “Anathema” de riffs más pesados y voz atormentada y opaca, que se torna suave y poderosa en la final y destacada power ballad “Blood Of An Angel” de intensa instrumentación con el batería Johnny Osborn y el bajsta Mitch Stewart dando solidez al lirismo que barniza el corte. Buen disco, que se me hace más fácil de escuchar que los anteriores del grupo, y que esperemos suponga un punto de inflexión para seguir por este camino más melódico y asequible, sin olvidar sus buenas bases.
Mariano Palomo

BRIGANTIA “Anima Vitae”

(Santo Grial Records)

Hacia tiempo que desde Cantabria no nos llegaba material de nuevas formaciones de heavy metal. Y ciertamente la espera ha sido fructífera porque me ha parecido bastante digno e interesante el debut discográfico de estos chicos llamados Brigantia. En este “Anima Vitae” nos ofrecen un heavy-power metal melódico, de corte actual y tintes progresivos, muy bien ejecutado y elaborado, y claramente marcado por el influjo de bandas actuales de referencia dentro del panorama metalero nacional. Cada uno de los componentes del sexteto cumplen con solvencia su labor, redondeada por un bastante buen sonido final en el que mucho habrán tenido que ver el productor Raúl Serrano y el masterizador Javier Prieto. Se abre el disco con la misteriosa intro instrumental “Despertar” que da paso a la potente “Vacío y Luz”, de ritmo cortado con la intensa voz de Juan Torre contrastando con el buen solo del invitado Jorge Rodríguez junto a las marcadas y melódicas guitarras de Pedro Alcántara y Jesús Espinosa. Las teclas de Nacho Sistal suavizan la pegada del batería Armando H. Sanz y la contundencia del bajista David Guerra, recordando en su ejecutoria a los últimos Saratoga. Aumentan el ritmo y la velocidad acompañados por un correcto solo de guitarra del productor Raúl Serrano en la nítida aunque algo hueca “Soledad”, que me recuerda a sus vecinos astures Warcry, rematada por unas teclas de aires progresivos, como sucede en la más pesada y apesadumbrada “Culpable” en la que sobresale el trabajo de guitarras de Pedro y Jesús, redondeado por un buen solo del invitado Ricardo Moreno. Un dúo que pasa más inadvertido en el melancólico medio tiempo “Sin Miedo” donde destaca la matizada voz de Juan aunque no acaban de rematar, convenciéndome más a continuación con la más rasgada y dinámica “Placer, Dolor” en la que participan como invitados Ramón G. Nieto con su personal voz y el guitarrista Raúl Galván que se marca un limpio y currado solo. Dan un toque algo más power en “Atrapado” que en sus líneas vocales y pegada me recuerda a los tristemente extintos Ankhara cuya sombra se deja caer en más momentos del disco, como en la más progresiva “Mi Lamento” llena de buenos detalles instrumentales. La recta final la ponen la suave y algo monótona “Ecos De Tu Ser” a base de voz y piano, para cerrar de forma directa y efectiva con la power melódica “Por Ti” en la que destaca su arrogante estribillo, sus buenas teclas y su currada y melódica línea vocal. Buen trabajo, no excesivamente original en su propuesta, pero bastante bien desarrollado y expuesto para su escucha.
Mariano Palomo

ASIA “Spirit Of Night – Live In Cambridge 09”

(Frontiers / Mastertrax)

