miércoles, 18 de febrero de 2009

DOMAIN “The Chronicles Of Love, Hate And Sorrow”

(Limb Music)

A punto está de ponerse en circulación el nuevo trabajo del talentoso guitarrista germano Axel Ritt y sus huestes, los ya experimentados Domain. Una formación que surgió a mediados de los ochenta con el nombre de Kingdom practicando un hard-heavy pomposo y sinfónico y que con el paso del tiempo y tras numerosos cambios de formación han evolucionado hacia un sonido más contundente heavy-power metal melódico, sin olvidar sus tintes épicos y corales que vuelven a ponerse de manifiesto en esta su novena entrega en estudio. Tenía sobre todo curiosidad por ver que tal se ha adaptado a la banda el nuevo vocalista Nicolaj Ruhnow, que tiene la difícil tarea de ocupar el puesto del fiero Carsten “Lizard” Schultz que grabó los discos anteriores del grupo a un gran nivel y actualmente centrado en otros proyectos como Evidence One. El resultado de la sustitución es bastante correcto, aunque la voz de Schultz me resultaba más poderosa que la de Ruhnow, la de este nuevo vocalista me parece más versátil y con más matices. En cuanto a los temas podíamos decir que encontramos una especie de mezcla entre el sonido más contundente y power metalero de sus anteriores trabajos como “Stardawn” o “The Last Days Of Utopia”, y alguna referencia más marcada a la etapa inicial de la banda en la que destacaban los sonidos más pomposos, algo en lo que tiene mucho que ver la labor del teclista Erdmann Lange. Así queda patente con la inicial “Picture The Beuty”, un tema con mucho color, optimista y con un estribillo melódico y pegadizo a lo Edguy del “Mandrake” que completa una lograda instrumentación. Suben una marcha con “Sweeping Scars” tirando de ritmos más power de guitarras afiladas y firme percusión a cargo de Jens Baar que le da una solidez y densidad al tema que se adorna con un retazo del clásico de Vivaldi “Las Cuatro Estaciones”. Giro más sinfónico a continuación con “Angel Above”, de nuevo con las teclas de Lange como protagonistas, junto a la penetrante voz de Nicolaj bien apoyada por los coros épicos y evocadores marca de la casa, y vuelta a la densidad con “Circle Of Give And Take” en la que se embarullan un poco con su acelerado ritmo de guitarra y batería que rompen brevemente con sonidos más progresivos y curiosos que anteceden a un extenso solo de Ritt. Continua la velocidad con contundente y algo barroca “He’s Back” en la que las guitarras suenan más hirientes y algo saturadas, mejorando sensiblemente a continuación en “My Inner Rage” uno de los cortes destacados más clásicamente heavy a lo Judas del “Painkiller” aderezado por unas buenas teclas y coros de apoyo. La intensidad continua con “Digging Their Graves”, algo atropellada de aires épicos a lo Rhapsody, con la más progresiva “Haunting Sorrows” que es de las que más me ha convencido con sus marcados riffs a contratiempo y sus interesantes líneas vocales muy melódicas, y con la potente “The Last Dance” en la que los coros suavizan una base demasiado machacona. El cierre sube el nivel medio del disco con la calidez de la balada “Twelve O’clock” en la que mezclan guitarras acústicas y eléctricas con acierto para acompañar a la profunda voz de Nicolaj junto a una buena percusión, y con el tema que aparece como bonus track, “Two Brothers & The Sinners Chess”, un tema que podría pertenecer perfectamente a las sesiones de grabación de Kingdom, todo pomposidad y teatralidad con sus marcadísimos teclados, enormes coros y melódicas guitarras. Una buena guinda para un pastel que en algunas porciones les ha quedado algo duro, pero que sigue siendo sabroso y apetecible.
Mariano Palomo

martes, 17 de febrero de 2009

STREET LEGAL “Bite The Bullet”

(Frontiers / Mastertrax)

El gran Bjorn Boge vuelve por sus fueros tras más de ocho años de larga hibernación. Ocho años en los que no hemos vuelto tener noticias suyas y de su banda Street Legal, que nos dejó un gratísimo sabor de boca a principios de siglo, tanto por su producción discográfica con gran disco como fue “Thunderdome” como por su buenísimo directo que pudimos disfrutar en la edición 2000 del añorado festival Gods de Wigan. Boge a cambiado por completo de compañeros de viaje para este nuevo trabajo, contando con su propio hermano Oysten a la batería, y con los guitarristas Tore Otsby (Conception, ARK) y Rolf Bjorseth, pero sin cambiar en absoluto el sonido del mejor hard rock clásico que ya nos ofreció en su primer trabajo. En este punto la referencia a la música de Thin Lizzy es absolutamente obligada, ya que el espíritu de Phil Lynott y los suyos sobrevuela el disco haciéndose patente en mayor o menor medida a lo largo del mismo. El inicio con “Loading Up” es perfecto para ir entrando en calor, con un corte rockero y directo, algo áspero con su machacón estribillo a base de rotundos coros y sus rasconas guitarras, suavizándose a continuación con la clásicamente hard rockera “Somebody Up There Likes Me” y con la inmensa “Unconditional Love” en el que potencia y melodía se unen para crear un tema que firmaría el mismo morenito de Dublín. Dan una vuelta más a la agresividad con “Warriors Of Genghis Khan”, algo saturada, con las voces más oscuras y las guitarras más potentes en la onda de lo que viene haciendo últimamente el también noruego Jorn Lande, para sorprendernos a continuación con la sangrante balada “Shadow In My Heart” con la profunda voz de Bjorn y un gran solo de Otsby, recordándome a los House Of Lords de James Christian. El tema título “Bite The Bullet” no entra en demasiadas complicaciones compositivas y sale adelante con un buen ritmo marcado por la batería de Oysten haciéndola directa y divertida con sus buenos y directos coros, siguiendo la línea algo más melódica con la guitarrera “Starship Trooper” en la que vuelve a proyectarse la sombra de Lynott, y en el casi medio tiempo “Trapped” en el que destaca la profunda y fresca voz de Bjorn. La recta final se inicia con una tremenda pieza instrumental como es “The Battle Of Kringen”, ciertamente evocadora e intensa, muy lograda sobre todo en los duelos de guitarra entre Otsby y Bjorseth al más puro estilo Gorham – Sykes y que es sin duda una de las más destacadas, quedando en más anecdóticas la socorrida versión del “Maniac” de Michael Sembello en la que Boge canta algo más apagado que el vocalista original, y la final “Silent Tear” apasionada composición a medio tiempo en la que se mezclan sonidos acústicos y eléctricos. Buena vuelta a la actualidad de Street Legal que esperamos tenga mayor continuidad que hasta ahora. Si te gustan Thin Lizzy y similares no deberías dejar de escuchar este disco.
Mariano Palomo

lunes, 16 de febrero de 2009

WETTON / DOWNES – ICON “3”

(Frontiers / Mastertrax)

Cuando ya pensaba que este proyecto podía quedarse estancado tras la reunión clásica de Asia, resulta que ahora nos sorprenden con una nueva entrega de Icon, que no es otra cosa que la unión de dos de los mayores representantes del rock sinfónico – melódico del viejo continente, el bajista y cantante John Wetton y el teclista Geoff Downes. Acompañados por Dave Kilminster a la guitarra, Hugh McDowell al cello y Pete Riley a la batería, vuelven a ofrecernos una cuidada colección de elegantes y delicadas composiciones que llegan de forma asequible y agradable al oyente. Comienzan de forma brillante y alegre con “Twice The Man I Was”, con el inconfundible sonido de las teclas de Downes y de la voz de Wetton, para continuar con la más lenta y sutil “Destiny” en la que brillan los coros que dan empaque a una instrumentación más sencilla. Se enrevesan un poco más con “Green Lights And Blue Skies” en la que aparecen las voces robotizadas y unos riffs más punzantes, volviendo de nuevo a los sonidos más pausados y melancólicos con “My Life Is In Your Hands” de buenos coros, y con “Raven”, en la que se dejan notar los arreglos de cuerda de McDowell y el arpa del invitado Andreas Wollenweider. Llegamos al corte más rockero del disco, la clara “Sex, Power And Money”, de potentes guitarras y claro y directo estribillo, para a continuación encontrarnos con una curiosa instrumental como es “Anna’s Kiss”, llena de sonidos clásicos recordadndo a una caja de música y que resulta muy agradable e intensa, rompiendo a guitarrera al final. Una especie de preludio para “Under The Sky”, un buen medio tiempo, con teclas marcadas y voces cálidas, con la participación de la vocalista Anne-Marie Helder que deja su sello en algunos retazos del disco. “Don’t Go Out Tonight” muestra la faceta más alegre y optimista del duo, con los típicos duelos de guitarra y teclados tan propios de Asia, y sus coros característicos, al igual que en la más pop rockera “Never Thought I’d See You”, melódica y asequible. El cierre lo pone el medio tiempo de tintes espirituales “Peace In Our Time”, mezclando buenas guitarras agudas y apropiados arreglos de teclas, junto a una destacada presencia coral. En resumen, buen disco en la línea de sus dos anteriores entregas y que volverá a agradar a los seguidores del rock sinfónico más popular y sencillo.
Mariano Palomo