Tras la reunión hace un par de años de la formación clásica de los míticos Asia (John Wetton voz y bajo, Steve Howe guitarra, Carl Palmer batería y Geoff Downes teclados), el cuarteto británico grabó tras más de dos décadas un buen trabajo en estudio como fue “Phoenix” al que sucedió una exitosa gira mundial que tuvimos la suerte de disfrutar con un excelente concierto en la sala Macumba de Madrid la primavera de 2008. Afortunadamente ahora podemos recordarlo con este directo registrado en Cambridge al año siguiente, también en DVD, y en el que, aunque algo reducido, prácticamente se calca el repertorio que nos ofrecieron en la capital del Reino. El sonido se nota que no está muy retocado, bastante crudo para lo que nos tienen acostumbrados Asia en sus discos, pero reflejando con brillantez la maestría de todos y cada uno de sus componentes, que recuerdan muchos de sus clásicos que prácticamente copan todo el disco. Abre la preciosa “Only Time Will Tell” con la voz de Wetton muy bien, seguida de la intensa y algo épica “Time Again” en la que Howe se sale, hasta las finales “Don’t Cry” llena de sentimiento pero algo falta de viveza sobre todo en su maravilloso estribillo, o el mega hit “Heat Of The Moment” que cierra con la voz de Wetton algo más ronca. Entre medias momentos memorables como el recuerdo para la excelsa “Fanfare For The Common Man” de Emerson Lake & Palmer que es una pura exhibición instrumental llena de sinfonismo con una base rítmica espectacular en la que Wetton y Palmer rallan a un nivel enorme. No se quedan atrás Dwones y Howe, basta con escucharles en la más pomposas de enorme estribillo “Open Your Eyes”, “Never Again” y “Sole Survivor”, en el relajado medio tiempo “My Own Time”, o en la enganchante y rotunda “The Heat Goes On”. La parte más A.O.R. y comercial, además de con “Heat Of The Moment”, la encontramos en la más sencilla y alegre “Here Comes The Feeling”. Entre todos estos clásicos dejan una preciosa píldora del disco que se supone que estaban presentando, con la optimista y llena de positivismo “An Extraordinary Life” que últimamente escucho bastante y que es toda una lección de vitalidad, además de un muy buen tema que para mi ya se ha convertido en uno de los clásicos del grupo. Se completa el trabajo con la versión en estudio de la suave y envolvente “Midnight Sun” cerrando a modo de bonus track. Un disco más en directo de Asia y van... pero que tiene la peculiaridad de ser la primera grabación oficial en vivo de su formación legendaria desde su reunión y que sigue mostrando el nivelazo de uno de los mejores grupos de rock sinfónico – melódico de la historia.
Mariano Palomo

IRON MAIDEN “The Final Frontier”

(Emi)

¡Ah, qué tiempos aquéllos! Ha pasado un cuarto de siglo, pero parece que hace sólo cuatro días la salida de un disco de los Maiden era el acontecimiento del año para los seguidores del metal. Cada plástico era una sucesión de composiciones inmortales, resultaba imposible decidir qué tema te gustaba más, y sin duda en su compañía discográfica lo pasaban realmente mal a la hora de escoger un single. Y ahora… cada vez que hay nuevo trabajo de Harris y compañía no sabes si alegrarte o temblar. Agarras el redondo con una gran suspicacia, lo escuchas una y otra vez intentando encontrar algo positivo y terminas dándote cuenta de que pierdes el tiempo. Si llega a tus manos el CD de un grupo nuevo que no te gusta, simplemente te olvidas de él. No lo pinchas reiteradamente intentando buscar no sabes muy bien qué. Como viene ocurriendo en los últimos años con Iron Maiden, este disco de estudio no se asemeja ni de lejos a los de sus mejores tiempos. Los comerciales y geniales himnos han sido sustituidos por pestiños interminables. En lugar de caña desenfrenada, encontramos medios tiempos insulsos y repetitivos. En esta ocasión las excepciones son “The Alchemist” y “The Talisman”, algo más moviditas que el resto. Pero por lo demás… Y no es que sean tampoco malas canciones. “Coming Home”, por ejemplo, aunque lenta, es muy buena. Pero cuando todo el disco viene en este plan… pues acabas hasta el gorro. Y el caso es que el CD empieza más o menos bien. “Satellite 15… The Final Frontier” es en realidad una canción dividida en dos partes, en la que el único nexo de unión es la letra, que habla de un astronauta perdido en el espacio. El primer fragmento es un poco raro, pero la parte final es de lo mejorcito del disco, un poco en la onda de "Brave New World”. “El Dorado”, sin ser ninguna maravilla, resulta pasable, igual que “Mother Of Mercy”. A continuación viene la ya mencionada “Coming Home”, que es bastante bonita. Con “The Alchemist” te reencuentras con los Maiden de siempre, entonces te das cuenta de que hasta ese momento has echado de menos temas rápidos como este, sólo le falta un estribillo un poco más corto y comercial para ser redonda. Te preguntas si aún puede salvarse lo que te falta por oír. Pero con “Isle Of Avalon” y sus nueve interminables minutos vuelves a la realidad, y ya lo que queda del álbum son cortes largos, interminables y aburridos, quizá con la excepción de “The Talisman”, más animada que el resto. En conjunto el trabajo es sin duda malo, pero no es menos cierto que comparado con su predecesor “A Matter of Life and Death” (el cual tiene el dudoso honor de ser el peor disco de la historia de la Doncella), la mejora es considerable. Lo cual nos permite alimentar una débil esperanza en el futuro.
Nacho Jordán