GREAT WHITE “Rising”

(Frontiers / Mastertrax)

Cuando hace un par de años Great White reapercieron con su “Back To The Rhythm” bajo el brazo, algunos dudamos de la continuidad del proyecto, pero ahora nos sacan de la duda con la publicación prácticamente por sorpresa de este “Rising”. Manteniendo la formación que se reunió en 2007, con el único cambio del bajista Sean McNabb sustituido por Scott Zinder, Kendall, Russell y compañía se han marcado un correcto disco de rock & roll, con algún toque sureño, y con la siempre presente esencia bluessy y setentera, aunque sin esa fuerza y ese feelin’ que transmitían en trabajos como “Hooked” o “Twice Shy”. Les ha quedado en mi opinión un trabajo bastante plano, agradable al oído, con bastantes sonidos acústicos, pero sin la garra y capacidad de enganche de antaño. Y eso que el inicio es prometedor con las animadas de corte sureño “Situation” y la más rockanrolera “All Or Nothin’”, dos buenos cortes en las que lucen las guitarras tanto eléctricas como acústicas y donde los coros tienen una destacada participación. A partir de aquí el disco empieza a perder intensidad, mucho medio tiempo como la suave “I Don’t Mind” en la que destaca la voz de Jack Russell sobre una tímida base de piano y acústicas, la más hard ochentera “Loveless”, o la más A.O.R. “It Is Enough” de nuevo con el piano y los coros resaltando. Por el camino nos encontramos con algunos cortes más guitarreros, como la setentera “Shine”, la más sucia y arrastrada “Danger Zone”, o la versión del clásico de los Stones “Let’s Spend The Night Together” correcta sin más y que sirve para cerrar. Mención aparte merecen las baladas, un terreno en el que estos californianos se mueven como pez en el agua (como tiburón más bien), y que por supuesto tienen su cuota de protagonismo con “Last Chance” de aires sureños con sonidos de órgano hammond y guitarras acústicas, aunque algo hueca, al igual que “Only You Can Do” con la voz de Russell más aguda, para llegar a “My Sanctuary” que se convierte en una de las más destacadas del disco, con más cuerpo y fellin’ que le otorgan su marcada base y los sonidos de armónica además de la profundidad de sus voces. De lo mejor de un disco que muestra a unos Great White perfectamente reconocibles, pero lejos de las cotas de brillantez de tiempos pretéritos en los que tocaron un techo que, me temo, difícilmente volverán a alcanzar.
Mariano Palomo

martes, 10 de febrero de 2009

DARK MOOR “Autumnal”

(Scarlet Records / Locomotive)

Despacio, discretamente, sin hacer mucho ruido, sin darse prácticamente importancia, así es como le gusta trabajar a Enrik García y sus Dark Moor. Un claro ejemplo que cuando se unen talento y dedicación, sin distracciones externas ni estériles y altisonantes apariciones públicas, los resultados son realmente buenos e interesantes. Y una vez más se repite la fórmula con este, ya, séptimo disco en estudio del grupo que, si bien ha mantenido su estilo e impronta en todos sus obras, ninguna es igual a la anterior y cada una tiene su propia personalidad y matices. Concretamente en este “Autumnal” nos ofrecen una faceta más densa y orquestada en lo que a la ambientación y sonoridad general se refiere, con toques más góticos y grises muy acorde con su título “Otoñal”. Por supuesto esto no resta un ápice de brillantez a las composiciones y arreglos, fusionando con maestría el metal con la música clásica y la ópera, como es habitual en Enrik fanático absoluto de los compositores clásicos. Claro ejemplo de esto son las referencias a obras míticas, caso de la inicial “Swan Lake” que no es otra cosa que una adaptación metalizada de la música del “El Lago De Los Cisnes” de Tchaikovsky y que resulta absolutamente brillante en sus ocho minutos de duración que acaban atrapándote sin remedio en sus idas y venidas de guitarras y orquestación, con la voz de Alfred Romero magnífica al igual que en todo el trabajo, bien secundado por la de soprano de la invitada Itea Benedicto (vocalista turolense de Niobeth) y por el Imperial Choir Of Rivendel Arkham Filarmonic Orchestra que da cuerpo y empaque a la, una vez más, gran producción del propio Enrik y del “Quinto Dark Moor” Luigi Stefanini que han vuelto a trabajar juntos en los New Sin Studios de Italia. Otro pequeño guiño, este más discreto, se da en el inicio de “On The Hill Of Dreams”, con la entrada de “El Fantasma De La Opera” dando paso a un corte melódico y embaucador con Alfred muy bien sobre una intensa orquestación adornada por un claro solo de guitarra de Enrik, y creciendo su ritmo marcado por el batería Roberto Cappa que se estrena en estudio con el grupo y por Dani Fernández que por el contrario se despide con esta grabación para dejar su sitio a Mario García. A continuación nos sorprenden con “Phantom Queen” un corte festivo y folkie en el que violines, flautas y panderetas crean en su inicio un escenario bucólico en el que va intensificándose la instrumentación y la oscuridad, reafirmándose este extremo en la más gótica “An End So Cold” con unos aires más cálidos y relajados, sobre todo por la voces de Alfred e Itea acompañados de unos discretos coros monacales. Se acelera el ritmo con “Faustus”, intensa, atormentada, galopante en su base, adornada por un barroco solo de guitarra, siempre con la orquestación al fondo dando sustento a la composición, al igual que en la más power metalera “Don’t Look Back” con buenos matices instrumentales, y en la densa y cañera “When The Sun Is Gone” más oscura y misteriosa resultando de nuevo tremendo el juego de voces entre Itea y Alfred y el gran solo de inspiración oriental-árabe que vuelve a ejecutar Enrik. Sigue el brillo en las voces y en la orquestación con la épica “For Her” una de las que más me ha gustado con una estructura más sencilla, lírica y directa, además de melódica e intensa, contrastando con la siguiente “The Enchanted Forest” en la que vuelve la densidad y cadencia más pesada con unas guitarras más saturadas. El final viene con la cañera y vivaz “The Sphinx” en la que la orquestación entra a saco, de nuevo con un toque misterioso egipcio, al que ayudan los matices operísticos de las segundas voces, poniendo el cierre definitivo la curiosa instrumental “Fallen Leaves Waltz” en la que, como su nombre indica, encontramos los compases del vals, pero saturados por la intensidad y energía de su instrumentación. Poco más que añadir, sencillamente Dark Moor lo han vuelto a hacer, otro discazo, que seguramente no entre tan fácilmente como alguno de sus anteriores trabajos, pero que a la segunda escucha acaba convenciendo, y a la tercera ya no te deja escapar. Compra segura.
Mariano Palomo

DGM “Frame”

(Scarlet Records / Locomotive)

No tenía conocimiento de esta veterana formación transalpina llamada DGM hasta que ha llegado a mis manos su octavo trabajo titulado “Frame”. Y la verdad es que me ha sorprendido muy gratamente, etiquetados como metal progresivo, lo que nos ofrecen es este disco es bastante más entretenido y variado de lo que suelen hacer las bandas del estilo que en muchas ocasiones acaban tornándose excesivamente densos y pesados. Evidentemente los sonidos progresivos forman la base fundamental de las composiciones, basta con escuchar la inicial “Hereafter” un tema sólido y potente, en el que brillan las teclas de Emanuele Casali junto a las guitarras a lo Michael Romeo de Simone Mularoni, dando réplica a la tenebrosa y limpia voz de Mark Basile. Siguen algo más machacones con “Enchantment” en el que las teclas le dan un ligero toque psicodélico y agresivo, para sorprender a continuación con la más hard rockera y divertida “Not In Need” en la que la voz de Basile se muestra más aguda sobre una composición asequible y efectiva. Se relajan en el inicio de “No Looking Back”, roto por un punzante riff, volviendo a suavizarse llegando casi al medio tiempo con buenos arreglos de coros y teclas. Siguen enlazando dos cortes, “Traped...” - “...In A Movie”, el primero lleno de coros épicos y guitarras afiladas y el segundo más extenso y complejo compartiendo de nuevo lucimiento Mularoni y Casali. Llenan de misterio el ambiente con “Away” un tema atormentado, con acordes clásicos a lo Rainbow-Sabbath, con unas teclas muy intensas que le dan empaque, amén de un evocador solo de guitarra, y con la más suave y sencilla “Rest In Peace” de ritmo desigual a cargo del batería Fabio Costantino. Entre medias de los dos temas recién comentados, nos encontramos con la original “Heartache” con un extraño inicio electrónico para romper posteriormente en una onda más cercana a los Symphony X más melódicos, o incluso a lo Allen-Lande, destacando la voz de Basile y las guitarras de Mularoni. Vuelve el misterio con “Brand New Blood” una melódica y sólida composición, algo machacona con la presencia destacada del bajista Andrea Arcangeli, y con la final “Fading And Falling” un tema lento y acústico, donde luce el piano y las voces tristes, aunque crece en intensidad y profundidad recordando a los maestros Dream Theater. Buen cierre para una disco trabajado, pero no excesivamente enrevesado y que puede ser asequible no sólo para los más fanáticos del progresivo pudiendo agradar a todo tipo de público. Nunca es tarde para descubrirlos.
Mariano Palomo

ABU SIMBEL “Sueños Por Cumplir”

(www.abusimbelrock.com)

Después de tener buenas referencias por parte de compañeros y amigos, ahora tenemos la oportunidad de disfrutar la segunda entrega de este combo fuenlabreño que intenta hacerse en hueco en el panorama rockero nacional. Tras la escucha de este trabajo se confirman las buenas sensaciones que me habían transmitido, encontrando tras su sugerente portada (muy Journey, por cierto), una colección de composiciones sencillas pero trabajadas de buen hard rock de tesituras melódicas, con mucho protagonismo de teclados y coros, y de claras influencias de lo mejor de las bandas nacionales de finales de los 80’s y primeros de los 90’s, como ellos mismos reconocen. Dentro del disco encontramos una base uniforme y una línea clara a la hora de encarar los temas, aunque con los lógicos matices y particularidades de cada corte que hacen que no sea para nada plano ni monótono. Temas alegres en los que el ritmo contagioso marcado por sus estribillos y buenos juegos de teclas y guitarras me recuerdan a la etapa Oñate de Asfalto o a los mismos Sangre Azul, ejemplo de esto son la inicial “Sueños Por Cumplir”, la más rockera “Mentira Y Traición”, la más sencilla y sinfónica “Entre Los Dos” o la pegadiza y algo pomposa “Mal Camino”. En estas composiciones, como en la mayoría del disco, brilla el trabajo de teclas del compositor principal Miguel Angel Gala (Miki), que también aporta buenos coros junto al guitrarrista Fernando González (Fer) y el ya ex bajista del grupo Javier Inisesta sustituido a primeros de año por Raúl Ruiz, al igual que el batería Jorge Barrero cuyo puesto fue ocupado en julio de 2008 por Iñaki Vela. Completan la formación el segundo guitarra Alejandro Penedo (Alex) y el personal y competente vocalista J. Carlos García (Chimo) que desarrolla una muy interesante labor. Una labor bien completada por las letras que dan sustento a las melodías de voz e instrumentales de los temas, caso de la hard rockera “Verdugos De La Ilusión” reivindicativa con su claro mensaje y estribillo, adornada por un extenso solo de teclas Miki con guiño incluido a “In A Gadda Da Vida” de Iron Butterfly. Aparece la faceta más A.O.R. en un precioso medio tiempo como es “Día Y Noche”, con grandes coros junto a las guitarras y teclas compartiendo primer plano, al igual que en “Hacerme A La Idea” rematada por un buen solo de guitarra. Con un ritmo más alegre y rockero nos ofrecen “Víctima De La Ciudad” en la que nos sorprenden de nuevo con un buen solo de teclado hammond de aires árabes, y la más vacilona y clara “¿Dónde Estás?”. Se salen un poco de la línea general en “Llantos De Dolor” con unos teclados de iglesia marcados dándole misterio al corte para luego moverse en ambientes más claros sobre todo por las guitarras y coros, en la más folkie “Otra Vez” en la que toma protagonismo un sonido de flauta que recuerda a Ars Amandi, y en la más heavy y contundente “Comeremos Muros” donde las guitarras de Fer y Alex toman el mando junto a su reivindicativo y directo estribillo. El final lo pone la correcta balada “No Tienes Suerte”, llena de sonidos acústicos y piano y en la que participa poniendo su dulce voz femenina Elena junto a la de Chimo, para certificar el cierre de un disco muy interesante, lleno de esencia del rock nacional de siempre, algo que por desgracia no es demasiado habitual últimamente. Le seguiremos la pista.
Mariano Palomo